El plan maestro
En un restaurante de Seúl se encontraban dos hombres
sentados tomando sus bebidas mientras conversaban amenamente, bueno eso fue
hasta que uno de ellos comento algo y el otro se sobresalto un poco derramando
su frappuccino en la mesa.
—¡Diablos! —Jaejoong tomo una servilleta y comenzó a sacudir
su pantalón que había sido ligeramente salpicado por el líquido.
—No creí que reaccionarias así, después de todo no es para
tanto —Junsu miro el desastre delante de sus ojos y trato de reprimir su risa.
—Si gustan podemos cambiarlos de mesa —Una de las empleadas
del establecimiento se acerco a ellos cuando se percato del incidente, a decir
verdad su reacción fue muy rápida quizá porque ella junto con otro par de
empleadas estaban desde la esquina observado al par de chicos atractivos.
—No, realmente no es necesario, solo por favor ¿podría traer
otro igual para él? —Junsu le dijo con una sonrisa a la camarera.
—No, mejor una botella con agua por favor —Jaejoong se
apresuro a decir.
—Enseguida —La chica dio una inclinación y fue por el pedido.
—¿Eso que me dijiste es en serio? —Jaejoong dejo a un lado
la servilleta ahora mojada y dirigió su atención hacia Junsu.
—Por supuesto, y a decir verdad entre más lo pienso me
convenzo más de que tome la decisión correcta.
—Me parece que el hacer que un desconocido se haga pasar por
tu novio no es exactamente una decisión correcta —Jaejoong trato encontrar las
palabras para hablar con su primo mientras respiraba lentamente.
—Se que si lo dices de esa forma en que tú lo haces, suena
algo ridículo pero… creo que ya pase mucho tiempo esperando que las cosas entre
Yoochun y yo lleguen a cierto punto y… nada…. me están prácticamente saliendo
raíces esperando por él.
—Lo sé, eso lo sé, pero tal vez solo deberías hablar con él
y dejarle claro que o te hace caso o te buscaras a otro, no sé, algo por ese
estilo, pero ya al grado de contratar a alguien para darle celos es demasiado
extremo.
—Pero no lo estoy contratando, estamos haciéndonos un favor
mutuo —Junsu tomó el popote de su malteada de chocolate entre sus labios y
sorbió de el.
—Cuando hay dinero de por medio no creo que sea un favor
mutuo, bueno el concepto de favores para mí no incluyen eso.
—Por eso no eres bueno en los negocios —Junsu le dio una
sonrisa de lado.
—De todos modos no me dedico a eso… además no estamos
hablando de eso, aquí el punto es que estas utilizando a un EXTRAÑO para
hacerle creer a Yoochun que ya tienes a alguien —Jaejoong comenzaba a
exasperarse porque a diferencia de Junsu, para él cada vez que lo pensaba más,
la idea le parecía más y más descabellada.
—Eso es lo mejor porque al ser un “extraño”, implica el
hecho de que nadie lo conoce y así ninguno podrá echarme de cabeza —Junsu lo
dijo tan seguro de sí mismo que se sintió casi como una eminencia.
—Pero exactamente por eso de que nadie sabe quién es ó de
donde viene, hace que todo este plan no solo sea loco sino también peligroso y…
oh gracias —Jaejoong desvió su mirada hacia la camarera que regreso con su agua
y recogió el vaso derramado y la servilleta a un lado de este para después
retirarse—. Bueno a todo esto ¿cómo fue que lo conociste?
—Estaba desahogándome con la señora del aseo a la que me
encontré cuando llegue en la mañana a la empresa… tú sabes mis penas de amor
con Yoochun… él últimamente ha vuelto a las andadas y yo me estoy cansando de
ser siempre el que espera que voltee a verme y….
—Junsu… me sé la historia de memoria, la vivo día a día, no
por nada los tres trabajamos juntos y casi siempre vamos a todos lados juntos —Al
escucharse a si mismo se sintió un poco patético por ser siempre la tercera
rueda en la relación, por no decirse más feo—. En primer lugar no sé porque
tienes que contarle tus intimidades a los empleados pero vamos a ignorar eso y
solo ve al grano quieres.
—Bueno yo no tengo amigos que no sean también tuyos o de
Yoochun que para el caso es lo mismo porque como dices siempre estamos juntos,
la cosa es que ella me dijo que tal vez lo que él necesita es un empujoncito o
mejor dicho celos, y de alguna forma eso me pareció un buen consejo porque
cuando yo siento celos por él, lo cual es la mayoría del tiempo ya que tú sabes
que… —Jaejoong estiró su brazo derecho y levanto su mano como para indicarle a
su primo que dejara de divagar con el tema— pero de nuevo yo no conozco a
nadie, así que le dije esto a la señora y como si fuera enviado del cielo,
Yunho apareció y me dijo que él podría ayudarme si yo quería, que había tomado
un taller de actuación en la universidad y que hasta interpreto a un príncipe,
sinceramente no lo dudo porque su porte es tan aristocrático, si lo vieras Jae…
—Junsu suspiró y su mente se puso en blanco al imaginárselo con traje de
príncipe, pero fue devuelto a la realidad cuando Jaejoong agito una mano frente
a su rostro—. Bueno yo al principio dude un poco, pero él después dijo que lo
único que pedía a cambio era un lugar en donde vivir, porque se encontraba en
una situación muy apretada en estos momentos ya que no tenía trabajo, realmente
me conmovió la expresión que puso, así que me pregunte a mi mismo que por qué
no intentarlo por un mes, y le dije que si.
