Enredos de amor: Capítulo 14

Las decisiones rápidas son decisiones inseguras

Después de regresar al edificio donde vivían Yunho y Junsu, Yoochun recogió su auto y se fue con Jaejoong rumbo a su casa.
El viaje había estado casi por completo en silencio a no ser por los cortos comentarios que daba Yunho o Jaejoong, a los que los otros dos solo se limitaban a dar un simple si o negar con la cabeza.
Yunho acompaño hasta su departamento a Junsu y este lo invito a pasar, ambos se sentaron en uno de los sillones, Kim echó su cabeza hacia atrás mientras lanzaba un fuerte resoplido.
—¿Cansado? —Yunho le preguntó subiendo una de sus rodillas en el asiento.
—Un poco… ¿quieres tomar algo?
—No, solo quería decirte que me mudare.
—¿Eh? ¿Por qué? —Junsu enderezó su cuerpo centrando su atención en el otro.
—Por la renta, es muy alta aquí, necesito un lugar más económico.
—Yo podría….
—Lo de antes fue porque no tenía con que ni a donde ir pero ahora ya tengo trabajo, y todo gracias a ti así que es hora de que viva de acuerdo a mis posibilidades.
—Pero me gustaba la idea de tenerte cerca, si te vas….
—Nos seguiremos viendo en la empresa, no puedo prometerte cambiarme a un lugar cercano a este porque esta zona es costosa, pero de vez en cuando podremos salir.
—¿Ya sabes a donde te mudaras? ¿Quieres que te ayude a buscar?
—Oh… pues si tienes ganas a mi me encantaría que me acompañaras a ver opciones.
—Entonces tú solo dime cuando e iremos juntos.
—Así lo hare —Yunho se levanto y avanzo algunos pasos—. Me voy, te veo mañana.
—Sí, paso por ti para irnos juntos —También se puso de pie para acompañarlo hasta la puerta.
Yunho asintió con su cabeza y ambos agitaron sus manos en señal de despedida. Subió al elevador y cuando la puerta de este se abrió en su piso caminó por el pasillo sorprendiéndose con la imagen de un hombre a un lado de su puerta sentado encima de una maleta y con otra a su costado.
—Tardaste mucho.
—¿Te vas de viaje o me traes algún regalo? —Yunho camino hasta él y tecleo el código para abrir su departamento.
—Ni lo uno ni lo otro —Estiró sus piernas antes de dar un brinco hacia arriba—. Pasare unos días contigo.
—¿Eh? ¿Conmigo? —Solamente pudo observar como su hermano entraba arrastrando sus maletas.
—¡Ah! —Changmin dejo su equipaje botado quitándose rápidamente sus zapatos para correr y dejarse caer en el sillón—. Ya me había entumido.
—¿Discutiste con Minho y te saliste de la casa? —Yunho cerró la puerta yendo a sentarse en el taburete a un lado del sillón.
—Más bien me corrió de la casa —Se recostó colocando ambos brazos detrás de su cabeza—. Me vio con alguien y ahora cree que le soy infiel.
—¿Con quién te vio?
—Jisun.
—Oh —Se inclino hacia atrás apoyando las palmas de sus manos en el asiento—. Le hubieras dicho quien era y ya —Yunho dijo ampliando su boca para arrojar un gran bostezo.
—Ni siquiera me dio oportunidad, dejaré que se calme un poco y después hablare con él —Changmin se levanto para ir por sus maletas—. Tengo sueño, mejor me voy a dormir ya —Las jaló hacia la habitación siendo seguido por Yunho quien comenzó a buscar algo en el armario—. ¿Qué buscas?
—Algo para que te acuestes en el suelo —Encontró una cobija algo gruesa y la saco extendiéndola sobre el piso.
—¿Acaso soy un perro? Dormiré en la cama —Sujeto ambos bordes de su playera jalándola hacia arriba para quitársela.
—No voy a dormir contigo en la misma cama.
—¿Por qué? —Hizo bola la prenda en sus manos y fue a ponerla en un rincón del cuarto.
—Porque pateas y te mueves mucho, me despertaras a cada rato.
—Entonces tú duerme en el suelo —Desabrocho su pantalón y empezó a bajárselo, cuando quedo en sus tobillos saco sus pies.
—¿Por qué debería de hacerlo?, después de todo esta es mi casa y tú estás solo de paso.
—¡Yah! ¿Así es como tratas a tu dongsaeng? —Rápidamente se abalanzo en la cama cayendo atravesado en ella.
—¡Changmin-ah! —Yunho trató de jalar sus piernas pero este se aferro fuertemente al borde del colchón—. Bien, como quieras, pero no te quejes si repentinamente ruedas hasta caer al suelo —Movió sus hombros con desinterés.
