Diferentes reacciones al amor
La semana había pasado rápido y ya era viernes, esa tarde la
gerencia de A&D Kim estaba vuelta loca porque en veinte minutos tenían una
junta sorpresa organizada por Kim Yoonhak, el presidente y padre de Junsu. Esta
era una de sus tan acostumbradas revisiones sorpresas, un habito que aprendió
de su padre y que seguramente se lo heredaría a su propio hijo. Según él, el
factor sorpresa mostraba la verdadera cara de sus empleados, y el tomarlos
desprevenidos hacia ver con claridad sus virtudes o carencias profesionales. Estas
juntas habían sido las culpables de varios reacomodos en el organigrama de la
empresa, casi nunca terminaban con un despido a menos que se descubrieran
movimientos truculentos por parte de alguien, por lo regular lo peor que pasaba
era una llamada de atención, que si bien no era ruda aun así a nadie le
agradaba que su trabajo fuera cuestionado y puesto en evidencia delante de
todos, pero también había cosas buenas, como los ascensos o aumentos de sueldo,
porque al señor Kim le gustaba incentivar a sus empleados y reconocer su buen
desempeño laboral.
Junsu había sido agarrado con la guardia baja, tenía planes
para ese día pero nadie más que él y Yunho lo sabían, en su familia se le había
inculcado que las responsabilidades estaban antes que la diversión, y más si
estas eran en un día laboral, y si, efectivamente este era uno de ellos, por
eso prefirió no decirle nada a su padre y sentarse dentro de su oficina
haciendo puchero mientras esperaba que la junta comenzara, tal vez con buena
suerte esta vez no se prolongaría mas allá de las siete y entonces alcanzaría a
ir al cine, porque en realidad tenía muchas ganas de ir.
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Yunho tenía una hora de que había terminado los informes
sobre la construcción que junto a otro arquitecto visito esa tarde. Había
regresado a su departamento a darse un baño rápido y prepararse para su cita
con Junsu. Al principio pensó en invitarlo a cenar pero su escaso presupuesto
no se lo permitió por lo que tuvo que conformarse con llevarlo al cine, de
alguna manera quería retribuir a todas esas comidas que el otro pago por él, y tal
vez esto no sería mucho pero fue lo único que por el momento podía ofrecerle.
Para vestirse escogió un pantalón de mezclilla y una camisa
que le dio un toque casual, después de checar por última vez su aspecto frente
al espejo, salió del departamento dirigiéndose al cine.
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La junta se encontraba en un receso, llevaban casi tres
horas ya en ella y es que al presidente Kim le encantaba antes que nada indagar
en la vida de sus empleados en vez de ir al meollo del asunto, entonces cuando
Junsu escucho que su padre le preguntó a uno de los empleados sobre su hijo y
este le comento que estaba a punto de entrar al preescolar, supo que la cosa no
pararía hasta obtener todo acerca de ello, así fue como todo el mundo se entero
de que la primera palabra de Sungmo, el niño en cuestión, fue ‘agua’. Por
desgracia esa era la misma palabra que Junsu pronuncio, y después vinieron unas
cuantas anécdotas de su infancia, porque si de algo estaba orgulloso el señor
Kim, era de su único retoño alias Junsu.
Todos los empleados estaban más que acostumbrados a
reuniones como esta, de hecho muchos de ellos se preparaban mentalmente para
dar por perdido el resto del día una vez que entraran a la sala de juntas. El
único consuelo es que este tipo de asambleas no eran frecuentes.
Junsu observo su reloj, el minutero apunto el número nueve,
dándose cuenta que faltaban 15 minutos para las siete, suspiro con frustración
porque supo que no llegaría a su cita con Yunho, saco su celular del bolsillo
de su pantalón y le marco. Tres repiques y él seguía sin contestar, no tenía
mucho tiempo para que la junta volviera a retomarse, salió de su oficina casi
corriendo y fue hasta el área de trabajo de él. Volteo a todos lados pero no
hubo ninguna señal del hombre.
—Disculpa, busco a Yunho —Le dijo a una de las secretarias.
—Oh… salió acompañando a uno de los arquitectos.
—¿Y volverá?
—No lo creo, fueron a supervisar una obra y generalmente
después de eso ya no vuelven.
—Gracias —Ambos se inclinaron y Junsu camino fuera tomando
de nuevo a su celular, marco y espero a que contestaran—. Jae, necesito un
favor.
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Jaejoong entró lentamente al estacionamiento subterráneo de
una plaza comercial, maldiciendo su debilidad, porque muy pocas veces podía
decirle no a alguien de su familia y lamentablemente esta no fue una de ellas.
Incluso le había dicho a su primo que el dejar al hombre
plantado tampoco significaría el fin del mundo, pero Junsu insistió en que si
tenía la más mínima posibilidad de evitar esto, la tomaría, porque según él «Yunho
no merece un trato así» fueron las palabras textuales que utilizo.
Cuando llego al final de la gran escalera eléctrica
fácilmente dio con Yunho, y es que no muy comúnmente ves a un chico sentado en
medio de una banca con su pierna cruzada en algún tipo de pose de modelo y
siendo observado por muchas chicas cuchicheando entre sí, si no lo conociera
tal vez, solo tal vez, pensaría que se trataba de un famoso, pero como no era
el caso, su intento de apariencia cool, con él no resultaba.