—De verdad que eres fácil de convencer, ¿cuánto tiempo lo
pensaste? ¿5 minutos?.. no me digas que piensas meterlo en tu casa —Jaejoong
arqueo una de su cejas mientras miraba fijamente la cara del otro.
—Por supuesto que no, todavía no lo conozco tan bien para
estar tan cómodo a su alrededor, cómo puedo dejar que alguien que apenas
conozco sepa de mis hábitos, eso sería… auto violar mi intimidad —Junsu levantó
su manos al aire para darle énfasis a lo que dijo.
—Vaya, al menos tienes algo de cordura.
—Llame a la administración del edificio en el que vivo y
rente uno de los departamentos —Volvió a dar otro sorbo en su bebida—. Probablemente
en este momento este instalándose ya.
—Pero la renta ahí es bastante alta, además que tal si es un
psicópata y comienza a acecharte y tiene planes nada santos contigo o con toda
la familia —Ahora fue Jaejoong quien alzo su brazos en el aire.
—Jae eres demasiado desconfiado con la gente, debes aprender
a tener un poco de fe, no siempre las personas tienen malas intenciones, estoy
seguro que al menos el 90% de la población del planeta son gente buena.
—Y que tal si ese tipo pertenece a ese 10% restante… es que
no estoy en contra de confiar en las personas cuando las conoces, cuando llevas
un tiempo prudente tratándolas pero ¿hasta hace cuantas horas lo conoces? estoy
seguro que apenas sabes su nombre y… y eso sin saber si de verdad es su nombre
verdadero… que tal si… —Jaejoong empezó a hacer ademanes con sus manos tratando
de hacer entrar en razón al hombre enfrente de él.
—¿Por qué me daría un nombre falso? A mi parecer lucía muy
sincero, además tenía una linda sonrisa.
—No puedes guiarte por las apariencias, ya sabes lo que
dicen “no todo lo que brilla es oro”.
—Yo se que Yunho es una buena persona, sus ojos lo
demuestran —Junsu vio su reloj dándose cuenta de que tenían solo veinte minutos
para regresar al trabajo.
—Bueno… ¿y cuando podre conocerlo?… por lo menos para verle
su cara y asegurarme de que no tiene pinta de depravado —Poco conforme Jaejoong
tuvo que abstenerse de seguir discutiendo algo en lo que sabía no conseguiría
resultar ganador.
—Mañana en el cóctel de la empresa, ya tengo todo fríamente
calculado —El brillo en los ojos de Junsu le envió un escalofrió al cuerpo de
Jaejoong.
—Agh solo espero que no estés cometiendo un gran error —Alzó
su mano e hizo una seña con esta para llamar a la chica que los atendía.
—Veras que no, y mañana cuando lo conozcas te darás cuenta
que tiene más pinta de ángel que de malhechor.
—Hasta no ver no creer….
Después de pagar la cuenta salieron del local y abordaron el
auto de Junsu para ir hacia A&D Kim la empresa del padre de Junsu, donde
este era uno de los máximos ejecutivos del área de gerencia.
A&D Kim es una firma que se encarga de construir y
remodelar principalmente para empresas, brindando entre sus servicios el diseño
de interiores en donde Jaejoong fungía como un experto en ello.
Era una compañía grande que llevaba muchos años de
prestigio, una de las más grandes en toda Corea. Como su nombre lo indica la
familia Kim es dueña de esta. Durante cuatro generaciones había pasado el
control al primogénito de la familia, por lo que en 10 años más, Junsu se
convertiría en el presidente de ella. Jaejoong siendo el hijo del hermano menor
del padre de Junsu, impedía que aunque este fuera mayor no pudiera ser la
próxima cabeza de la empresa. Aunque sinceramente esto era un alivio para él,
ya que como bien había dicho su primo, Jaejoong no había nacido con el don para
los negocios pero si con un indiscutible gusto por la elegancia y una visión
vanguardista que le valieron el obtener el puesto que ahora tenía y lo
convertían en el diseñador más solicitado de la compañía.
Ambos eran hijos únicos, pero el cariño que sentían el uno por
el otro era casi de hermanos. Desde pequeños asistieron a la misma escuela
aunque en grados diferentes debido a la diferencia de casi un año de edad entre
ellos.