—El que caiga puede ser otro —Se arrastro hasta llegar a las almohadas destendiendo la cama para meterse bajo las sábanas—. Pero si te quedas en tu mitad no pasara nada.
—No puedo creerlo, estoy siendo amenazado en mi propio territorio —Alzó los brazos con desesperación.
—Guarda silencio hyung, quiero dormir —Changmin cerró sus ojos volteando su cuerpo de lado buscando una posición cómoda.
Yunho negó con su cabeza mientras empezaba a desvestirse preparándose para dormir, pronto apagó las luces y de un clavado cayó en el colchón provocando que el otro se quejara por el movimiento, el mayor solo rió por lo bajo esperando que el sueño llegara a él.
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Junsu observo su reloj de pared comprobando que aun contaba con el tiempo suficiente para llegar puntual a su oficina, tomó las llaves de su auto y salió de su departamento yendo al piso nueve en busca de su vecino.
Oprimió suavemente el timbre del 903 esperando a que la puerta fuera abierta, alcanzo a escuchar un par de pasos cansados desde el interior y después un click. Un joven alto con su torso descubierto y una toalla sobre su cuello se encontraba de pie bajo el umbral de la entrada. Junsu lo observo de pies a cabeza, por un momento olvido el porqué se encontraba ahí, la idea de que ese hombre era un dios griego paso por su mente pero volvió a la realidad al ver que el otro arqueó una de sus cejas.
—¿Yu…Yunho? —Fue lo único que salió de su boca.
—Oh… pasa —Changmin se hizo a un lado y camino hacia adentro—. ¡Hyung, te buscan!
Yunho salió de prisa de la habitación terminándose de acomodar su camisa dentro del pantalón y con el saco sobre uno de sus brazos.
—¿Quién?... ah Junsu-ah.
—Buenos días —Junsu sonrió para él—. ¿Ya estás listo?
—Buenos días, sí, solo —Avanzó hasta el mostrador junto al refrigerador para agarrar una servilleta de papel y anotar algo sobre ella—. Te anoté el código para que puedas entrar, no olvides cerrar….
—Lo sé, lo sé… ¿no hay nada para desayunar? ¿tú comiste algo?
—Un yogurt, no tuve tiempo de hacer nada porque me levante tarde —Fue hasta le entrada y comenzó a ponerse sus zapatos mientras recordaba las dificultades que sufrió al dormir.
—¿Qué voy a comer entonces? —Changmin camino al refrigerador abriéndolo para examinar el contenido en el.
—Hazte algo, o desayuna fuera —Amarró sus agujetas y se enderezó—. Llego en la noche, nos vemos.
—Adiós —Junsu agitó su mano para el menor que aun rebuscaba dentro del electrodoméstico.
—Lo siento, olvide presentarlos —Yunho rascó su nuca dando una sonrisa tonta—. Ese de ahí es Changmin, Choi Changmin —dijo mientras lo señalaba con su mano haciendo que el otro abandonara por un momento su actividad y caminara hacia ellos extendiendo su mano.
—Kim Junsu, mucho gusto —Sujetó su mano apretándola ligeramente.
—Igualmente —Changmin sonrió—. ¿Tú eres su vecino cierto?
—Sí, yo vivo en el setecientos uno y...
—Ahm, se hace tarde, mejor vámonos ya —Yunho corto y paso su brazo sobre la espalda de Junsu para guiarlo a la puerta, después de que este salió volteó a donde su hermano—. Adiós.
Changmin mantuvo su vista hasta que la puerta se cerró, después camino de regreso para continuar su búsqueda.
—¿Choi? tss, ¿no podía usar cualquier otro? —Sacó una caja de cereal de la alacena y un tazón colocándolos sobre la mesa—. ¿Kim Junsu? ¿Será el de? nah —Agachó sus hombros mientras caminaba por la leche.
Yunho estaba a punto de abrir la puerta del copiloto cuando Junsu lo detuvo ofreciéndole las llaves y pidiéndole que él manejara, como si nada este las tomó rodeando el vehículo. Una vez fuera del estacionamiento Junsu volteó hacia él.
—¿Changmin es un amigo tuyo?
Junsu siempre había tenido la costumbre, al igual que toda su familia excepto por Jaejoong, de hablar sin formalismos con las personas cercanas a sus amigos, “tus amigos son mis amigos” era una frase que implementaban con cada una de las personas que conocían.
—Sí, un viejo amigo.
—Oh —Mordió uno de sus labios pensando en algo mas—. ¿Está de visita?
—¿Eh? Algo así —Yunho era un hombre que difícilmente soltaba más de la cuenta, y menos cuando no quería hablar de ello.
—¿Se quedara mucho tiempo? —Junsu era de los que no se detenía hasta estar satisfecho con la información.
—Espero que no.
