Enredos de amor: Capítulo 20

Aclarando sentimientos

Llevaba un poco más de quince minutos esperando en la oficina de Junsu, a pesar de no tener mucho tiempo ahí, la impaciencia le hacía pensar en distintas teorías y deseaba que el retraso de su primo fuera por una buena.
La voz de Junsu lo saco de sus pensamientos atrayendo su atención hacia la puerta, una sonrisa tímida se dibujo en el rostro de Jaejoong al verlo entrar.

—No sabía que estabas aquí.
—Entre sin que tu secretaria me viera, tal vez deberías reprenderla por dejar colar a las personas en tu oficina.
—¿Pretendes que la regañe por tus propias intrusiones? —Libero sus brazos del saco colocándolo después en el perchero.
—Bueno pero estas veces he sido yo, ¿qué tal si la próxima es otra persona?
—Bien bien, hablare con ella —Junsu recorrió su silla para luego sentarse en esta.
—¿Cómo te fue con Yoochun? —Soltó su pregunta no pudiendo soportar su curiosidad.
—¿Cómo crees? Como tenía que ser, mal.
—¿Pero te dejo que le explicaras?
—Si decirle mi intención y contarle superficialmente es explicar, supongo que sí —Abrió una de las tantas cartas sobre su escritorio.
—¿Estas…?
—Cansado, dormí solo dos horas y acabo de regresar de una reunión —habló sin voltear a verlo comenzando a leer la hoja en sus manos.
—¿Por qué no te quedaste un rato mas en casa? Podías venir en la tarde.
—Tengo mucho trabajo, además hoy es el anuncio de la propuesta ganadora.
—Oh es verdad, debes estar nervioso.
—Ya no, lo estuve pero ahora solo quiero que termine el día para poder dormir —Dejó la carta a un lado para tomar otro sobre.
—Las cosas entre ustedes….
—No sé cómo quedaron, pero supongo que es cuestión de días para saberlo.
—Bueno conociéndolo le tomara un par de días volver a hablarnos —Hizo un intento de sonrisa—. Pero sé que lo hará.
—Y mientras eso sucede tengo que seguir con mi vida —Soltó la correspondencia sin abrir y abrió uno de los cajones de su escritorio sacando una libreta—. Ah ¿puedes entregarle esto a Yunho? —Sacó del bolsillo de su pantalón un celular—. Lo olvido en mi auto.
—¿En tu auto? —Jaejoong lo tomó con recelo entre sus manos.
—Esta mañana, él me acompaño a la reunión y luego lo lleve al condominio Bongchul.
—¿Él? ¿Por qué?
—Fue a mi departamento y pasó la noche ahí —Junsu jugó con sus dedos por encima de la superficie del mueble.
—¿Fue después de tu platica con Yoochun?
—Sí, estuvimos hablando por mucho tiempo.
—¿De qué?
—De nada en particular, historias de su infancia o de algo gracioso que vio en televisión, creo que hizo un gran esfuerzo por no aburrirse a mi lado —Mostró algo parecido a una sonrisa afligida.
—Me alegra saber que puedas seguir siendo su amigo —Apoyo su espalda en el respaldo de la silla volteando hacia el techo.
—Por supuesto, ¿por qué no debería de seguir siéndolo? ¿no estarás pensando en terminar lo de ustedes por lo de ayer o sí?
—Ni siquiera estoy seguro si empezó algo entre nosotros, tal vez es mejor si lo dejamos aquí.
—¿Lo dices de verdad? ¿Él piensa lo mismo?
—No he hablado con él desde ayer.
—No utilices lo mío con Yoochun como pretexto porque eso no tiene nada que ver con ustedes —Se levantó para abrir la persiana que cubría su ventana—. Ayer me di cuenta que estuve perdiendo mi tiempo, solo atrase el mismo final, de todos modos termino por enojarse conmigo —Volteó a verlo con una ligera sonrisa—. Por lo menos lo tuyo con Yunho es más solido de lo que yo he tenido con Yoochun desde que lo conozco, si decides no continuar que sea porque así lo quieres y no por pensar que de alguna manera eso mejorará las cosas entre todos.
—Yo….
—Jae, en quince minutos tengo una cita ¿podríamos seguir hablando después?
—Claro —Recorriendo la silla hacia atrás se puso de pie—. ¿Nos vemos para comer?
—Yo creo que comeré algo rápido aquí, después de la junta pienso irme a casa y necesito terminar mi trabajo antes de poder hacerlo.
—Oh, entonces te veo después —Caminó hacia la puerta tomando la manija girándola casi al instante.
—Está bien.
Una vez con Jaejoong fuera, Junsu se volvió a sentar recargándose en el respaldo, cerró sus ojos por algunos segundos antes de volver su concentración en el montón de documentos pendientes por revisar.
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—Buenas tardes —Yunho le sonrió a Sunhee antes de entrar en la oficina de Jaejoong—. Solo vine a darte esto, uno de los chicos me pidió que te lo entregara —Puso encima del escritorio un sobre amarillo.
—Gracias.
—Hasta mañana —mencionó al dar la vuelta para salir.
—Espera… tu celular, lo dejaste en el auto de Junsu —Extendió su brazo con el teléfono en la mano.
—Oh, gracias, adiós —Yunho asintió sujetándolo y después retomo su camino hacia fuera.
A través de las paredes semitransparentes, Jaejoong lo vio partir mientras su rostro se llenaba de decepción, creyó que el actuar como si nunca hubieran sido algo más que compañeros de trabajo sería fácil, pero ahora que Yunho se había comportado frio, la sensación fue tan amarga que ya no estaba del todo seguro.
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La junta para la elección de la propuesta de ampliación se había dado por terminada ya que los directivos de A&D Kim acababan de declarar unánimemente a la propuesta de Junsu como la ganadora, los cumplidos y palabras de consuelo para los dos contendientes no se hicieron esperar. Conforme los minutos pasaron los ejecutivos fueron retirándose uno por uno hasta que solo Junsu, su padre y Yoochun quedaron en la sala de juntas.
—Esto tenemos que festejarlo, le llamare a tu madre para que haga reservaciones en algún restaurante —El señor Kim busco su celular entre los bolsas de su ropa.
—No, la comida que tuvimos el sábado fue más que suficiente —Junsu habló rápidamente.
—No me parece y tu mamá opinara lo mismo —Sin hacer caso a lo que su hijo le mencionó continuo su búsqueda.
—Entonces solo dejémosla para después, hoy me siento muy cansado —Con ambas manos detuvo los brazos de su padre.
—Bien, pero mañana no podrás escaparte.
