Presenciando
Jaejoong acomodó los últimos cuatro vasos que
llevaba en sus manos dentro del mueble empotrado en la pared, miró hacia la tarja
del fregadero recién desocupada y cerró la puerta de madera, girándose hacia
Junsu quien por su parte se encargaba de guardar una pila de platos extendidos.
—¿Por qué cuentan con tantos implementos médicos?
Quiero decir, se que uno de ustedes es doctor pero incluso tienen un cojín
eléctrico y el botiquín es como si fuera mas una farmacia que meramente para
primeros auxilios —Jaejoong exclamó recordando el asombro que se llevo al abrir
el armario de Yunho, encontrando en un entrepaño una amplia gama de medicinas y
equipo de curación. En ese momento solo se había limitado a poner dentro las
frazadas, vaporizador y demás instrumentos que ya no necesitó cuando su estado
de salud mejoró, pero mantuvo la curiosidad desde entonces.
Junsu sonrió ligeramente virándose hacia él y pasó
sus dedos por la parte posterior de su cuello. —Yunho hyung solo quiso
asegurarse de que todos contáramos con lo necesario para cualquier imprevisto
—La realidad era que sus continuos accidentes habían acrecentado la serie de
productos que Yunho almacenaba dentro de una caja de plástico trasparente, pero
eso era información que Jaejoong no tenía por qué saber—. Además por el estado
de halmoni, ella requería de un cuidado especial.
—Oh —Jaejoong enderezó los frascos de las especies
sintiendo de pronto deseos por saber de ella, en otras ocasiones se había
mordido ya las ganas de preguntar porque nunca parecía el tiempo correcto o la
confianza adecuada, y ahora que salía el tema a relucir, no sabía cómo empezar.
—Halmoni nunca nos habló de ti —Junsu pronunció
espontáneamente, inmediatamente avergonzándose por la indiscreción—. Lo siento,
no quise decir nada con ello, es solo que jamás mencionó algo sobre su familia.
Tal vez a Yunho hyung si —agregó en un último instante—. Ellos dos solían
platicar por horas.
—Yo no sabía que tenía una tía, lejana, imagino que
ella no conocía tampoco nada de mí —Jaejoong declaró recargándose en la orilla
de la encimera—. Y dime, ¿cómo era ella?
Los ojos de Junsu se iluminaron y una sonrisa se
amplió en su rostro. —Era muy gentil, para todos era como una abuela, es por
eso que fue tan difícil la decisión de internarla en el hospital —Un resoplido
salió por su nariz enseriándose y bajando su vista a los dedos de su mano
izquierda que constantemente se oprimían en un flojo puño—. Ella odiaba las
camas de hospital y nos pidió que le dejáramos pasar los últimos días en su
casa, pero ninguno de nosotros podía estar a su cuidado de tiempo completo, por
eso Yunho hyung y Heechul hyung contrataron una enfermera, sin embargo cuando
su salud empeoro, consideramos que ella estaría mejor atendida con médicos y teniendo
a la disposición aparatos las veinticuatro horas.
—¿Permaneció mucho tiempo hospitalizada?
—Casi tres semanas, todos hacíamos turnos para
visitarla y así ella nunca se quedaba sola —Junsu se encogió de hombros
recuperando casi el mismo semblante animado que había tenido hasta hace unos
minutos—. Lamento que no tuvieras la oportunidad de conocerla, la habrías querido
tanto como nosotros, te lo aseguro.
Y Jaejoong tuvo que sonreír por ello, porque a él
también le habría gustado conocerla.
—Llegué —Changmin los interrumpió apoyándose en el arqueado
umbral de la cocina—. Me cambio rápido y nos vamos —Sin esperar a que le
respondieran se dirigió a las escaleras subiéndolas de dos en dos.
Jaejoong se enderezó sacudiéndose el pantalón negro
que Junsu le sugirió que vistiera junto con una camisa que aparentara ser
formal pero tendiendo al estilo casual, más que al estrictamente elegante. Como
no tenia absolutamente idea de a lo que Junsu se refería, llevo a este hasta su
guardarropa y le hizo elegir el atuendo que debía usar.
—¿A dónde iremos? —Jaejoong ni siquiera sabía
exactamente de que trataba esa salida, pero el hecho de que fuera especialmente
Junsu –el hombre que estuvo al pendiente de su convalecencia durante la semana
anterior– quien le pidiera que lo acompañara, le dejó imposible el negarse.
—A comer, te lo dije —Junsu contestó avanzando
hacia la sala.
—¿Sí pero, a que parte?
Junsu revisó la hora en su celular y le gritó a
Changmin para que se apresurara. —Es un lugar nuevo, uno costoso —Le dijo a Jaejoong,
tamborileando sus dedos en el inicio del pasamanos.
—Creí que ninguno de ustedes incluyéndome a mí,
teníamos dinero como para ir ese tipo de establecimientos.
—Y así es —Junsu aseguró metiendo ambas manos
dentro de los bolsillos de su pantalón de vestir, bamboleándose sobre sus
talones—. Pero hoy tendremos comida patrocinada, por lo que no tengas ninguna restricción
con lo que desees pedir, ya que nosotros no pagaremos —Frenó su movimiento para
ver descender a Changmin rápidamente—. Vaya, ya era tiempo.
Changmin rodó los ojos presionando por la espalda
tanto a Junsu como a Jaejoong para que caminaran y aunque este último lo miró
raro, iban demasiado retrasados así que solo puso más empeño en el empuje hasta
que consiguió que los tres estuvieran fuera de la casa.
---
Siwon tomó sutilmente la copa llena hasta la mitad
de vino tinto y dio un trago de esta. —Gracias por hacer la reservación por mí,
tengo varios contactos importantes pero ninguno de ellos pudo conseguir lo que
tú con una simple llamada.
Heechul sonrió de medio lado jugando con la
servilleta de color beige, elegantemente doblada encima del plato delante de
él. Era cierto lo que decía Siwon, tan pronto como este le dijo que no había
podido conseguir mesa hasta dentro de un mes, él marco en su celular y quince
minutos después recibió un mensaje de texto confirmando el día y hora de la
reservación en ese restaurante. —No fue nada, mi agente conoce a un gran número
de empresarios y tomando en cuenta que soy más fácil de tratar cuando estoy de
buen humor, él hace hasta lo imposible por mantenerme feliz —Heechul habló apartando
de su frente el mechón de cabello que picaba en su ojo derecho—. Aunque si lo
que buscas es retribuirme el favor, yo me encargaré de que lo hagas en caso de
que necesite la recomendación de un buen cirujano plástico.
Los hoyuelos de Siwon sobresalieron por su sonrisa
al apegarse más al respaldo cruzando sus piernas por debajo de la mesa. —No
creo que ese momento llegue para ti.