—Había olvidado decirte que ese edificio es solo para personas solteras o matrimonios sin hijos, el dueño es muy conservador y no permite que más de una persona viva bajo el mismo techo a menos que haya una relación sanguínea u oficial de por medio.
—¿De verdad? —Se detuvo en un alto y volteó a verlo—. ¿Si nos descubrieran, podrían correrme?
—Bueno si les explicas que solo fue por un par de noches tal vez solo te llamen la atención.
—Entonces hablaré con él y le diré que no puede quedarse por mucho tiempo.
Volvió a ponerse en marcha cuando la luz estuvo en verde y sonrió inconscientemente ante la idea de recuperar su espacio personal, mas especifico su cama. Junsu también sonrió, no sabiendo porqué el conocer que Changmin solo permanecería ahí por pocos días le daba alegría. Siguieron conduciendo hasta llegar a la empresa.
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Durante el transcurso de ese lunes Yoochun trato de esquivar por todos los medios la oficina de Junsu, no se sentía preparado para afrontarlo, ni siquiera se había tomado el tiempo prudente para pensar en lo ocurrido el día anterior, aunque de todos modos no había sido la gran cosa ¿o sí?, él había besado durante toda su vida a muchas personas, algunos fueron importantes y otros no tanto, gente con la que compartió caricias de ese tipo sin por lo menos saber su nombre, la única diferencia es que de este ultimo conocía algo más que el nombre, casi totalmente su vida, ¿y qué tal si con eso Junsu decidía alejarlo de ella?, a lo mejor estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, quien sabe y para él este asunto ya estaba olvidado y no existía ningún problema. ¿Portarse como si no pasara nada sería una buena solución? lo más probable era que no, pero por ahora era lo único que se le ocurría, esperar un día mas no sería tan mal idea, aclarar un poco su cabeza tampoco estaría de más.
Entonces hasta que no decidiera que hacer no hablaría con Junsu porque no cometería el mismo error, dejarse llevar por la imprudencia.
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El día término rápido para todos, exactamente a las siete en punto Junsu entró en el área de desarrollo en busca de Yunho, cuando lo vio se acercó hasta él y toco su hombro.
—Te invito a cenar.
—Ok —Yunho apiló los papeles frente a él y después de estirar sus brazos, se levanto tomando su saco—. ¿Puedo elegir el lugar yo?
—Mientras sea dentro de la ciudad, si —Le sonrió caminando fuera—. Ten, maneja tú de nuevo —Extendió sus llaves.
—Me voy a acostumbrar y después no querré devolverte tu auto —Bromeó—. ¿Te gusta el pollo frito?
—Por supuesto.
—Grandioso —Abrió la puerta para Junsu y rápidamente se movió hasta el lado del conductor, se acomodo en el asiento y después de ponerse el cinturón avanzo hasta el restaurante de comida rápida que tenía en mente.
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Cuando Jaejoong entró en el elevador se encontró por sorpresa con Yoochun, ambos se sonrieron y continuaron descendiendo al estacionamiento.
—¿Hace mucho que se fue Junsu? —preguntó al notar vacío el lugar asignado para él.
—No lo sé, desde hace tiempo que ya no me avisa a la hora que sale —Yoochun oprimió el botón para quitar el seguro de su coche.
—Tal vez tenía algo que hacer —Volteó hacia el otro viendo que solo encogía sus hombros—. ¿Se iría con Yunho?
—Jae, ¿Junsu te dijo algo?
—¿Algo de qué?
—Nada, tengo sueño, nos vemos mañana —Abrió la puerta agachándose para entrar.
—Creo que Yunho no le conviene a Junsu, él parece ser de los que tienen interés en muchas personas y no solamente en una.
—En ese caso yo no soy el más indicado para hablar al respecto —Yoochun sonrió tímidamente—. Maneja con cuidado, adiós.
Termino de acomodarse en su auto y lo encendió preparándose para partir, movió su mano despidiéndose y manejo a la salida del lugar. Jaejoong permaneció ahí unos minutos más, con toda calma sacando sus llaves e ingresando a su vehículo.
—A Yunho definitivamente le gusta coquetear con los que no son libres, si yo tuviera a alguien ¿él también lo haría conmigo? —Rió del absurdo pensamiento que tuvo—. Como si yo quisiera que eso pasara.
Arranco el motor y velozmente abandono el solitario estacionamiento.
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Yunho había terminado pagando la cena, aunque Junsu trato de oponerse finalmente cedió ante él. Llego a su departamento con dos bolsas en una de sus manos, siendo recibido por un Changmin malhumorado recostado en el sillón.
—Llegas muy tarde, estaba muriéndome del aburrimiento y del… ¿pollo? ¿fuiste a comer pollo? —Se levantó casi como un resorte mientras movía su nariz como si estuviera olfateando.
