Enredos de amor: Capítulo 8

Los reencuentros te llenan de felicidad

—Si dicen algo extraño no les hagas caso.
—Estas exagerando, él que debería estar nervioso soy yo y no tú —Yunho sonrió cálidamente mientras era guiado por Junsu hacia el interior de la casa de los padres de este.

—Es que no has pasado suficiente tiempo con ellos —Dio un profundo suspiro y avanzo hasta el recibidor—. ¡Llegamos!
—¡Oh ya están aquí! Pasen —La señora Kim se levanto de su asiento y corrió hacia los recién llegados.
—Buenas noches —Yunho dio una reverencia hacia la pareja mayor.
—Yunho… es un placer verte de nuevo —El señor Kim extendió su mano derecha para saludarlo cordialmente—, supe que a partir de mañana formaras parte de nuestra familia en la empresa.
—Oh… si señor… muchas gracias por la oportunidad.
—No hay nada que agradecer muchacho, tú solo da lo mejor de ti mismo.
—Deben tener hambre —Yehee agitó una pequeña campana que tomó de la mesa del café haciendo que casi de inmediato apareciera una de las doncellas—, por favor Jihye que nos sirvan la cena.
—Si señora —La empleada se retiró hacia la cocina después de hacer una pequeña inclinación.
—Pasemos al comedor —La señora Kim dijo haciendo que los otros tres hombres hicieran su camino hasta el lugar, cuando Junsu paso cerca de ella lo tomó por el brazo para detenerlo—, Su querido, esta noche deja todo en mis manos —Después de guiñarle un ojo comenzó a jalarlo hacia el espacio donde su marido y futuro yerno los esperaban.
—Mamá…. Por favor no hagas nada —Junsu sintió un escalofrió cuando vio la expresión brillante en el rostro de su madre al decir aquello.
Los minutos transcurrieron mientras cenaban tranquilamente, de vez en cuando compartían una sencilla conversación, Yunho percibió una atmosfera de relajación total, los Kim le estaban brindando un sentimiento de comodidad, no lo hacían sentir como un invitado mas, sino más bien como alguien de la familia, fue un sensación que le hizo desear tenerla para siempre.
—Yunho ¿a qué se dedica tu familia?
—Mamá no seas tan curiosa.
—Pero estoy interesada en la vida de alguien que formara parte de mi familia.
—¡Mamá! —Junsu se ruborizó un poco, casi imperceptiblemente.
—No estoy diciendo nada equivocado, después de todo, tus amigos son como de la familia para nosotros ¿cierto querido? —Volteó hacia su marido quien solo asintió con la cabeza.
—Mi mamá se dedica al hogar y mi padrastro trabaja como asesor legal para una pequeña empresa —Yunho dijo con una pequeña sonrisa.
—Oh, nos gustaría conocerlos algún día.
—Mamá.
—Está bien no insistiré mas —La mujer hizo un gesto de desconformo y siguió comiendo.
—¿Y por qué escogiste la arquitectura? —El señor Kim le preguntó.
—Desde niño me gustaba observar los grandes edificios, examinaba con detenimiento cada uno de sus detalles y luego trataba de dibujarlos o hacia construcciones con cubos o cualquier cosa que encontrara, después cuando estudiaba tome un taller de dibujo técnico y descubrí que disfrutaba el hacer replicas a escalas de varias obras arquitectónicas.
—Entonces no te fue difícil elegir tu profesión como a la mayoría de los jóvenes le sucede.
—No, yo desde un principio sabía que era a lo quería dedicarme.
—Eso es bueno, me gusta la gente con determinación, ahora me alegra más de que estés trabajando con nosotros —El señor Kim habló provocando con sus palabras una sonrisa en los demás rostros.
Cuando terminaron la cena todos pasaron a la sala decidiendo tomar un poco de café ahí.
—Mañana me voy con Yoochun a Daegu para visitar a sus padres.
—Oh hace mucho que no veo a los Park, salúdalos de nuestra parte Sunnie.
—Si… será mejor que nos vayamos, mañana tenemos que trabajar además será el primer día para Yunho, estoy seguro de que tiene cosas que arreglar.
—Tienes razón, deben descansar, es una suerte que vivan en el mismo edificio así podrán llegar a casa más pronto…. Uhm Junsu el otro día que viniste se me olvido preguntarte por el libro que dejaste en la biblioteca.
—¿Libro? ¿Qué libro? —Junsu lució totalmente despistado de lo que hablaba su madre.
—El libro de negocios —La señora Kim dijo entre dientes mientras le lanzaba una mirada de complicidad.
