Enredos de amor: Capítulo 5

Las penas con pan son menos

Junsu-ssi el Sr. Park pregunta si puede hablar con usted —La secretaria había entrado a la oficina de Junsu para entregarle unos papeles que él necesitaba firmar y aprovecho para avisarle sobre la visita del otro hombre.
—Oh, sí dile que pase —Junsu le dijo y ella después de asentir y dar una inclinación hacia él, salió de la oficina sin cerrar la puerta para que Yoochun entrara.

—¿Estas ocupado? —Park le pregunto una vez dentro.
—No mucho —Acomodo algunos papeles y le indico a su amigo que se sentara en una de las sillas frente a él—. ¿Qué necesitas?
—¿Le dijiste a Yunho que era lo que le iba a pedir? —pregunto sin más reservas.
—¿Lo dices por lo del proyecto?… si —Junsu contesto sin mayor problema mostrándose tranquilo.
—Creí que respetábamos el trabajo del otro, tal parece que me equivoque —Mostro su entrecejo junto.
—No me inmiscuí en tu trabajo, solo le di un tip, de todos modos se lo ibas a pedir ¿no es cierto? —Kim trato de dar su punto al otro—. ¿Para qué hacer que él diera otra vuelta cuando podía entregarlo inmediatamente?
—Se supone que si alguien está interesado en un trabajo, no importara si va a la empresa una o mil veces, si realmente quiere el puesto hará hasta lo imposible por obtenerlo —Yoochun sin darse cuenta comenzó a elevar el tono de su voz—. ¡No me gusta que nadie se meta en mi forma de manejar las cosas de mi trabajo!
—¡No sé por qué te tienes que molestar tanto por algo tan sencillo! —Junsu pensó que si su amigo elevaba el tono, también él lo haría—. ¡Fue lo único que le comente, finalmente la decisión de que él ocupe el puesto o no, está en tus manos!
—¡Qué bien, pero solo espero que cuando veas que él no será el nuevo arquitecto no trates de interceder!
—¿De qué estás hablando? ¿Quieres decir que solo porque le dije lo del proyecto no le darás el trabajo? —Kim se levanto de su lugar inclinándose un poco para apoyarse sobre sus brazos en el escritorio.
—Por supuesto que no es por eso —Yoochun decidió levantarse también—. Él tipo no cuenta con la suficiente experiencia, así que es lo más seguro.
—Oh por favor, no me vengas con eso, solo estas usándolo de pretexto —Junsu camino hacia el frente de su oficina para estar delante del otro hombre—. Desde la fiesta del viernes me di cuenta que no querías siquiera entrevistarlo.
—Lo que yo quiera o no, es muy aparte de los asuntos de la empresa, jamás he mezclado mi vida personal con la laboral y no pienso hacerlo ahora —Miro de frente a Junsu—. Parece que tantos años de convivir conmigo no han servido para que me conozcas del todo.
—Pues tal parece que tampoco han servido para que tú comprendas que yo haría mi máximo esfuerzo para ayudar a un amigo.
—Esta discusión se está volviendo ridícula —Dio media vuelta y comenzó a alejarse hasta la salida—. No quiero seguir hablando contigo, no quiero decir algo que después lamente —Abandono la oficina dirigiéndose a la suya.
—Imbécil —Junsu regreso a su asiento y comenzó a hojear bruscamente un libro engargolado.
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—Entonces dejaremos el proyecto del Lotte Hotel Seoul por este mes hasta que el dueño regrese de su viaje, nos enfocaremos en la nueva construcción que se realizara próximamente.
Jaejoong se encontraba en medio de una junta con su equipo de trabajo, hasta que el próximo proyecto no comenzara, tendría bastante tiempo libre, y eso en cierta forma en lugar de hacerle sentir feliz lo estresaba ya que no tenía nada más en que ocupar esas horas, seguramente terminaría por inscribirse en un curso exprés de diseño.
—Bien eso es todo, pueden regresar a su trabajo.
Despidió a todos de la pequeña sala de juntas y después de que estos se marcharon, alisto sus cosas para retirarse. Este día saldría temprano porque no tenía caso que se quedara sin tener nada que hacer.
Llego hasta el estacionamiento para abordar su auto, salió del lugar y unas cuadras mas allá vio a alguien que le pareció conocido, se orillo a la banqueta, bajo la ventanilla del copiloto y toco el claxon haciendo que el sujeto se detuviera.
—Si vas a la empresa ya te la pasaste —Jaejoong le dijo al hombre.
—Vengo de allá, ahora voy a casa —Yunho contesto sin muchos ánimos.
—¿Vas a tomar el autobús?
—No, me iré caminando.
—¿Eso fue sarcasmo? Porque te lo estaba preguntando de buena for….