—¿De esta forma se sentirán los hombres casados? ¿Así es como te recibe Minho cuando llegas a casa? —Caminó hasta la cocina y en una de las encimeras dejó una bolsa—. Te traje comida.
—¿De verdad? ¡Ah! Tengo mucha hambre —Corrió y sacó un plato para poner el pollo—. Hoy solo comí un cereal y una ensalada por la tarde —Metió el plato en el microondas presionando los botones para establecer el tiempo de calentamiento—. Mi secretaria se reporto enferma y no encontré los teléfonos para pedir algo, y cuando llego aquí no hay absolutamente nada listo ¿qué es lo que cenas normalmente?
—Lo que encuentre —Sentado en una silla aflojo su corbata y se recargó en el respaldo dejando la otra bolsa a un lado de él—. Ya te acostumbraras a tu nueva etapa de soltero —Le dio una sonrisa de lado mientras cerraba sus ojos.
—No será necesario, regresare pronto a casa —Changmin abrió el aparato sacando su plato con la ayuda de una franela, lo llevo hasta el comedor, sentándose para comer.
—Ojala así sea porque en dos semanas tengo que desocupar este lugar.
—¿Eh? —Una pierna de pollo se quedo a medio camino de su boca—. ¿Vas a regresar a casa? ¿Ahora que fuiste, mamá te convenció de que lo hicieras?
—No, le explique que por ahora esto que hago es lo mejor, pero hablando de ella… ¿por qué no fuiste allá en lugar de aquí? ¿allá tienes tu habitación disponible?
—Porque tendría que contarles como fue el pleito con Minho, y no hay necesidad de tanto drama, ¿pero entonces por qué te quieres mudar?
—Buscare un lugar más accesible a mi sueldo y tal vez más cercano al trabajo o por lo menos donde la parada del autobús este cerca.
—¿Cuándo iremos a buscarlo? —Comió casi por completo un ala.
—¿Quieres ir? —Yunho volteó hacia él, completamente sorprendido.
—Es aburrido estar aquí solo, nunca pensé que alguna vez mi soledad fuera a estorbarme —murmuró lo ultimo mientras masticaba.
—Bien, como quieras —Se levantó suspirando—. Iré a darme un baño.
Changmin solo movió su mano mostrándole que podía retirarse, felizmente continuo comiendo.
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Yoochun se dejo caer en la silla acolchonada colocada en el pequeño balcón de su departamento, en realidad no le encontraba nada extraordinario a esos pequeños puntos dispersos por el cielo, pero por algún extraño motivo sus ojos se mantenían pegados a ellos.
—Cuando no sepas que hacer, mira hacia el cielo —murmuró suavemente lo que Junsu solía siempre decirle.
A Junsu le gustaba observar hacia el cielo, le encantaba buscarle formas curiosas a las nubes o tratar de descubrir una rara conexión entre las estrellas, y cuando Yoochun estaba con él, también le parecería divertido, pero ahora que lo hacía solo, resultaba ser tan aburrido y absurdo.
Ansiaba retroceder el tiempo para revivir los momentos en los que su amistad con él parecía ser tan perfecta, necesitaba despejar su mente de toda la neblina que ocultaba sus verdaderos anhelos, ahora ya no estaba tan seguro de sus sentimientos y mucho menos de lo que quería para sí mismo.
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—¿Hyung ya son las dos treinta am no piensas dormir?
Changmin se había levantado por un repentino ataque de tos, busco en el buro de su lado izquierdo la botella con agua que siempre dejaba ahí, pero no encontró nada, fue entonces cuando recordó el lugar donde se encontraba, obviamente Minho no iría en medio de la noche hasta ahí para llevarle agua, algo que siempre hacia cuando esto le sucedía.
De mala gana aparto las cobijas de su cuerpo y salió de la cama, cuando abrió la puerta, la luz proveniente de la sala cegó sus ojos provocando algo de incomodidad, llevo una de sus manos hasta ellos para frotarlos, segundos después se acostumbro a la claridad pudiendo ver a su hermano sentado en una de las sillas del comedor mostrándose entretenido en algo.
—Ya que termine esto, no me falta mucho —Yunho no despejo sus ojos del lienzo sobre la mesa —¿mañana entras un poco más tarde verdad?
—Querrás decir hoy —Fue a sacar una lata con jugo—. En realidad los martes llevaba a Minho a la universidad pero…. tomare el horario normal —La destapo para inmediatamente beber de ella.
—¿Podrías llevarme a un lugar?
—¿No iras a trabajar?
—Sí, pero iremos más temprano —Continuo pasando un pincel bañado en azul.
—¿Qué tan temprano? —Changmin odiaba tener que levantarse en horas que consideraba todavía de madrugada.
—Solo una hora antes.
—Bien —Dejó el envase vacio y con un bostezo fue arrastrando sus pies de regreso al dormitorio—. Deberías dejar tus hobbies para los fines de semana.
