Siempre y para siempre: Capítulo 1

De primera vista, atracción y una revista

El control remoto de la televisión estaba en el aire, con el pulgar de Jaejoong quieto en él. No podía apartar los ojos de la pantalla.

Había algo agradable en el alto hombre moreno de la televisión, tanto en su apariencia como en su voz. Estando el mismo en la industria de la música, Jaejoong sabía que no era fácil mantener una genial compostura durante una entrevista, sobre todo frente a la gran audiencia. No había ni siquiera un destello de nerviosismo o un toque de tremor en la voz del hombre mientras él miraba de ida y vuelta entre los presentadores y la pantalla, sonriendo y respondiendo a las preguntas formuladas.

—Él es Yunho de Dong Bang Shin Ki, él y Changmin acaban de regresar de Japón por su gira promocional. Changmin-shii, ¿quieres decir algo?

—No.

—Di algo —El encantador hombre moreno, llamado Yunho, le dio un codazo al guapo hombre alto, llamado Changmin.

—Tú lo has dicho todo.

Jaejoong rió por la carcajada de Yunho, pensando que ambos hombres eran adorables. El conocía a Changmin. El recordaba su cortés inclinación de cabeza, en el camerino de su última aparición pública antes de caerse por las escaleras y tener que ser hospitalizado.

De hecho, él todavía estaba en el hospital –y Changmin lo había visitado ayer–.

—Hyung —La puerta de su habitación se abrió—, la comida está aquí.

—Más tarde —dijo Jaejoong y dirigió sus ojos de regreso al dúo. La voz de Yunho no era tan grandiosa como la de Changmin, Jaejoong pensó así, pero había algo tan agradable, tan atractivo que no podía evitar que le gustara. Y mientras sus ojos seguían cada movimiento realizado por Yunho, incluso el leve levantamiento de su dedo meñique era tan, tan atractivo.

—¿Ellos de nuevo? —Yoochun empujó la mesa con ruedas cerca de Jaejoong y puso la comida china para llevar, sobre esta—. ¿Cómo estás hoy? ¿Te sientes mejor?

—Él no va a contestarte, espera hasta que el espectáculo haya terminado —dijo Junsu, destapando los envoltorios de los palillos y cuchara para Jaejoong.

El dúo hizo una reverencia y desapareció de la pantalla.

Jaejoong tiró de la mesa más cerca de su pecho y metió la cuchara en su comida. —Me siento mejor —dijo y se preguntó por qué él nunca había tenido la oportunidad de ver cara a cara a Yunho.

—Para que te sientas mejor, Changmin y su manager van a visitarte hoy, alrededor de las siete.

—¿Lo hará? —Jaejoong sonrió, inclinando la cabeza hacia la izquierda mientras miraba a Junsu—. Eso es grandioso, él es muy ingenioso y gracioso —Jaejoong recordó el día que pasó antes con el más joven. Se había reído mucho por la manera en que Changmin respondió a sus preguntas y la forma en que narró su agotador día. Jaejoong pensó que no fue malo que él tuviera el desafortunado evento ya que llegó a conocer a Changmin—. Todavía no he visitado a su manager —murmuró Jaejoong.

Aún no podía recordar cada detalle exacto del accidente, dado que sucedió tan rápido. Recordaba a JYJ ser llamado al escenario, la pequeña inclinación que intercambió con Changmin mientras su manager los presentaba, y el momento en que se acercó a la puerta de salida que conducía a la escalera de emergencia. Entonces recordaba al manager de Dong Bang Shin Ki tropezar con la escalera y su impulso rápido por agarrar al hombre y caer junto a él todo el camino hasta la parte inferior.

Podía sonar como un accidente gracioso, pero él había sangrando mucho y su cabeza tuvo que tener una gran cocida con el fin de cerrar la herida. Incluso él estuvo en estado de coma durante cinco días y el manager que había tratado de salvar, tenía un brazo izquierdo y pierna rotos.

—Todo por sólo caerse de una escalera —susurró Jaejoong riendo para sus adentros. Tomó una siesta después de comer, se despertó en punto de las siete y esperó por Changmin quien llegó a las siete y cinco y se quedó hasta casi las ocho. Changmin se excusó cuando la mamá de Jaejoong llego para pasar la noche allí.