—Yo me tengo que ir —Yoochun habló—. En cuanto se estipule la fecha para la implementación de tu proyecto nos reuniremos para discutir sobre ello —Miró hacia Junsu.
—Está bien —Le contestó sencillamente.
La propuesta de Junsu involucraba en su mayor parte al departamento de Yoochun, desde que la convocatoria se dio, lo primero que vino a su mente fue que ya que la idea base seria una ampliación, por lógica esto implicaría trabajar con el área de planeación, por lo que su gran estimulo para ganar fue que si era elegido pasaría más tiempo con él. Ahora esto solo representaba una tortura para sí mismo. La relación entre ambos estaba dañada y lo más probable era que el resentimiento fuera lo único que les rodearía de hoy en adelante.
—Yo también me voy —El señor Kim dijo antes de poner su mano en el hombro de Yoochun—. ¿Cómo están tus padres?
—Muy bien.
—Dile a tu padre que un día de estos iré a Daegu para retarlo en un partido de golf.
—Oh estoy seguro que….
Junsu vio las dos espaldas desaparecer después de salir por la puerta, esta era la primera vez que veía a Yoochun en todo el día, y ni siquiera lo había mirado a los ojos, cuando se dirigió a él su vista estuvo todo el tiempo en la pared trasera, hecho que le provoco un hueco en su estomago. Lo más triste de todo es que conociendo la situación, Junsu ingenuamente espero una felicitación de su parte, lastimosamente nunca llego, cuan patético puedo ser, se dijo a sí mismo. Pero no podía evitar el estar aferrado a la esperanza, por muy corta que esta fuera.
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—Me llegaron las buenas nuevas —Yunho intercepto a Junsu abandonando su oficina.
—¿Tan rápido? —Sonrió revisando dentro que no se le olvidara nada.
—¿Ya te vas?
—Sí, pensaba irme un poco antes pero hasta ahora me desocupe.
—Yo también me voy, ¿me llevas?
—Pero….
—Por favor —Pasó su brazo derecho sobre los hombros de Junsu—. Hoy definitivamente no tengo ganas de caminar.
—Ok.
—Gracias, eres un gran amigo —Lo insto a caminar por el corredor—. Un día de estos te comprare algo.
—¿Algo? ¿Cómo qué? —Junsu se dejo conducir por Yunho mientras sonreía.
—No lo sé, ¿qué te gustaría tener? que este dentro de mi presupuesto claro está —Dentro del elevador oprimió el botón para llegar al estacionamiento—. Aun te debo muchas comidas.
—No tienes que darme nada, después de todo solo he complicado tu vida.
—Digamos que le has dado más emoción —Recargó su espalda en la pared metálica mientras observaba los números en cuenta regresiva en la pequeña pantalla arriba de las puertas—. Eso merece una recompensa.
—Bueno entonces uno de esos cafés como los que solíamos tomar cuando éramos vecinos.
—Hecho, pensaba gastar un poco más pero si eso es lo que quieres —Alzó sus hombros con despreocupación.
—Como en los viejos tiempos ¿quieres conducir? —Tintineo las llaves de su auto frente a Yunho.
—Sera un placer —bromeo haciendo una venia como si Junsu fuera de la realeza.
Yunho recibió una palmada en su brazo justo cuando el ascensor se detuvo, llegando hasta el vehículo ambos lo abordaron para después partir rumbo a su departamento. El escaso tráfico hizo el viaje más corto de lo usual, en casi veinte minutos estaban frente al edificio.
—¿Qué tal si de una vez nos tomamos ese café? —Yunho ofreció antes de desabrochar el cinturón de seguridad.
—No creo que sea buena idea subir.
—Pocas veces me topo con mi vecino, pero si así fuera, ¿no pensaras huir de él cada vez que lo veas o sí?
—Yo… no.
—Entonces no acepto ninguna excusa.
Junsu asintió levemente antes de que Yunho avanzara hacia donde estacionaría el coche.
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El barman colocó por cuarta vez esa noche un vaso con vodka frente a Yoochun, inclino su cabeza para responder al gesto del hombre antes de atender a otros clientes en la barra.
Llevaba exactamente cuarenta minutos sentado en aquella silla casi al centro de un prestigioso bar, ese al que no hace mucho tiempo solía visitar por lo menos tres veces al mes, pero que ahora llevaba un poco más de un par de no ir. ¿Qué había pasado con aquel Yoochun que se amanecía tomando cuanto alcohol estuviera a su alcance todos los fines de semana? ¿Con aquel que gastaba su tiempo libre en diversión? ¿Con aquel que era feliz todos los días?, estos fueron algunos de los cuestionamientos que él mismo se hizo durante su estancia ahí. En otra situación se encontraría rodeado de sus compañeros de juerga o quizás teniendo otro tipo de entretenimiento más intimo, pero de la manera en que estaban las cosas, eso último era lo menos probable que pudiera ocurrir en ese momento.
La escandalosa risa de un par de mujeres provoco que levantara su cabeza y la girara hacia ellas. Ropas ajustadas y un maquillaje un tanto exagerado fue lo que distinguió, sin darles importancia y encontrando por demás molesto lo ruidoso de sus voces, regreso su vista hacia su vaso mágicamente vacio de nuevo.
—Hola, mi nombre es Soyeon y ella es Eunjung —Una de ellas habló cerca de oído—. ¿Estás solo?
—No estoy interesado —habló antes de tronar sus dedos llamando al barman—. Otro —ordenó moviendo el vaso a un lado.
—¡Tú te lo pierdes! —Soyeon tomó la mano de su amiga para marcharse de ahí.
—Además de lucir como fracasado, amargado —La otra mujer agrego al caminar hacia otro lugar.
Escuchar tal comentario produjo una ligera sonrisa irónica en su boca, la primera en muchas horas. De todas las palabras que habían utilizado para describirlo, amargado nunca fue una de ellas. Pero posiblemente era la mejor que lo representaba actualmente.
De prisa bebió el contenido de su trago al tiempo que ponía dinero en la superficie de la barra. Comprendió que no importaba cuanto consumiera esa noche, su estado de ánimo no mejoraría. Al salir del establecimiento abordo el primer taxi que paso por la calle, el millar de luces a su alrededor fue suficiente para que su cabeza comenzara a punzarle, por lo que cerró sus ojos pero resulto ser peor cuando la imagen de Junsu se presento en sus pensamientos, ahora un dolor mas lo aquejaba, uno que venía desde el interior de su pecho.
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—¡Yo no recuerdo haber dicho eso! —Minho dijo en un tono sobresaltado.
—Por supuesto que lo dijiste, pero casualmente siempre olvidas lo que te conviene.