Cerró la puerta tras de él sin esperar respuesta, Yunho solo sonrió ante el comentario mientras limpiaba las hebras en una vasija con agua. Por un momento detuvo su actividad pensando en que para haber dejado de hacer esas cosas durante tanto tiempo no había perdido su habilidad, conforme con el resultado de hasta ahora, continuo con el siguiente trazo, fue una suerte encontrar una papelería abierta tan tarde, pensó en la compra rápida que hizo junto con Junsu de regreso al edificio.
Media hora después Yunho apagó todas las luces entrando a su cuarto y recostándose suavemente en el lado disponible de la cama, el sueño lo invadió por completo casi al instante.
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Junsu se encontraba en su escritorio revisando unos papeles cuando repentinamente escucho la puerta de su oficina ser cerrada, interrumpió su lectura para voltear hacia ella, encontró a Yoochun caminando lentamente hacia él.
—Ya sé que es lo que quiero.
—Ah si... ¿y qué es? —Junsu sintió que la distancia entre ellos dos cada vez era menos, el nerviosismo lo hizo tragar saliva.
—A... ti —Su voz fue casi un susurro que le envió escalofríos en su espina dorsal.
Yoochun se inclino hasta casi juntar sus labios con los de él, de pronto el sonido lejano de su teléfono llego a sus oídos, el molesto repique fue aumentando paulatinamente de volumen hasta cubrir todo el lugar.
—Junsu-ssi… Junsu-ssi —La voz de su secretaria lo hizo sacudir su cabeza—. Junsu-ssi el teléfono está sonando, es la llamada que estaba esperando.
—¿Eh? —Volteó a su alrededor encontrando solo a la mujer en su oficina.
—La llamada del señor Han Myungsoo, ¿contestó y le digo que llame después? —Le preguntó con un poco de duda en su mirada.
—N…No, solo dile que en cinco minutos yo lo llamo —Comprendió que todo había sido producto de su imaginación.
—Si señor —La mujer le dio una ligera reverencia para él y salió para atender la llamada.
—Demasiado bueno para ser realidad.
Froto su rostro con ambas manos para despejar su mente del sueño que acaba de tener, respiro hondo y se comunico con su secretaria para que enlazara la llamada con el señor Han.
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Changmin trato de adelantar lo más que pudo su trabajo para poder salir un poco más temprano de su hora de comida. En cuanto el minutero marco la hora exacta, tomó sus cosas y salió de su oficina.
Condujo hasta la universidad donde estudiaba Minho y aguardo por él frente a una de las salidas, recargado en la cajuela de su auto, lo observo caminar hacia él mientras platicaba con algunos de sus amigos.
Minho nunca había sido de los que dan escenas frente a otros y esta no sería la excepción, volteó con Jonghyun y Kibum para decirles que habían ido por él, el hecho de que no les hubiera mencionado nada acerca de su situación con Changmin hizo que ellos se fueran solo despidiéndose alegremente. Otra de las cosas que él nunca hacia era ventilar sus problemas hasta que estuviera seguro de que hacer, porque si ya de por si las cosas eran confusas y difíciles, el tener que contestar a una serie de preguntas solo las empeoraba.
Se acercó al auto y como si nada abrió la puerta del copiloto para entrar y sentarse, Changmin suspiro cuando comprobó que no sería fácil hablar con él, también subió al vehículo y arranco rumbo a un lugar que le brindara seguridad para hablar, un sitio público.
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Junsu revisaba algunos documentos estando sentado detrás de su escritorio hasta que percibió el leve rechinido de la madera de su puerta siendo cerrada, alzo su cabeza para ver a Yoochun acercándose a su lugar, por un momento la palabra déjà vu vino a su mente.
—Quiero hablar contigo.
—Siéntate —Apuntó con la palma de su mano a la silla frente a él poniendo su mirada en su rostro.
—Sobre lo del domingo, se que actué irracionalmente y realmente no se qué paso por mi cabeza en ese instante… yo… cuando me di cuenta ya fue demasiado tarde —Yoochun apoyo sus brazos cruzados sobre el escritorio—. Se está volviendo un hábito para mí el tener que pedirte perdón por mis actos ¿verdad? —Le dio una sonrisa tímida.
—Preferiría que no lo hicieras, si me dieras una explicación valida con eso me conformaría, el hecho de que te comportes impulsivamente no me molesta tanto como el que me digas que no sabes porque, así que te preguntó de nuevo ¿por qué lo hiciste?
—Supongo que me dio rabia ver como ese tipo te engatusa, él solo está jugando contigo, solo….
—¿Fue por eso? ¿Solo por eso?
—Creo que si —Reafirmo las palabras con su cabeza, seriamente.