—Junsu dijo que lo siente pero esta atorado en una junta —Jaejoong
habló rápidamente.
—Hola a ti también —Sonrió mientras miraba hacia arriba en
la cara de él.
—Deberías contestar tu teléfono, así la gente no se
molestaría en venir a avisarte —Ignoró las palabras del otro.
—La batería se agoto y no tengo el
cargador a la mano .
—Bueno ya cumplí, nos vemos —Jaejoong dio media vuelta
tratando de alejarse pero le fue impedido por el repentino agarre en su muñeca
derecha.
—Ya compre los boletos y dado que ya estás aquí, veámosla
juntos —Soltó el brazo del otro cuando este volteó.
—No, si es por el dinero dime cuanto es y yo pago —Metió la
mano en su bolsillo en busca de su cartera pero de nuevo fue detenido por Yunho.
—Para que desperdiciarlas, simplemente entremos —Se levantó
de su lugar y sin esperar respuesta tomó la mano de Jaejoong.
—¡Yah! ¡Suéltame! —Forcejeó tratando de zafarse.
—Ssh… la gente esta viéndonos.
—¡Y que me importa, suéltame!
—Pensaran que tenemos una pelea de novios, ¿eso no te
importa?
Jaejoong solo miró a su alrededor donde varias chicas
murmuraban y podía jurar que incluso escucho sonidos de ‘aw’ por parte de
algunas. En ese momento decidió rendirse, estaba haciendo un escándalo y al
final de todos modos terminaría viendo la película ya que Yunho parecía ser más
fuerte que él.
Entraron en la sala del cine y fueron a sentarse en una de
las filas de la mitad dado que estaba casi por completo llena y pocos eran los
asientos libres.
—¿No vamos a comprar nada para comer o beber?
—A la salida te compro una nieve —Yunho mencionó mientras
acomodaba el apoyabrazos de su asiento.
—¡Yah! ¿Acaso soy un niño? —Jaejoong intento levantarse para
solo ser regresado de inmediato a su asiento.
—Está por comenzar, no pienso perderme el inicio de la
película.
—¿Te dije que fueras a comprar tú? ¿No verdad? Dime qué
quieres y yo iré.
—¿Y si no regresas? Tal vez eso solo es un pretexto para
marcharte, es un poco patético ir al cine solo, no quiero eso para mí —Señaló a
unas tres filas delante de ellos donde una mujer llegaba sola a sentarse en uno
de los lugares desocupados.
—No pensaba escapar —Jaejoong rodó los ojos.
—Aun así, para cuando regreses ya estará oscuro y
difícilmente me encontraras, entonces tendré que levantarme e ir por ti y con
tus habilidades tal vez hasta termines derramando algo sobre la demás gente.
Esta vez Jaejoong se quedo sin argumentos porque en el fondo
supo que eso realmente podía suceder, y de solo pensarlo, las ganas de comer
palomitas de maíz se le quitaron. Un minuto después las luces del lado izquierdo
se apagaron y en treinta segundos más, también las del derecho. La película
empezó a proyectarse en la pantalla y ambos hombres fijaron su vista en ella.
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La junta termino y todos después de dar una inclinación ante
el señor Kim, salieron despavoridos, sabían que si a él se le ocurría preguntar
sobre cualquier cosa, terminarían por abandonar el lugar hasta medianoche.
Junsu sonrió ante la imagen de los empleados huyendo mientras arreglaba las
carpetas en su lugar.
—Junsu ¿por qué no vienes a cenar a casa con tu madre y
conmigo?
—Uhm… está bien, de hecho igual y me quedo a dormir.
—Oh eso alegrara mucho a tu mamá.
Ambos se sonrieron y partieron para su casa.
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La película estaba a punto de terminar y Jaejoong no tenía
ninguna duda de que esta era una de las mejores que había visto en su vida. No
sabía si fue la trama, los actores o todo en conjunto, pero realmente le había
transmitido el sentimiento a su corazón.
La historia fue triste, aunque muy hermosa, él no pudo
evitar que el agua se acumulara en sus ojos y menos que esta descendiera por su
rostro, discretamente pasó su mano izquierda retirando las lágrimas, cuando las
luces volvieron a encenderse y las letras con el reparto aparecieron, volteó su
rostro hacia el lado derecho donde Yunho se encontraba sentado, fue rápido pero
alcanzo a notar que el hombre también limpio su rostro, ambos se levantaron y
comenzaron a caminar hacia la salida de emergencia.
—No imagine que llorabas por las películas —Jaejoong mencionó
mientras una pequeña sonrisa burlona se formo en sus labios.
—Bueno lo hice, aunque no tanto como tú que hasta se te puso
la nariz roja.
Instintivamente Jaejoong llevo ambas manos hasta cubrirla y
Yunho rió con alegría, entonces Kim no supo cómo o por qué en su interior
sintió felicidad, se supone que el hombre estaba burlándose de él pero esa risa
sonaba tan cálida para sus oídos que deseo grabarla en su memoria.