—Changmin tiene razón, yo estaba presente cuando lo dijiste —Yunho habló con una sonrisa en sus labios.
—Claro, ahora se ponen ambos contra mi —Choi se cruzo de brazos desviando su mirada.
—Esto que ves, es como siempre se comportan —Con su brazo, Yunho señaló a los dos hombres frente a él poniéndolos en evidencia ante Junsu.
Kim solo se limito a ampliar su sonrisa, a decir verdad había aceptado la invitación de Yunho solo por no lucir descortés con él ya que su estado de ánimo estaba muy lejos de ser el adecuado para ser una agradable compañía para cualquiera, pero cuando entraron en el departamento, Changmin y su novio, a quien ahora conocía, estaban acomodando la cena en la mesa y al notar la presencia de los recién llegados no hicieron otra cosa más que mostrarles una cálida bienvenida.
Afortunadamente la comida fue más que suficiente para cuatro personas, y aunque en un principio él mismo Junsu creyó que no tendría apetito, en cuanto su plato fue colocado delante de él, sus manos y boca actuaron por cuenta propia. La plática también había estado de lo más amena donde las constantes ocurrencias de la pareja le hicieron soltar más de una risa que casi se convirtió en carcajada.
En algún momento Yunho mencionó acerca de su reciente victoria y sin ni siquiera saber cómo, se había encontrado recibiendo múltiples felicitaciones por parte de ellos. Se sintió casi como que eran más de diez personas en lugar de tres, las cuales sin duda eran sumamente encantadoras. Personas con las que pudo distraerse esa noche, sin embargo el tiempo indicaba que era hora de despedirse. Bebiendo lo restante de su café, apoyo la taza en la bandeja encima de la pequeña mesa al centro de la sala.
—Es hora de que me vaya.
—Yo también —Minho igualmente abandono su taza antes de levantarse.
—Bien entonces te acompaño a tu auto —Yunho camino hacia el sofá para tomar su saco que había dejado ahí—. ¿Minho, vas a pedir un taxi?
—No, yo lo llevare —Changmin contestó prontamente.
—Si quieres, yo puedo llevarte —El ofrecimiento de Junsu los tomó desprevenidos logrando que detuvieran sus movimientos.
—No es necesario, deja que Changmin lo haga, con suerte y ya se queda ahí —Las palabras de Yunho sacaron la sonrisa sarcástica de su hermano y una tímida de los otros dos.
—Bueno, de mi no depende eso —Shim contestó sin más.
—Gracias Junsu, pero de todos modos Changmin necesita recoger la comida de la semana, porque este par no pueden cocinar para ellos mismos —Minho dijo al tiempo que abría la puerta.
—No hables como si tú si lo hicieras, tienes un personal a tu disposición que prepara todo para ti —Desde atrás Changmin colocó sus manos en los brazos de Minho empujándolo por el pasillo del edificio.
—Mira, los tortolitos no nos esperaron —Yunho cerró la puerta tras de sí antes de caminar a un lado de Junsu.
—Creo que ni siquiera nos recuerdan.
—Siempre soy la tercera rueda cuando estoy con ellos.
—Eso mismo dice siempre Jaejoong cuando salimos con….
—Hey, no te desanimes —dijo al notar el semblante del otro—. Estoy seguro que lo harás entrar en razón si vuelves a hablar con él —Junsu contestó encogiéndose de hombros—. Y si eso no es suficiente siempre existe la violencia, no es una manera civilizada pero es una muy eficaz —Juntó sus dedos en un puño tronándolos con la otra mano.
Sin poder evitarlo Junsu volvió a recuperar la sonrisa, no es que tuviera de acuerdo con lo que él dijo pero era simpática la forma en que Yunho trataba de hacerlo sentir mejor.
Para cuando llegaron al lugar donde estaba su automóvil, Changmin y Minho ya se encontraban dentro del deportivo esperándolos solo para despedirse. Después de agitar sus manos y de que Shim amenazo a Yunho con estar de vuelta en menos de una hora, Junsu subió a su carro diciendo adiós para luego irse.
El clima frio de esa noche hizo que Yunho metiera ambas manos en los bolsillos de su pantalón mientras se adentraba de regreso al inmueble.
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A las casi dos cincuenta y cinco pm Yunho regresaba a su cubículo después de ir a comer, tenía más de una semana haciéndolo en el comedor de la empresa junto a sus compañeros del área de desarrollo, siempre le había resultado fácil el relacionarse con la gente y esto era una gran ventaja para evadir la soledad y el aburrimiento de comer solo. La idea de hacerlo con Junsu fue desechada en el momento en que recordó a Yoochun, si las cosas no iban de por si bien entre ellos, el que él los viera juntos seguramente las empeoraría.
Lo suyo con Jaejoong era distinto, puesto que no podía estar seguro si este estaba o no molesto con él. Todas las mañanas el hombre se la pasaba en juntas, era obvio que su agenda había sido arreglada de tal modo que él y Yunho no estuvieran en el mismo espacio por más de cinco minutos. El trabajo era aparte, mientras que se tratara de atender asuntos referentes al proyecto, ellos podían hablar como simples compañeros sin tocar ningún tema fuera del condominio. Porque si en algo podía sobresalir Yunho, era en su profesionalismo, su propio abuelo se había encargado de enseñarles tanto a él como a Changmin el mantener la cabeza fría mientras trabajaban. Así que esos últimos días su comportamiento hacia Jaejoong había sido estrictamente laboral. Pero la situación ya lo tenía hastiado, el aparentar que nada malo ocurría cuando ciertamente era todo lo contrario no estaba más en sus planes.
Yoochun era el punto clave en el embrollo, por más que le diera vueltas al asunto no veía otra solución más que hablar con él, aunque sinceramente eso era lo que menos deseaba.
Con la idea de tener esa misma noche una plática muy distante a la de un par de amigos, se puso a trabajar.
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Cuando Yoochun escucho el timbre de su departamento lo que menos espero fue encontrarse a Yunho al abrir la puerta, con esta ligeramente separada del marco, habló sin ocultar su molestia.
—¿Qué demonios quieres?
—Hablar contigo por supuesto, no creerías que ver tu cara ¿cierto?
—No tengo absolutamente nada que hablar contigo —Yoochun hizo el intento de cerrarle la puerta siendo detenido por el pie del otro.
—Entonces solo escucha lo que tengo que decirte.
—¿Y por qué debería de hacerlo?
—Porque insistiré digas lo que digas.
—Estás loco —reforzó el agarre a la madera, resistiéndose a ceder.
—Tal vez, pero no es por ti por quien estoy aquí —Yunho puso su rostro totalmente serio antes de continuar—. Ahora déjame pasar para terminar con esto rápido.
