El fin del principio
Con pasos
apresurados, Jaejoong irrumpió en la oficina de Yoochun ignorando a la
secretaria de este quien lo seguía desde atrás. Park alejo la vista del monitor
de su computadora observando el rostro afligido de la mujer y el enfurecido de
su amigo.
—Está bien
Jisook-ssi, te puedes retirar —habló con voz calmada asintiendo cuando ella
salió—. ¿Qué sucede? —Le preguntó al hombre ahora frente a él.
—¡¿Por qué le
diste el proyecto del spa a Nam Gwangsu?! —cuestionó casi gritando sin siquiera
sentarse.
—Antes que nada
baja la voz que todos afuera escucharan.
—Explícame por
qué lo hiciste —Jaejoong aminoro el tono apretando los puños a sus costados.
—Porque en este
momento no tienes la capacidad de tenerlo a cargo, el señor Yoon me ha llamado
para preguntar cómo va todo porque tú no contestas sus llamadas, además tu
equipo de trabajo dice que has cambiado el diseño más de siete veces y que
constantemente discutes con ellos —Yoochun entrelazo los dedos de ambas manos
poniéndolas en la superficie del escritorio.
—Así que ellos
no solo no acatan mis órdenes sino que ahora conspiran en mi contra —Jaejoong mencionó
quedamente—. Y tú ni siquiera te tomas la molestia de hablar conmigo, solo me
haces a un lado como si fuera alguien inservible.
—Trate de
hablar contigo, pero siempre me mandabas decir con tu secretaria que estabas
muy ocupado.
—¡Y así era!
¡Sabes que trabajo!
—Jae, últimamente
muestras una actitud complicada de manejar, se que tu vida personal no está del
todo bien y es difícil para mí pedirte esto, pero la empresa necesita que
separes tus sentimientos de tus obligaciones, tus problemas deben quedarse
fuera del edificio.
—Es curioso
pero no esperaba menos de ti —Jaejoong resoplo mostrado una sonrisa de lado—. A
ti que te importan los demás mientras puedas ir a pararte el cuello delante de
todo mundo.
—No tomare tus
palabras en serio por esta vez, después del trabajo vamos a algún lugar y
hablemos de esto —Yoochun lo miró con rigidez desde su asiento.
—¡No! —Palmeo
el mueble quedando levemente inclinado sobre este—. Solo dime si vas a quitarme
todo el trabajo que tengo y así de una maldita vez renunciar.
—¿Por qué no te
tomas el resto del día y vas a tu casa a descansar? o ve a otro sitio a
despejar tu mente.
—¿Para qué?
¿Para pensar tonterías? ¿Para extrañar cosas inútiles? lo único que quiero es
trabajar.
Jaejoong enderezó
su cuerpo fijando sus ojos en Yoochun, cuando se encontró con esa mirada que
podía catalogar como penosa, volvió a apretar sus manos en puños dándose media
vuelta hablando sobre su hombro mientras caminaba hacia la puerta.
—Cuando decidas
que hacer conmigo, házmelo saber.
Salió de la
oficina sin mirar de nuevo al hombre dentro de ella, no deseaba comprobar que
ahora Yoochun sentía lastima por él.
---
Frente a su
escritorio, Jaejoong se mantenía caminando de un lado a otro intentando
encontrar una labor que le permitiera enfocar su energía en otra cosa que no
fuera la exasperación que sentía por verse relevado de uno de sus proyectos,
dejándolo ahora con solo dos a su cargo.
Sacudió la tela
de su pantalón como si quisiera eliminar el polvo inexistente en este y volteó
a su costado topando su mirada con la mesa de dibujo plegada en la pared cerca
del archivero. Sonrió con pesadez recordando el momento en que Yunho le dijo
que conservándola en su oficina podría ir con el pretexto de necesitar algún
utensilio guardado ahí. A pesar de que la remodelación del condominio Bongchul
había terminado, Jaejoong acepto porque no le pareció una mala opción usar esa
excusa y así tener un par de momentos más de los debidos en su horario de
trabajo. Hoy solo creía que el haberse negado sin duda habría sido la mejor
elección.
Caminó hasta
tomar su teléfono marcando la extensión del almacén de la empresa. Aguardo un
minuto antes de que la voz de un hombre se escuchara.
—Soy Kim
Jaejoong del área de diseño, tengo una mesa de dibujo aquí que necesito vengan
a recoger.
—Sí
señor, enviaremos a alguien mañana a primera hora.
—Ustedes han
dicho eso varias veces ya, por semanas de hecho —habló apretando el cable en
espiral del teléfono—. ¡¿Qué demonios se supone que debo hacer para deshacerme
de ella? ¿Llevarla yo mismo?!
—N...No
señor, ahora mismo irán por ella.
—¡Sera mejor
que así sea!
Enfadado,
Jaejoong termino la llamada. Sabía que probablemente acababa de sobre
reaccionar con el empleado descargando en él algo del estrés que desde hace
tiempo venia acumulando, pero el conseguir tener fuera de su vista al mueble
valía la pena.
Paso su mano
por su frente mientras se apoyaba en la orilla de su escritorio fijando su
vista hacia el espacio en blanco que antes era ocupado por un cuadro pintado
con acuarelas, el mismo que ahora reposaba dentro del closet de su habitación.
El verlo todos los días no estaba ayudándole nada en su estado de ánimo, así
que lo descolgó decidiendo guardarlo en su casa al rehusarse todavía a tirarlo
o inclusive regalarlo.
—Rayos.
Susurro
frotando sus sienes antes de escuchar el toquido en la puerta, volteó hacia
esta irguiéndose al notar a los dos hombres con overol café. Les indicó con su
mano que pasaran, obedeciéndole de inmediato, uno de ellos tomó la mesa y el
otro se acercó a Jaejoong cautelosamente mostrándole una hoja y la línea donde
debía firmar para que pudieran retirarse.
Después de que
ellos se marcharon, Jaejoong suspiro sabiendo que una cosa menos le ataría al
pasado. Apenas ayer había hecho lo mismo con la llave del departamento que
solía ocupar Yunho. Los primeros días, se las había ingeniado para escabullirse
dentro del lugar cuidando que Yoochun no se percatara de ello, algo difícil
tomando en cuenta que vive a tan solo unos metros de ahí, pero lo logro. Permanecía
un par de horas sentado en el sillón simplemente mirando al televisor frente a
él con la tenue iluminación de una pequeña lámpara.
Conforme pasó
el tiempo, resistió la necesidad de entrar, conformándose con pasar por el
edificio al conducir a su casa aunque con esto se desviara un tanto de su
recorrido habitual. Luego cuando recobro su ruta normal, estando ya en la
habitación de su casa, mantenía firmemente apretada la llave en el puño de su
mano. El día anterior por fin había dado el gran paso al arrojarla en un
contenedor de basura de una de las tantas calles por las que pasaba y ahora
solo faltaba desaparecer los recuerdos dentro de su mente.
---
—¿Puedo pasar?
Jaejoong
observo la cabeza de Junsu asomada dentro de su oficina, sonrió ante lo
ridículo de la situación al ver a un hombre que solo quiere mostrar su rostro
cuando se resguarda a través de una puerta trasparente, ignorando el hallazgo,
asintió hacia su primo.
—Yoochun me
dijo que tuvieron una pequeña discusión —Junsu mencionó tomando asiento en una
de las sillas disponibles.
—No me gusto la
actitud que tomó para conmigo, me hace ver como si estuviera incapacitado para
hacer mi trabajo.