—¿Vamos por el helado? —Yunho dejo de reír y le preguntó
todavía con una pequeña señal de esta en su boca.
—De verdad que eres aburrido, pareces un adolescente con esa
clase de invitaciones.
—¿Qué sugieres entonces?
—No lo sé, ir a beber algo y con algo me refiero a alcohol —Jaejoong
aclaro por si acaso a Yunho se le ocurría decir un café o un refresco.
—No tomó licor.
—Mmm, creí que hablaba con un adulto.
—Mi tolerancia con el alcohol es baja, suelo perder el
sentido incluso con un solo trago —Volteó su mirada sintiéndose un poco apenado—,
no puedo arriesgarme a terminar inconsciente en quien sabe qué lugar.
—¡Yah! ¿Estás insinuando que me aprovechare de ti? —Jaejoong
observo que el otro solo movió sus hombros en señal de no estar seguro—. ¡No
soy ningún pervertido! —Bufó antes de empezar a caminar más rápido, signo de
que comenzaba a enfadarse—. Siempre pensé que el que debería preocuparse por
algo así, sería yo —murmuró suavemente, tanto que no fue audible para nadie.
—Te propongo algo, vayamos a comprar un helado para mí y tú
escoges lo que quieras para ti.
Yunho se apresuro poniéndose enfrente del otro, Jaejoong
solo desvió su rostro a un lado y asintió con su cabeza, no pudo ver que el
otro hombre mostró una brillante sonrisa al ver tal gesto.
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Por primera vez en mucho tiempo Yoochun rechazo una
invitación de sus amigos para ir a tomar algo, últimamente sus ánimos no le
daban ganas de salir a divertirse, cuando no veía a Junsu empezaba a sospechar
que este se encontraba con Yunho, y si estaba con él ¿qué estarían haciendo?
esas constantes preocupaciones no lo dejaban concentrarse en otras cosas, por
eso esa noche regreso temprano a su departamento, algo que extrañamente se
estaba convirtiendo en su rutina semanal.
Fue a sentarse en el cómodo sillón reclinable de su pequeña
biblioteca comenzando a hojear aquel libro de geología del que ya llevaba más
de la mitad de sus cuatrocientas veinticinco páginas. Al menos utilizaría su
situación actual para volverse un experto en esa materia.
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Jaejoong eligió un jugo de mango para él y un cono de
vainilla con chocolate para Yunho, pago en la caja y salió del minisúper.
—Ten.
—Gracias —Yunho sujetó el helado comenzando a desprender el
papel de este.
—Hiciste que se me quitaran las ganas de comprar algo más
fuerte, como podría cuando lo bebería delante de un hombre que come un
barquillo.
—Yo no te juzgaría si lo hicieras —Sonrió y luego le dio una
pequeña mordida a la punta de su helado, ambos caminaron hasta sentarse en una
de las bancas cercanas frente a un pequeño parque—. ¿Le diste a tu mamá las
gracias de mi parte por la comida?
—Sí, ¿te la comiste toda tú solo?
—Tenía mucha hambre —Notó que Jaejoong amplió sus ojos y se
apresuro a decir la verdad —La compartí con Junsu.
—Oh —Tomó un trago de su jugo volteando hacia uno de los
edificios que se veían a la distancia—. Escogiste una buena película.
—¿A pesar de que te hizo llorar?
—A pesar de que NOS HIZO llorar, me gusto.
—Es una lástima que Junsu no pudiera verla.
—Ya es tarde, será mejor que nos vayamos —Repentinamente el
escuchar el nombre de su primo lo hizo sentir fuera de lugar—. ¿Te vas solo o
te llevo?
—Llévame —Se levantó casi como resorte comiendo la ultima
parte del cono en su mano—, hoy camine mucho y me siento cansado.
—Bien.
Regresaron calmadamente a la plaza comercial para recoger el
auto de Jaejoong que se encontraba aun en el estacionamiento de esta y en este
recorrieron el camino hacia el condominio donde vivía el más alto.
Después de que Yunho llego a su departamento fue
directamente a bañarse, sentía que el cansancio acumulado de toda la semana
estaba apenas recayendo en su cuerpo, así que en cuanto se colocó una playera
sin mangas y un pantalón holgado, se dejo caer en su cama durmiendo
inmediatamente.
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Changmin recibió ese sábado por la mañana una llamada en su
celular, pero había dejado olvidado su teléfono en el buro junto a su cama
cuando salió a correr. El insistente sonido termino por despertar a Minho,
quien con los ojos todavía cerrados estiró su brazo para tomar el aparato, una
vez en su mano este dejo de sonar, abrió sus ojos para mirar la pantalla,
cuatro llamadas de la misma persona, probablemente se trataba de alguien que se
equivoco porque solo aparecía el número y no estaba grabado entre sus
contactos. Regreso el celular al lugar donde antes se encontraba y en ese
momento Changmin entró en la habitación.
—Tu teléfono no dejaba de sonar —Minho habló en medio de un
bostezo.
—Al menos hizo que te despertaras, hoy tengo ganas de ir a
algún lado —Se acercó a su celular y lo recogió.
—Ok, entonces deja me alisto.