La facilidad con la que el cumplido resbaló de su
lengua fue imperceptible para ambos quienes no pudieron siquiera asimilarlo porque
Junsu, Jaejoong y Changmin llegaron a la mesa acompañados por uno de los
empleados.
—Bien ahora solo falta Yunho —Siwon sacó su celular
y después de oprimir una tecla, lo acercó a su oreja.
—Ahí viene —Señaló Changmin hacia la entrada donde
Yunho estaba hablando con el hostess—. Ah, debimos especificar que no se podían
traer invitados —murmuró regresando su vista a los demás, en cuanto vio que la
pareja se acercaba.
—Hola —Kyeonghwa fue la primera en saludar
sentándose luego en la silla que Yunho arrastró para ella. Todos le
correspondieron a excepción de Changmin quien pretendió estar ensimismado en el
menú que el camarero acababa de entregarles a cada uno—. Oppa —Discretamente,
Kyeonghwa golpeó con su codo el brazo de Yunho, apuntado con su cara hacia
Jaejoong—. ¿Quién es él?
Yunho abrió la boca para presentarlos pero la voz
de Changmin se antepuso a la de él. —Entonces, hoy tengo antojo de comer lo más
caro, ¿ustedes qué dicen?
El resoplido de Siwon después de tomarse
abruptamente el resto de su bebida hizo que Yunho se olvidara de Jaejoong para
dedicarse a palmear la espalda de su amigo. —Inexplicablemente en este momento
opino lo mismo que Changmin.
—Adelante, no me negaré, aceptaré mi castigo sin
protestar.
—Siendo así, comencemos con ordenar un buen vino
—Heechul propuso levantando la mano para llamar al mesero. Provocando que lo
siguiente que hiciera Siwon fuera morderse el interior de su mejilla para no quejarse
al escuchar la marca del licor.
---
—Todos ustedes son unos desvergonzados, nunca en mi
vida había gastado tanto en una simple invitación a comer.
Yunho rió por lo bajo tomando asiento detrás de su
escritorio. —No es como si hubieras quedado en bancarrota.
—Fue una cantidad tan exorbitante, que estoy seguro
que por lo que pagué me convertí en el cliente del mes —Siwon levantó las persianas
plisadas, permitiendo el paso de la luz dentro del consultorio—. ¡Quizás del
año! —Enfatizó alzando las manos.
—Que te sirva de escarmiento, deja de apostar con
ellos, de cualquier forma siempre pierdes —Yunho mencionó comenzando a dar
vueltas en su silla semi-ejecutiva—. Es mejor retirarse a tiempo.
—No importa el resultado, lo interesante es la
adrenalina.
Con su pie izquierdo, Yunho frenó el movimiento con
las manos sujetas de la orilla del escritorio. —¿Cuál adrenalina? ¿De dónde
sacas eso cuando lo único que hacen es estar sentados alrededor de una mesa en
la que giran una botella?
—Eso, que no sabes a quien elegirá el destino para
ser el ejecutor y la victima —Siwon se viró sonriendo mientras se cruzaba de
brazos recargándose en la pared a un lado de la ventana—. Por cierto, había
olvidado decirte que tu Jaejoong es
lindo.
—No es mío
así que deja de llamarlo de esa manera —Yunho dijo frunciendo el ceño.
—¿Eso quiere decir que si él está disponible, no
hay impedimento para que me le acerque?
—Basta, no me molestes más —gruñó lanzándole uno de
los dulces de la canasta encima del mueble.
Con agilidad absoluta, Siwon lo atrapó comenzando a
destaparlo al instante. —¿Cuál es tu molestia? Tú mismo me has dicho que
renuncie a Changmin y ponga mis ojos en otra persona. Jaejoong-ssi me parece
una buena posibilidad. ¡Qué asco! —comentó sacando el dulce de su boca para
colocarlo de nuevo en su envoltura—. ¿Cómo puedes darles dulces de menta a los
niños?
—Que tú los odies, no significa que los demás
también lo hagan —Yunho se defendió poniéndose de pie yendo a abrir la puerta—.
Ahora solo vete a trabajar.
—Diablos, cada día te pareces mas a mi papá —Siwon
caminó hacia la puerta deteniéndose para dejar el caramelo en la palma de la
mano de Yunho—. ¡Con su permiso, señor! —Irguió su cuerpo alzando su brazo
derecho para colocar la mano en su sien, los dedos totalmente juntos como si de
un militar se tratara.
Yunho bufó encajando los pulgares en los omoplatos
de Siwon para expulsarlo de su propio consultorio. —¡Y mas te vale que no te
aparezcas por aquí en lo que resta del día!
Siwon agitó su mano con indiferencia dando vuelta
en la primera esquina del corredor del hospital y Yunho volvió al interior
cerrando tras de sí luego de sonreírle a su asistente. En media hora más, sus
citas se reanudarían por lo que él necesitaba despejar su mente para enfocarse
en sus pacientes y no en las absurdas declaraciones de Siwon.
---
Jaejoong había tratado de no observarlos mientras
estuvieron en el restaurante, había simulado y encontrado muchas maneras de fijarse
en todo menos es las dos personas frente a él. Había querido evitar notar el
modo en que ella se dirigía a Yunho, los cursis comentarios que le daba cuando
él ponía más interés en su conversación con Heechul que con ella o cuando
intentaba atrapar su atención robando o poniendo más comida en su plato.
Bastante tiempo había transcurrido desde la última ocasión en que tuvo que
convivir con una pareja, por lo que descubrió que la situación le daba hastió.
El consuelo era que al parecer no era el único con esa sensación, Changmin en
varias oportunidades dejo claro con sus muecas que el comportamiento de ella le
era fastidioso.
Jaejoong jamás había sido alguien demostrativo, no
lo fue ni con su madre, así que no podía imaginarse actuando de ese estilo.
Kyeonghwa era totalmente lo opuesto a él. Distinguida, risueña, amigable y
sociable, siempre buscando el contacto del hombre a su lado. Jaejoong recordaba
el lapso en que ese mismo hombre estuvo con él, y no encontró ningún momento
que se asemejara al que tenia Yunho con ella. De hecho en ninguna de sus otras
relaciones hubo algo así, porque por supuesto, Jaejoong era muy distante a ese
comportamiento e incluso llegó a creer que Yunho también lo era.
Estaba tan distraído recapitulando su estancia en
el restaurante –a la que de no haber sido por ese detalle habría podido
catalogar como agradable– que sus pensamientos iban y venían provocando que no
prestara el suficiente cuidado a las instrucciones que Hyunjoong le daba. Era la
tercera vez que limpiaba el vaso mezclador y aún no lograba obtener una bebida
que se aproximara al sabor que debía tener.
—Necesitas concentrarte en las medidas, creí que
habías dicho que te las sabias de memoria.