—Bien, ¿eso es todo lo que querías decirme?
—Las cosas entre nosotros es….
—Están bien Yoochun, nosotros estamos bien —Junsu tiro de sus labios en una pequeña sonrisa—. Seguiremos siendo tan amigos como siempre.
—Deberíamos salir uno de estos días junto con Jaejoong como en los viejos tiempos —Su cara reflejo alivio y la sonrisa se hizo más grande.
—Suena bien, planeémoslo junto con él, ehm… no quisiera sonar grosero pero necesito terminar esto antes de irme y….
—Entiendo, no te interrumpo más —Se levantó caminando hacia la salida—. Nos vemos luego Su.
Junsu asintió levemente, cuando la puerta estuvo cerrada se inclino sobre su escritorio apoyando su frente en los documentos.
—Tal vez esto es una señal —habló dando un suspiro cansado.
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Por la tarde un toquido en la puerta de su oficina llamo la atención de Jaejoong quien trabajaba en su computadora.
—Adelante.
—Jaejoong-ssi, trajeron esto para usted —La secretaria se acercó hasta él para entregarle un objeto rectangular envuelto en papel estraza.
—¿De quién? —Lo recibió buscando una etiqueta o algo que indicara el lugar de donde provenía.
—No lo sé, el mensajero también me dio este sobre —Extendió su mano para él, cuando fue tomado dio una leve inclinación—. Con permiso.
Jaejoong solo asintió con su cabeza pasmado con el articulo en sus manos, decidió primero abrir la carta, así que con cuidado dejo el objeto en el piso recargándolo en su escritorio, rompió una de las orillas del sobre sacando una hoja de este.
Quise entregártelo personalmente, pero tuve temor de resultar herido si decidías lanzármelo, sé que no es lo que esperabas ni mucho menos elegante como tú lo querías, pero puse todo mi esfuerzo en hacerlo. Espero te guste.
P.D. por favor no lo rompas, me costó mucho dinero enmarcarlo.
Yunho.
Jaejoong entrecerró sus ojos dejando la nota sobre su escritorio, levanto el objeto del suelo desprendiéndolo del papel. Fue revelado un cuadro de un paisaje con un atardecer en donde tres edificios se encontraban al fondo y delante de ellos un puente que servía para que dos siluetas que simulaban ser personas, observaran un río que corría por debajo. Parecía estar pintado con acuarela, aunque la calidad era buena, los detalles precisos y el marco realmente lucia lujoso.
Pero lo que más le sorprendió a Jaejoong fue que esa imagen era de una de las escenas de la película que vio con Yunho. Aquella donde los protagonistas se dieron el último adiós. Una sonrisa se dibujo en sus labios sin poder evitarlo. Presiono el botón del interfono para hablar con su secretaria.
—Sunhee ¿podrías traerme un clavo y un martillo por favor? —Después de escuchar un ‘enseguida’ se desplazo frente a la pared a su costado, tratando de encontrar el mejor lugar para colocar su nuevo cuadro.
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—¿Has estado comiendo bien?
—Por supuesto —Minho contestó secamente tomando otra cucharada de su crema de espárragos.
—Yo no —Miró al hombre frente a él para notar cualquier tipo de reacción ante sus palabras pero tristemente no encontró ninguna—. ¿Y qué tal la escuela?
—Bien.
Changmin lo miró de frente y después de tragar hondo decidió que era momento de hablar con la verdad.
—Minho, lo que viste en el parque no fue lo que tú piensas —Vio como él tan solo rodó los ojos mientras seguía comiendo —La mujer con la que me viste es mi madre —Dejó sobre la mesa su cuchara y puso su atención en él.
—Que excusa tan ridícula, tu mamá es totalmente distinta a esa mujer, ¿crees que soy tan idiota para no reconocerla?
—Estoy hablando de mi madre biológica —El silencio de él le hizo ver que estaba dispuesto a escucharlo —vino algunos días a Seúl y quiso verme.
—¿Así tan de repente? ¿Por qué no me dijiste nada?
—Porque no es algo importante.
—¿No es algo importante o simplemente no quisiste contarme? —Le lanzó una mirada de confusión mezclada con furia.
—A veces no tengo ganas de hablar de ciertas cosas, eso es todo.
—¿Ciertas cosas? Estamos hablando de tu madre, eso no es cualquier cosa —Pasó una de las orillas de la servilleta de tela sobre sus labios—. Yo siempre te he contado todo, hasta las cosas más tontas y aburridas que me pasan, creí que no había secretos entre nosotros —Suspiró y tomó un sorbo del agua frente a él—. Supongo que tenía muchas expectativas en esta relación y que daba por hecho tantas mas —Se levantó de su asiento y acomodo su silla—. Me iré primero —Dio un par de pasos pero fue detenido por la mano de Changmin.