—Oh… si, vamos, no nos tardamos —Miró hacia Yunho y luego siguió a su madre hasta la habitación.
La señora Kim entró en la biblioteca de su mansión jalando rápidamente el brazo de su hijo y después cerró la puerta suavemente.
—¿Cómo puedes irte y dejar solo a Yunho? ¿No tienes miedo de que te lo roben?
—Auch mamá me dolió —dijo mientras se sobaba su brazo, ya que la mujer aplico fuerza pero también sus uñas largas fueron encajadas en su piel—. Ya te dije que él y yo solo somos amigos.
—¿Cómo puedes ser solo su amigo? no puedes dejar pasar a un buen partido, no sabemos cuándo se volverá a cruzar por tu camino un prospecto como él —Lo miró seriamente recibiendo un suspiro de su parte—. Espero que por lo menos no tuvieras planes con él y los hayas cancelado por Yoochun.
—No, no tenía nada, además estamos hablando de Yoochun no de un extraño.
—No me malinterpretes, yo a Chunnie lo quiero mucho, es casi como otro hijo para mí, pero él solo es tu amigo y Yunho es tu próximo esposo.
—¡Mamá!…. tan solo regresemos —Junsu dio media vuelta hacia la puerta pero fue detenido por la mano de su madre.
—Por lo menos asegúrale que Yoochun es casi como un hermano para ti, no dejes que piense otra cosa y se rinda de tener algo contigo.
—Si —Junsu dijo cansadamente abriendo la puerta para regresar con los otros dos hombres.
Cuando estuvieron los cuatro juntos, caminaron a la entrada principal para despedir a los más jóvenes.
—Muchas gracias por la cena —Yunho se inclinó hacia ambos padres de Junsu.
—No es nada querido, cuando quieras venir esta casa tiene las puertas abiertas para ti —Una sonrisa se desplego en el rostro de Yehee.
—Vayan con cuidado —El señor Kim los despidió mientras pasaba su brazo por la espalda de su esposa hasta tocar su antebrazo.
Ambos hombres se subieron al coche de Junsu y se dirigieron hacia sus departamentos. Ya en el edificio arriba del elevador, Yunho detuvo con una mano la puerta para tener tiempo de despedirse del otro.
—Mañana paso por ti para que nos vayamos juntos.
—No quiero ser una molestia, puedo ir por mi cuenta.
—No tiene caso que vayamos por separado si vamos al mismo lugar, además entramos a la misma hora.
—Está bien, buenas noches.
—Igualmente, descansa —Junsu dio vuelta y camino hasta la puerta de su casa.
Yunho retiro la mano para subir hasta su piso, entró en su departamento caminando hasta su dormitorio para alistar la ropa que usaría a la mañana siguiente.
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Yunho se había presentado directamente en la oficina de Yoochun quien se encargaría de mostrarle su nuevo lugar de trabajo, avanzaron hasta el área de desarrollo donde el grupo de arquitectos e ingenieros se encontraban. Una vez ahí Park se colocó en el centro provocando que todos voltearan hacia él.
—Él es Shim Yunho, será el nuevo asistente en este departamento, espero que todos le ofrezcan su apoyo y lo ayuden a familiarizarse con la compañía —Buscó con su mirada por todos los rostros hasta encontrar a un hombre—. Ingeniero Wan, lo dejaré específicamente a su cargo ya que se que en este momento se encuentra saturado de trabajo.
—Así es Park-ssi —El hombre asintió con la cabeza.
—Bien, entonces los dejo para que regresen a sus actividades.
Todos se inclinaron hacia él y Yoochun camino de regreso a su oficina con una sonrisa de lado.
—No sabes el infierno que te espera con tu nuevo jefe —habló para sí mismo.
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A mediodía Junsu decidió ir a ver a su primo, por lo que ahora se encontraba sentado en la oficina de Jaejoong.
—Hoy me voy con Chun a la casa de sus padres.
—Oh ¿una escapada romántica de último momento? —Jaejoong arqueó ambas cejas mientras cerraba las persianas de las ventanas detrás de él ya que el sol comenzaba a darle sobre su espalda y cabeza.
—No sé exactamente por qué quiere que lo acompañe, es decir, él siempre va solo, rara vez invita a alguno de nosotros —Junsu ignoró lo que su primo mencionó prefiriendo externar sus dudas.
—Bueno pero no desperdicies tu tiempo en pensar el porqué, mejor piensa en maneras para averiguar si el tal Yunho provoco celos en él.
—¿Tú realmente crees que eso sea posible?
—No lo sé, pero espero que sí, que mi sufrimiento hasta ahora no haya sido inútil —Jaejoong mostró una mirada de frustración—. Sinceramente deseo que las cosas entre ustedes dos funcionen para no tener que volver a cruzar palabra con ese tipo.