Rápidamente se levanto casi corriendo hasta el baño
llevándose entre sus pies una de las sabanas con la que casi tropieza, Changmin
rió ante eso y empezó a examinar sus llamadas perdidas. El número por demás
conocido provoco que frunciera el entrecejo, se dispuso a llamar pero la voz de
Minho lo interrumpió.
—¡¿No piensas bañarte tú también?!
—Voy —Apagó su celular arrojándolo en la cama y se apresuro
a entrar también en el baño, la llamada podía esperar por ahora.
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Junsu se levanto temprano en su antigua habitación, después
de lavarse y cambiar su ropa se acercó al tocador a un costado de su cama, la
superficie de este estaba repleta de portarretratos con fotografías de él con
sus amigos, un montón de recuerdos impresos que dejo abandonados porque le
gustaba observarlos cuando se quedaba a dormir en casa de sus padres, le dio un
último vistazo a todas y salió de su habitación para bajar hasta el comedor
donde seguramente ya estaría listo el desayuno.
—Junnie~ ya despertaste —Su madre se acercó a él pasando un
brazo sobre su espalda jalándolo hasta la mesa—. ¿Dormiste bien?
—De maravilla —Sonrió dulcemente mientras se sentaba en una
de las sillas—. ¿Y papá? —Le preguntó buscando con su mirada a su padre.
—Oh, un amigo suyo lo invito a jugar golf —Su madre mostró
una sonrisa igual a la suya—. ¿Tienes planes para hoy?
—No… los tenía ayer pero tuvieron que ser cancelados por la
junta.
—Oh eso es una lástima ¿y cuáles eran?
—Yunho me había invitado al cine.
—¿Qué? ¿Lo dejaste plantado por quedarte a una junta? —Junsu
asintió con la cabeza y su madre casi tuvo ganas de darse de topes contra la
mesa—. ¿Entonces qué esperas para llamarlo y decirle que vayan hoy?
—Pero él ya fue ayer, le había pedido a Jaejoong que fuera a
avisarle que no podía ir y él me conto que los boletos ya se habían comprado
así que entraron a ver la película.
—Junsu querido, se que Jae es de nuestra familia y lo quiero
mucho, pero no se debe tener confianza en alguien que prácticamente lleva su
traje de matrimonio a cuestas.
—Jae no está desesperado por casarse —Junsu dijo mientras
negaba con su cabeza vigorosamente.
—Pero su madre lo está porque él lo haga —El señor Kim
internamente supo que ella se encontraba en la misma situación.
—A Jae no le simpatiza Yunho.
—Oh créeme, esa podría ser tan solo una táctica.
Junsu por un momento pensó en lo que acaba de escuchar, pero
de inmediato lo descarto porque Jaejoong no era así, además ellos parecían tan
distintos que difícilmente congeniarían.
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La idea de ir a un parque de deportes extremos no era
exactamente lo que Changmin había tenido en su cabeza cuando le propuso salir a
su novio, pero Minho había obtenido un volante donde promocionaban el lugar, y
a él le encantaban los deportes, y entre más extremos fueran mucho mejor.
Lo primero a lo que se subieron fue a la tirolesa, aunque lo
de Changmin no eran precisamente las alturas el ver la cara de felicidad de
Minho fue tan gratificante que se olvido la distancia entre sus pies y el suelo.
Después vino el escalar una pared, afortunadamente las
piernas largas de ambos ayudaban bastante, pero la fuerza que requirieron en
sus brazos término por tumbarlos más de diez minutos en una colchoneta cercana.
El resto del día paso absolutamente rápido para ellos entre
el bongie, la cabalgata y los mini-karts, pero no podían irse sin jugar gotcha,
porque era algo que desde siempre les había gustado, claro que ellos solían
utilizar agua en lugar de bolas de pintura al disparar, pero finalmente el
propósito del juego era el mismo, recibir la menor cantidad de tiros de su
contrincante. Sin embargo descubrieron que los encargados del lugar habían
mentido al decir que los golpes no dolían, claro que lo hacían, dolían como el
infierno, pero ellos eran hombres y no mostrarían debilidad alguna aunque por
dentro estuvieran retorciéndose del dolor.
Changmin acechaba a Minho desde atrás de una llanta, pero no
contaba con que este lo atacaría con un movimiento sorpresa, algo que nombro
gritando “salto de puma” y entonces Shim cayó sobre su espalda y su rifle
resbalo de sus manos patinando varios metros lejos de él. Minho se sentó a
horcajadas encima de su estomago y con su arma, apunto sobre su pecho diciendo
‘ríndete o muere’ a lo que Changmin respondió ‘jamás, prefiero morir como un
valiente que vivir como un cobarde’ inmediatamente después lo contraataco
haciéndole cosquillas en sus costillas por debajo del chaleco de seguridad y le
apretó un poco arriba de su rodilla, un lugar en el que él sabía muy bien que
Minho no resistiría y terminaría por bajarse de él.