—Te llevo, solo déjame pagar an….
—No, quiero tomar el autobús —Suavemente, Minho retiro la mano de su brazo, desplazándose sin mirar atrás.
Changmin volvió a su asiento tomando de un solo trago toda el agua en su vaso, hizo una seña al camarero para pedir la cuenta, tal vez todo termino empeorándose pero también un peso de encima fue retirado de sus hombros.          .
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Junsu salió de la empresa acompañado de Yunho, decidiendo ir a una cafetería cercana por deseos del menor. Sentados en una de las mesas de las terrazas esperaban porque sus órdenes les fueran llevadas. Una empleada colocó dos tazas con café humeante frente a cada uno.
—El viernes fui a casa de mis padres —Junsu comenzó la plática mientras endulzaba su café—. Mi mamá me dijo que ya era hora de que llevara a alguien a casa —Sonrió tímidamente—. Alguien quien pudiera llamarlos suegros.
—Le hubieras dicho que en eso estabas —Rió y tomó de su bebida.
—Le dije que no tenía prisa, pero ella solo contestó que necesitaba darme una oportunidad para amar y ser amado —Movió la cuchara en círculos dentro de la taza perdiendo su vista en ella—. Por un momento sentí que lo que en realidad quería decirme es olvídate de Yoochun y búscate a alguien que si te corresponda.
—¿Ella sabe lo que sientes por él?
—No lo sé, tal vez, a estas alturas francamente no lo sé —Bebió un poco y después la puso de nuevo en la mesa sin apartar las manos de la porcelana—. Últimamente me irrito con facilidad cuando estoy cerca de él, incluso llego a sentirme incomodo a su lado —Colocó ambos codos sobre el mantel para recargar su mandíbula sobre sus dedos entrelazados—. Estoy siendo injusto con él, pero es que solo no puedo evitarlo, luego hace cosas… que me confunden y me dan esperanzas, pero yo no puedo seguir viviendo solo con ilusiones que terminaran siendo solo eso.
—Si te sientes así, entonces es mejor que tomes una decisión antes de que tu amistad con él acabe por perderse.
—Lo he pensado, y tal vez lo mejor sea renunciar a esto… y yo… por eso… por eso quería preguntarte si quisieras intentar conmigo el tener una relación de verdad.
—Junsu… yo estaría encantado de salir contigo... solo si lo de dejar atrás a Yoochun fuera en serio, pero aun no estás listo para renunciar a él y yo no estoy dispuesto a enamorarme de una persona que ya lo está de alguien más.
—Yo...
—Solo intenta darte un poco de tiempo para pensar con la cabeza fría, las mejores decisiones se toman cuando analizas todas las posibilidades que tienes y las consecuencias de cada una, no centres toda tu energía en esto y la respuesta vendrá a ti en cualquier momento.
—¿Tú crees?
—Absolutamente.
—Ok, confiare en ti.
—Haces bien, mis consejos siempre funcionan en las vidas de otras personas aunque sinceramente preferiría que lo mismo pasara en la mía.
—Oh, ¿entonces debería yo aconsejarte? —Soltó una pequeña risa.
—Tal vez.
La risa fue contagiada y ahora ambos reían sin saber porqué, relajados empezaron a hablar de películas, libros e incluso dibujos animados, perdiendo la noción del tiempo.
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Jaejoong entró en su casa tarareando una canción, lo cual alerto de su llegada a su madre y al prometido de esta.
—¡Jae, estamos en el comedor!
—Oh, buenas noches —Se inclinó ante Jongil quien también correspondió el gesto.
—¿Nos acompañas a cenar?
—No, solo tomare algo de fruta y me iré a terminar un par de diseños —Caminó dentro de la cocina.
—¡No te desveles trabajando! —Alzó su voz para ser escuchada.
—No, es solo ajustar pequeños detalles —Salió sonriendo llevando en sus manos un par de manzanas—. Hasta mañana —Volvió a inclinarse ante el hombre y después se marcho rumbo a su habitación.
—¿Jongil, notaste que no dejo de sonreír? —Observó que su prometido asintió—. Hace mucho que no llegaba a casa sonriendo ¿será que conoció a alguien? —Sus ojos lucieron con un brillo especial—. Te imaginas Jongil, tal vez terminemos teniendo una boda doble —Ambas manos fueron a parar en su barbilla mientras imaginaba ese día especial.
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Yunho había regresado al departamento casi a las diez treinta pm y Changmin simulo dormir, porque no tenía ánimos para siquiera decir buenas noches, se sentía mal, sentimientos de culpa y temor lo atormentaban, desde siempre considero sus pensamientos como un tesoro que celosamente conservaba solo para él, solamente él decidía a quien y que contar. A lo mejor era egoísta o tan solo reservado, pero simplemente prefería quedarse guardadas cosas que creía solo muy de él. No le gustaba hondar en los temas por eso evitaba aquellos que le hacían sentir incomodo, mas le molestaba contar historias una y otra vez, por eso solo compartía sus anécdotas con los que de alguna forma fueron parte de ellas.