—Se que él
parece que está actuando fríamente, pero está cuidando de los intereses de
nuestra empresa —Junsu mordió su labio inferior notando como Jaejoong negaba
con su cabeza—. Él ha estado dando miles de pretextos al dueño del spa, pero se
vio entre la espada y la pared cuando este insinúo que tal vez recurriría a
otra compañía, cuando Chun decidió retirarte del proyecto supo que
reaccionarias mal pero era la única manera de hablar contigo.
—Lo único que
he hecho es cumplir con mis obligaciones.
—Lo sé —Dio una
ligera sonrisa pasando sus dedos en una de las orillas del escritorio—. Y a
decir verdad yo me hice a un lado de esto porque quería darte tiempo para que
te ajustaras a la nueva etapa.
—¿Cual nueva
etapa? —Jaejoong preguntó arqueando sus cejas.
—Estar sin
Yunho.
—No lo digas
como si él representara mi vida porque no es así —Se movió incomodo en su silla
afilando su mirada—. Antes de él yo tenía algo aquí y aun después, lo sigo
teniendo.
—Sí, pero
tienes que aceptar el hecho de que parte de ti aun sigue molesta con eso, me
refiero a que él se marchara.
—Molesto o no,
ya termino, así que prefiero no hablar más del tema.
—Jae, yo….
—Lo de Yoochun
fue suficiente para que me doliera la cabeza, fue algo que no esperaba pero lo
superare —Se giro hasta quedar su vista en la pantalla de su computadora—.
Ahora debo seguir con mi trabajo, no quiero que terminen por retirarme de todo
por incumplimiento.
—Está bien,
hablaremos después.
Junsu se
levanto irritado por ver la forma en que Jaejoong se negaba a confrontar las
cosas. Estaba llegando al límite de su paciencia para con él, porque sabía que
su comportamiento no le traería nada bueno.
---
Después del día
caótico que atravesó en la empresa, Jaejoong entró cansado a su recámara
aflojándose la corbata y desabrochando los botones de su camisa mientras
caminaba hacia el interior del baño.
Resoplo
recargándose en el lavabo antes de abrir el grifo dejando salir al instante
agua fría. Acuno sus manos debajo del chorro recolectando un poco de esta
llevándola directamente a su rostro. Cerró la llave volviéndose a apoyar en el
lavamanos y levanto su cabeza para verse a sí mismo en el espejo ovalado. Su
imagen reflejada era tan distante a la que había llegado a acostumbrase, ahora
era ocupada por la de un hombre que lucía cansado, agobiado y decaído.
Apretó los
dientes arrugando su nariz, tratando de detener las repentinas ganas de llorar.
Aclaro su garganta saliendo de ahí, dejándose caer en su cama en cuanto llego a
esta. Metió su mano dentro de la funda de una de las almohadas sacando de ella
la pequeña foto de Yunho que había robado de Junsu.
Odiaba sentirse
así, desganado y solo deseando permanecer todo el tiempo ahí recostado. Y se
preguntaba cuánto más le tomaría regresar a ser el antiguo Jaejoong. Al
principio creía que sería solo cuestión de días, sabía que como toda relación
que terminaba, tomaría su tiempo de duelo, que el pasar toda una noche
sollozando en el departamento de Junsu y después terminar con un duro resfriado
por más de una semana, sería lo más fuerte que enfrentaría. Pero ya habían
transcurrido casi tres meses y solo consiguió aprender a disimular que todo
estaba mejor para él, reprimía sus sentimientos tanto fuera como dentro de su
casa. Aunque aparentemente esto no estaba funcionando bien, puesto que su
trabajo comenzaba a verse afectado.
Estaba harto de
pretender y sentir que no podía tener un minuto ni para respirar fuera de sus
pensamientos. Se consideraba a si mismo fuerte pero era completamente indefenso
ante su memoria. Lo único que podía hacer, era tratar de mantener su mente
ocupada, aun cuando esto fuera imposible por la noche cuando mientras dormía,
esta lo traicionaba reviviendo momentos pasados.
Devolvió la
foto a su lugar y cerró sus ojos cubriéndolos con su brazo derecho. Nunca
supuso que Yunho significara tanto para él y ahora estaba pagando las
consecuencias por ello. Lo extrañaba tanto que dolía.
---
Otra jornada
más de trabajo dejo a Jaejoong exhausto, ese era justo el estado en que deseaba
terminar diario. Cuando se dirigía al estacionamiento el hombre sonriente
frente a él detuvo sus pasos.
—Hola hyung —Minho
saludo acercándose un poco más, estrechó sus labios al ver que Jaejoong solo le
contestó con un asentimiento—. ¿Podemos ir a tomar algo?
—¿Tienes edad
para beber?
—Por supuesto —respondió
con tono indignado reforzándolo al rodar sus ojos—. Pero si lo prefieres
podemos comprar un helado.
—No me gustan,
cualquier otra cosa esta bien para mí.
Minho asintió
comenzando a liderar el camino hacia una tienda de conveniencia de donde ambos
salieron con una botella con agua en las manos. Atravesaron la calle para sentarse
en una banca situada en la esquina de esta. Jaejoong desenrosco la tapadera y
dio un sorbo de la botella.
—Changmin y yo
discutimos —Minho sorprendió a Jaejoong con su declaración—. Dice que no puedo
subir a ninguno de mis amigos en mi auto, ¿verdad que no es justo hyung?
—Yo….
—¡Es mío! ¡Y si
yo quiero subir a un vagabundo entonces lo hare, maldita sea!
—Perdón que te
interrumpa pero, creo que no es a mí a quien deberías estarle diciendo esto,
además, no deberías involucrarte con vagabundos, solo te traerán problemas.
—Hyung~, estaba
solo dando un ejemplo.
—Como sea —Jaejoong
levanto su mano hacia él—. Sigo creyendo que te sería más conveniente estar con
él en lugar de estar aquí conmigo hablando.
—Yunho hyung me
dijo lo mismo antes de colgarme la llamada diciendo que estaba demasiado
ocupado —Minho resoplo cruzando los brazos sobre su pecho.
—Bueno entonces
es obvio lo que debes hacer —habló antes de tomar otro trago de agua.
—¿Y tú, hyung?
¿Cómo te va todo?
—Bien, supongo.
—¿Ya tienes un
nuevo prospecto? ¿Un nuevo pretendiente en puerta?
—Digamos que
estoy analizando las opciones —contestó bajando sus hombros dando una sonrisa
tímida.
—¿Cuántos
tienes?
—No muchos —Jaejoong
sujeto con sus dientes el interior de su mejilla mientras pensaba en que la
curiosidad de Minho no tenia limites y por lo tanto era mejor retirarse antes
de que descubriera su mentira—. Oye, mañana tengo que trabajar así que….
—Entiendo, pero
también quería pedirte un favor, mi papá está buscando gente que sepa de diseño
y esas cosas, así que si sabes de alguien que esté interesado en trabajar en
Jeju nos ayudarías bastante.
—Veré entre mis
conocidos.
—Gracias —pronuncio
Minho sonriendo levantándose junto con Jaejoong y comenzando a caminar en la
misma dirección.
—Espero que
llegues a un acuerdo con él esta noche.
—Yo igual,
mientras dos personas estén destinadas a estar juntas, no importa cómo ni
cuantas veces se separen, siempre volverán a juntarse —Amplio su sonrisa dando
media vuelta y giro su cabeza de nuevo hacia Jaejoong—. deseo que Changmin y yo
estemos predestinados el uno al otro —Agitó su mano en despedida, ampliando sus
pasos hasta que se perdió de vista al dar vuelta en la esquina, sacando
rápidamente su celular oprimiendo una tecla y llevándolo a su oreja—. Changmin-ah,
ya puedes venir por mí.