Pero Choi no se bajo, en cambio solo perdió algo de fuerza
mientras se reía tratando de resistir solo un poco mas, Changmin se las ingenio
para darle vuelta a su cuerpo trayendo consigo al de su novio y así invertir
posiciones. Sus manos ahora fueron a parar al pasto para apoyarse en ellas
mientras con sus piernas seguía luchando por el control contra el hombre bajo
él. Minho enrosco sus piernas en su cintura tratando de volver a colocarse en
la cima pero Changmin puso todo su esfuerzo para impedirlo. Sus ojos se
encontraron y los segundos parecieron horas en ese momento. Ambos se quitaron
los cascos y solo fue cuestión de inclinarse un poco por parte de uno y agachar
la cabeza por parte del otro, para que sus labios se juntaran. El beso comenzó
inocente pero conforme el tiempo pasaba los niveles de intensidad fueron
subiendo y quien sabe hasta donde habrían llegado si no es porque en los
parlantes del lugar se escucho el aviso de que pronto cerrarían, se despegaron
y Changmin se levanto ofreciéndole una mano a Minho para que él también lo
hiciera.
Una vez de pie comenzaron a sacudir sus ropas y a recoger el
equipamiento de Changmin, su pistola y chaleco, el cual no supieron cuando y
como llego a perderlo, pero no era de extrañar porque este tipo de situaciones
solían suceder a menudo, llegaba un instante en el que la pasión los envolvía
que perdían noción de tiempo y lugar. Tomados de la mano caminaron hasta los
módulos para regresar las cosas y así poder salir del parque.
Era de noche cuando llegaron a casa, después de ordenar la
cena Changmin fue hacia su habitación para tomar su celular. En cuanto lo
encendió el icono parpadeante anunciando un correo de voz lo sorprendió,
presiono el botón para escucharlo.
“Salgo de viaje este lunes y quiero
verte antes de partir”.
Changmin únicamente colgó su teléfono y después de pensarlo
unos minutos camino hasta la ventana mientras esperaba que del otro lado de la
línea contestaran.
---
Junsu había regresado la tarde anterior a su departamento, y
esta mañana sintió la necesidad de salir de compras, en realidad no necesitaba
nada pero tenía ganas de estrenar algo, lo que fuera.
Él siempre había sido inseguro a la hora de decidir qué era
lo que le quedaba mejor o que era lo que realmente necesitaba, cuando iba solo,
por lo regular compraba cosas similares a las que ya tenía o terminaba llevando
todo al no poder escoger de entre dos, tres o hasta cuatro cosas, y no es que
su situación económica no le permitiera darse esos gustos sino que esos
artículos acababan en un rincón de su armario sin ser usados.
Por eso esta vez llevaría a Yunho con él, quien amablemente
acepto acompañarlo cuando se lo pidió y ahora se encontraban saliendo del estacionamiento
a bordo del auto de Junsu. El sonido de un claxon alerto a Kim y por el
retrovisor observo el coche de Yoochun detrás del suyo. Aparco el vehículo en
la orilla de la calle y salió de este encontrándose a su primo y amigo quienes
también emergieron del propio.
—¿A dónde vas? —Jaejoong preguntó mientras se acercaba a
Junsu.
—Vamos al centro comercial.
—¿Vamos? —Yoochun ladeo su cabeza agachándose para ver a
través del vidrio del auto al acompañante de su amigo, Yunho bajo la ventanilla
y sonrió mientras agitaba su mano en forma de saludo—. Oh.
—¿Qué van a hacer allí? —Jaejoong se cruzo de brazos
únicamente dirigiendo la mirada a su primo.
—Bobear —Junsu sonrió—. ¿Venían a verme?
—Sí, veníamos a invitarte a comer… pero viendo que ya tienes
planes….
—Nosotros también vamos con ustedes —Jaejoong interrumpió a
Yoochun.
—Ok, ¿entonces nos siguen?
—No, nos vamos en tu auto —Jaejoong no podía creer lo rápido
que estaba actuando su cerebro ese día, parecía que el interesado en separar a
ese par era él y no Yoochun.
—Oh, entonces déjale las llaves al portero, Yoochun-ah —Observo
a su amigo asentir e ir de inmediato a donde le indicó—. Jae, ¿quieres que le
diga a Yunho que se pase al asiento trasero?
—No, déjalo ahí, ¿iremos al centro cercano verdad? —Su primo
afirmo con un gesto y entonces comenzó a moverse hacia el auto—. Es poca
distancia, estaré bien.
Ambos entraron y se sentaron ajustando sus cinturones de
seguridad, Jaejoong oprimió el botón para bajar la ventanilla de la puerta y
así el aire pudiera colarse por ella, desde siempre el colocarse en los
asientos traseros provocaba que su estomago se revolviera y se sintiera
mareado, por eso procuraba sentarse adelante, pero esta vez de solo pensar en
que Yunho y Yoochun estarían juntos le daba un mal augurio, porque sabía que el
más alto constantemente soltaba palabras solo por el simple hecho de molestar,
y en el actual estado de ánimo de Park, sabía que hasta ver una mosca volando
le enfadaría.
—Listo —Yoochun llego rápidamente acomodándose junto a
Jaejoong.
—Bien, vámonos entonces —Junsu piso el acelerador y condujo
hacia el sur.