Imaginándose que podrían estar así por horas y ya que esa posición estaba llegando a ser agotadora, a regañadientes Yoochun se hizo ligeramente hacia atrás permitiéndole el paso, y ante tal invitación, Yunho no dudo dos veces en entrar.
—Es obvia nuestra poca tolerancia entre nosotros, así que iré al punto… ¿estás seguro de que haces lo correcto con Junsu? —mencionó mientras recorría con su vista el departamento, ordinario fue como lo califico.
—Eso es algo que a ti definitivamente no te importa.
—Bueno dado el caso de que Junsu me brindo su ayuda en un momento en el que realmente la necesitaba, creo que le debo al menos esto.
—¿Se supone que eso debe interesarme?
—No, pero si veo que un idiota está caminando directo hacia un precipicio, siento la obligación moral de detenerlo.
—Vete a….
—Es irrelevante ponernos a analizar si el teatro del noviazgo entre Junsu y yo tuvo éxito o no, porque es claro que fue así —Alzando su mano detuvo las palabras de Yoochun—. Lo realmente importante es saber si continuaras siendo un cobarde.
La profunda mirada de Yoochun se convirtió en un destellante brillo peligroso, sin embargo no hubo un solo intento de su parte por parar su argumento.
—El método es lo de menos, lo que debes entender es que lo que Junsu sintió al idear todo esto, fue lo mismo que tú experimentaste estos últimos días —moviéndose despacio se acercó hasta el brazo del sillón para sentarse sobre este—, es decir celos, ansiedad, soledad, tristeza, vamos no se necesita ser un erudito para darse cuenta que estas tan locamente enamorado como él lo está de ti, con la diferencia de que él si se atrevió a dar un paso adelante.
—Y claro, burlarse de mi fue su mejor opción para ello —Yoochun habló sin negar lo del enamoramiento.
—Probablemente ese fue un error pero al fin y al cabo no todos pensamos de la misma manera, cada quien tiene una forma propia de enfrentar sus problemas —Con su mano nuevamente corto la réplica del otro—. Si, el quererte para él es un problema… ¿o como le llamarías tú al amar a alguien sin estar seguro si algún día corresponderá tus sentimientos o si tan siquiera esperas por algo que ocurrirá y no poder vivir plenamente por ello? —Cruzo sus brazos alzando una de sus cejas—. Lo sabes ¿verdad?... conoces esa sensación, tú también como él tuviste el miedo de que tal vez si sabía que lo querías, la amistad entre ustedes terminaría al instante y te quedarías con nada —Desplego una sonrisa de suficiencia antes de continuar—. Es bastante obvio por la forma en que lo miras o lo posesivo que te comportas cuando estas a su lado.
Yoochun se encontró a sí mismo sin una respuesta, tenía una enorme necesidad de contestar pero sencillamente no hallaba como manifestar sus pensamientos, el silencio en esta ocasión era lo mejor que podía mostrar.
—Además sin ningún motivo expresaste un contundente odio hacia mí, reconozco que no soy monedita de oro pero nunca hice nada para ganar tu desprecio… excepto mi “interés” hacia Junsu —Enfatizo la palabra con sus manos—. Y para darte una imagen mental más clara, supongamos que yo inicialmente me hubiera mostrado atraído hacia Jaejoong, ¿tu trato para conmigo seria el mismo?... francamente lo dudo.
—Aunque tengas en parte razón con lo que dices, esto no es asunto tuyo y tu opinión me tiene sin cuidado —Caminó hacia la cocina para obtener algún liquido, lo que fuera para refrescar su garganta.
—Lo sé, lo mismo pienso de la tuya, pero solo analízalo por un segundo, él no va a esperarte por siempre, las cosas se enfriaran y para cuando te des cuenta a lo mejor ya es tarde —Estiró sus largas piernas antes de levantarse—. Y lamentablemente eso si es algo que me preocupa porque le tengo afecto a Junsu y con tu indecisión te lo estas llevando entre las patas —caminando hacia la puerta giro antes de abrirla—. Al menos podrías dejar de ser egoísta, si no vas a corresponder sus sentimientos entonces házselo saber directamente aunque tampoco puedes esperar que después de eso, las cosas vayan a seguir igual entre ustedes.
Terminando con todo lo que tenía que decir, Yunho salió. Cuando Yoochun escucho el suave click de la puerta al ser cerrada, se aproximo lentamente hacia el sillón, llevo ambas manos a su nuca y se dejo caer en el cómodo asiento. Por primera vez en su vida, tomar el consejo de una persona no grata para él parecía ser lo más adecuado.
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Dos días después, las labores de Yunho en el condominio terminaron antes de lo pensado así que decidió darle una visita rápida a Minho, por lo que ahora ambos se encontraban sentados en la cafetería del campus universitario.
—¿Cuándo dejaras a Changmin regresar contigo?
—Uno de estos días —Estiró la bolsa de frituras que tenía en su mano para que Yunho agarrara de ella—. Ayer publicaron los resultados de mis exámenes, pase todos.
—Entonces es tiempo de que vayas por él —Desenrosco la tapadera de su jugo luego de comer las papas en su mano.
—¿Esta causándote problemas el tenerlo ahí?
—No en realidad, es entretenido vivir con él pero… no sé si debería decir esto —Tomó de la botella antes de continuar—. En el departamento debajo del nuestro vive una chica que cada vez que ve a Changmin muestra cierto… cierto tipo de interés.
—¿Eh?
—Es bastante fácil notar las miradas un tanto indecentes que le da.
—¿Y…Y Changmin cómo reacciona?
—Bueno ya lo conoces, es indiferente pero ella parece ser de las que insisten hasta conseguir lo que quieren.
—Hyung —Minho frunció el ceño—. ¿Crees que él sería capaz de hacerle caso?
—No sinceramente, pero dejarle a ella la posibilidad abierta no es tampoco una buena opción.
—Tienes razón hyung, hoy mismo le diré que vuelva a casa.
—Definitivamente creo que eso es lo mejor —Cerró su jugo antes de dejarlo sobre la mesa—. Minho-ah, ¿podría disponer de tu personal de cocina mañana?
—Claro hyung, ¿que necesitas?
—Pues veras….
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—Hola, necesito que firmes esto —Jaejoong dejo un grupo de hojas engrapadas sobre el escritorio de Yoochun.
—¿Qué es? —Él las tomó examinando una por una.
—Son reportes de mis proyectos.
—¿Necesito revisarlos?
—Como tú quieras, puedo dejártelos pero los necesito mañana temprano para…
—Está bien —Hojeó hasta llegar a la ultima hoja para firmarla y luego estirar su brazo hacia él—. Listo.