---
Jaejoong subió
las escaleras hacia su habitación después de guardar en el refrigerador la cena
que su mamá le había dejado preparada antes de salir con Jongil. Últimamente su
apetito era casi nulo por las noches, pero se obligaba a comer cuando notaba la
preocupada mirada de su madre sobre él. Sabía que ella estaba dándole su
espacio y respetando su decisión de no preguntarle cómo se sentía cada vez que
lo veía, y estaba agradecido por ello.
Abrió la puerta
entrando en su recamara sorprendiéndose al encontrar a Junsu y Yoochun sentados
en el borde de la cama.
—Mi tía nos dio
permiso de entrar —Junsu detuvo la pregunta que estaba por soltar Jaejoong—. Y
también nos autorizo a darte una paliza si te niegas a hablar.
—¿Eso quiere
decir que mis planes de tomar un baño y luego dormir, se cancelaron? —Jaejoong habló
con sarcasmo mientras vaciaba los bolsillos de su pantalón.
—Queremos que
renuncies —Yoochun soltó ignorando el comentario.
—¿Cómo? —Jaejoong
detuvo sus movimientos para mirarlos fijamente.
—Así como
escuchaste, es tiempo de que empaques y te mudes.
—¿Se volvieron
locos?
—Hemos estado
investigando y parece que a Yunho ha estado yéndole muy bien —Junsu se levanto
para caminar y tomar la mano de Jaejoong jalando de ella para llevarlo casi a
rastras a la cama.
—¿Eso que tiene
que ver conmigo? Creí que acordonamos que….
—Sí, que no
volveríamos a mencionarlo —Yoochun se recorrió haciendo espacio suficiente para
que Jaejoong se sentara junto a él—. Pero el hecho de que no lo hagamos, no
significa que lo hayas superado —Sonrió cruzando su pierna derecha sobre la
izquierda.
—Eso no es
cierto, y aunque fuera así, estas cosas toman tiempo.
—¿Cuánto? ¿Una
eternidad? —Sentado a su lado, Junsu le palmeo hombro—. ¿Cuál es el caso de que
te resistas?, admite que tú también has pensado en ir a buscarlo.
—No.
—Mentiroso —Yoochun
le revolvió el cabello y fue sentarse en la superficie del tocador frente a
ellos.
—¡Yah! ¡Vas a
romper el mueble! —Jaejoong intento levantarse pero Junsu se lo impidió.
—¿Qué es lo que
esta reteniéndote aquí?
—¿Hablas en
serio? —Junsu asintió y él solo rodó los ojos—. Mi trabajo, mi mamá, ustedes,
toda mi vida está aquí.
—Aprecio que
nos mencionaras pero puedes borrarnos de la lista, nosotros no queremos
frenarte —Yoochun indicó examinando las etiquetas de los productos que se
encontraban a su alrededor.
—Y tu trabajo
en la empresa no ha sido el mejor en estos meses —Junsu sonrió tímidamente
mordiendo su dedo índice.
—Chicos, si lo
que quieren es despedirme por incompetencia, ahórrense esto y simplemente
díganmelo —Jaejoong bufo dejándose caer en el colchón sobre su espalda.
—No vamos a
cambiar el tema, esto no tiene nada que ver con la empresa —La expresión de
Junsu se torno cansada al apoyar ambas manos en sus rodillas.
—Tu mamá se
casara en cuatro meses, pronto unirá su vida con la de un hombre y tendrá en él
un compañero, estoy seguro que quiere lo mismo para ti —habló Yoochun poniéndose
sobre sus pies caminando hacia el otro par.
—Aun tengo
inconclusos mis proyectos en la compañía.
—Bueno hablando
abiertamente, no es que hayas avanzado mucho en ellos, podemos asignárselos a
alguien más —Yoochun puntualizo acomodándose junto a Junsu pasando sus brazos
alrededor de él.
—Te
extrañaremos pero nos las arreglaremos para conseguirte un reemplazo a si sea
contratando a dos personas más para que hagan todo lo que tú haces —La voz de
Junsu sonó animada mientras acariciaba las manos de Yoochun sobre su estomago.
Jaejoong colocó
sus manos encima de su frente pestañeando varias veces viendo hacia el techo.
Aun persistían en sus oídos las palabras de Minho, por mucho que tratara de
reprimirlo, en una parte de él seguía existiendo la ilusión de que Yunho
volviera a su lado, podía ser esto un deseo inútil pero le era imposible
borrarlo. Y ahora de pronto, lo que había lucido complicado y lleno de
inconvenientes, parecía ser todo lo contrario, y eso le había dejado sin
suficientes excusas, solo su orgullo.
—Quizás él
realmente ya no quiera saber de mí, posiblemente ya ni me recuerda y ya está
con alguien más, tal vez él…
—Diablos, creo
que extrañare demasiado tu paranoia —Yoochun sonrió descansando su cabeza sobre
el hombro de Junsu.
—Cuando Yunho y
yo fingíamos salir, le propuse que nos convirtiéramos en una pareja real, pero
él no acepto, aunque…
—Hey, eso no lo
sabía —Yoochun se enderezó queriendo continuar con su protesta pero Junsu le
cerro los labios con sus dedos. Indignado hizo un puchero que paso
desapercibido para los otros dos.
—Aunque al
principio me dio ciertas razones —Rió palmeado la cabeza de Yoochun quien resoplando,
se recargó otra vez en su hombro—. Después me confesó que me había rechazado
por ti, cuando me lo dijo sentí compasión por él porque creí que ustedes eran
tan diferentes que jamás compaginarían, pero sin duda me equivoque, ustedes se
complementan mutuamente.
—¿Por qué tengo
que ser yo el que dé el primer paso? —Jaejoong preguntó rodándose fuera de la
cama para verlos de frente.
—Porque alguien
tiene que ser el inteligente —Junsu asintió hacia la respuesta de Yoochun—. Aun
no entiendo que le viste pero… ay, eso dolió Su —Se quejó sobándose la mano
donde recibió un pellizco.
—Así que,
hyung, ¿te reservamos un boleto de avión?
—No —Jaejoong
negó saliendo de su cuarto dirigiéndose a la estancia donde había dejado su
laptop.
---
Jaejoong
bostezo apretando el volante de su auto mientras esperaba que la embarcación
terminara de atracar en el muelle, movió su cuello en círculos tratado de
despertarse por completo. Uno de los empleados dio la señal y la fila de
vehículos comenzaron a moverse hacia tierra.
Cuando fue su
turno, piso ligeramente el acelerador para dirigirse fuera del navío. El
pequeño rebote del carro al pasar de una superficie a otra, hizo que una de las
cajas acomodadas en la parte trasera, se fuera hacia delante y golpeara el
respaldo de su asiento en la parte de su cabeza. Resoplo al escuchar cómo se
vaciaba el contenido de esta en el espacio entre los asientos. Sabía que había
sido mala idea no inspeccionar el embalaje que Yoochun le ayudo a preparar.
Auxiliándose
del GPS, pudo llegar al hotel donde se hospedaría. Aparco su auto delante de la
entrada donde dos empleados se encargaron de la mayoría de su equipaje y otro
se llevo el vehículo hacia el estacionamiento subterráneo. Con solo un par de
maletas en sus manos, Jaejoong llego con uno de los recepcionistas del lobby,
le dio sus datos y después de registrarse fue guiado hasta su habitación.
Luego de que
sus cosas fueron dejadas y los hombres se retiraron, Jaejoong tomó su celular
marcando de inmediato en este.
—Su,
¿conseguiste la dirección?
—¿Tienes donde apuntar?
—Oh,
espera.