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Jaejoong fue advertido de no dejar su cama por dos días. El médico dijo que el movimiento podría hacerle marear porque acababa de despertar de un largo sueño. Los dos días concluyeron hoy, y Jaejoong estaba caminando alrededor de su cuarto, mirando por la ventana y marchando de ida y vuelta por el pasillo, hasta que su mamá le pidió ‘por favor, tómalo con calma’.

—Voy a ir a visitar al manager de Changmin —Le dijo Jaejoong a su madre, tomando dos manzanas de su canasta de frutas—, ¿quieres venir conmigo omma?

—Yo no creo que sea prudente que camines mucho —dijo su madre, quitándole las dos manzanas.

—No está lejos, sólo un nivel arriba de nosotros —dijo Jaejoong tomando dos naranjas del frutero esta vez, sonriendo dulcemente a su madre y saliendo corriendo de la habitación.

Una vez en el piso correcto, Jaejoong buscó el número de habitación. Llamó a la puerta con dificultad –teniendo en cuenta que las dos naranjas limitaban su movimiento–, y entró con la invitación.

—Soy Jaejoong —Se inclinó ligeramente a medida que enfrentaba al manager.

—Ou Jaejoong —Él asintió su cabeza desde la cama, sonriendo e invitando a Jaejoong que se sentara en una de las sillas cerca de él—. Lo siento por no haberte visitado, ya ves... mi pierna todavía no sana —Se rió por su declaración.

Jaejoong no sabía si debía responder riendo o no. Él hizo lo segundo. —Yo traje naranjas, lo siento, no tengo nada adecuado para darle —Caminó más cerca de la cama—. ¿Quiere comerlas ahora? —preguntó poniendo las naranjas en la cesta de fruta medio vacía en la mesita.

—No, está bien. Gracias por salvarme —dijo sonriendo.

—Yo sólo empeore las cosas, perdón —Jaejoong se inclinó de nuevo, sintiéndose mal al ver al hombre que le agradecía teniendo vendas gruesas alrededor de su brazo y pierna.

—No, no —Le hizo un gesto con el brazo vendado—. La intención cuenta, gracias.

Jaejoong asintió por eso. No sabía qué decir, así que caminó hasta el borde de la cama para echar un vistazo a la pierna vendada.

—El doctor dijo que no era nada serio, puedo caminar dentro de un mes —dijo sonriente—. Y me dijo que puedo salir del hospital en tres días, ¿y tú?

—Yo puedo salir mañana, si no hay nada malo después de que el médico me chequee —Sonrió Jaejoong—. Estoy contento de saber que usted también puede irse pronto.

Hubo un toquido en la puerta antes de que se abriera de golpe. Jaejoong contuvo la respiración. Era imposible, pero él era más alto de lo que Jaejoong imagino que sería, era mucho más atractivo de lo que era en la televisión, y lucía tan viril y masculino, incluso cuando estaba sosteniendo flores en una mano y una bolsa de plástico en la otra.

—Yunho-yah...

Los ojos de Jaejoong parpadearon y miró hacia otro lado después de observar descaradamente a la figura que apareció frente a él. Ellos todavía se estarían viendo si no es por la voz del manager.

—...Pensé que tenias una apretada agenda hoy.

—La tengo, pero ahora estoy en mi tiempo libre —Yunho caminó hacia su manager, y los ojos de Jaejoong siguieron débilmente su movimiento—. Las flores no es lo tuyo, pero una fan mía me pidió que te la diera, así que acéptala hyung —Yunho puso el ramo de flores en el regazo del manager.

Yunho miró atrás hacia él. Jaejoong contuvo el aliento de nuevo. Yunho estaba vestido con una camiseta verde y blanca de manga corta y un pantalón de mezclilla, su pelo negro estaba desordenado, como si acabara de quitarse una gorra de su cabeza, sus ojos brillaban bajo la luz del hospital – y él le sonreía. El corazón de Jaejoong se aceleró.

—Hola, soy Jaejoong —Sabía que sería mejor si él rompía la mirada y el silencio incómodo. Se acercó un poco más a Yunho y le tendió la mano.

—Y yo soy Jung Yunho —Sonrió estrechándole la mano.