—Bien —Tomó los papeles poniéndolos sobre su pecho—. Chun yo… lo siento, se que estuvo mal….
—¿Podríamos dejar esto pendiente? —Fijo sus ojos en el rostro de Jaejoong—. Ahora honestamente no tengo ánimos para hablar.
—Pero debemos hacerlo —Dio media vuelta—. Y también con Junsu.
—Jae… —Yoochun dijo secamente deteniendo al otro a unos pasos de la puerta.
—¿Si?
Cerrando fuertemente sus manos en puños, Park suspiro antes de hablar.
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Changmin detuvo su vehículo después de salir del estacionamiento de su empresa, justo cuando vio a Minho parado debajo de un árbol, su primera reacción fue descender del coche pero entonces noto que Choi solo estaba esperando que el semáforo cambiara a la luz roja para así cruzar la calle.
Minho entró sentándose sonriendo a un lado suyo, se acomodo el cinturón de seguridad antes de voltear a verlo.
—Pase mis exámenes.
—Oh, eso explica esa cara resplandeciente.
—Pero no es solo por eso, recuerda que te dije que podrías volver una vez que terminara con ellos.
—Ah, entonces ahora si tengo tu permiso —habló volteando hacia ambos lados asegurándose de que no pasara otro auto.
—Dejemos el sarcasmo e ironía para otro día, vayamos por tus cosas para ir a casa —Su emoción denoto cada una de las palabras pronunciadas.
—Puedo ir por ellas mañana.
—No, de una vez, en menos de una hora podemos empacar todo.
—Ok —Changmin presiono el acelerador conduciendo por la vía rápida.
Al llegar, Minho fue el primero en bajarse caminando de inmediato hacia el interior del condominio, a una distancia prudente iba Changmin luciendo contrariado por la impaciencia que mostraba el otro. Después de colocar la llave en la cerradura y abrir la puerta, Choi entró en el departamento once C jalando a su novio también hacia el interior y haciéndolo casi tropezar lo guio a su recamara.
—¿Dónde dejaste las maletas? —En un rápido movimiento abrió la puerta del amplio closet.
—En el rincón.
—No te quedes ahí parado, rápido ayúdame.
—¿Cuál es la prisa? —Changmin se dejo caer sobre su cama extendiendo sus brazos sobre el colchón con sus piernas colgando de el—. Llevo más de un mes fuera de casa, minutos más minutos menos no harán diferencia.
—Pero mi cena especial se enfriara.
—¿Cena especial?
—Mande preparar algo para darte la bienvenida —Juntó sus labios soltando un corto resoplido acercándosele hasta sentarse junto a él poniendo las palmas de sus manos sobre su torso—. Y después de eso también prepare otro tipo de sorpresa —Jugó con el primer botón superior de su camisa.
—¿Te refieres a la clase de sorpresas en donde la ropa no es necesaria? —Changmin se enderezó sobre sus codos.
—No lo sé, tal vez, para comprobarlo tenemos que cenar primero.
—Al diablo la maldita cena —Sin darle tiempo de reaccionar, tiro a Minho sobre él encerrándolo con ambas piernas.
—¡Changmin! —Rió mientras daba manotazos a las manos hiperactivas del otro—. No haremos nada aquí, así que será mejor que empaques antes de que cambie de opinión.
—Claro que no lo harás, tú más que nadie quieres que vuelva —Sonrió volcándolo sobre su espalda—. ¿Quién fue el que me ha estado apurando desde que salí del trabajo? —Observó al hombre bajo él.
—Pues si no quieres solo dilo y ya —Empujo sobre su pecho haciendo que Changmin cayera sobre su espalda en la cama y así él logro zafarse.
—Ah no, no vamos a empezar a discutir —De un salto se puso de pie—. No permaneceré un día más aquí, después de todo tengo una casa y un adorable novio al que quiero casi tanto como a mí mismo.
—¿Crees que diciendo eso me haces feliz?
—Por supuesto, soy sumamente especial y por lo tanto ganarse mi estima no es tarea fácil.
—No te valores tanto Shim Changmin, que no tienes nada seguro —Minho retiro su mano antes de que esta fuera apresada por la del otro.
—Yah, solo bromeo —Teniendo éxito, sujeto su mano llevándolo de regreso a su guardarropa—. No porque no lo diga quiere decir que no lo sienta.
—¿De qué hablas?
—De decir cosas tiernas —mencionó antes de descolgar un grupo de camisas y colocarlas sobre la cama—. No soy del tipo de personas que las dicen con facilidad.
—Y no te lo estoy pidiendo, se que por naturaleza eres… seco —Chasqueo su lengua—. Además no soy alguien que necesite palabras empalagosas y por lo mismo embonamos perfecto.
—Tss, eso sonó por demás cursi —Agitó sus brazos simulando sacudirse algo—. Aunque pensándolo bien —arqueó una ceja poniendo una mano sobre su barbilla—, eso de embonar me suena bastante sugestivo.
—Tú como siempre pensando cosas sucias —Dobló cuidadosamente cada una de las camisas antes de colocarlas dentro de la maleta a un lado de ellas.
—Es solo que mi cerebro trabaja rápido y….
—Menos parloteo y más acción, haz que tu cuerpo también se agilice que ya tengo hambre.
Changmin sonrió sacando la ropa guardada en un cajón, después de colocarla junto a la demás fue por sus cosas dentro del baño.
Media hora después ambos hombres salieron del edificio arrastrando un par de maletas, al subir al auto de Changmin, Minho tecleo un mensaje para Yunho, en donde le confirmo la mudanza.
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Junsu pisaba uno de los ocho escalones que lo separaban del último piso a la azotea de la empresa. Tan solo cinco minutos antes había recibido un mensaje de su primo diciéndole que le esperaba allí arriba, por la inesperada situación ni siquiera se le ocurrió tomar su saco y ahora que abría la delgada puerta de lámina, el viento helado le dio por completo en su rostro y brazos haciendo que encogiera ligeramente su cuerpo en protesta por la sensación.
Comúnmente frente a él habría encontrado un amplia vista de la ciudad, pero esta noche estaba bloqueada por una pequeña mesa redonda cubierta con un mantel color crema. Un par de velas cuadradas en el centro de ella se encargaban aluzar y dar un toque acogedor a la escena. Dos copas de cristal y una botella de vino a un lado de estas le hicieron perderse por un momento en sus pensamientos, pensamientos que fueron interrumpidos con un breve carraspeo.
Girando su cabeza hacia el lugar de donde provino el sonido, encontró a un hombre recargado sobre la pared contemplando el cielo, su pecho comenzó a punzar, la anticipación y la ilusión podían ser tan dolorosas.