—No tengo para el autobús —Yunho dijo tranquilamente, finalmente esa era la verdad.
—Que tonto eres, como puedes salir sin dinero.
—Aunque quisiera salir con el, no tengo, utilice lo último cuando vine para acá.
—Tu departamento no está cerca de aquí —Decidió no dar otro comentario, no le gustaba burlarse de la situación económica de otros, ni aunque se tratara de él.
—Lo sé, pero no tengo otra opción —Yunho miro hacia a un lado tratando de desviar su mirada.
—Sube, yo te llevo —Jaejoong se maldijo mentalmente por mostrar compasión por ese hombre.
—No tienes que molestarte, debes tener cosas que hacer, no quiero quitarte tu tiempo.
—¿Vas a subir o no? Tampoco esperes que te ruegue para que lo hagas —Comenzó a ofuscarse—. Rápido que estoy estorbando a la vialidad.
—Gracias —Yunho entro en el coche y se coloco el cinturón de seguridad.
—Por fin —Jaejoong volvió a arrancar el auto y avanzo hacia el edificio donde él vivía.
Durante todo el trayecto ambos hombres se mantuvieron callados, Yunho con su vista en la ventana al lado de él y Jaejoong en el camino. Cuando finalmente llegaron, Yunho desabrocho el cinturón y giro su rostro hacia el conductor.
—Gracias por el aventón —Abrió la puerta y bajo cerrando la puerta del auto comenzando a alejarse.
—Que tipo tan seco —Jaejoong murmuro y emprendió el viaje a su casa.
Yunho entro en el edificio caminando lentamente con la vista fija en el piso, pensó que un poco de ejercicio no le caería mal por lo que decidió utilizar las escaleras de emergencia en lugar del elevador, después de todo que tanto eran nueve pisos.
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Yoochun se sentía como león enjaulado entre las cuatro paredes de su oficina, se encontraba de malhumor y no tenía ganas de ver la cara de nadie, por lo que prefirió encerrarse y no salir de ahí hasta que no hubiera más nadie en la empresa.
Ni siquiera podía concentrarse en su trabajo, no tenía ganas de pensar. Tal vez debería de haberse ido por ahí a tomar aire fresco, pero supo de inmediato que eso sería una mala idea, su inocente salida terminaría con él en la madrugada totalmente inconsciente sobre la barra de un bar a las afueras de la ciudad, así era siempre que trataba de desahogarse.
La oscuridad había caído sin siquiera percatarse de ello, su oficina solo era alumbrada por la luz del monitor de su computadora y él se encontraba de pie junto a la ventana, observando a los coches pasar.
Sabía que había hecho una tormenta en un vaso con agua con el pleito con Junsu, pero existía un trasfondo en ello, no era solo la fuga de información sino que pensara más en aquel hombre en lugar de en él.
Él, que durante años habían compartido una amistad, él, quien de muchas formas le había demostrado lo que Junsu significaba en su vida, él, que nunca había faltado en ninguno de los momentos en los que Kim lo necesito.
Y ahora qué ¿Encontró a alguien mejor? ¿Alguien que me suplirá así de fácil? Eran preguntas que constantemente se repetían en su cabeza.
Su secretaria asomo su cabeza repentinamente, Yoochun se pregunto si mientras él pensaba, ella había llamado a la puerta.
—Es hora de que me retire Park-ssi, ¿necesita algo?
—No, puedes retirarte.
—Hasta mañana entonces —La secretaria se inclino levemente y cerró la puerta.
Yoochun volvió de nuevo su vista hacia la calle mientras lanzaba un suspiro profundo.
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Jaejoong llego a su casa encontrando una nota pegada en la esquina de la pared junto a la puerta principal, era un recado de su madre donde le decía que había salido a cenar con un grupo de amigas, y Kim conocía perfectamente ese tipo de cenas con sus amigas, mucha platica y un regreso muy tarde.
Esta vez creyó que se trataba de una reunión de último momento, ya que normalmente ella le dejaría sobre el comedor la cena preparada, pero esta vez nada, suspiro yendo hacia su habitación para cambiarse de ropa. Tal vez en lugar de cenar solo, visitaría a su primo.
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En el departamento 701, Junsu estaba de mala gana hojeando la sección amarilla en busca de algo que se le antojara para comer. Aunque no tenía mucha hambre, sabía que apenas y probo algo durante todo el día, no quería que a la mañana siguiente amaneciera sintiéndose más cansado de lo normal, como normalmente le sucedía cuando saltaba sus horarios de alimentación.