—Y así es, es solo que me distraje, otra vez
—Jaejoong se encogió de hombros desplazándose hacia el fregadero para tirar el
contenido de la copa en sus manos.
—Solo queda una semana para el concurso —Hyunjoong
dijo pasando un trapo sobre la superficie del comedor redondo donde habían diversas
botellas de todo tipo y tamaño, junto con vasos y copas apiñadas al centro de
este.
—Lo sé —habló dejando fluir el agua del grifo para
que el líquido de color ámbar terminara de irse por el desagüe—. Tal vez será
mejor dejarlo hasta aquí.
Hyunjoong le dirigió una mirada desaprobatoria
haciendo a un lado una de las sillas para sentarse. —¿No llevamos ni dos horas
y ya te rendiste?
—Mi humor no es el indicado y desperdiciar tu
tiempo es…
—¿Por qué en lugar de estarte lamentando o dar
ridículas excusas, no vuelves aquí y lo haces correctamente? —Jaejoong giró su
cabeza arrugando el entrecejo—. Al menos haz uno bien y después podrás irte si
quieres —Hyunjoong añadió subiendo su talón en el asiento para apoyar su mentón
en la rodilla.
—Bien —Los pies de Jaejoong se movieron
pausadamente hasta que estuvo a centímetros de la mesa. En silencio empezó la
preparación de la bebida en la coctelera deteniéndose para vaciar el líquido en
uno de los vasos. Inseguro, dio dos pequeños tragos abandonando luego el vaso
en el mueble—. Creo que ya —dijo reprimiendo una sonrisa—. Pruébalo.
Sin aguardar a que le entregara la copa que había
preparado para él, Hyunjoong bebió el remanente del vaso que usó Jaejoong, secando
su boca con el dorso de su mano cuando se lo acabo. —Al fin —soltó sonriendo
porque Jaejoong hacia lo mismo—. Por cierto, ahora que bebimos de la misma copa,
conozco tus secretos.
Por primera vez en mucho tiempo Jaejoong sintió
timidez, tanta que agarro cuantos envases pudo, para acomodarlos en el estante
de la cocina de donde antes los habían sacado. Podía sentir la mirada de
Hyunjoong sobre él pero eso le impulso a moverse más entre el diminuto
departamento.
Un área para la sala y comedor seguido de la cocina
sin una notoria separación entre cada una, era lo que abarcaba el mayor
espacio. El breve pasillo que daba a la principal y única habitación más el
baño, completaban el hogar de Hyunjoong, donde ambos habían mantenido
–incluyendo esa– diez clases.
Jaejoong mordió su labio inferior al ver como Hyunjoong
sujetaba la botella que él estaba a punto de levantar, no pensándolo dos veces
desistió del intento humedeciendo sus labios antes de hablar. —Si no te
importa, me voy —dijo pasando tres dedos por su cabello—. Necesito hacer la
cena —continuó estando ya a medio camino de la puerta.
—Ok —Hyunjoong pronunció poniéndose de pie para
seguir con la tarea inconclusa de despejar la mesa—. Te veo mañana por la
noche.
Jaejoong asintió mientras se ponía sus zapatos
moviendo ligeramente su mano para despedirse, saliendo luego de ahí.
Desde hacía meses se había percatado de las
intenciones de Hyunjoong, pero Jaejoong simplemente opto por fingir no saberlo.
Era solo atracción física la que podía sentir por él al fin y al cabo, y de
avanzar con esta le acarrearía la posibilidad de que existieran incomodidades
en su trabajo en un futuro. Si solo se trataría de una aventura pasajera, bien
podía conseguírsela fuera de su entorno. Finalmente eso le venía funcionando
perfectamente desde hacía un par de años ya.
---
Heechul casi podía jurar que el aburrimiento lo
estaba consumiendo. Su abstinencia a desvelarse le había costado múltiples
diversiones en varios días. Sabía que el antifaz de gel, cremas y maquillaje
podían ocultar su falta de sueño, pero era más satisfactorio cuando el personal
de sus sesiones fotográficas lo halagaban por su buena y saludable apariencia. Su
carrera tenía numerosos sacrificios pero para él cada uno de estos valía la
pena.
No obstante la tensión se estaba acumulando en su
cuerpo y temía que fuera a volverse tan irrazonable como lo era para él,
Jaejoong. Necesitaba buscar algo en que ocuparse, mejor dicho en alguien en
quien desahogarse.
Para su mala suerte su pasatiempo favorito no
estaba, Yunho aún no regresaba y solo quedaba el muy estudioso Changmin, quien
luego de saber que Junsu saldría, se encerró en su habitación argumentado que
tenía un examen para el cual prepararse. Una excusa barata que Heechul no le
compró.
El picaporte de la puerta cedió fácilmente cuando Heechul
lo giró con su mano, un suave empujón y pudo entrar en el cuarto de Changmin.
—¿Por qué no sales con Siwon? —Heechul preguntó acercándose
a la cama donde él estaba recostado sobre su estómago.
Changmin abandonó la lectura de su libro y las
notas que escribía para voltear hacia arriba, a la cara de Heechul. —Hyung, no
voy a salir con él, ya te lo he dicho.
—¿Pero por qué? es obvio para todos que está interesado
en ti —insistió.
—Lo sé, no soy tonto —murmuró Changmin retomando el
resumen que hacía.
—¿Entonces?
—Yo no lo estoy.
Heechul le arrebató el lapicero automático impidiéndole
que pudiera seguir escribiendo. —¿Y? no te estoy diciendo que te fugues con él
para ir a casarte, solo sal y divierte.
—¿Por qué insistes en hacer de casamentero entre él
y yo? ¿Por qué no lo haces con quien de verdad me ayudaría? —Changmin cuestionó
tomando un bolígrafo de su mochila, desechando la idea de recuperar lo que
Heechul le había quitado, una pelea absurda.
—Obviamente porque no soy bueno en los casos
imposibles —siseó dejando caer el lapicero en la cama—. Si Junsu no ha aceptado
nada contigo es porque tiene otros planes para él, otro tipo de gustos en los
que no encajas tú —Heechul cerró sus ojos al percatarse de la dureza de sus
palabras.
—Quiero estar solo hyung —Changmin no se molesto en
mirar hacia él, mantuvo su vista entre su cuaderno y libro, sin alterar el tono
de su voz.
—No quise decirlo de esa manera es solo que no
importa como lo haga nunca parece que me escuchas —Heechul puso su mano en el
hombro de Changmin dándole un suave apretón.
—No es que no lo haga, es que tú no entiendes que
lo único que Junsu necesita es aceptar que no le soy indiferente.
—Por supuesto, y me imagino que eso lo comprobará
cuando termine de salir con medio país.
Changmin colocó su libreta sobre las páginas del
libro y lo cerró con un fuerte ruido. —No creo que puedas ser el indicado para
hablar de ese tema. Hyung, de verdad, quiero estar a solas —dijo levantándose
para ponerse junto al marco de la puerta, dándole a Heechul una clara
invitación para irse.