Yoochun inhalo y exhalo antes de enderezarse para afrontar a Junsu, apretó sus dientes al tratar de evitar soltar un pequeña risa de nerviosismo, lo que menos necesitaba en ese momento era parecer un desquiciado.
—¿Tienes frio? —Su inquietud se cortó al verlo temblar tenuemente—. Debiste ponerte algo antes de subir —Se quito el abrigo entregándoselo de inmediato.
—Creí que Jae me necesitaba con urgencia —Acepto la prenda e introdujo su brazo izquierdo y luego el derecho en ella.
—Oh eso, yo le pedí que te mandara el mensaje, no estaba seguro de si vendrías si era yo el que te lo pedía.
Junsu se acomodo la gabardina encontrando en ello una forma para liberar su tensión, en si el frio le había provocado cierto estremecimiento pero estaba seguro que la presencia de Yoochun era la culpable de sus escalofríos.
—Hace un par de días escuche una interesante plática de alguien y el hecho de que precisamente ese alguien viera las cosas con más claridad que yo, me hizo abrir los ojos —Yoochun avanzo más cerca del otro, a centímetros de él, agarro la manga de su propio abrigo para llevarlo hasta la mesa—. Esta vez quiero ser yo el que hable.
Junsu sintió dos manos ejercer presión sobre sus hombros haciendo que sutilmente se doblara hasta sentarse en una de las sillas colocadas alrededor del mueble, no estando seguro de que mas hacer, simplemente permaneció quieto para escuchar lo que el otro tuviera que decirle.
—Desde que te conocí sentí una gran afinidad entre tu forma de ser y la mía, quizá porque ambos estudiamos lo mismo o porque nuestros padres trabajaban en la misma empresa, pero pasar el tiempo contigo era tan agradable que me propuse permanecer a tu lado por mucho tiempo. No tuve hermanos, ni primos, y a mis únicos amigos solo los veía cuando salía con ellos a bares o me los encontraba en reuniones fuera de la escuela, nunca antes había mantenido una amistad mas allá de la diversión —Fijo su vista en la forma redondeada de las copas delante de él y trazo una línea con la punta de su dedo sobre una de ellas—. Aparte de mi nombre, lo único que ellos conocían de mi, era que me gustaba tomar y cuáles eran mi tipo de estándares para elegir a mis conquistas, y parecía que no les importaba saber nada más —La melancolía se reflejo en su sonrisa al recordar viejos tiempos—. Yo también sabía exactamente lo mismo de ellos, así que estaba conforme porque yo pensaba que no necesitaba más, siempre he tenido una relación abierta con mis padres así que cuando necesite un consejo o tan solo hablar, acudí a ellos —Su mano bajo hasta sostener el estrecho tallo de la copa—. Y entonces tú y Jaejoong entraron en mi vida, se interesaron en mí, más allá del estudiante, en la persona, y yo al igual me interese en ustedes. Se convirtieron rápidamente en parte esencial de mi día a día.
Junsu rememoro el día en que lo conoció en aquella aula de clase, un chico extrovertido que conversaba con todo el mundo y que parecía ser popular entre todos. El que su profesor de ‘Introducción a la administración’ haya formado aleatoriamente equipos en pareja, le dio la oportunidad de hablar con él. Era cierto que tenían tantas cosas en común y que por lo mismo fue que se hicieron amigos fácilmente. No le resulto extraño ser para Yoochun algo así como su mejor amigo porque Park también lo era para él mismo. Pero solo hasta ahora era que se daba cuenta del porqué nunca incluyo en su círculo de personas cercanas a alguien más. Jaejoong y él eran los que le habían presentado a un poco más de una docena de personas, con la mayoría de ellas los tres seguían teniendo contacto esporádicamente. Puesto que si algo sabían hacer bien Jaejoong y Junsu, era elegir a sus amistades.
Sus recuerdos fueron interrumpidos cuando Yoochun retomo la palabra.
—Cuando mi padre sufrió el pre-infarto ambos fueron al hospital para mostrarme apoyo, y cuando sujetaste mi mano diciéndome que todo estaría bien, yo realmente lo creí porque tú me lo dijiste con tal seguridad en tus ojos que no pude dudar de tus palabras —Su rostro se volteó hacia al hombre junto a él—. Siempre he sido estúpido para reconocer las cosas aun teniéndolas en mis narices, no es la primera vez que me pasa, pero jamás había sido tan sofocante como en las pasadas semanas. Me dije que la molestia que sentía porque pasaras tiempo con alguien que no fuera yo, se debía a que no estaba acostumbrado a ello y que el verte sonreír por otra persona, no me afectaba —Sus parpados bajaron cuando su vista se dirigió al liso mantel—. Pero eso no fue suficiente por lo que me auto-convencí de que solo era temor de perder tu amistad porque el tipo con el que salías no congeniaba conmigo, entonces pensé en tantas cosas para hacer que ustedes se separaran aunque fuera egoísta de mi parte, yo solo quería que las cosas volvieran a su estado normal, a cuando tú y yo hablábamos por horas sin meter a terceros en la plática y sin que nadie me quitara tu atención. Y porque solo pensé en mi, creí que eso era lo mejor para ti también. Muchas veces sentí rabia cuando mostraste tener preferencia o querer estar con otro que no era yo, de ahí mi arranque del centro comercial —Sonrió brevemente—. Poco a poco mis pensamientos fueron cambiando y el día que fuimos a la tienda de discos supe que lo mío hacia ti no era simple amistad y que tal vez tú sentías algo similar. Tuve muchas dudas porque sabiendo la clase de persona que soy, sé que no era el mejor prospecto de novio.
Coloco su mano cerca de la cara de Junsu al ver que este negó con su cabeza e intento decir algo.
—Y Yunho parecía ser mejor que yo en muchos aspectos, pero aun así él no era yo, y yo no podía concebir que tú estuvieras con alguien a menos de que fuera conmigo, así que de nueva cuenta pensé en como apartarlo de ti, eso fue hasta que note la relación entre Jaejoong y él, y bueno lo demás ya lo sabes —Dejó caer los brazos a sus costados antes de continuar—. Conocer la verdadera historia de la farsa que interpretaron ante mí, hizo más que enojarme, herirme. Dos de las personas en las que más confiaba me engañaron y al saber eso, me cerré a cualquier razón que hubieran tenido para hacerlo. Si te soy sincero, en ese momento sentí rencor hacia ustedes. Incluso pensé en la posibilidad de renunciar a mi cargo, pero sabía que mi familia querría conocer el motivo y no estaba seguro de querer que todo esto se supiera. El que la gente te tenga lastima no es una sensación agradable, así que me trague mi orgullo decidido a continuar como si nada hubiera pasado. Pero la realidad es que mi cabeza no dejaba de pensar en ti, y algo dentro de mi me pedía que te buscara e ignorara todo —Su mirada perdida volvió hacia el rostro cabizbajo de Junsu—. Solo necesité del último empujón para estar aquí, francamente sigo sin creer que soy el indicado para ti, pero a estas alturas solo puedo permitirme seguir siendo egoísta y mantenerte a mi lado porque esa es mi necesidad vital —Tomando una enorme bocanada de aire para luego soltarla en un profundo suspiro continuo—. Ahora puedo estar completamente seguro de que te amo, porque decir que te quiero me resulta poco.