En su relación con Minho jamás considero que existieran grandes secretos, al menos no de los que la afectarían. Pero la reacción que este mostró en la tarde le había dicho todo lo contrario. Una expresión de decepción le hizo sentir un piquete en el pecho, y ahora sabia que hizo mal al ocultarle lo de sus encuentros con su madre, tres desde que lo conoció, los cuales solo tomaba como ver a un lejano pariente, de esos que rara vez se acuerdan de ti o que repentinamente sienten curiosidad por aparecer y saber que es de tu vida.
Changmin no sentía un gran amor por su madre, tal vez si algún tipo de cariño especial, pero quien podía culparlo, prácticamente creció lejos de ella. Él fue el producto de un embarazo no deseado que termino en un matrimonio apresurado. Su madre siempre fue una mujer independiente a la que le gustaba tener libertad y el ser un ama de casa no iba de acuerdo a sus planes, era casi una esclavitud para ella representar el papel de la esposa y madre abnegada, los recuerdos de Changmin estaban llenos de nanas y niñeras que se encargaban de él, y después un divorcio que en realidad fue formalizar algo que desde hacía mucho tiempo era. Su padre se quedo con su custodia, no tuvo siquiera que pelear por él, no hubo resistencia por parte de su madre ni por lo menos una disputa por los días a los que tendría derecho de pasar con él.
Cuando su papá volvió a casarse, él obtuvo una mamá, un hermano mayor y un abuelo, y solo le bastaron dos meses para saber lo que una familia completa significaba, pero aun así no podía conformarse pensando en que gracias a que ella había cedido sus derechos como madre es que pudo crecer en ese ambiente y ahora ser quien era así como tener lo que tenia, porque ¿quien le podía asegurar que si hubiera permanecido con ella no podría tener ahora una vida mejor? ¿o incluso si su custodia hubiera sido compartida su mundo de igual manera fuera bueno?, nadie podía hacerle ver las posibilidades de si tan solo en ese entonces Jisun se hubiera aferrado a él.
Siempre era lo mismo con ella, cuando regresaba de algunas vacaciones era entonces que acudía a él, mostrando afectos de madre que no le quedaban, ofreciendo apoyo para cosas en las que no estuvo presente o felicitaciones atrasadas que ahora solo sobraban.
Pero él había sido educado de cierta forma y como tal no podía mostrarse grosero con su madre, porque desde siempre su papá le dijo que estaba profundamente agradecido con ella por no apartarlo de su lado y porque su mamá le pidió que siempre estuviera agradecido con las personas que aunque sea por un solo segundo le brindaron algo y Jisun le había otorgado la vida, eso era indiscutible.
Entonces al menos por el tiempo que a ella le durara su anhelado papel de madre, él desempeñaba el papel del hijo, pero no más que eso, porque se negaba a compartir sus momentos sobresalientes con alguien que se acordaba de él solo un mes al año, cuál era el caso de abrir su alma con alguien a quien no vería ni mantendría contacto en varios meses, era más fácil solo dar respuestas cortas sin profundizar en el tema.
Hubo una vez que pensó en compartir esto con Minho quien prácticamente conocía toda su historia, pero sabiendo cómo es, imagino que él querría conocerla o acompañarlo a una de esas reuniones y hacerlo acarrearía el tener que abrir puertas de su vida con ella, algo que no estaba dispuesto a hacer, porque sencillamente estas escondían momentos que ella misma decidió perderse, y Changmin desde hace mucho tiempo aprendió que su círculo de personas cercanas era reducido y muy difícil de acceder.
Aprovechando que Yunho aun estaba en la sala, agarro su celular y escribió un mensaje de texto para Minho presionando casi de inmediato la tecla para enviarlo.
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“Me estoy quedando en el depto. de hyung, cuando estés listo para hablar aquí estaré”.
Minho releyó por quinta vez el mensaje de Changmin, estrujó la almohada entre sus brazos pensando en si estaba dispuesto a escucharlo, al menos no había sido infidelidad, un punto a su favor, pero aun quedaban muchos tantos que debía obtener para pensar siquiera en ser perdonado, poco a poco fue abandonando sus ideas hasta quedarse dormido.

1 comentario:

  1. Yoochun te estas negando al amor, espero no sea demaciado tarde cuando te des cuenta de ello.

    Jae se está enamorando de Yunho, el problema es que parece que Junsu también.

    Minho deberías darle a Min de explicar el porque de lo que hizo y tú dar tus expectativas de ser una pareja, que es confianza y comunicación.

    Gracias!!!

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