---
Changmin había salido ese domingo dando como pretexto a
Minho el que tenía que ir a su oficina para bajar unos documentos y ponerlos en
la canastilla de envíos para que así fueran tomados a primera hora el lunes,
pero Choi ese día había pensado en ir a comer con su suegros, así que decidió
alcanzar a su novio en la empresa y de ahí ir juntos a la mansión Jung.
Aunque jamás espero que unas cuantas cuadras antes de llegar
se encontraría a Changmin abrazando a una mujer, tal vez eso no era una gran
demostración afectuosa o algo comprometedor, pero dudaba completamente que ella
fuera la correspondencia aunque si fuera cierto ni siquiera quería imaginar lo
que entonces sería la canasta de envíos, un lugar de cinco letras vino a su
mente.
Permaneció ahí como si sus pies hubieran sido pegados en el
pavimento, no supo si aquel abrazo duro segundos o minutos, solo supo que su
corazón sintió una punzada que lo estaba desquebrajando. La mujer pasaba las
manos de arriba hacia abajo en la espalda de Changmin, y él contuvo sus ganas
de ir hacia ellos o gritar algo, mil veces se dijo a si mismo que eso sería ser
inmaduro, mil veces se dijo que tenía que esperar y confrontarlo cuando llegara
a casa, y mil veces se dijo que pasara lo que pasara actuaria con madurez,
porque era obvio que Changmin lo engañaba por no serlo, ella aparentaba por lo
menos llevarle 15 años y eso era mucho tiempo de ventaja en cuanto a
experiencia se trataba.
Dio vuelta por donde vino y tomó de nuevo el tren, esperando
que sus impulsos se mantuvieran bajo control para cuando estuviera frente a él.
---
Esta era la tercera tienda que recorrían y Yoochun comenzaba
a sentirse incomodo, desesperado y enfurecido pues las cosas no estaban
saliendo para nada de cómo las había planeado. Esa mañana se había presentado
desde muy temprano en casa de Jaejoong quien aún seguía dormido y tras
zangolotear su cuerpo y hacer todo el ruido posible, logro que este se
levantara refunfuñando de su cama, prácticamente lo arrastro al baño para que
el agua le quitara el sueño. Una vez que Jaejoong estuvo completamente
despierto aunque con una cara larga, le pidió ayuda porque su relación con
Junsu estaba al borde de un acantilado y sentía que un ligero empujón haría que
dejaran de ser amigos, tenía muchas ideas en su cabeza y todas ellas trágicas.
Primero venia un noviazgo, después un compromiso, luego un matrimonio para
finalmente él convertirse en el padrino de alguno de los hijos de Junsu y Yunho,
imágenes poco alentadoras circulaban por su cabeza.
Y no es que tampoco quisiera que Junsu nunca formara una
familia pero, ¿tenía que ser precisamente con ese sujeto? Yoochun sabía que
Yunho y él no se llevaban bien, un aura negra servía de barrera para ambos,
entonces lo más seguro es que poco a poco se pondría distancia entre la amistad
que tenia con Junsu, pero aquí el problema era ¿cómo haría para separar a ese
par? y más cuando Junsu reflejaba un enojo total cuando él nombraba algún
aspecto negativo de Yunho, pensó en tal vez presentarle a uno de sus amigos,
pero luego llego a la conclusión de que ninguno de sus amigos estaba a la
altura de Junsu porque eran parranderos y unos cuzcos a más no poder, la única
solución era Jaejoong puesto que él influía en las decisiones de Junsu, así que
ese domingo unirían fuerzas y tratarían por todos los medios de hacerle ver que
ese hombre no le convenía. Ya más tarde Jaejoong inventaría cualquier excusa
tonta y se borraría del mapa dejando a Yoochun y su primo solos, entonces Park
le mostraría que no necesita a un novio para divertirse porque él podría ser el
reemplazo perfecto hasta que encontrara a alguien correcto, al indicado.
Pero una vez más sus planes se fueron por el desagüe y la
vida se mofaba de él en su cara, porque desde que venían en el auto, Yunho y
Junsu mostraron tanta química ante sus ojos que sintió ganas de sentarse en
medio de los dos o de abrir la puerta y darle una patada a Yunho para que
rodara fuera del vehículo, y eso ya era mucho en él porque nunca había tenido
pensamientos criminales y jamás había deseado la desaparición de alguien con
tanto anhelo, pero es que cuando Junsu intento cambiar la estación de la radio
y tuvo contacto con la mano de Yunho quien se proponía a hacer lo mismo, para
él tan solo fue imposible despegar su vista de la sonrisa que ambos
compartieron o cuando Yunho dijo ‘amo esta canción’ y Junsu contestó ‘yo igual’
y entonces vio complicidad entre ellos, y cuando llegaron a la plaza comercial
Junsu no paro de decir ‘¿Yunho crees que este color me hace ver pálido?’
‘¿Yunho crees que esta camisa es muy formal?’ ‘¿Yunho crees que debería teñirme
el cabello más claro?’ y un sin fin de Yunho’s mas. Su mal humor iba
ascendiendo lentamente y se aproximaba a la cima de la neurosis.