El ruido de motores de autos era lo único que se escuchaba, así que frustrado por no obtener ningún tipo de reacción, Yoochun sacudió la tela de su pantalón sobre sus rodillas.
—¿No vas a decir nada?
—Necesito pensarlo —Junsu pronuncio suavemente.
—Ok —Movió su cabeza asintiendo ligeramente —Esperare entonces.
—Listo.
—Fue más rápido de lo que creí —Yoochun sonrió antes de ponerse totalmente serio.
—Todo eso que acabas de decirme ¿es una especie de declaración?
—No una especie, es una declaración.
—No escuche ninguna pregunta.
—Bueno, te dije lo que siento y supuse que tú harías lo mismo —Apretó sus labios haciendo una mueca con su boca de tal manera que esta formo una línea.
—Creí habértelo dicho la otra noche —Puso sus manos sobre las de Yoochun necesitando el contacto antes de continuar—. Pero supongo que no lo dije claramente o quizás no me escuchaste —Deslizo sus dedos hasta entrelazarlos con los de él—. Te amo, desde siempre ha sido así y a menos que me hagas algo muy malo o me vuelva loco, dejaré de hacerlo.
Yoochun miró con detenimiento a sus manos vinculadas a las de Junsu, la sensación de calidez agradable le hizo perderse en lo que acababa de escuchar y una inconsciente sonrisa se dibujo en su rostro.
—¿A qué hora se servirá la cena? —Contrariado, Yoochun volteó a ver a Junsu.
—¿Cuál cena?
—Pensé que habías arreglado así para cenar aquí.
—En realidad estuve pensando todo el día en que hacer o decir para sorprenderte, en si debía rentar algún sitio o buscar el mejor menú para una cena romántica pero creo que esta mas que comprobado que lo tuyo y lo mío no son los planes, ambos somos un asco en ello —Mordió su lengua mientras rascaba el costado de su cabeza—. Por eso hace menos de una hora me decidí y esto fue lo mejor que pude conseguir. Esta es del comedor de los empleados, el mantel es una cortina, las velas son de mi oficina.
Yoochun señaló cada uno de los objetos conforme los fue mencionando y Junsu volteó hacia abajo a la pequeña mesa y luego a su alrededor, sonrió asintiendo puesto que fue un regalo de su propia madre, también a él y a Jaejoong les había dado unas iguales.
—El vino es de los que guardo para ocasiones especiales —Agarro la botella con una de sus manos repasando con sus ojos la etiqueta de ella—. Pero es uno muy bueno.
—Imagino que no hay alguna otra cosa preparada.
—No —Yoochun abandono el envase frente a él reuniendo su mirada con la de Junsu.
—¿Qué estas esperando entonces?
—¿Eh?
—Bésame ya, ¿por qué te toma tanto tiempo? tengo que ser más claro o….
Su dialogo fue cortado de tajo por el inmediato obedecimiento por parte de Yoochun, sus manos repentinamente liberadas le sirvieron para acariciar los cabellos y mejilla izquierda del otro. Con absoluta calma ambos recorrían cada milímetro de sus bocas, ninguno lucho por obtener el control dejando simplemente a sus emociones fluir con cada uno de los roces que sus labios se daban. Estar así era lo correcto, tener ese momento no se comparaba con nada que hayan experimentado antes, así que sin dudas ni titubeos continuaron ahí compartiendo besos, sonrisas y risas tontas.
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Jaejoong respiro profundamente antes de timbrar en la puerta once C, una vez que escucho el chirrido supo que no había vuelta atrás, pasando saliva aguardo a que le abrieran.
Vistiendo un pantalón deportivo negro y una sudadera gris, Yunho emergió sujetando la puerta entre sus dedos, su expresión no denotaba ninguna emoción importante.
—¿Puedo pasar?
Jaejoong preguntó medio minuto después, el otro solo camino hacia dentro dejando la puerta abierta, una clara señal de su respuesta. Con pasos dudosos Kim avanzo al interior cerrando suavemente tras de sí.
—Yo, venia, vengo —Agitó su cabeza autocorrigiéndose—. Para hablar contigo —Su voz sonó más segura.
—¿De? —Yunho camino a la cocina para buscar en las repisas del mueble integral.
—De ti y de mí.
—¿De los dos?
—Si —Era difícil y Yunho no le estaba facilitando las cosas.
—¿Y?
—¿Y? —Jaejoong sin pensarlo repitió la pregunta.
—¿Qué hay con nosotros? —Mostró una sonrisa de suficiencia mientras se acercaba a él.
—Precisamente de eso se trata, ¿quiero saber si sigue existiendo un nosotros? ¿o si alguna vez lo existió? —La última pregunta sonó casi en un susurro.
—¿De qué hablas? —Le entrego un vaso con agua, del cual inmediatamente bebió todo el contenido de un trago.
—¿Eh?
—¿Por qué estas tan nervioso? —Yunho se acomodo en medio del sillón subiendo una de sus piernas para doblarla y apoyar sus brazos sobre la rodilla.
—No lo estoy, es solo que, tú.
—¿Yo?
—¡Deja de decir preguntas, me estas poniendo más nervioso!
—Dijiste que no lo estabas.
—¡Pues mentí! ¿Satisfecho?
—Pero no tienes porque alterarte —Recargó el mentón en sus brazos parpadeando hacia él.
—Pues… tú… deja de comportarte así —Controlo su respiración yendo hacia la encimera de la cocina para dejar el vaso—. Lo del otro día, el pleito entre Yoochun y tú y luego yo….
El sonido del timbre lo interrumpió, Yunho arqueó una de sus cejas antes de bajar su pierna para ir a ver de quien se trataba pero Jaejoong lo detuvo con una señal de su mano y él mismo fue hacia la puerta.
Torciendo ligeramente su cuello, Yunho mantuvo su vista sobre la espalda del otro quien para su gusto estaba tardando demasiado tiempo atendiendo a la inoportuna visita. Justo cuando caminaba hacia él, Jaejoong dio media vuelta cerrando con la ayuda de su pie y sujetando con ambas manos una caja de pizza y dos latas de jugo tamaño jumbo encima de ella.