Jaejoong busco
en una de las bolsas de su maleta sacando de ella un bolígrafo, corrió hacia el
baño y regreso con un trozo de papel. Fue a sentarse en uno de los dos sillones
en la esquina apoyándose en el brazo de este para escribir.
—Listo, ¿cuál
es?
Al terminar de
anotar, le dio las gracias a su primo antes de presionar el botón rojo de su
teléfono para finalizar la llamada. Miro la hora en el reloj en su muñeca
comprobando que aun era temprano, lo que le daba por lo menos un par de horas
para descansar y prepararse.
Se levanto
estirando sus brazos caminando directo a la gran cama en medio de la
habitación, se dejo caer boca abajo cerrando sus ojos imaginando lo que
sucedería más tarde.
---
Jaejoong se
sintió demasiado ansioso como para manejar, así que en su lugar tomó un taxi
que lo condujo hasta una gran edificación blanca. Descendió del vehículo
pidiéndole al chofer que lo esperara, en menos de cinco minutos regreso
indicándole al hombre que diera vuelta y siguiera por otro camino.
De nuevo el
taxista se orillo a la banqueta y Jaejoong saco dinero de su cartera para
entregárselo después de que abandono el vehículo. Paso sus manos sobre sus
muslos eliminando con ello el ligero hormigueo que recorría sus piernas,
acomodo su camiseta y entró en la construcción frente a él.
Varios hombres
con cascos y paliacates sobre sus cabezas, caminaban de un lado a otro.
Jaejoong volteó a todos lados sin encontrar a una persona adecuada para
preguntar, suspiro acercándose a un hombre que permanecía de pie leyendo lo que
parecía ser un plano.
—Disculpe,
estoy buscando a Jung Yunho.
—¿El arquitecto
Jung? —El sujeto mencionó mirado a su alrededor—. Creo haberlo visto por allá,
le diré que lo buscan —Señaló hacia uno de los pasillos antes de perderse entre
la multitud de trabajadores.
Jaejoong
retrocedió unos pasos cuando un albañil con una carretilla casi choco con él.
Se acercó a la pared detrás suyo y se apoyo en esta mirando hacia el mismo
pasillo por donde el hombre se había marchado. Instantes después, su cara se
ilumino cuando distinguió al sujeto acompañado con dos personas más. Jaejoong
se enderezó aguardando a que Yunho lo reconociera, frunciendo el ceño al notar
como este reía y murmuraba con la mujer que caminaba a su lado. Volvió a
recargarse en el muro cruzando sus brazos y tobillos sin apartar su vista de
las personas ya no muy lejos de él.
Observo a Yunho
despedirse de ambos cuando el hombre le indicó con su mano quien era el que lo
solicitaba. Tranquilamente este se acercó hacia él, sonriendo cuando estaban
frente a frente.
—Hola.
—¿Nueva
clienta? —Jaejoong cuestionó aun con expresión molesta.
—¿Clienta? —Yunho
ladeo su cabeza no estando seguro a lo que el otro se refería—. ¿Hablas de
Hyesun-ssi? ¿la mujer con la que venía? —Rascó su cuello viendo como Jaejoong
bajaba sus hombros con fastidio.
—Quiero
proponerte un negocio —Le dijo cambiando al tema que realmente le interesaba.
Yunho achico
sus ojos con recelo sugiriéndole que lo siguiera hacia otra área. Después de
que ambos estuvieron dentro de esta, cerró la puerta acallando los murmullos
del exterior.
Jaejoong
examino la habitación vacía y luego volteó hacia las nubes en el cielo que la
falta del techo le permitía apreciar. Escaneo con sus ojos sin localizar algo
en lo que sentarse por lo que necesitando un poco de fortaleza, se arrincono
contra la pared.
—Tú dirás —Yunho
paso sus manos hacia delante juntándolas sobre su abdomen a la expectativa de
lo que escucharía.
Inquieto,
Jaejoong encajo las uñas de sus dedos en la palma de sus manos escondidas
dentro de las bolsas de su pantalón y sin darse cuenta comenzó a balancearse
levemente sobre sus talones.
—Hasta hace unos
meses, tenía un novio muy tonto que me dejo y… por ridículo que suene, quiero
recuperarlo —Alzó su vista chocando con la de Yunho y humedeció sus labios
repentinamente secos—. Escuche que tu último trabajo en reunir a una pareja fue
un éxito, así que me preguntaba si podrías ayudarme… si es que estas disponible
—agrego sutilmente.
—Lo estoy pero,
no puedo asegurar que mantendré mis manos alejadas del cliente que me contrate —contestó
disminuyendo la distancia entre los dos.
—Supongo que es
un riesgo que tendré que tomar —Una pequeña sonrisa nerviosa se formo en su
rostro al notar como uno de los brazos de Yunho lo tomaba de la cintura,
considerándose atrevido, poso sus manos en el pecho de él.
—Aparte, mi
tarifa es alta.
—¿Cuánto? —Jaejoong
preguntó antes de que su mejilla derecha fuera rozada por un par de dedos.
—Muy
exorbitante y esta vez me siento forzado a pedir un adelanto.
Los ojos de
Jaejoong se ampliaron por el desconcierto que le dejaron las palabras de Yunho.
Luego se cerraron bruscamente cuando aprecio que este se inclino hacia él.
Consiguió escucharlo reír e inmediatamente después, sus labios estaban
correspondiendo al otro par sobre ellos.
Estuvo a punto
de quejarse por frustración cuando Yunho decidió romper el beso, pero este lo
abrazo metiendo su cabeza entre su cuello y hombro.
—Eche tanto de
menos esto —Yunho murmuró inspirando el perfume sobre la piel bajo su nariz.
Jaejoong
arrastro sus manos hasta la espalda de él moviéndolas de arriba-abajo sin poder
evitar sonreír por la alegría en su interior. Yunho se aparto de la curva donde
se resguardaba mostrando una apariencia maliciosa.
—Olvida a ese
imbécil de tu ex y quédate conmigo —propuso subiendo y bajando sus cejas,
deteniendo el gesto al recibir un empujón en su frente por el dedo índice de
Jaejoong.
—Ni en sueños.
Yunho soltó una
corta risa sujetándolo de la mano llevándolo de regreso al salón principal. Al
pasar al lado de un hombre, lo detuvo para decirle que se retiraría y no
regresaría sino hasta mañana, luego de que este asintió, siguieron su camino
fuera del lugar ingresando en el estacionamiento aledaño.
—¿En qué
viniste? —Detuvo sus pasos para preguntarle a Jaejoong.
—Taxi.
—Ok.
Yunho metió su
mano en uno de los bolsillos de su pantalón sacándola después con un par de
llaves sujetas a un pequeño control negro del cual oprimió un botón e hizo
sonar la alarma de uno de los carros situados ahí.
—Ya tengo auto —mencionó
sonriendo al ver a Jaejoong arquear una ceja.
—¿No pudiste
comprar uno más viejo?
—Lo que no
podía era gastar mucho —respondió divertido por la mirada de desagrado del otro
para el vehículo—. La ventaja es que consume muy poca gasolina.
—Lo imagino,
debe quedarse varado por todas partes antes de que esta se agote.
—Yah, solo es
de medio uso —Yunho se quejó abriéndole la maltratada puerta.
—Yo diría de
uso completo —susurró Jaejoong acomodándose en el asiento del copiloto—.
Pudiste ahorrarte también la instalación de la alarma, creo que hay mucho
mejores opciones para robar que… esto —dijo mientras trataba de despegar una
calcomanía rota en la guantera.
—Ya la traía
instalada —Yunho introdujo la llave y encendió el motor —¿A dónde vamos?