Opto por pedir pizza, que mas daba si eran demasiadas calorías para esa hora, no tenía un novio verdadero por el cual cuidar su línea. Marco el número y encargo tres grandes, esta noche ahogaría sus penas con comida.
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Yunho se encontraba tumbado boca abajo en su cama, su estomago rugía pero no tenía ganas de levantarse a buscar los restos del ramen que cocino en la mañana. Ilusamente había pensado que ese lunes regresaría con trabajo, por lo que cocino todo el contenido del último paquete en su despensa, solo sobro si acaso para medio plato.
El subir las escaleras estaba haciendo efecto en su cuerpo, sus rodillas y muslos comenzaban a doler, mas aparte el dolor emocional que llevaba, le hacía sentir pésimo.
Su celular comenzó a vibrar en la cama, lo tomo y vio en la pantalla el anuncio de que tenía un nuevo mensaje de texto, presiono el botón para leerlo.
“Pedí pizza, quieres?” era Junsu, habilidosamente presiono las teclas para responder con un simple “voy para allá”.
Por lo menos al final del día, tendría algo que comer y podría guardar su ración de ramen para mañana.
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Yoochun arrojo descuidadamente las llaves de su departamento en el sillón frente a él. Fue directamente a la cocina y abrió el refrigerador sacando una lata con jugo de durazno.
Camino lentamente hasta las puertas corredizas que daban al pequeño balcón con vista a la gran metrópolis de Seúl. Destapo su bebida para tomar un sorbo de ella, mientras disfrutaba del ligero aire que golpeaba su rostro.
Poco a poco su estado de ánimo había comenzado a mejorar, su molestia fue sustituida por un toque de tristeza y algo de añoranza. Quería arreglar las cosas con su amigo, pero conociendo perfectamente a Junsu, decidió esperar hasta el día siguiente cuando pudiera verlo a la cara y hablar con él tranquilamente.
Avanzo hacia adentro y cerró las puertas, coloco suavemente la ya vacía lata en la mesa del café. Por ahora solo tomaría una larga ducha y después iría a dormir, sus emociones habían terminado por cansar a su cuerpo y necesitaba descansar para reponer energías.
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—¿Pensabas comer todo esto solo? —Yunho estaba maravillado con la cantidad de comida frente a sus ojos.
—En un principio si… pero creí que era mejor compartir.
—Que bien, porque muero de hambre.
—Pues adelante, come todo lo que puedas —Junsu se rió mientras veía que Yunho se sirvió tres pedazos en su plato.
Estaban sentados en el comedor con las tres cajas frente a ellos, una gran botella de refresco y sus platos y vasos.
El timbre sonó en el departamento tomando por sorpresa a ambos hombres.
—¿Ordenaste algo más? —Yunho levanto una ceja cuando pregunto.
—No —Se levanto de su asiento dirigiéndose hacia la puerta.
—Hola —Jaejoong sonreía mientras le mostraba una bolsa con lo que parecía ser comida.
—Jae —Junsu se aparto para dejarlo pasar—. No creí que fueras a ser tú.
—¿Pero no soy inoportuno verdad? —Camino hasta la sala.
—Por supuesto que no —Junsu le sonrió a su primo y avanzo hacia él.
—Bien, traje comida~ —Jaejoong volvió a levantar la bolsa de plástico—. Pase a comprar algo rap… —Corto su propia explicación cuando noto la presencia de Yunho.
—Hola —Yunho lo saludo y siguió comiendo.
—Oh dámela entonces, aunque ya tenemos bastante aquí —Junsu agarro la bolsa y camino hasta la cocina para dejarla encima de la cubierta del mueble integral—. Siéntate.
—¿Esto es un tipo de pijamada? —Jaejoong pregunto al ver el desorden en la mesa.
—No pude decidirme entre los ingredientes, así que pedí varias —Junsu trato de dar una explicación coherente—. Ten —Coloco un plato y vaso delante de su primo—, sírvete cuanto quieras.
—Te recomiendo esa que tiene champiñones y salami, en la orilla tiene extra queso picante —Yunho hablo con la boca llena mientras señalaba hacia la caja de una de las pizzas.
—¿No te enseñaron que no debes hablar con la boca llena?... que maleducado —Jaejoong hizo un gesto de repugnancia.
—Agh pero estamos entre amigos —Yunho se sirvió mas refresco en su vaso y tomo de el.
—¿Tienes algún problema? —Junsu tomo un pedazo de una de las cajas y le dio una pequeña mordida.