—Sí, yo salgo con cualquier tipo lindo que me
atraiga, pero es porque yo no tengo ningún aspirante a ser el amor de mi vida
ansioso porque le diga acepto —refutó
negándose a retirarse—. Aunque lo tuviera no me interesa, pero a Junsu si y si
él sigue buscando por fuera es porque no eres lo que quiere para él.
—¿Terminaste o vas agregar algo más? Te aseguro que
ya conseguí lo suficiente como para hacerme sentir poca cosa para lo que queda
del mes.
—No era esa mi intención, lo siento, no tengo el
tacto para hablar con la gente pero insisto en que le des una oportunidad a
Siwon.
—De nuevo con eso —Changmin empuño sus manos dejando
él mismo su habitación— ¡Si tan buen partido te parece Siwon hyung, sal tú con
él!
—¡Pues tal vez debería hacerlo! —Heechul gritó
desde el barandal siguiendo con sus ojos a Changmin bajando las escaleras.
—¡Genial, así alguien lo aprovechará y te quitarán
el estrés! ¡Te urge!
—¡Yah! ¡A mí no me hace falta ese tipo de
liberaciones! ¡No quieras hacerlo ver como que me estás haciendo un favor Shim
Changmin! —Los gritos de Heechul no alcanzaron a llegarle a Changmin porque él
ya estaba fuera de la casa.
---
—Mis papás se encontraron con tu mamá en Busán. ¿Por
qué no me dijiste que ella estaría ahí?
—No sabía que iría allá —Yunho desvió su mirada hacia
los coches que transitaban por la calle. Siempre era para él incomodo hablar de
sus padres.
—Me gustaría que nos volviéramos a reunir con tus
papás, quizás podría organizar una cena en mi casa, a los míos les encantaría
que…
Por un momento Yunho dejo de oír a Kyeonghwa, la
sola idea de llamar a sus padres le resultaba tan distante. Pocas veces se
había visto en necesidad de hacerlo y esa no terminaría siendo una de ellas.
—No están disponibles, tienen diversas ocupaciones
—cortó las palabras de ella.
—Pero aún ni ponemos una fecha —Kyeonghwa sonrió
tomando el brazo de Yunho con ambas manos para que volteara a mirarla—. ¿O es
que no quieres?
—La agenda de ellos nunca tiene espacio para nada,
ni para mí —Le respondió instándola a que se levantaran de la banca donde ambos
permanecieron sentados por casi media hora—. Si no me crees, puedes hablar con
la secretaria de cada uno de ellos.
—¿Por qué me hablas así? ¿Por qué tienes que
ponerte a la defensiva con esto? —Kyeonghwa liberó su brazo adelantándose unos
pasos para ponerse delante de él—. Solo estaba sugiriendo algo. Si no te gusta
la idea solo dilo y ya.
Yunho intento aproximarse a ella pero el sonido de
su celular lo distrajo, alzo su mano para pedirle que esperara pero Kyeonghwa
negó con la cabeza pegando dos veces en la acera con la suela de su zapato antes
de dar media vuelta y empezar a alejarse de él.
Los diez dedos de Yunho se aferraron a su propio
cabello tirando de este y luego sujetó su celular contestado rápidamente solo
para decir que le devolvería la llamada mas tarde.
—Kyeonghwa espera —dijo al tiempo que atrapaba su
mano para inmovilizarla.
El rostro de ella reflejaba dureza, la manera en
que sus labios estaban oprimidos entre si la dejaba claro a Yunho que estaba
más que molesta. —Siempre es o tus amigos o tus pacientes, a ellos nunca les
niegas nada, de ningún modo dejan de ser tu prioridad, jamás he podido competir
contra ellos porque ya tienen ganada la batalla por default —Kyeonghwa
pronunció entre dientes sacudiendo su mano para reanudar su camino.
Generalmente Kyeonghwa era una mujer amable y
comprensiva, pero existían ocasiones como esa en las que su carácter se volvía
tosco, caprichoso e intransigente. Desafortunadamente Yunho había comprobado
que últimamente eso estaba sucediendo con más frecuencia que nunca.
De nuevo Yunho redujo la distancia, frenándose adecuadamente
para dejar un metro prudente entre los dos. —No quiero discutir contigo cuando
estoy a punto de irme por una semana. Vamos estar separados y es mejor posponer
esta conversación hasta que vuelva.
Ella lo vio un instante luciendo como si estuviera
a punto de decir algo pero en su lugar elevo su brazo para detener un taxi. —Pues
muy tarde decidiste eso —Sin titubear abrió la puerta trasera y abordo el taxi,
indicándole al conductor que partiera de inmediato.
Yunho se quedo contemplando el trayecto por donde
el vehículo desapareció, dudando entre seguirla o llamarla. Los minutos estaban
corriendo y él concluyó que era mejor no hacer ninguna de las dos opciones. Tal
vez lo que en realidad les hacía falta era ese tiempo apartados, quizás a su
regreso las cosas estarían más calmadas.
Oprimió el número uno de su celular y aguardo a que
le contestaran. —Cancela tus planes, voy para tu casa —Yunho cortó la llamada apenas
alcanzando a escuchar un cansado suspiro del otro lado de la línea telefónica.
Guardó el aparato en su pantalón y se desplazo por la banqueta hacia donde su
auto estaba estacionado.
---
Changmin no sabía cuánto tiempo se había mantenido
recargado en la puerta corrediza de la cochera, hasta que el rechinido de la
entrada le hizo salir de sus pensamientos. Las pequeñas piedras encajadas en
las plantas de sus pies le hicieron recordar que no traía zapatos y un par de
gotas frías en sus brazos, que la camiseta sin mangas no era la suficiente
protección para la llovizna que caía.
Jaejoong interrumpió su avance a la casa cuando
Changmin se atravesó. Uno de sus tobillos estuvo a decimas de doblarse y el hombre
ni siquiera pareció notarlo. El temperamento de Jaejoong reaccionó rápidamente
para apresurarse y sobrepasar no interesándole sin con ello Changmin perdía el
equilibrio.
—¡Yah, fíjate por dónde vas! —Heechul exclamó desde
el umbral, adelantándose para agarrar del brazo a Changmin ayudándolo a
estabilizarse—. Que malos modales tiene —dijo viendo por sobre su hombro a
Jaejoong quien ya subía hacia la segunda planta—. Changmin-ah, tu celular no
paraba de sonar —Su mano derecha empuñaba el teléfono que extendía para
Changmin—. Contesté y tomé el recado —agregó.
—¿Cuál es? —Changmin recibió el celular sin mirar a
la cara de Heechul.