Los dedos de Yunho eran largos y bonitos, él tenía un anillo en su dedo anular, y Jaejoong se preguntó si era de oro blanco o plata, y si lo compró o le fue dado por alguien.

—¿Has comido?

—¿Eh? —Jaejoong estaba tratando de rebobinar lo que Yunho había dicho mientras él estaba admirando cuan cautivadoramente bien formados estabas sus dedos, y a pesar de que la piel de su palma era muy ligeramente áspera al tacto, era tan conflictivamente firme pero suave, y el reloj en torno a su muñeca...

—¿Has comido? —Yunho repitió al soltar la mano de Jaejoong.

Y su voz era sin duda agradable para los oídos. Una vez más, mucho, mucho más agradable que en la televisión.

—He traído comida —dijo Yunho sacando un paquete y se lo dio a su manager—. Uno adicional para ti —Le extendió la bolsa de plástico a Jaejoong. Jaejoong sabía que no era uno extra, sino que debía ser uno que trajo para sí mismo para comer con su manager, así que él se negó de inmediato.

—Por favor —Yunho caminó más cerca de él—. Tómalo, la comida del hospital no es realmente comestible a veces —bromeó.

Jaejoong lo tomó, simplemente porque entre mas se aproximaba a Yunho, más rápido su corazón se aceleraba. Y había empezado a darse cuenta de que Yunho en persona tenía un olor agradable también.

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Todo fue culpa de Yoochun. Jaejoong quería creerlo mientras miraba a la revista en su mano.

Él estaba en el vestuario, preparándose para su primera aparición en escena después del accidente. Había pasado una semana descansando en su casa, perdiendo el tiempo en nada más que comer y memorizar sus canciones. Después del accidente, su capacidad de memorización se volvió bastante débil. Él no era bueno para memorizar antes, pero al menos podría recordar las letras después de cinco-seis veces cantándola, pero ahora, a él le tomaba el doble del tiempo.

Y mientras que pasaba tiempo en casa haciendo un esfuerzo extra para memorizar sus canciones, no pensaba en Yunho a menudo – y a menudo se refería cuando no podía recordar la letra de sus canciones y se detenía a tomar un descanso, él pensaba en Yunho, cuando masticaba su comida, él pensaba en Yunho, cuando no podía dormir por la noche, él pensaba en Yunho... y la lista seguía, pero no era todo el tiempo. Él tenía tiempo en el que Yunho ni siquiera invadía su mente. Aja, había ese tal momento.

—Creo que lanzaste un hechizo sobre mí —dijo Jaejoong a la foto de Yunho en la primera página de la revista femenina—. La culpa es de Yoochun —murmuró para sí mismo otra vez.

Jaejoong estaba tranquilamente descansando en su cama de hospital, cuando Yoochun encendió el televisor porque estaba aburrido, sintonizando un canal de música de vídeos japoneses. Jaejoong no le mencionó esto a nadie, pero se dio cuenta después de que él se despertó del coma, que los sonidos de la televisión, un cercano contacto con el celular o el Ipad le hacía marear un poco, por lo que él no utilizaba ninguno de estos dispositivos electrónicos. Intentó iniciar sesión en su twitter una vez, pero le pareció ver puntos negros por toda la pantalla.

Así que, cuando Yoochun se quedó dormido en el sofá mientras veía a chicas disfrazadas cantando como un grupo de personajes de anime, Jaejoong agarró el control remoto y estaba dispuesto a apagar el televisor... y ellos aparecieron. Él apareció.

Todavía recordaba el título, porque era raro, B.U.T., y lo más extraño era que no importaba cuan marear le hiciera el sonido, sus ojos estaban atentos a los dos hombres, antes de que uno de ellos robara toda su atención.

—¿Qué es tan especial acerca de ti? —Jaejoong hizo un mohín y hojeó las páginas buscando la historia destacada.

Leyó la entrevista, se quedó mirando la foto y puso la revista en el interior de su bolso. Él no pensó en robarla, mientras colocaba una cantidad de dinero en el mostrador de maquillaje.

Esa noche cuando no podía dormir, sacó la revista y se preguntó una vez más, que era tan especial acerca de este Jung Yunho.