—Me hospedo en
el hotel de tu familia —mencionó mordiendo su labio.
Jaejoong
observo el asentimiento que dio Yunho al mirar por el retrovisor conduciendo en
reversa y así salir del estacionamiento. En cuanto tomaron la vía rápida,
sintió que su mano era agarrada por la de Yunho entrelazando sus dedos entre
sí. La mirada de Jaejoong cayó sobre el vínculo de sus manos, sonriendo al
pensar que tan solo por obtener el estar así, definitivamente había tomado la
decisión correcta.
---
El sonido del celular
encima del buro, los sacó de la pequeña siesta que ambos tomaban acostados uno
junto al otro en la cama. A pesar de la resistencia que puso Jaejoong, Yunho estiró
su mano tomando el aparato con facilidad y presiono ‘contestar’ en la pantalla
táctil.
—Hola.
—¿Yunho?
—El
mismo —escucho la risa peculiar de Junsu y le provoco a él mismo, otra.
—Imagino que Jae está ahí contigo.
—Sí,
ahora le paso el teléfono.
—No, solo quería saber cómo iba todo pero
supongo que es obvio.
—Eso
creo —habló sin perder la sonrisa—. ¿Qué podía hacer ahora que me dijo que no
puede vivir sin mí?, no me queda más remedio que hacerme cargo de él.
—Me alegro que lo tengas claro —Su risa
se convirtió en carcajada al oír las protestas y lo que supuso golpes, que
Jaejoong le propinaba a Yunho—. Dile que
me llame más tarde, adiós~.
Yunho logro
acabar la llamada antes de que le fuera arrebatado el celular de su poder.
Jaejoong arrugo el entrecejo revisando su teléfono y depositándolo arriba del
buro a su lado, lejos del alcance del otro.
—¿Por qué inventaste
tales cosas?
—Me dio
vergüenza admitir que era todo lo contrario —mencionó rápidamente antes de que
Jaejoong se levantara, consiguiendo además de frenar su movimiento, un rubor que
se desplego en sus facciones y que le proporcionara un suave puñetazo en su
estomago.
—Todavía estoy molesto
por la forma en que te despediste de mí antes de irte de la empresa —Detuvo su
queja al verse rodeado por los brazos de Yunho apegándolo a su pecho.
—Estaba enojado
en ese momento, lo siento.
—Me hiciste
sentir mal.
—Lo siento.
—No me
escribiste ni llamaste ni una vez.
—Lo siento.
—¿No sabes
decir otra cosa? —Yunho se incorporo viéndolo directo a los ojos.
—¿Soy un idiota?
—Con i
mayúscula —agrego Jaejoong dándole un manotazo en el brazo izquierdo—. Por
esto, lo mínimo que espero es realmente un regalo muy pero muy costoso.
—Lo tendré en
mente cuando vaya a comprarlo.
Le dijo Yunho
sonriendo, pasando su mano entre los cabellos detrás de la cabeza de Jaejoong.
El silencio que se instalo en la habitación le dio un lapso para recordar su
última llamada con Minho, y de pronto una realidad lo golpeo.
—¿Quiénes son
esos prospectos que tienes en Seúl?
—¿De quienes
hablas? —preguntó con voz adormilada.
—Los que
dijiste que tenías —Su declaración desconcertó aun mas a Jaejoong quien se
removió hasta encararlo notándose despistado.
—¿Minho habló
contigo? —Eso fue lo único que pudo ocurrírsele después de pensarlo por un
momento.
—Seguido habló
tanto con él como con Changmin.
—Ah —Jaejoong
se volteó de nuevo sonriendo decidiendo seguir el juego—. Son dos tipos
extremadamente atractivos que estaban sobre mí todos los días.
—¿Como se
llaman?
—Ahm, Dongwoo
y… y Dongwoo Jr. —arrugó su cara por su propia respuesta.
—Yo tampoco
salí con nadie —Aunque no podía verlo, Jaejoong estuvo completamente seguro de
que Yunho dijo aquello mientras sonreía, abrumado por la timidez opto por
hablar de algo más.
—¿Que tan lejos
de aquí está tu casa?
—Uhm, tres
pisos arriba.
—¿Vives aquí? —Al
instante Jaejoong se viro hacia él, agradando los ojos cuando lo vio asentir—. ¿Llevas
casi tres meses quedándote en un hotel?
—Tiene muchas
comodidades el hacerlo, alguien lo mantiene siempre limpio y no pago nada
porque soy en parte propietario del lugar.
Los refunfuños
del hombre, le hicieron a Yunho suspirar ladeando su cuerpo fuera de la cama
para ir por su chamarra encima de la cómoda casi en la esquina del cuarto. De
entre la bolsa interna, obtuvo un sobre regresando con este para volverse a
recostar junto al otro. Se lo entrego a Jaejoong antes de enroscar sus brazos
de nueva cuenta sobre él.
—¿Qué es esto?
—Un boleto de
avión.
—¿Vas a ir a
Seúl el siguiente fin de semana? —Lo cuestionó estrechando su boca.
—Ya no será
necesario, por lo que iba ya está aquí conmigo —confesó reforzando su agarre
mientras contemplaba a Jaejoong analizar al papel en sus manos—. Me alegra que
te adelantaras.
—¿Qué ibas a
hacer allá?
—Convencerte de
que me esperaras, he estado trabajando a marchas forzadas aquí, creo que hasta
me apodaron esclavista, terminaría esto lo más rápido y volvería —Yunho declaro
recibiendo de regreso el pasaje de avión.
—Creí que te
quedarías por lo menos un año aquí.
—Pensé lo mismo
pero preferí volver Seúl, a encargarme de otros proyectos.
—¿Por mi? —Jaejoong
preguntó arrogantemente oyendo el ligero ‘si’ que Yunho balbuceo sobre su
cabello mientras una y otra vez sus dedos se sujetaban y soltaban de los de él—.
¿Por qué no lo dijiste antes de que renunciara? ahora ya no puedo regresar.
—Entonces creo
que retomare al plan original y conseguiré más trabajo para mantenernos —Rió
por el gesto de desconformo en la cara de Jaejoong enfatizándolo con una mirada
afilada—. ¿Cómo conseguiste traer tantas cosas?
—Tome el ferri —Con
su talón, le dio un golpe en la pantorrilla—. Desperdicie más de medio día en
ello.
Yunho
inspecciono las cajas, maletas y cosas envueltas en papel estraza apiladas
alrededor de la habitación y la felicidad lo anego al imaginar cómo sería el
vivir juntos.
—¿Como piensas
recompensarme? —Jaejoong rompió el silencio alejando a Yunho de sus reflexiones.
—¿Que es lo
quieres?
—Lo primero es
un lugar fijo donde vivir, no quiero permanecer en un hotel.
—Hecho —Yunho
acepto con facilidad—. Ya que no me quedare sin trabajo, puedo disponer de mis
ahorros.
—Hablando de
eso, necesito que me consigas un empleo, porque por tu culpa acabo de abandonar
uno asombroso.
—He oído que la
compañía del padre Minho estaba buscando diseñadores de interiores.
—Si yo también
lo supe —Su tono irónico emergió con esa frase, aclaro su garganta y continúo—.
Pero antes que nada, quiero que sepas que la idea de vivir en amasiato no va
conmigo, deseo algo formal y me refiero a eso que implica un compromiso y un
papel firmado.
Jaejoong mordió
el interior de su mejilla porque Yunho repentinamente cambio su postura para
sentarse y mirarlo fijamente. Paso hondo por el semblante serio que le mostró.