—¿Eso?
—Yo lo pedí.
—¿Esta es tu forma de decir, ‘no quiero que terminemos’? —Yunho pronunció con un tono algo arrogante, Jaejoong mordió su labio en respuesta—. Porque sin duda vas por buen camino —Sonrió quitándole los objetos de sus brazos para llevarlos a la mesa—. Ah, esta es de la que tiene extra queso picante en la orilla —dijo al destaparla.
—La compre donde mismo que….
—Junsu compro la otra vez ¿cierto? —Puso dos platos sobre la mesa y destapo uno de los jugos para luego dar un trago de el.
—Dijiste que te había gustado, así que.
—Me alegra que lo recuerdes, entonces comamos —Jaló una de las sillas para Jaejoong e hizo lo mismo con otra para él—. Ven —Palmeo el asiento.
Jaejoong asintió antes de sentarse, saco una de las rebanadas llevándola directamente a su boca, disimulo una pequeña sonrisa mientras masticaba al observar el gesto de aprobación que Yunho le daba al pedazo que comía.
Si hubiera sabido que obtendría esta reacción, no habría entrado hasta tener la pizza en sus manos.
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Yoochun se encontraba recargado en la puerta del copiloto de su auto sosteniendo suavemente las manos de Junsu, debido a su insistencia había terminado convenciéndolo de llevarlo en su carro y dejar el otro en el estacionamiento de la empresa, el lunes pasaría por él e irían juntos al trabajo.
—No sé porqué le gusta.
—Yunho tiene muchas de las características que a Jae le gustan, es listo, educado, trabajador, tiene buen sentido del humor y además es guapo.
—Lo pintas como si fuera el hombre perfecto.
—Tal vez no lo es, pero es un buen partido —Movió sus manos junto con las de él de un lado a otro.
—Bueno tengo que reconocer que él me ayudo a abrir los ojos.
—Ves, es una buena persona —Su sonrisa se hizo más grande.
—Pero aun así, me sigue sin gustar que lo halagues, desde este momento te prohíbo que hables así de él —Entrecerró sus ojos.
—Aish, llevamos menos de dos horas juntos y ya estas imponiéndome tus exigencias.
—Es natural que me rehusé a escucharte hablar de tu ex de esa manera.
—No es mi ex de verdad aunque si vamos a empezar con prohibiciones, no está de más decirte que tus días de soltero desenfrenado se terminaron.
—¿Estas diciéndome que ya no podre salir a divertirme? —Soltó sus manos apegándose más al vehículo.
—Estoy diciendo que si piensas que tu estilo de vida seguirá siendo el mismo, estas equivocado y tenlo por seguro que si llego a descubrirte en algo así, del último que tendrás que preocuparte es de Yunho.
—¡Yah! ¿Por qué me estas amenazando?
—No es una amenaza Chunnie, es una promesa —Con ambas manos presiono sus mejillas para atraerlo hacia él y darle un ligero beso en sus labios—. Es tarde ya, ¿te veré mañana?
—¿Quieres ir algún lugar? —Su semblante regreso a uno relajado.
—No lo sé, podemos hacer cualquier cosa.
—Entonces mañana te llamo.
Felizmente Junsu murmuró un si antes de enredar sus brazos detrás del cuello de Yoochun, algo que venía anhelando desde hace mucho tiempo atrás. Como si llevaran tiempo de tener una relación de ese tipo, ninguno de los dos se sintió incomodo en el momento en que sus labios se unieron, ni mientras permanecieron así, ni cuando se separaron.
Una corta despedida fue lo que se dieron antes de que Yoochun se alejara y de que el otro ingresara en el edificio.
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Yunho pasó una servilleta sobre su boca al ponerse de pie para ayudar a Jaejoong a limpiar la mesa, habían comido sin decir palabra referente a su situación actual y este era el momento perfecto para sacar el tema a relucir.
—Jaejoong.
—¿Mhm?
—¿Recuerdas que dije que ibas por buen camino? Con eso quise decir que no todo estaba arreglado.
—Pero….
—Yo quiero que hagas algo.
—¿Qué? —detuvo sus movimientos en espera de la respuesta.
—Tres cosas para ser exacto, la primera es —Levanto su dedo índice—. Que por una semana me prepares un almuerzo para el trabajo —Con su mano detuvo la protesta de Jaejoong—. La segunda es —Levanto un dedo mas—. Que mañana tengamos una cita como yo quiera y sin negaciones de tu parte, y la tercera —Alzó otro dedo —Te la diré después.
—¿No te parece eso demasiado?
—No realmente, creo que estoy siendo bastante moderado —Atrapo una de sus manos—. Deja eso, yo me encargo después —Caminó junto con él tomando las llaves antes de llegar a la salida—. ¿Trajiste tu auto verdad?
—Sí pero, ni siquiera he dicho que acepto a lo que dijiste.
—¿Estás diciendo que no lo harás? —Yunho se estancó cuando su mano libre estaba sobre la manija.
—Yo —Pensó en las peticiones no estando seguro de lo inconvenientes que le traería el decir si—. Está bien —Pero aun así accedió.
—Genial, ahora vámonos —Ambos salieron sin soltarse.
Con la incertidumbre en su rostro, Jaejoong entró en su coche bajando la ventanilla del lado del copiloto para hablar con Yunho antes de partir rumbo a su casa.
—Te veo mañana entonces.
—Yo te llamo para decirte a qué hora paso por ti.
—Bien —Pisó el acelerador después de que Yunho le dijo adiós con la mano.
Suponía que aunque su plan no había salido exactamente como lo ideo en un principio, los resultados fueron satisfactorios, pero no dejaba de sentirse agobiado por no saber con precisión que era lo que Yunho tenía en mente, porque después de todo, nunca sabía a qué atenerse con él.
Haciendo a un lado sus dudas se concentro en su camino, si al día siguiente tenía una cita eso significaba que debía prepararse, por lo que probablemente le esperaba una larga pelea con su guardarropa y por ende escasas horas de sueño.

2 comentarios:

  1. Awww!!! Por fin el Yoosu arreglo las diferencias, fue una muy bonita confesión la de Yoochun, creo hasta yo me enamoraría XD que cosas le pedirá yunho a jae?

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  2. Yunho pones muchas condiciones para que Jae este contigo.

    Yoochun al fin te hicieron reaccionar.

    Me divertio Minho que se lleva a Min con prisa de regreso a su casa, Yunho con esa pequeña mentira lo jizo reaccionar.

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