—Una dirección y el nombre de alguien a quien
tienes que recoger —contestó entregándole una hoja doblada a la mitad, poniendo
una mano en su cadera y con la otra arreglando su cabello por detrás de la
oreja—. Me disculpo por lo que dije hace rato —murmuró atreviéndose a verlo a
los ojos.
Changmin palmeó el hombro de Heechul y lo empujo
solo lo suficiente como para hacerlo tropezar ligeramente. Una risa y pasos
corriendo por la escalera fue todo lo que Heechul oyó aún recuperándose del
sorpresivo ataque. Con los brazos cruzados y su labio inferior sobresaliendo,
fue hacia al patio trasero.
---
Changmin revisó la nota en su mano y el número de la
cantina antes de entrar en esta. En la barra preguntó por el dueño del nombre
escrito en el papel que Heechul le dio, el hombre dudo un poco pero al final
apunto a la esquina donde solo podían verse dos formas ocultas por el humo de
cigarro y la falta de luz en el lugar.
—¿Solicitó un chofer? —cuestionó enfrentando al
primer hombre, quedando de inmediato paralizado cuando reconoció a Junsu
sentado a un lado de este.
—¿Por qué? ¿Tú eres el conductor designado? —El
sujeto habló con sorna tomando un último sorbo de su tarro de cerveza—. ¿Tienes
siquiera edad para manejar?
—¿Lo hizo o no? —Impaciente, Changmin dijo
arqueando una ceja. Su experiencia realizando este tipo de trabajo informal le
había ganado algunos trucos del cómo tratar a personas alcohólicas pero él no
tenía ganas de usar ninguno en ese momento—. Probablemente usted puede irse por
su propia cuenta.
—Changmin —Junsu lo llamó estirando su brazo con
las tintineantes llaves colgando de sus dedos—. Él no debe hacer eso.
—Claro —Velozmente se apoderó de las llaves
haciéndose a un lado mientras Junsu luchaba con el hombre para que se pusiera
de pie.
—No puedo dejar que un niño use mi carro, si nos
detiene la policía me multarán.
Las palabras sonaron deformadas para los oídos de Changmin
pero inclusive así, rodó los ojos por lo ridículo que resultaba ser que un
borracho se preocupara mas porque un menor condujera y no por su propio estado
etílico o por el hecho de que no sabía si estaba confiando en la persona
correcta.
Olvidándose de eso, se encogió de hombros sonriendo
de medio lado al ver desde atrás como las piernas de Junsu tenían que soportar
el peso extra del individuo prácticamente encima de él. Dio dos pasos largos
para alcanzarlos cuando Junsu se tambaleo al salir del lugar y ambos casi
cayeron de bruces contra la acera, sin necesidad de ayudarlos, ellos mismos se
reincorporaron.
No teniendo la misma suerte cuando Junsu volvió a
tropezar –aparentemente con el plano pavimento– y el sujeto que llevaba a
cuestas se soltó de su agarre yendo a estamparse con la puerta de su vehículo,
terminando hincado en el suelo.
Sin querer evitarlo, Changmin rió acercándosele
para levantarlo. El hombre más dormido que despierto no opuso resistencia.
—Gracias —Junsu dijo al acomodarlo en el asiento
trasero, cerrando la puerta para ir hacia el lado del copiloto.
—Será mejor que vayas atrás con él —Changmin
indicó—. Si despierta no quiero que decida que no soy apto para estar tras el
volante y tomé medidas drásticas para quitarme de el —Junsu puso mala cara pero
obedeció, entrando en el auto y sentándose a un lado del hombre—. ¿Por dónde?
—¿Eh?
—¿A dónde vamos? —Changmin pasó su brazo por arriba
del asiento para observar con facilidad si la calle estaba despejada antes de
arrancar en reversa—. ¿Lo sabes, verdad?
—No —Junsu miró a los lados, luego al techo y
después sacudió al tipo junto a él—. Despierta —Repitió varias veces, en todas
obteniendo la misma reacción de un cuerpo inerte que solo se movía al compás de
los zarandeos que le daban.
—Olvídalo, encontré su licencia de conducir —dijo
Changmin mostrando la identificación entre sus dedos índice y medio.
El trayecto estuvo lleno de incoherentes frases y
sonidos de besos tronados –la mayoría tirados al aire– porque repentinamente el
hombre despertó con ansias de acción y Junsu no parecía estar muy interesado en
complacerlo. Por el retrovisor, Changmin vio como con reiterados manotazos,
Junsu evitaba el contacto pero el individuo con cada uno de ellos se volvía más
insistente. Por muchas razones, Changmin prefirió no intervenir.
Cuando llegaron, Changmin subió el vidrio de la
ventanilla y salió del auto abriendo la puerta para que tanto Junsu como el otro
hombre también bajaran del vehículo.
Con un carraspeo Changmin extendió la palma de su
mano derecha hacia arriba esperando el dinero por su servicio. A regañadientes
y murmurando por lo bajo, fue depositado tres billetes y dos monedas. Después
de examinarlos, Changmin los metió al fondo del bolsillo de su pantalón, dándole
a Junsu las llaves del coche.
Junsu amplió sus ojos notando como Changmin
simplemente se estaba marchando dejándolo con alguien que podía considerarse
más un pulpo que un ser humano. Su cintura era retenida por dos brazos fuertes
que se empeñaban en jalarlo al interior de la casa.
—Oye la noche término para ti —Junsu habló con
dureza apartándole las manos y arrojándolo contra la pared de piedra. Con
grandes zancadas se empezó a alejar de pronto recordando que aún conservaba las
llaves, con un rápido giro, las lanzó contra él y siguió la ruta que Changmin
tomó.
Corriendo por la avenida, pudo apreciar la alta figura
preparándose para subir a un taxi. Y aunque juraba que su energía no daba para
más, se las ingenio para ponerse a la par del vehículo, abriendo la puerta y
entrando sin permiso acomodándose casi pegado a Changmin.
—Compartamos este —expuso con una sonrisa,
borrándola por la seriedad del semblante de Changmin.
El taxista preguntó por la dirección a donde los
llevaría, luego de decirla, nadie pronunció una palabra más. Changmin iba
recargado en el respaldo mirando hacia afuera y Junsu de vez en vez lo veía de
reojo.
La tarifa fue cubierta por Changmin quien ignoro a
Junsu cuando le planteó pagar la mitad. Este último mordió su labio inferior
sintiéndose relegado nuevamente porque Changmin descendió sin esperar por él.
—Changmin-ah, caminemos juntos —Como si no lo
hubiera escuchado, este no se detuvo ni disminuyo la velocidad. Junsu se
apresuró y volvió a llamarle pero obtuvo un resultado idéntico, por lo que renunció
limitándose a seguirlo.
—Por lo menos dejo la puerta abierta —susurró
cerrándola con lentitud.