—¿Estás
diciendo que quieres que nos casemos? —El calor y transpiración que Jaejoong
sintió sobre si, se derrumbo al apreciar la sonrisa del otro—. Eh~ quieres
asegurarme ¿cierto? tienes miedo de que alguien más intente algo conmigo
¿verdad? Aw por fin sacaste tu lado posesivo en todo su esplendor.
El único objeto
más efectivo que encontró, fue la esponjosa almohada. Así que Jaejoong la tomó
de una de las orillas y la utilizo para apalearle con ella la espalda.
—¡Yah! ¡Estas
viéndolo todo a tu conveniencia! —Acuso, pero de un rápido movimiento Yunho
logró inmovilizarlo recostándolo en el colchón, apresándolo de las muñecas—. Ya
no quiero nada, simplemente olvídalo —Jaejoong soltó girando su cabeza al lado
contrario del otro.
—Ah no, ahora
que lo dijiste no hay marcha atrás, así que… ¿deberíamos empezar a practicar?
—¿Practicar
qué? —argumento mientras intentaba liberarse congelándose cuando Yunho le dio
una sonrisa ladina.
—La luna de
miel, por supuesto.
—Tú loco,
suéltame —Le ordenó incrementando las sacudidas de sus brazos y piernas.
—Lo estaría si
lo hiciera —Yunho le refuto inclinándose hasta dejarle un beso sobre la punta
de su nariz para luego acercarse a su oído y musitar—. Jae, ¿te casarías
conmigo?
Mágicamente,
los movimientos de Jaejoong cesaron, cambiándolos por una resplandeciente
sonrisa que trato de ocultar antes de tomar con ambas manos la cabeza de Yunho
y ponerlo frente a él.
—Te responderé
después del primer ensayo —Sin vacilación, junto los labios de ambos
imposibilitándolo de cualquier protesta que quisiera externar.
---
Cuatro
meses después….
El salón de
fiestas adornado con grandes arreglos blancos de orquídeas, tulipanes y
alcatraces, estaba casi por completo lleno a su capacidad máxima.
Camareros iban
y venían de un extremo a otro con bandejas de entremeses y finos licores sobre
sus brazos. La música clásica interpretada por un quinteto le daba el toque
armonizante al distinguido ambiente que tanto Go Jongil como su ya ahora esposa
Go Mihwa, se esforzaron en conseguir para la celebración de su matrimonio.
Yunho se había
encargado de facilitarles los mejores servicios que proporcionaban en el hotel
donde se estaba llevando a cabo la recepción de la boda, sus planeadores más
especializados habían dado todo de sí para que esa noche fuera lo más cercana a
la perfección.
La gran
cantidad de gente que se concentraba en la pista de baile era casi igual a la
que permanecía sentada en sus lugares asignados o la que conversaba en algún
otro rincón.
Los halagos no
se hicieron esperar recalcando la gran elegancia y excelente organización del
evento. Aunque la mayoría se preguntaban por qué no había sido lo mismo con la
aún reciente boda del único hijo de la recién casada.
A casi un mes
del enlace matrimonial de Yunho y Jaejoong, todavía se hablaba de su discreta
ceremonia que se había efectuado a las afueras de Seúl en una pequeña propiedad
de la familia Kim. Fue tan privada que no más de quince invitados asistieron a ella.
El empeño de
Jaejoong por mantener sus nupcias en bajo perfil, le hizo imposible a su madre
que fuera el acontecimiento del año. El hecho de que no fuera en un gran
recinto, ni tuviera el gran banquete o la crema y nata de la sociedad como
testigos, lo dejaba lejos de lo que anhelaba para su hijo. Pero en cambio, fue
un sueño hecho realidad para la pareja. Ambos les habían informado a sus
familias que lo único que deseaban era unir sus vidas, y para ello no
necesitaban de una pomposa fiesta. No requerían de ser el espectáculo de la
ciudad para intercambiar sus votos matrimoniales si lo único que importaba era
que ellos así lo ambicionaban. Y nadie podía estar más feliz de cumplir sus
sencillas exigencias.
Moviéndose al
compás de la música casi en el borde de la pista de baile, Yoochun capto por el
rabillo de su ojo a la madre de Jaejoong entregado otro pedazo de pastel a su
marido, la sonrisa de ambos despertó en él un anhelo reprimido que no creyó que
fuera a salir nunca.
—Junsu-ah,
deberíamos comprometernos también nosotros —Lo asió un tanto más fuerte de la
cintura al pretender dar un giro que fracaso al por poco chocar con un mesero.
—Aun no estás
listo Chun —Junsu habló ignorando el pisotón que su pareja acababa de darle.
—Si lo estoy —Le
aseguró.
—No, aun no.
—¡Yah! lo que
pasa es que tú no quieres formalizar lo nuestro —Achico sus ojos retrocediendo
para aumentar el espacio entre ellos.
—Tss… que
ridículo, los chantajes no van contigo —Junsu rodó los ojos y lo jaló de la
mano devolviéndolo a su posición anterior.
—Tal vez
debería buscarme a alguien que si quiera dar ese paso conmigo —Yoochun insinúo
quedamente.
—Adelante —Apuntó
con sus manos alrededor agachándose de hombros—. Si eso es lo que deseas.
—Junsu~.
—Necesitamos
más tiempo de noviazgo —Divertido por la reacción, concluyó que debía explicar
su punto de vista sino quería un berrinche en medio del salón.
—¿Para qué?
—Para
conocernos.
—Pero si ya nos
conocemos lo suficiente —Yoochun viro su rostro asegurándose de que su media
sonrisa fuera captada—. En todos los ámbitos.
—Aun así creo
que es demasiado pronto —Junsu evito reír apretando sus dientes y apartando su
mirada de él.
—Su-ah, ¿no te
gustaría pasar más tiempo conmigo?
—Trabajamos
juntos, comemos juntos, vamos al trabajo juntos, ¿cuánto más pides?
—Las noches,
eso quiero —habló con tono exigente.
—Quizás
podríamos intentar compartir un mismo departamento y ver qué sucede.
—¿Unión libre? —Yoochun
volvió a separarse interrumpiendo el conteo del uno, dos, tres en sus pasos.
—Sí.
—Pero me
criaron conservadoramente —Yoochun aumento la velocidad de sus movimientos
alertando a Junsu quien afortunadamente noto la peligrosa aproximación entre la
columna de mármol y ellos por lo que pudo darle un vuelco a su trayectoria
salvándolos de una desastrosa colisión.
—Si claro, y
seguro el libertinaje también te lo inculcaron.
—¡Yah! eso es
pasado, ahora soy otro hombre —Sonrió ampliamente—. Una persona renovada
gracias a ti.
—El concubinato
es un buen comienzo —Junsu detuvo la inepta imitación que hacían del vals, para
echar un vistazo al par de hombres sentados a unas cuantas mesas de distancia—.
A ellos parece funcionarles bien.
—Pero ellos son
más jóvenes, por supuesto que no quieren un compromiso a largo plazo.
—Yo a ambos los
veo muy convencidos de lo que tienen —Regreso su vista a Yoochun—. Chunnie, no
hay porque acelerarse cuando no hay prisa alguna, no porque alguien se aviente
al barranco significa que también tengamos que hacerlo —Sonrió y pego el costado
de su rostro con el de él—. Pero me alegra saber que tomas a nuestra relación
como algo serio.
Yoochun dejo
sobresalir su labio inferior e inflo sus mejillas a modo de decaimiento. Era
verdad que Changmin y Minho parecían llevarse bien en su status de vivir juntos
sin estar unidos bajo ninguna ley, pero él quería establecerse en un hogar y
Junsu era el indicado para ello. Aspiraba compartir con él incluso más de lo
que ya hacían, sabía que eso le traería más responsabilidades pero también la
sensación de pertenencia que el vinculo reafirmaría en ellos.