—Jae, Yunho trabaja aquí, independientemente de lo que pase entre Yoochun y yo, él seguirá aquí y por supuesto seguirás viéndolo.
—¿Por qué eres tan cruel? ¿Por qué no puedo al menos tener esperanzas?
—Mejor me voy —Junsu se levanto mientras reía por la dramatización tan típica de Jaejoong.
—Buen viaje y recuerda, aprovecha cualquier oportunidad con él…. Pero tampoco te portes mal.
—¡Yah! ¿Con quién crees que estás hablando? —Junsu salió rápidamente y Jaejoong solo atino a sonreír.
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Eran ya las cinco de la tarde y Yunho apenas tenía oportunidad de comer, aprovecho un descuido del Ingeniero Wan para escabullirse de su cubículo y correr hacia el ascensor para ir a comprar algo de comida.
Después de que Yoochun lo había dejado con aquel hombre, este le había indicado que pasara a su oficina, ahí le dijo que el único compartimento desocupado ahora sería suyo, después le entrego varias carpetas y una memoria usb, le pidió que comparara la información y la organizara de acuerdo a la fecha haciendo respectivas anotaciones del estado actual.
El archivo electrónico era muy extenso y el desorden en los documentos impresos no ayudaba, pasó casi cuatro horas con esta tarea. Cuando termino se dirigió de nuevo a la oficina del ingeniero y este le entrego varios planos, le dijo que los analizara e hiciera las correcciones indicadas al pie de cada uno.
Esta actividad no fue tan larga pero si pesada, ya que Yunho tuvo que pensar en la mejor manera de realizar los cambios que se requerían. Para cuando se dio cuenta todos sus compañeros regresaban de comer y él ni siquiera se había percatado de que durante una hora se había quedado solo, se perdió en su mundo de líneas y curvas ignorando a todos a su alrededor.
Su estomago rugió por la falta de alimento y fue entonces cuando se levanto para entregar su trabajo finalizado pero al no encontrar a su nuevo jefe opto por abandonar los planos en el escritorio de este dejando una pequeña nota indicando que tomaría tan solo la mitad de su tiempo para el almuerzo.
Ahora se encontraba de vuelta cuando repentinamente su celular vibro, lo tomó en su mano y observo el pequeño sobre que parpadeaba en la pantalla, oprimió leer y el mensaje de Junsu se desplego donde le pedía encontrarse con él en el 4to piso frente a la puerta del elevador.
Yunho camino hasta el lugar y vio que el otro ya se encontraba ahí, cuando este lo notó sonrió alegremente.
—¿Cómo te va en tu nuevo puesto?
—Bien.
—Me alegro… ¿Yunho recuerdas que ayer con mis padres dije que me iba de viaje? —Después de ver al más alto asentir, continuo—: Bien, iremos en el auto de él, así que te dejo las llaves del mío, ¿me harías el favor de llevarlo al estacionamiento del edificio? Es más confiable que dejarlo aquí.
—Por supuesto —Tomó las llaves que Junsu le ofrecía y las metió en su bolsillo.
—Genial… gracias, ahora regresa, no quiero que te regañen por mi culpa.
—Nos vemos el lunes, diviértete —Yunho avanzo a su oficina mientras agitaba su mano en despedida.
Se devolvió a su cubículo y lo primero que encontró fue una gran columna de mas planos encimados uno tras otro en su mini mesa de trabajo, con un suspiro empezó a encargarse de ellos.
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Minho se encontraba a tres cuadras de A&D Kim porque esa tarde había recibido una llamada del jefe de personal de esa empresa pidiendo referencias acerca del nuevo empleado, Choi había ocultado su sorpresa y solo preguntó el puesto que ocupaba Yunho. Cuando salió de clases tomó el subterráneo decidiendo darle una visita sorpresa a su amigo.
Él y Yunho se conocían desde hace seis años, durante dos de ellos vivieron en la misma cuadra hasta que el padre de Minho por su trabajo tuvo que trasladarse a Jeju, Choi se mudo pero se mantuvo en contacto con su amigo. Cuando él decidió entrar a la universidad en Seúl sus padres le dieron permiso de vivir solo, con la condición de que obtuviera buenas calificaciones y es así como Minho se fue a vivir a un pequeño departamento cerca de la universidad.
Yunho en ese entonces se encontraba estudiando el último año de su carrera la cual era la misma que la de Minho, eso era algo que los hacía identificarse aun más, que a ambos les gustara la arquitectura.