Junsu solo pudo fijarse en la espalda de Changmin al
entrar en la casa. Su ánimo decayó mucho más de lo que ya estaba, teniendo
ahora que lidiar con la tristeza que el rechazo de él le causó.
---
El viernes fue el último día de capacitación para
el personal médico que acudiría a las campañas de salud en zonas rurales, esto
aunado al habitual horario en la clínica, fue para Yunho y Siwon tan extenuante
que el tomarse la tarde libre era como un bálsamo para su agotamiento.
Siwon sacudió su gabardina tratando de quitar las
pocas gotas de lluvia que habían alcanzado a caer en la tela durante el
trayecto de su automóvil al interior de la casa. Con cuidado la colocó en el
respaldo de una de las sillas para después ir a sentarse en el sillón más grande,
a un lado de Yunho.
—Estoy muerto de cansancio —declaró apoyando su
cabeza en el hombro de Yunho, casi cayendo cuando este se aparto de él—. ¡¿Te
mataría tener un mínimo de consideración con tu mejor amigo?! Un día de estos
me cansaré de serlo.
—Tengo otro —respondió cruzando sus piernas por los
tobillos—. Pero por supuesto, uno no reemplaza al otro.
Siwon arrugó su cara dándole un puñetazo a Yunho en
el muslo, pasando enseguida sus manos por sobre su cabeza, masajeándola en
círculos. —¿Qué pasaría si imprevistamente me quedo dormido y no llego a tiempo
para ir a la campaña?
—Me molestaría gravemente contigo —Yunho advirtió
enderezándose en su lugar.
—Era solo una suposición —Siwon soltó en un suspiro.
—Permiso —Heechul dijo haciendo que Siwon se recorriera,
dejando espacio para que él se sentara—. Changmin —Tronó dos dedos de cada mano
estirando sus brazos para llamar la atención de este, quien estaba sentado en
el sillón individual, semi-recostado en el brazo del mueble, simulando dormir—.
Te tengo buenas noticias —Se apegó a Yunho para ofrecerle a Changmin un sobre
tamaño carta—. Tu pago.
Los ojos de Changmin se abrieron instantáneamente
tomando el objeto de los dedos de Heechul. —Él quedo contento con tu desempeño
y me pidió que te preguntara si estarías dispuesto a volver a trabajar ahí
—Siwon arqueó una ceja al ver que Heechul reposaba su cabeza en el hombro de
Yunho sin recibir protesta alguna—. Él está acostumbrado a tratar con amateurs
quejumbrosos y pudorosos, así que realmente se sorprendió de que tú no siendo siquiera
un novato, solo mostraras en un principio timidez para después desinhibirte por
completo.
Changmin se quedo mudo ante eso, él no podría decir
que se desinhibió en ningún aspecto, sino mas bien que soporto la situación y
fingió que no le afectaba. Pero nadie tenía por qué saber que aún conservaba
secuelas del evento, sobre todo esos sueños recurrentes en los que se veía
desnudo en medio de una multitud.
—Y solo porque te estimo, no estoy cobrándote
comisión —Heechul le guiño un ojo entrelazando una mano con la de Yunho—. No
por conseguirte la oportunidad ni por ayudarte con los preparativos previos.
Changmin sintió que hasta sus orejas se calentaron.
El acompañar a Heechul a un centro de belleza fue una de las más difíciles y
penosas experiencias que había vivido, casi a la par de la de posar como si
fuera un modelo. Primero fue una exfoliación, después un masaje tonificante-reafirmante
para finalizar con una depilación. Desde su entrada al establecimiento sospechó
de las intenciones, pero Heechul ingeniosamente lo envolvió con sus razones y
evasivas del porqué debía estar presentable el día de la sesión. Y para cuando
fue consciente de lo que haría el personal que entró a la habitación con
incuestionables artefactos, solo le bastó escuchar decir a Heechul “Los verdaderos hombres soportan todo,
¿cierto Changmin?”, para que él se rindiera antes las manos que vigorosamente
trabajaban sobre su cuerpo. Afortunadamente, tal como Heechul los había
calificado, los empleados fueron sumamente profesionales. ¡Al menos!
—Entonces qué dices, la próxima semana tiene otra
clase programada, otra de ese estilo.
Changmin estaba agradecido de que Heechul aunque
sea, hablara del tema con discreción. Así lo estuvo hasta que Siwon se entrometió.
—Un desnudo —Heechul aclaro la pregunta de ‘¿Qué
fue lo que Changmin hizo?’—. Artístico —adicionó, pestañeando en replica por la
dura mirada que el aludido le dio.
—¿Te desnudaste? —Yunho inquirió atrayendo la
atención de Junsu quien iba camino a la cocina—. ¿Para espectadores?
—Un grupo de veinticinco personas para ser precisos,
alumnos de una clase de arte —Heechul articuló subiendo una pierna en la
rodilla de Yunho, retirándola en cuanto este presionó arriba de la suya originándole
cosquillas.
—Necesitaba el dinero —Changmin dijo secamente.
Siwon soltó un silbido largo como el sonido de un
globo desinflándose. —Es el trabajo perfecto, todo mundo lo hace en algún
momento pero no todos tienen el privilegio de recibir un beneficio económico
por ello. Por ejemplo yo… —Los cuatro pares de ojos se fijaron directamente en
él, haciendo que Siwon sonriera imaginando sus pensamientos—, en algunas
ocasiones he visto a mis pacientes en traje de Adán y no les he pagado por eso.
De hecho en otras situaciones habría algunos con los que si lo hubiera hecho,
pero solo para que volvieran a vestirse.
El coscorrón que Yunho le propinó, fue lo necesario
para borrarle el gesto de repugnancia a Siwon, pero no para que dejara de
sonreír descaradamente.
—Pero no lo haré de nuevo —recitó Changmin
revisando el contenido del sobre, era una muy buena cantidad por lo que en su
mente volvió a repetirse lo que acababa de decir.
—Es una lástima, el profesor creyó que había
encontrado a su modelo de cabecera —Heechul contó reclinándose con mayor
comodidad en Yunho—. Si es por la vergüenza, esa desaparece con el tiempo,
simplemente te aclimatas a la situación.
—No, es porque es demasiado el tiempo que tengo que
permanecer quieto —Changmin mintió. Era verdad que fue agotador el mantenerse
en una misma posición pero tampoco fue tan complicado, ya que por su
nerviosismo quedo naturalmente petrificado sin deseos de moverse por temor a
mostrar más de lo que ya hacía.
—¿Y tú, Heechul hyung? ¿También posas para esas
clases? —Junsu quien había estado callado, preguntó sentándose en el sofá
desocupado.
—Claro que no, el maestro es un buen tipo pero él
sabe perfectamente que no puede costearme. Mi agencia vende mi piel a un alto
precio y no tengo permitido realizar ningún trabajo por mi cuenta. Además no
está dentro de mis intenciones dar ese tipo de imagen, aun con mi profesión,
tengo que pensar en mi familia.