Quizás lo que
necesitaba Junsu era avanzar algo más lento, y si eso era, él podría
concedérselo porque no le cabía la menor duda de que paulatinamente,
contraerían matrimonio.
¨¨¨¨.
Minho observo
con diversión la mueca que Yoochun tenía mientras intentaba bailar al ritmo de
la música, algo que a simple vista le era muy complicado.
Suspiro
cambiando su vista hacia la banda de platino en el dedo anular de su mano
izquierda. Eso, era el producto de tres semanas en las que insistió por
conseguir algo más tangible de su relación. En uno de esos días, Changmin se
había aparecido frente a su universidad para ir juntos a una de las joyerías a
escoger su propio anillo de pareja. Y Minho realmente estaba contento con el
resultado.
—Changmin-ah,
nosotros… ¿para cuándo?
—¿Qué? —suponía
a lo que se refería Minho pero quiso que él lo dijera claramente.
—Nos casaremos —susurró.
—Creí que
tenias bastante claro que yo no deseo casarme —Levanto su mano zurda enseñando
el anillo que hacia juego con el de él—. Y que esto, sería lo máximo a lo que
llegaría.
—Las sortijas
están bien, es una manera de mostrar ante el mundo el compromiso entre los dos
pero yo quiero…
—Minho —Changmin
detuvo su discurso de convencimiento—. Cuando empezamos a salir, lo hablamos…
—Sí, sí, me
dijiste que el matrimonio no es algo que buscabas, pero yo en ese momento lo
acepte porque no sabía que tan profundo seria lo nuestro.
—No hay boda y
punto —Dio por terminada la conversación negando con la cabeza y cambiando su
atención hacia Yunho quien sonreía mientras arrastraba a Jaejoong fuera de la
estancia.
Minho resoplo
tomando de un solo trago el vino blanco de su copa. Solo por ese momento
desistiría con el tema, pero ya encontraría otra manera de sacarlo a flote y
utilizaría todas sus artimañas para lograr su propósito. Después de todo,
siempre existía una manera de persuadir a Shim Changmin.
¨¨¨¨.
Yunho deslizo
la tarjeta de acceso sobre el lector de la puerta logrando que esta se
desbloqueara. Entro en la habitación después de que Jaejoong lo hizo cerrando
detrás de sí. Encendió las luces mientras se deshacía de sus zapatos junto con
los calcetines y desajustaba la corbata alrededor de su cuello.
Con su vista
asentada en Jaejoong quien con precaución deposito el saco de su traje negro
sobre el mueble más cercano y ahora desabrochaba su chaleco reuniéndolo con la
otra prenda. Sus dedos se encargaron de soltar el cinturón en la pretina de su
pantalón y liberar el botón del ojal de este.
—Por esto
sugeriste que la recepción fuera en tu hotel ¿verdad? —habló abriendo la
cremallera comenzando a descender la ropa sobre sus muslos—. Para poder
raptarme y llevarme a uno de los cuartos.
—Este o
cualquier otro hotel no me hubiera detenido de hacerlo —Yunho contestó riendo
ya sin pantalón y terminando de desabrochar su propia camisa.
—Pervertido.
—Si, como si te
hubiera forzando a subir —Abandono rápidamente su camisa en el piso para ir con
Jaejoong quien estaba volviendo a colocarse su pantalón. Paso sus brazos detrás
de las rodillas y espalda de él, llevándolo consigo a la cama y sentándolo en
la orilla de esta—. ¿Pensabas abandonarme? —Le preguntó mientras le
desabotonaba la camisa.
—Mira en lo que
me has convertido, en un lujurioso que se escabulle de la boda de su propia
madre para tener arrumacos —respondió mostrando un puchero.
—Pero la falta
es menor porque lo haces con tu marido —La aclaro sin detenerse en su labor por
dejarlo desnudo.
Jaejoong
asintió levemente cruzando sus brazos detrás del cuello de Yunho una vez que
este lo libero de su camisa. Sutilmente lo inclino hacia él besándolo en cuanto
la distancia entre sus rostros fue casi nula. El toque frio de las yemas de los
dedos de Yunho le hicieron respingar cuando fue despojado de su ropa interior
que salió de él después de su pantalón y calcetines de un solo tirón.
—Alguien tiene
prisa —balbuceo sin apartarse del beso.
—Creí que
preferirías que nadie notara nuestra ausencia, pero si no es así entonces….
De un rápido
movimiento, Jaejoong se deshizo de la última tela en el otro cuerpo dejándolo
completamente al natural ante él.
—Woow, me gusta
esto de más acción y menos palabras —Yunho comento al tiempo que lo sujetaba de
la cintura en cuanto este se colocó encima de sus piernas extendidas sobre el
colchón.
Las rodillas de
Jaejoong se doblaron debajo suyo, apoyándose tanto en ellas como en sus
pantorrillas en el momento en que la espalda de Yunho quedo pegada en la
cabecera de la cama. Los dientes de él, apresaron suavemente el lóbulo de su
oreja izquierda administrándole sensaciones chispeantes a lo largo de su espina
dorsal y los ojos se le cerraron sin poder controlarlo, proyectándose tenues
luces brillantes detrás de sus parpados por la cantidad de emociones que lo
dominaban. Sus manos se enredaron en los cortos cabellos de Yunho al percatarse
de los dedos que comenzaban a explorarlo internamente.
Sintió la
respiración agitada de Jaejoong sobre su rostro antes de que su boca fuera
reclamada en un dominante beso. Yunho continúo con la preparación mientras que
una de las manos de Jaejoong descendió suministrándole caricias en cada
centímetro que tocaba hasta que llego a su regazo sujetando la excitación de
ambos en el mismo agarre.
Perdido en el
encantamiento, la cabeza de Yunho cayó hacia atrás golpeándose en la áspera
madera del mueble, la risa de Jaejoong duro solo instantes antes de que fuera
cortada por la aceleración en la mano del otro en él. La diabólica sonrisa que
el hombre plasmo en su cara, lo hizo sonrojar aun mas e incapaz de cruzar su
mirada con la de él, desplazo sus dos brazos a los hombros de Yunho y se oculto
en su cuello.
Satisfecho con
la reacción que causo en Jaejoong, retiro sus dedos del interior de este poniéndolos
ahora sobre un lado de su cadera para instarlo a levantarse un tanto y ayudarlo
a deslizarse sobre él quedando totalmente conectados en menos de un minuto.
Se despego del
cuello de Yunho al crecer su deseo por probar otras partes de él. La mandíbula
fue su primera elección, luego una de las mejillas y por ultimo dejo un beso en
cada uno de los ojos cerrados de Yunho.
Los lentos
movimientos de sus pelvis los hacían reencontrarse y Jaejoong tuvo la urgencia
de sostenerse de algo cuando un espasmo se hizo cargo suyo, con sus manos se
aferro del pecho del hombre culpable de su estado híper sensible, impulsándose
con la poca fuerza en sus piernas para aumentar el ritmo del balanceo de sus
cuerpos.
Yunho
entreabrió sus ojos notando como la espalda curveada de Jaejoong delataba la
proximidad de su plenitud, afianzo sus manos en la cintura de él incrementando
su velocidad llevándolo fácilmente al éxtasis. Cuando la forma lánguida se
desplomo encima suyo, le tomó cuidadosamente recostándola sobre el colchón sin
perder la unión entre ellos. Se sostuvo de sus brazos y nuevamente el frenesí
lo invadió recobrando sus acelerados movimientos en el hombre bajo él.