—No —Jaejoong agarro una rebanada de la pizza que Yunho le recomendó, solo porque le gustaban las cosas picantes.
—¿Entonces tu mamá salió?
—Sí, ¿cómo lo supiste?
—Porque solo vienes a cenar conmigo cuando te llamo o pasa una de esas cosas —Junsu dijo confiadamente.
—Supongo que tienes razón —Jaejoong volteo hacia Yunho quien seguía comiendo su quinto pedazo—. ¿Fuiste a una entrevista con Yoochun?
—Si —Se limpio con una de las servilletas desechables con el nombre de la pizzería.
—¿Y cómo te fue? —Lo observo atento esperando la respuesta.
—Mal, será mejor que busque por otro lado.
—Conozco algunos amigos que trabajan en empresas importantes, tal vez puedas conseguir un trabajo temporal en algo diferente a tu profesión, en lo que encuentras algo mejor —Junsu comento.
—Probablemente tienes razón, me urge el dinero.
—Uhm… ¿antes a que te dedicabas? —Jaejoong pregunto repentinamente.
—Era asistente en el área de planificación en una constructora.
—¿Y tu sueldo era alto? —insistió en el tema.
—No realmente —Yunho contesto sin pensarlo mucho.
—¿Y tu familia?
—¿Qué hay con ella? —El más alto se pregunto a que venía tanto interés por parte del otro.
—¿Tienes?
—Sí, pero no viven aquí —Yunho volvió hacia su comida tratando de mostrarse desinteresado en el cuestionamiento.
—¿Y no tienes más amigos que pudieran ayudarte?
—No…. ¿Con todo esto quieres llegar a algo? —El hombre espero impaciente la respuesta.
—Simple curiosidad —Jaejoong decidió dejar el interrogatorio para seguir comiendo.
—Mañana hare algunas llamadas y veré que puedo hacer —Junsu le dijo sonriendo a Yunho.
—Gracias, no quisiera molestar tanto pero en verdad necesito trabajar.
—Para eso son los amigos… y si necesitas dinero u otra cosa no dudes en decírmelo.
—No, con lo que has hecho hasta ahora es de gran ayuda para mí —Yunho dijo rápidamente.
Mientras tanto la mente de Jaejoong se mantenía ocupada tratando de entender a ese hombre, era extraño que no tuviera ni un solo quinto, a su parecer era como si de repente su padre le hubiera quitado su mesada y corrido de su casa, pero él se trataba de un hombre adulto por lo que sacudiendo su cabeza, descarto totalmente esa idea.
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Antes de dormir, Yoochun decidió analizar la propuesta que le había entregado Yunho, la curiosidad peso mucho en su interior y antes de salir de su oficina tomo la carpeta de su escritorio. El escrito no era muy extenso, pero estaba muy bien redactado y contenía los puntos precisos bien especificados.
La idea en si era un poco alocada, pero al ser un proyecto ficticio no le tomo mucha importancia ya que fuera de eso, era casi perfecto, incluso mejor que la mayoría de las propuestas que los demás candidatos habían elaborado.
Como lo prometió, presentaría esto ante los demás empleados quienes se encargarían de tomar la última decisión. Lo más seguro es que no obtendría el puesto pero quizá podría conseguir algún lugar para él, porque indiscutiblemente el hombre era talentoso, y eso para Yoochun era de gran utilidad.
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—Agh no me cabe más —Yunho puso su mano sobre su estomago moviéndola en pequeños círculos sobre el, mientras se encontraba sentado en uno de los sillones.
—No es de extrañar, comiste la misma cantidad que Junsu y yo juntos —Jaejoong lo miro con indignación—. Parecía que no habías comido en varios días.
—Es que estaban todas deliciosas.
—El lema de esta noche era ‘come cuanto puedas’ no ‘come hasta que revientes’ —Jaejoong dio una sonrisa de lado al pensar en algo—. No conseguirás clientes si engordas.
—¿No te gustan los gorditos? Desde mañana retomare mi ejercicio matutino —Le guiño un ojo.
—Mis estándares son muy altos, dudo que algún día estés al alcance de ellos —Jaejoong volteo su rostro con altivez.
—Basta, me hará mal digestión la comida —Junsu se quejo desde su silla, nunca había comido tanto en una sola noche, esperaba que por lo menos pudiera dormir después de consumir tanto.
—¿Cómo le haces para mantener todo tan limpio y en orden? —Yunho desde que llego había estado observando a su alrededor, todo se encontraba en perfecto estado, si Junsu trabajaba, ¿cómo era que incluso tenía tiempo para hacer tareas domesticas?