Siwon palmeó sus manos, frotándolas entre sí. —Oh,
¿eso quiere decir que pondrán esos retratos en exhibición?
Changmin palideció por esa posibilidad, no había
pensado en que eso ocurriría, tan ocupado estuvo creyendo que se solucionaría
su estado financiero, que no recapacitó en las derivaciones de hacerlo.
Heechul curvó su boca ligeramente hacia la
izquierda, viendo hacia Changmin. —No exactamente, fue solo parte de una
actividad —El alma de Changmin volvió a asegurarse en su cuerpo, con su
respiración retornando a su ritmo normal—. Pero al final del curso exponen en
una muestra de los mejores, quizás alguno de Changmin sea seleccionado.
Era un hecho, Heechul siempre ocultaba información para
dar la estocada en el momento cúspide, cuando ya nada podía hacerse para
evitarla.
---
Jaejoong entró arrastrando los pies, dirigiéndose
directo a las escaleras notando la luz encendida en la cocina. Eran
aproximadamente las cinco de la mañana, siendo sábado ninguno debía estar
despierto, ni siquiera Junsu –que acostumbraba a llegar de madrugada– estaba a
tan “altas horas” levantado.
Al ver la puerta del refrigerador abrirse, decidió que
podía tratarse de cualquiera tomando un tentempié, así que continuó subiendo
los escalones. Únicamente había avanzado tres cuando Yunho emergió con una
botella de agua en cada mano, llamándole. —Hoy llegaste más tarde —Le dijo
apagando la luz de la cocina, arrimándose para quedar a plena vista de él.
—Tuvimos contratiempos con un par de clientes —Jaejoong
declaró preguntándose cómo es que Yunho conocía cuál era su común hora de
llegada.
Jaejoong empezó a impacientarse al no saber qué
hacer a continuación, quería simplemente dar media vuelta para ir a su
habitación pero después de cómo Yunho se encargo de atenderlo en su resfriado,
creyó que merecía aunque sea mostrarle un poco de educación por su parte.
—Espero que nada grave —Jaejoong asintió afirmándoselo
mientras la punta de su pie pegaba constantemente en el piso—. Estaré ausente
durante una semana —Yunho anunció metiendo las botellas en las bolsas laterales
de la mochila sobre el comedor.
Jaejoong entonces reparó en su vestimenta deportiva
–pants, sudadera y tenis– en tanto que Yunho ajustaba la enorme mochila en su
espalda y hombros.
—¿Camping? —Jaejoong se mordió la lengua luego de
decirlo, él no debía preguntar, a él sencillamente no le debería de interesar.
—No, iré junto a un equipo de médicos a comunidades
alejadas para ofrecer atención gratuita.
Jaejoong se descubrió a sí mismo a tiempo para contenerse
de igualar la sonrisa que Yunho portaba. No porque le pareciera admirable ese
lado humanitario de él, significaba que la relación entre ellos tenía que
mejorar.
El estridente sonido de un claxon quebrantó el
silencio en la sala, alertando a Yunho de su partida. —Más vale que me de
prisa, si no Siwon despertará a todo el vecindario.
Jaejoong no dijo nada quedándose tan solo ahí
viendo como Yunho revisaba su ropa y bolsillos mientras se acercaba a la
puerta. —Yunho —nombró consiguiendo que este se detuviera. Apretó el pasamano
con sus dedos, descargando en este la frustración consigo mismo por su falta de
razonamiento.
—¿Si? —Yunho lo escudriñó de pies a cabeza,
escuchando después el creciente tono de su celular—. Siwon —musitó viendo la
pantalla del teléfono.
—Que tengas buen viaje —Jaejoong mencionó con prisa,
aprovechando su distracción para continuar la subida.
Extrañamente el fin de las escaleras llego sin
darse cuenta, en un segundo ya estaba en el pasillo y al siguiente dentro de su
recámara. Serenamente resguardado entre cuatro paredes, oyendo únicamente su
propia voz en la cabeza:
«Tú no vas a derribar
las barreras por él»
«Tú no vas a
volver a enamorarte de él»
:::: .::::. ::::
Jaejoong amarró
la agujeta de su tenis, rodando los ojos mientras escuchaba a Yunho hablar.
—De verdad, jamás
he tenido novio —El resoplido que Jaejoong soltó le hizo a Yunho cuestionarse
si para este, él lucía como un Casanova—. Solo he salido con una chica, y no
fue realmente algo serio —explicó.
—¿Nunca entonces?
—Jaejoong cruzó su mirada con la de él, tratando de descifrar lo que en ella
veía. No encontró vacilación ni evasión, así que desistió doblando su rodilla
izquierda para atraerla a su barbilla.
—Ninguno, eres
mi primer hombre —Yunho gruñó al recibir en su brazo un golpe del puño de
Jaejoong—. ¿Eso por qué fue?
Jaejoong apretó
sus labios en una línea poniendo su atención al frente, estando sentados en la
intemperie de su azotea, podía ver la iluminación filtrándose por las ventanas de
las demás casas. —Quisiera poder vivir en una casa de verdad —confesó virando hacia
la zona residencial.
Yunho miró a
donde Jaejoong lo hacía y echó su cabeza atrás para ver el cielo a punto de
oscurecerse. —A mi esta me parece una de verdad.
Jaejoong suspiró
estirando ambas piernas para recostarse en el frío cemento del techo. —Solo
cuenta con un cuarto y un restringido espacio que tiene que adaptarse para dos
personas. Y además pagamos por ella, yo quiero una propia. Una a la que mi mamá
y yo podamos llamar nuestro hogar.
—Pero ya es un
hogar lo que ustedes tienen, yo solía vivir en una tan grande que me hacía
sentir como un extraño cada vez que estaba dentro. En cambio aquí, el ambiente
es diferente.
—Debe ser la
contaminación —Aún recostado, Jaejoong apuntó en dirección a una pequeña fábrica
de la que podía notarse el rastro de humo que emanaba por uno de los largos
tubos de escape.
—Yo hablo de…
—Ya sé
—Interrumpió a Yunho—. Pero eso no quita que quiera tener la seguridad de que
al menos si las cosas van mal, poseemos algo afianzable.
Yunho se dejó
caer lentamente hasta estar junto a Jaejoong. —Tienes esta hermosa vista —indicó
contemplando los muy tenues tonos naranjas que poco a poco iban desapareciendo—,
y solo debes subir aquí para disfrutarla.
—Pero hasta esa
debe ser más linda en las terrazas de los altos edificios.