La familia de Minho siendo dueña de una gran constructora en Corea, hizo que él creciera en un ambiente lleno inauguraciones de grandes edificaciones y con el despacho de su padre en su casa siempre repleto de maquetas de futuras construcciones o monumentos a escala en uno de los tantos estantes del lugar. Desde chico admiro el trabajo de su padre y siempre soñó con dedicarse a lo mismo que él. Ahora llevaba dos años en la facultad y faltaba poco para alcanzar su meta.
Cuando aquella noche llego Yunho a la casa que compartía con Changmin supo que algo había ocurrido, y en efecto, su amigo le conto que se marcho de su casa en busca de su destino, él entendió perfectamente a lo que se refería ya que desde un principio estuvo enterado de la oposición por parte del señor Jung porque su nieto se convirtiera en un arquitecto.
Aunque le ofreció hospicio en su casa, Yunho se negó porque eso solo haría que su abuelo reafirmara lo que ya él creía, agradeció la oferta pero a la mañana siguiente se fue sin decir a donde. Changmin parecía estar muy tranquilo al respecto por el contrario de él. Y ahora que tenía información de su paradero no dudo ni un instante en ir a buscarlo.
Estaba a punto de entrar en el gran edificio cuando escucho a una voz llamándolo.
—¿Yunho hyung?
—¿Cómo? ¿Quién? Sube —Fue lo único que Yunho pudo pronunciar desde el auto de Junsu.
Minho abordo inmediatamente el vehículo y ambos se marcharon. A unos cuantos metros dentro de su propio carro, un hombre los veía sospechosamente.
—Claro, cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta —Jaejoong murmuró afilando su mirada —solo faltaba que utilizaras las pertenencias de Junsu con tus clientes.
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Ya tenía casi tres meses que Yoochun no visitaba a sus padres, el trabajo constantemente era su pretexto pero en realidad eran sus acostumbradas salidas los fines de semana a centros nocturnos de entretenimiento los que le detenían de ir a verlos. Esta vez se le había presentado este viaje como una solución a su extraña desesperación por alejar a su mejor amigo de la ciudad.
Desde hace cuatro años ya, sus padres se habían ido a vivir a provincia. El señor Park había sufrido un pre-infarto por el exceso de trabajo así que decidió trabajar desde casa pero los médicos también le aconsejaron mudarse a un lugar no tan lleno de contaminación como lo era la capital del país, es por eso que él junto con su esposa se cambiaron a Daegu y compraron una modesta casa cercana al río Nakdong. El hombre se encargaba de llevar la contabilidad de la empresa por lo que su presencia en Seúl no era muy indispensable y el trabajo se podía realizar perfectamente bien a distancia. Yoochun por el contrario no podía alejarse de la empresa así que él tuvo que quedarse pero prefirió comprarse su propio departamento y que la casa donde solían vivir fuera vendida.
El padre de Yoochun conocía a Junsu y Jaejoong desde niños pero fue hasta que su hijo formo una solida amistad con ellos que él empezó a tratarlos informalmente. De vez en cuando iban junto a Yoochun a visitarlos pero no solían hacerlo muy frecuente. Junsu era el predilecto para ambos padres ya que lo consideraban como buena influencia para controlar las malas costumbres de su hijo es por eso que deseaban que ese par estuviera todo el tiempo posible juntos, les hacía sentirse más confiados.
Siempre que Yoochun visitaba a sus padres prefería utilizar el tren bala porque en Daegu no salía a ninguna parte, sus días ahí eran solamente para relajarse, despertaba hasta muy tarde y el desayuno de su madre lo esperaba tapado con una servilleta en el comedor, salía a dar un paseo por los alrededores y cuando regresaba se sentaba a platicar con alguno de sus padres o ambos. Esta vez era diferente porque llevaba compañía y sin duda no se quedaría en casa como las otras veces.
Faltaba poco para llegar y mientras Yoochun iba concentrado en la carretera noto que Junsu había sacado rápidamente su teléfono.
—¿Qué haces?
—Le voy a mandar un mensaje a Jae, se me olvido darle las latas de aluminio al vigilante —Junsu sacó su lengua mientras tecleaba en su celular—. Le voy a pedir que vaya y se las dé.
—Seguro lo hará con mucho gusto —Yoochun dijo con sarcasmo mientras se imaginaba la rabieta que seguramente Jaejoong haría una vez que lo leyera.
—Tal vez no lo haga con gusto, pero lo hará… listo.
No pasaron ni cinco minutos cuando recibió una respuesta.
“Yah! acaso soy tu criado? iré mañana ¬_¬”.
Junsu solo rió por lo bajo y contestó un “gracias”.