Junsu se estaba probando unos lentes para el sol pero no
podía escoger de entre todos los modelos frente a él, uno tras otro fue
colocándoselos y después de verse en el espejo volteaba hacia sus acompañantes
aunque solo parecía prestarle atención a lo que Yunho dijera. Jaejoong por su
parte también aprovecho para medirse uno que otro par.
—Esos se te ven geniales Junsu —Yunho levanto ambos pulgares
de sus manos.
—¿Debería comprar estos entonces? Uhm… pero también me
gustan estos —Señaló unos de color café oscuro.
—Ambos lucen bien en ti —Se sonrieron mutuamente.
—¿Cómo se ven estos? —Jaejoong preguntó a los demás.
—Si tu propósito es lucir como un nerd, son perfectos —Yunho
contestó inmediatamente.
Jaejoong se los quito de mala gana para después caminar a la
zona de los sombreros tomando uno de estos al azar para obsérvalo con
detenimiento.
—Yun lo hiciste enojar —Junsu le dijo seriamente.
—Era una broma, siempre toma las cosas con tanta seriedad —Sonrió
volteando a ver a Jaejoong y tomó la mano de Junsu para darle un apretón—. En
compensación le ayudare a elegir un sombrero porque el que trae seguro
lastimara los ojos de las demás personas.
Junsu correspondió su apretón sonriendo y asintió con la
cabeza mientras acomodaba los lentes que Jaejoong dejo botados. Yoochun quien
hasta ese entonces solo se dedico a ser testigo de la escena, sintió
repentinamente un impulso y sin darse cuenta ya se encontraba arrastrando a
Junsu fuera de la tienda, siguiendo por un pequeño pasillo hasta doblar en una
esquina donde los locales permanecían cerrados.
—Yoo...Yoochun... ¿qué diablos?... Suéltame.
Aunque lo soltó, Yoochun parecía no hacerle caso mientras se
fue acercando hasta arrinconarlo en la pared, apoyando en ella sus brazos
extendidos a cada lado de su cabeza y fijando su mirada en él.
—Qué estas….
—¡No quiero verte con él!
—¿Qué?
—¡No quiero que sonrías por sus bromas¡ ¡No quiero que le
tomes la mano! ¡No quiero que vayas a comer con él! ¡No quiero siquiera que le
hables!
—Tú... qué derecho tienes para dec...
—¡Odio que estés con él!
—¡Estás loco!
Junsu se agacho pasando por debajo de los brazos pero antes
de que se alejara, Yoochun lo tomó por la muñeca y cuando giro para verlo este
aprovecho para besarlo tomando con ambas manos su rostro. Yoochun por instinto
cerró los ojos pero Junsu en cambio los amplio tanto que sintió que casi se
salían de sus cavidades oculares. Park lo afianzo de la cintura con una mano
mientras que movió la otra hasta su cuello. Junsu de pronto se sintió relajarse
y lentamente cerró sus ojos comenzando a corresponder los suaves roces de sus
labios. De pronto la cordura volvió a Yoochun y paulatinamente se fue separando
del otro mirándose mutuamente.
—¿Por...Por qué me besaste?
—No lo sé.
—¡Debes saberlo, siempre hay una razón para todo!
—Pues no la sé, ahora mismo no sé ni lo que quiero —Yoochun
aparto su vista y Junsu sintió la rabia crecer dentro de él.
—¡Entonces no hagas una cosa así a menos que lo sepas!
Junsu camino pisoteando de regreso al lugar de donde había
sido sacado por la fuerza, con su cabeza llena de maldiciones para el hombre
que aun permanecía de pie a unos pocos metros observándolo alejarse de él.
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Minho llevaba una hora y cuarto esperando que Changmin
regresara y cada minuto que transcurría su frustración crecía más. En un
arranque de ansiedad, abrió las puertas del amplio armario en su habitación y
bajo de los estantes superiores un par de maletas, las colocó encima de su cama
abriéndolas rápidamente, camino de regreso al guardarropa sacando un bonche de
ropa, las doblo sin delicadeza alguna para meterlas en las valijas, después fue
a la cómoda de una de las esquinas y tomó algunos artículos de ahí para también
arrojarlos en el equipaje. Con ambas maletas listas, salió de su dormitorio y
comenzó a bajar las escaleras.
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—Creo que este te quedara bien.
Yunho colocó sobre la cabeza de Jaejoong un pequeño sombrero
gris con una franja negra, Jaejoong observo su reflejo en uno de los espejos
redondos pegado en uno de los pilares.
—O esta —Le acercó una boina negra.
Y Jaejoong retiro el sombrero para colocársela volviendo a
mirar su imagen, ni siquiera se daba cuenta de que estaba haciendo caso de lo
que Yunho le decía, tal vez porque cuando este se acercó a decirle que su
anterior comentario no había sido en serio, vio en sus ojos franqueza, o quizá
porque cuando se ofreció a buscarle uno que resaltara su rostro se sintió un
poco cohibido o cabía también la remota posibilidad de que ahora que otorgaba
su total atención solamente a él, un ambiente de comodidad se instalo sobre
ellos permitiéndole suavizar su actitud.