—Pero en este
lugar se siente libertad y no el ahogo de un gigantesco espacio vacío para ti
solo —Yunho rebatió pasando sus brazos por detrás de su nuca—. Mi padre siempre
está en la casa de bolsa en la que trabaja y mi mamá constantemente viajando
para la empresa de exportación de la que es publirrelacionista. Cuando no es
así, nos ignoramos mutuamente que tal parece que no estuvieran de todos modos. Para
ellos lo único que existe es el estrés de números, economías y prestigios. Es
por eso que ahora comparto un departamento con un amigo al que también casi
nunca veo porque divide su tiempo entre la universidad y una firma de abogados
donde trabaja de mensajero. Créeme, esto que tienes es mejor a lo que yo he
tenido.
—Pero aunque te
hayas separado de ellos siguen pagando tus estudios, eso es algo bueno.
—Eso es porque
es la correcta manera en que deben fungir los padres ante la sociedad, para
ellos lo que la gente opine es lo que más importa. El día que les dije que me
mudaría con un amigo ellos contestaron “que bien, nuestros amigos estarán
maravillados por la madurez de nuestro hijo para decidir independizarse”, ni
siquiera les dio curiosidad por saber algo más, solo les interesó lo que
aparentarían ante las personas. Pasaron meses antes de que me pidieran la dirección
del sitio donde vivo y solo fue porque una revista de sociales les ofreció
hacer un reportaje y ellos querían que la foto de familia que publicaran fuera
donde su único hijo vivía abriéndose camino por sí mismo. Nuestro contacto se
limita a un estado de cuenta y matriculas pagadas, lo cual les agradezco porque
eso me facilita seguir estudiando.
—Ojala yo pudiera
seguir haciéndolo, pero mis calificaciones no me permiten una beca y todo el
dinero se va en nuestros gastos personales y los del hospital. No es que me
queje, prefiero tener solo lo necesario para sobrevivir si eso implica que mi
mamá estará saludable.
—Y lo estará
—Yunho aseguró empujándole un pie con el suyo—. Y cuando sea así, tú y yo nos
enlistaremos como voluntarios en esos viajes a los pueblos lejanos donde se da
atención médica gratuita.
—¿Y yo que ayuda
podría brindar en labores como esa? —Jaejoong giró sobre su costado apoyando la
cabeza en su brazo doblado.
—Leer, tal como
lo haces con los niños del área de pediatría —dijo sonriendo—. Eres el tema
preferido de las enfermeras.
—Esas mujeres
escandalosas —Jaejoong protestó frunciendo el ceño.
—Tú y yo seremos
un dúo perfecto, yo atiendo a los pacientes en lo que tú los entretienes —Yunho
esquivó la mano que planeaba proyectarse en su frente, atrapándola para comenzar
a presionar los delgados dedos hasta que cada uno de ellos tronó—. Eres el
único que no se queja cuando hago esto.
—Por supuesto,
soy tu primer hombre.
Yunho rió soltándole
la mano. —Lo eres —reconoció deslizando un brazo por la espalda de Jaejoong hasta
su hombro, para que se acomodara entre este y su torso, entrelazando las
piernas y cerrando los ojos, disfrutando de la brisa nocturna que los rodeaba.
Qué cosas! Creo que si Heechul se aburre en una de estas se acaba el mundo. Yo opino que Changmin debería seguir trabajando de modelo, eso y que la novia de Yunho debe perderse en alguna isla del Caribe.
ResponderBorrarPues el capitulo de hoy si me sorprendió, estuvo más largo que otras veces pero igual me divertí con él. Saludos.
:) apenas sale la pobre de ella y ya la quieres desaparecer? al menos le deseas vacaciones XD. Chao
BorrarCual largo.. te quedo perfecto ^^
ResponderBorrarGracias por el capi... ya quiero saber que fue lo que paso entre el YunJae para que se separaran....
aw gracias, saludos
BorrarGanas de estrangular a Kyeonghwa aumentando a lo largo de todo el capítulo, por los dioses mira que es caprichosa ^^U Por aquí arriba decían de enviarla de vacaciones.. es una forma más sutil de pedir que desaparezca ¿verdad? así que me uno a ello.
ResponderBorrarHeechul me encanta, con todo lo bocazas que es. Me ha gustado especialmente la naturalidad con la que has ido metiendo los gestos de cariño con Yunho mientras hablaban todos juntos ^^ y pobre Min... ais, Junsu le está trayendo por la calle de la amargura. La relación de Yunho y Jae al menos parece que está estable... pero está claro que saltarán chispas en cualquier momento. Me encanta la idea de los flasbacks para ir conociendo su vida previa ^^
¡Un saludo! Y gracias por la actualización ^^
encimar a Heechul en Yunho y escribir los flashback es lo que mas me gusta ^^
Borrargracias por comentar :D
WOW amo este fic *W* cuando leea sta cap lo comnto W* gracias x scribir nena
ResponderBorrarOmg, morí con Changmin y su desnudo artístico. Luego lo imaginé depilándose y sufriendo por eso y asdsad dios, me reía sola.
ResponderBorrarAhora Junsu :@@@@ why? ¿porque haces eso con Changmin? Igual me gustaría que en vez de minsu fuera YooMin -los shippea- asdasda
Quiero saber si Yoochun intervendra en el fic.
junsu *en mi imaginacion* encajaba mas en la pareja que quería con changmin, eso y otras cosas, y yoochun esporadicamente si aparecera =)
Borrar*O* mientras mas extenso sea mejor!!!
ResponderBorrarcomo fue q YunHo termino con una tipa asi?????
q odiosa la mujer esa, si YunHo no le presta la atencion debida
pues q lo deje y ya u.u
yo igual me le pegaría como lapa *así o mas urgida* XD nah no es cierto, yunho tiene su culpilla tmbn, si es enfadosa que la deje y ya ¬¬
Borrarsaludos ^^
Wooo asi de largo esta
ResponderBorrargenial!!!
me encanto el capitulo...
Aunque la novia de Yunho
me cae mal....
fue genial lo de Changmin
y su pago por el desnudo
artistico...
Gracias por actualizar!!!!
:D y a ti por comentar
BorrarAcabo de encontrar tu blog ...... LO AMO
ResponderBorrarme lei los seis caps de corrido estan geniales *-*
mori de risa con Minie y su desnudo artistico ajajaja ya me imagino exibiendose eso.. ajaja
Yunho le tiene mas confianza a Jae xD son tan lindos le dice a el a donde va y a su novia nada de nada xD
me encanto
ooww que lindo.el.presente avanza lento.....y el pasado muestra como.se fueron.conociendo Yunho y Jae
ResponderBorrarJajaja... Min quedo petrificado y asi no enseñae mas y no que le gustó posar. Yunho y Jae ahggg! Porqué terminarón su relación?...
ResponderBorrarGracias!!!
A veces las personas que se amaron realmente no pueden estar juntos , pero si la vida les da una oportunidad es por algo :(
ResponderBorrarEspero que el destino de jae y yunho sea estar juntos ❤