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Yunho y Minho se encontraban sentados en la banca de un parque observando el atardecer en silencio.
—¿Cómo supiste donde encontrarme?
—Me llamaron para pedir informes sobre ti.
—Oh, siento haberte puesto como contacto pero no sabía a quién mas poner.
—No me molesta, pero me hubiera gustado que por lo menos llamaras para saber que estabas bien.
—Yo… lo siento.
—¿Dónde estás viviendo?
—En un departamento rentado.
—¿Necesitas dinero?
—No, ya tengo trabajo —Lo miró y le sonrió—. ¿Changmin sabe que venias a verme?
—No, cuando salí de clases fui directamente a la empresa.
—Pero probablemente en este momento este esperándote en casa.
—Se lo merece, el otro día salió a quien sabe dónde por la mañana y no me aviso.
—Oh sobre eso….
—Mira, hablando del rey de Roma —Minho levantó su celular sonando, el identificador puso ‘Changmin’ en pantalla y Choi contestó la llamada—. ¿Qué?.... con un amigo…. No sé, mas al rato… si... adiós.
—¿Quieres que te lleve?
—No, voy a hacerlo esperar más tiempo —Sonrió malévolamente al pensar en la ansiedad de su novio por no saber donde se encontraba él.
—Ok, vamos a caminar un rato mientras me cuentas como te va en la universidad.
Ambos se levantaron y anduvieron por los caminos zigzagueados del lugar por media hora más. Yunho lo llevo hasta su casa dejándolo a una cuadra por insistencia del menor, Minho no se bajo del auto hasta conseguir la dirección de su departamento, así que con papel en mano se despidió y se alejo de la vista del otro.
Yunho se dirigió a su departamento sintiéndose contento por el encuentro con su cuñado.
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Yoochun toco el timbre de la casa e inmediatamente su madre abrió la puerta quien le dio un apretado abrazo y después otro a Junsu. Ambos hombres entraron cargando sus maletas encontrándose con el señor Park a mitad del camino, este repitió la acción de su esposa con cada uno.
Fueron a sentarse a la pequeña terraza detrás de la casa, la señora Park llevo una bandeja con té y la colocó encima de la mesa.
—Nos alegra verte Junsu ¿Cómo se encuentra tu familia? —La madre de Yoochun le ofreció una de las tazas al joven.
—Bien gracias, ellos les mandan saludos.
—¿Y a que se debe la visita? ¿Tienen algo que decirnos? —El señor Park tomó un poco del té después de endulzarlo.
—¿Eh? No… tenía tiempo sin venir y le pedí a Junsu que me acompañara, eso es todo.
—Oh, bueno y cuéntennos que novedad hay.
—Pues….
Junsu les conto todo lo que durante los últimos meses había ocurrido, desde su primer éxito como el dirigente de un proyecto hasta su nuevo amigo que ahora también trabajaba en la empresa.
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—Cuándo yo llego tarde me reclamas por no avisarte y ahora resulta que tú haces lo mismo —Changmin se encontraba sentado sobre la cama con su espalda recargada en la cabecera de ella.
—Te dije donde estaba cuando me llamaste ¿no? —Minho camino hacia la ventana del balcón para entreabrirla ya que para su gusto el cuarto se encontraba muy cálido.
—Pero no fue por iniciativa tuya, tú siempre me dices si vas a ir a algún lugar cuando terminan tus clases.
—Fue algo de último momento.
—No te costaba nada avisarme antes.
—Lo hare la próxima vez entonces —Entró en el baño de la habitación y comenzó a lavar su rostro.
—¿Con quién saliste?
—Con un viejo amigo.
—¿Quién? —Changmin se levanto yendo hasta el umbral de la puerta del baño.
—¿Ya cenaste? Me muero de hambre —Cuando termino de enjuagar su cara, la seco con una pequeña toalla que se encontraba a su lado e hizo el intento de salir pero un brazo le impidió el paso.
—¿Es esto una venganza por lo del otro día? —Changmin puso aun más firme su brazo en la pared.
—¿Debería vengarme de algo? —Lo miró fijamente a los ojos poniendo una expresión seria.
—Tu comportamiento es muy infantil —Retiró su brazo caminando de regreso a la cama para sentarse.
—Lo siento mucho señor madurez —Le aventó la toalla y camino fuera de la habitación.
—Tal vez debimos hacer caso a nuestros padres y no vivir tan pronto juntos.
Changmin pronunció en voz baja sin saber que Minho permanecía de pie recargado en una de las paredes del pasillo con la mirada decaída.

1 comentario:

  1. Ouch min eso fue duro.. Pobre Minho :/
    Jae Jae ya anda pensando cosas rara haha

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