—Diario por la mañana viene una mujer a limpiar, es un servicio adicional por parte de la administración del edificio.
—Oh —Yunho anoto el contratar el servicio en su lista de ‘acciones a realizar al recibir sueldo’.
—Por lo que dices, imagino que tu departamento debe estar hecho un desastre —Jaejoong opino.
—No mucho, solo es cosa de limpiar un poco —Yunho desvió su mirada.
—Bueno chicos no es que los corra pero ya es tarde y mañana debo levantarme temprano —Junsu se levanto de su silla y comenzó a recoger un poco la mesa.
—Si tienes razón, será mejor que me vaya —Jaejoong también se levanto y lo ayudo a colocar los platos en el fregadero.
—Oh Jae, la comida que trajiste, ya no tuvimos oportunidad de probarla.
—Guárdala, mañana te la comes.
—Pero es mucha, después de hoy creo que debo dejar de cenar por lo menos por este mes —Junsu observo el contenido de la bolsa—. Deberías llevarla a tu casa.
—¿Para qué mi mamá arme un drama diciendo que no me gusta su comida? No gracias —Jaejoong negó con ambas manos.
—Entonces… Yunho ¿tú la quieres?
—¿Eh? —Yunho pensó unos instantes—. Bueno, si para ustedes representa un problema el conservarla, ¿no podemos desperdiciarla verdad? —Se acerco y tomo la bolsa con su mano izquierda—. Seria un crimen tirarla.
—Llévatela entonces —Junsu le mostro una cálida sonrisa.
—Bien, me voy —Jaejoong tomo su suéter poniéndoselo mientras avanzaba a la puerta—. Te veo mañana Junsu.
—Hasta mañana Jae, maneja con cuidado —Junsu se despidió de su primo.
—Yo también me voy —Yunho avanzo rápido a la puerta—. Gracias por todo Junsu, que descanses.
—No hay de que, tú también descansa.
Tanto Yunho como Jaejoong salieron del departamento de Junsu, Kim avanzo al elevador y el otro camino detrás de él.
—Deberías tomar las escaleras en lugar del ascensor, te serviría de ejercicio —Jaejoong le dijo después de oprimir el botón para que el aparato abriera sus puertas.
—Hice bastante ejercicio esta tarde —Yunho entro en el elevador cuando este se abrió, fue seguido por el otro hombre—. Y si no hubiera sido por ti, me hubiera convertido en maratonista.
—No fue nada —Jaejoong hablo suavemente mientras ocultaba su risa por el comentario.
Yunho había presionado solo el botón de planta baja, cuando este se detuvo ambos bajaron. Jaejoong volteo hacia él con una expresión de duda.
—No tienes porque acompañarme, deje mi auto en la esquina.
—Necesito caminar de todos modos —Yunho le dijo.
Caminaron hasta el coche de Jaejoong, después de abrirlo volteo hacia Yunho.
—Buenas noches.
—Igualmente… gracias por la comida —Yunho levanto su mano donde llevaba la bolsa de plástico.
—No vayas a comértela en cuanto entres a tu departamento, al menos espera 12 horas.
—No te preocupes, aunque quisiera, mi mandíbula está muy cansada de masticar.
—Parece que tu cuerpo es mas consiente que tu cerebro —Jaejoong se agacho para meterse en su auto, levanto su brazo izquierdo y lo agito en señal de despedida.
—Nos vemos —Yunho le dijo.
Cuando Jaejoong se perdió de vista, Yunho camino de regreso al edificio, subió hasta su departamento y una vez que acomodo la comida en el refrigerador camino hasta su habitación para tomar su celular.
Busco entre su escasa lista de contactos, odiaba tener que hacer eso pero necesitaba ayuda y no sabía a quién mas recurrir. Oprimió el botón de llamar y espero hasta que del otro lado de la línea contestaran.
—Soy Yunho… necesito pedirte un favor, ¿cuándo puedo verte?
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Junsu salía del estacionamiento en su auto rumbo a la empresa, cuando en la esquina de la calle alcanzo a ver a Yunho, quien atravesaba corriendo la calle para subirse a un auto deportivo que se encontraba estacionado en el lugar. En cuanto Yunho cerró la puerta del copiloto, el conductor arranco partiendo a toda velocidad.
—¿Sera verdad lo que dijo Jae? ¿De verdad será un gigoló?
Con esa idea en su cabeza, Junsu condujo hasta su trabajo, el día apenas comenzaba y ya tenía su mente llena de muchas cosas por resolver.

2 comentarios:

  1. Hihi... YH gordito es muy lindo, Jae jiji
    Gígolo?será? Haha

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  2. Me da la impresión de que Yunho viene de familia rica, y el les quiere demostrar que puede valerse por si mismo.

    Jae ya soporta mas a Yunho.

    Gracias!!!

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