Estaban tan metidos en aquella elección que ni siquiera
notaron la ausencia de los otros dos, ni tampoco el mal genio de Junsu cuando entró
y tomó el par de lentes que Yunho le ayudo a escoger, ni mucho menos el apuro
de Yoochun por alcanzarlo temiendo que lo dejaran botado en la plaza.
—¿Ya terminaron de escoger? —Junsu les preguntó con una
apariencia seria.
—Si… llevare esta —Jaejoong señaló la boina en su cabeza.
Junsu solo dio media vuelta caminando hacia la caja para
pagar, Jaejoong se dio cuenta de su hostilidad y rápidamente se acercó a
Yoochun preguntándole si ocurrió algo pero este solo volteó hacia un lado
negando ligeramente con su cabeza, después también camino pero él se dirigió
hacia la puerta decidiendo esperarlos afuera.
Jaejoong y Yunho se miraron con la incertidumbre en sus
ojos, ambos levantaron sus hombros indicando que no tenían ni idea de lo que
pasaba, y después siguieron el camino de Junsu.
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Changmin llego a su casa y lo primero que se encontró al
abrir la puerta fue un par de maletas con las que casi se tropieza al tratar de
entrar.
—Qué demo….
—Son tus cosas, no son todas, solo un par de cambios y tu
perfume, desodorante y eso tipo de objetos —Minho habló desde uno de los
sillones.
—¿Y por que los tienes aquí? —Alzó una de sus piernas
brincando la maleta frente a él.
—Obviamente para que te vayas.
—¿Para qué me vaya? ¿A dónde? ¿Por qué? —Changmin detuvo sus
pasos mirándolo seriamente.
—¿A dónde? Eso tú sabrás, puedes irte con ella o con la que
se te venga en gana y ¿por qué? porque no puedo vivir con alguien que no está
comprometido al cien por ciento con esta relación.
—¿De qué diablos estás hablando? ¿Cuál ella?
—La mujer con la que estabas en el parque, ¿o es que sales
con tantas que ya ni siquiera sabes a quien me refiero? ¿quieres que describa
la ropa que llevaba puesta?
—Cómo….
—¿Cómo supe? Por casualidad, iba a tu oficina cuando de
pronto bum, ahí estabas completamente pegado a esa mujer —Se levantó y camino
hasta el minibar, después de sacar una botella con agua la destapo tomando un
poco de ella—. Realmente debí ser muy tedioso para que te buscaras a alguien
que te llevara tantos años de diferencia, aunque admito que parece ser alguien
elegante —Dio una pequeña sonrisa bañada en sarcasmo antes de continuar —mas no
puedo decir que es alguien refinada porque….
—No hables de más Minho —Changmin mostró una mirada retadora
hacia él.
—Tan solo iba a decir que el lugar que escogió para tu
encuentro no es muy fino que digamos, en Seúl hay algunos otros parques mas
arreglados que estoy seguro encajarían mejor con su apariencia, pero supongo
que con tu agenda apretada eso fue lo mejor que pudiste ofrecerle —Volvió a
beber agua y cerro la botella dejándola sobre la barra junto al minibar.
—No sabes lo que dices —Comenzó a acercarse pero Minho estiró
ambos brazos para indicarle que se detuviera.
—Tienes razón, en este momento no tengo mis ideas muy claras
y es por eso que quiero que te vayas a otro lugar, porque él solo verte hace
que mi yo interno quiera dejar todo y largarme a un lugar donde nunca vuelva a
saber de ti —La tranquilidad de su voz mando un escalofrió al cuerpo de
Changmin, esa serenidad no era propia de él.
—Yo….
—Vete, si necesitas algo que no haya puesto en tu equipaje
procura venir cuando yo no este, conoces mi horario.
Giro sobre sus talones alejándose de ahí sin voltear a
verlo, cuando llego a su habitación cerró la puerta recargándose en ella y un
minuto después alcanzo a escuchar el click de la puerta principal, avisándole
que Changmin había salido, el sonido de la cajuela siendo cerrada y el motor
encendido, le dieron la certeza de que él le daría el tiempo necesario para
pensar, aunque en su interior sentía que no había necesidad de ello, ¿que mas
precisaba para darse cuenta de que su novio tenia a alguien más?, ni siquiera
hizo el intento de negarlo, incluso trato de evitar que ella fuera insultada.
Poco a poco su piernas comenzaron a flaquear y se fue
deslizando sobre la puerta hasta quedar en cuclillas, apoyo ambos brazos sobre
sus rodillas entrelazando sus manos. Afortunadamente se encontraba solo,
evitando su propia humillación de ser visto en aquella posición mientras una
lagrima corría por su mejilla. Hundió su cabeza entre sus brazos y permitió que
mas lagrimas mojaran su rostro.
para mí que esa mujer es la mamá de changmin.
ResponderBorrarkyaaaaa Yoochuniie besó al delfín...aaaaaaa así serian sus celos, aunque me da rabia que el frentón no sé de cuenta de que ama a Susu
Yoochun es un tonto, besa y luego decepciona a Su al decir que no sabe porqué. El YunJae ahora parece dejando a un lado cuando se molestan, congeniar en muchas cosas.
ResponderBorrarMin deberías decir a Minho quién es esa mujer.
Gracias!!!