Sus labios
volvieron a acoplarse en la humedad del momento en el que Yunho casi alcanzaba
el éxtasis. La debilidad en la mitad inferior de su cuerpo fue la antecesora al
maravilloso cosquilleo en su piel cuando las inminentes olas del orgasmo lo
golpearon.
Las
respiraciones entrecortadas de ambos los aturdieron por un rato, hasta que
finalmente la sonrisa de Jaejoong rompió el letargo. Sus meñiques recorrieron
las cejas de Yunho quien se mantenía apoyado sobre las palmas de sus manos
arriba de él, palmeo afectuosamente sus mejillas atrayéndolo después hacia si
en un apretado abrazo.
—Tenemos que
volver a la fiesta.
Susurro
obteniendo un bufido de Yunho y un rápido beso detrás de su oreja antes de
levantarse con la asistencia de este guiándolo al baño.
Precavidos de
no mojarse el cabello, se ducharon prontamente borrando toda señal que
evidenciara su actividad realizada. Recogieron sus ropas desperdigadas por el
suelo y muebles de la habitación, aparentemente aun en medio del arrebatado
suceso, fueron lo suficientemente cautelosos como para salvaguárdalas de alguna
muy visible arruga.
Mutuamente se
encargaron de dejarse entre sí, cada prenda en su lugar. Ni siquiera se tomaron
un segundo para comprobar el tiempo que habían dedicado en su aventura amorosa,
pero intuían que había sido el suficiente como para que al menos alguno de los
invitados se percatara de su desaparición. Abordaron el elevador comprobándose
el uno al otro la impecable apariencia de cada uno. El sonido avisando la
llegada al piso deseado, los hizo tomar una última gran aspiración y salieron
del aparato con una considerable sonrisa en sus rostros y sus manos
entrelazadas.
Un suspiro de
alivio escapo de ellos al encontrar al salón casi igual a como lo dejaron, con
toda la gente perdida en sus propios mundos y ajenos a lo que se suscitaba a su
alrededor. Los ojos acusatorios de Changmin pasaron desapercibidos cuando Yunho
obligo a Jaejoong a adentrarse con los demás en la pista de baile.
La tonada
romántica de la música que era interpretada por el quinteto era propicia para
el acercamiento entre las parejas, pero Yunho lo llevaba un grado más allá al estar
casi adherido a Jaejoong. La clara risa de Junsu llego a los oídos de su primo
quien evadió la mirada con él y susurro suplicando porque se separaran aunque
fuera un poco. Yunho al contrario, ciñó mas su afiance sobre él, riendo cuando
este trato de zafarse resultando sus esfuerzos en vano.
Yoochun observo
con atención la escena y rodó los ojos cuando su archienemigo quien ahora
orgullosamente se proclamaba ser el esposo de su amigo, le enseño la lengua en
forma de burla. Minho alzo sus pulgares en muestra de apoyo para él y Yunho le
guiño un ojo en respuesta por la aprobación de sus actos.
La vista de
Jaejoong divago por todo el lugar dando con su madre en uno de los extremos
felizmente bailando con su nuevo esposo. Las esquinas de sus labios se alzaron
ligeramente, convirtiéndose en una sonrisa completa por el panorama que
encontró hacia el lado que Yunho le indicó que volteara. El señor Jung junto
con su suegra y el esposo de ella, mantenían una copa en alto en honor a ellos.
Ambos asintieron hacia las tres personas antes de volver sus ojos hacia ellos
mismos.
El pequeño
mohín de Jaejoong fue correspondido por la nariz fruncida de Yunho, antes de
que un suave ‘te amo’ fuera pronunciado por cada uno. Aun no entendían como sus
personalidades habían encajado o como es que lograban sobrellevar sus
constantes desacuerdos, pero el hecho era que instantes como este, sobrepasaban
cualquier enredo que se presentara en su vida juntos.
— FIN —
bella historia, me atrapo de principio a fin, gracias por publicar.
ResponderBorrar¡Hola!
ResponderBorrarJa, pensabas que no iba a comentar por aqui ¿eh? Vale, lo dejo, es que hoy creo que me he tomado demasiado azúcar ^^
Después de ir unos cuantos días con el fic de un lado para otro, leyéndolo en cuanto tenía un minuto por fin lo he terminado y debo decir una cosa.... ¡lo adoro! Me gusta cómo escribes, me gusta la naturalidad con la que la historia fluye y que las situaciones son tan cotidianas que dices: "Me lo creo, esto podria estar pasando ahora mismo". Vamos, que aquí tienes a otra personas enganchada a tus historias... por si quedaba alguna duda.
Gracias gracias y mil gracias por compartirlo con nosotras <3 Voy a seguir entre coranzocitos un rato más antes de volver a la realidad jejeje
¡Un beso!
si en realidad no espero comentarios aquí porque la mayoría ya lo leyó hace tiempo, pero me alegro que aun así quien apenas lo hace deje su opinión. Y la idea era esa, que las personas quedaran en love mode on al final :D
BorrarEste FF esta entre mis favoritos! *O*
ResponderBorrarlo leí en amor-yaoi & aún me encantaaaaaaaaaaaaaa!!!<3
anwhwbdhudb! :D
increiblemente yo no lo habia leido
ResponderBorrary me encanto de principio a fin
muchas gracias por la.historia ! soy una fiel lectora y tuve que re-leer esto y me volvi a emocionar :-V
ResponderBorrarrecien lo leo y me encanto la historia la dosis suficiente de todo muchas gracias lo maximo
ResponderBorrarhermosa historia me encanto y al final el amor reina esta bellisima me encanto el final yunho y jj casados y muy enamorados dándose con todo para disfrutar de su amor los adoro
ResponderBorrarlol dandose con todo
Borrargracias por comentario ^^
Esta historia fue hermosa ... El final estuvo genial..
ResponderBorrarEl amor de Jae y Yunho es interminable ..
gracias por comentar, aqui y en los demas :)
BorrarEsto fue muy lindo! Todos al final encontraron la forma e resolver sus problemas amorosos. Y el yunjae dándose amor!!
ResponderBorrardándose amor y muchas cosas mas...
Borrargracias por comentar ^^
me encanto, se que es un fic,pero mi corazón yunjae siempre va querer que esto se convierta en realidad,a pesar que los años pasan ........Gracias por compartir
ResponderBorrarMe encanto el final, bella historia de amor, donde Yunho y Jae no temieron al compromiso porque su amor es total y verdadero.
ResponderBorrarGracias por compartirlo.
!!!
Aaaahh mil gracias!!!! por un momento mi corazón sufrió pensando que Yunho y Jaejoong ya no estarían juntos, gracias Yoochun y Junsu por ayudar a Jae a dar el siguiente paso y luchar por su amor....la ame de principio a fin
ResponderBorrarHola... encontre tus fics en amoryaoi y pues vi que tenias blog y wo las historias que tienes se ven interesantes y Enredos de Amor es el primero que leo y lo termine siii soy feliz muy lindo rei mucho... gracias por tus lindas historias... bonito final soy feliz... suerte y espero regreses pronto... bay
ResponderBorrarjaja me encanto sobre todo las personalidades del yunjae XD
ResponderBorrarlo ame desde el comienzo gracias por tu tiempo
ResponderBorrarlo ame desde el comienzo gracias por tu tiempo
ResponderBorrarDespués de tantos años me alegra que siga gustando, gracias.
BorrarEste fic es uno de mis favoritos...
ResponderBorrarTenia q comentarlo ya q la primera vez q lo lei no lo hice...me encanta como escribes... Gracias x compartirlo
:3 gracias
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