Cuando entraron en la universidad, Junsu conoció a Park
Yoochun hijo de uno de los accionistas de la empresa de su familia, ambos
estudiaban administración de empresas por lo que con excepción de las materias
optativas, tenían las mismas clases. En sus tiempos libres se reunían con
Jaejoong y pronto entre los tres formaron un gran lazo de amistad, hasta que
los sentimientos de Junsu hacia Yoochun comenzaron a cambiar, pero para cuando
se dio cuenta de esto ya era demasiado tarde, él ya se había enamorado de Park
y no había vuelta atrás.
Cuando llegaron a la empresa cada uno se dirigió a su oficina
de regreso a sus labores.
—Minji, ¿Recibí alguna llamada? —Junsu le pregunto a su
secretaria.
—Oh no señor, pero el señor Park lo espera en su oficina —La
secretaria le indico.
Junsu asistió con la cabeza e ingresó en su oficina.
Efectivamente Yoochun se encontraba en el interior, sentado en un sillón de
cuero negro a un costado de la sala con la pierna izquierda cruzada por encima
de su pierna derecha, mientras se entretenia leyendo una revista. El ruido de
la puerta al ser cerrada detrás de Junsu hizo que la vista del hombre se
dirigiera hacia él.
—Cuando supe que te fuiste a comer con Jaejoong, me
sorprendió que no me invitaran.
—Creí que no irías a comer con tal de salir más temprano y
alistarte para esta noche —Junsu avanzo detrás de su escritorio y después de
quitarse su saco y colocarlo adecuadamente en el perchero a su lado, se sentó
en su silla ejecutiva.
—¿Hay algún evento esta noche? —Yoochun coloco la revista a
un lado de donde se encontraba sentado.
—No de negocios, pero supongo que tú tienes planes al igual
que desde hace casi un mes los has tenido diariamente.
—Esta noche no, hoy por casi me quedo dormido, tengo muchas
horas atrasadas de sueño, además mañana será el cóctel y no quiero parecer
zombi delante de todos —Yoochun se levanto yendo a sentarse hasta una de las
sillas frente al escritorio de Junsu.
—Supongo que tienes razón… y…. ¿me esperabas para algo en
particular? —Comenzó a hojear los papeles que tenía apilados en su escritorio,
tratando de no mirar al hombre de enfrente ya que sentía cierto enojo por el
cinismo con el que expresaba la enorme cantidad de horas que debió pasar con
alguien en lugar de utilizarlas para dormir.
—Oh… yo quería saber a qué hora pasaré por ti mañana, es que
estaré muy ocupado y creo que no podre venir a la oficina, tengo que visitar
algunos proyectos en construcción y….
—No tienes que pasar por mí, yo iré por mi cuenta —Junsu
corto la explicación de Yoochun.
—Pero desde siempre he pasado por ti para ir a los eventos
de la empresa —Frunció el ceño ante lo que dijo Junsu.
—Si… pero esta vez iré acompañado y él se ofreció a llevarme
—Encendió su computadora y arrugo un par de hojas para después lanzarlas al
bote de basura en el piso.
—¿Él? ¿Iras con alguien?.. nunca vas con nadie.
—Bueno ahora no será así, en realidad no quería pero fue
difícil decirle no.
—¿A sí? y ¿se puede saber por qué?
—Porque él es una persona muy persistente y fue muy amable
al ofrecerse a acompañarme ya que no pude salir en la cita que había estado
tantas veces pidiéndome —El mismo Junsu se sorprendió de cuán fácil le resulto
decir aquello sin mostrar ningún tipo de titubeo.
—¿Cita? ¿De quién estás hablando? ¿Es alguien a quien
conozca? —Yoochun se mostro muy curioso al respecto.
—No, es alguien a quien hasta hace poco conocí y no he
tenido oportunidad de presentárselos a ti y a Jae, de hecho fue esa una de las
razones por las que decidí acceder a que él me acompañara, quisiera que ambos
le dieran el visto bueno —Junsu tecleo la contraseña de su pc y espero a que
esta iniciara totalmente.
—¿A qué te refieres con visto bueno? ¿Para qué tenemos que
dárselo? —Park coloco las palmas de sus manos sobre la superficie café delante
de él en un intento de calmar sus nervios que por una extraña razón sentía que
lo embargaban.
—Hoy estas más preguntón de lo normal, todo a su tiempo
Chun-ah, no debo decir las cosas antes de que se concluyan, puede que terminen
por echarse a perder y eso es algo que prefiero que no suceda —Fingió escribir
unas cuantas palabras en una hoja del procesador de textos mientras de reojo
observaba la expresión de su amigo.
—Tú estás más misterioso de lo normal, pero está bien si no
quieres que interfiera en tus planes no lo hare y punto —Se hizo un poco para
atrás y se levanto—. Solo me preocupo por ti eso es todo….
—No hay nada de qué preocuparse —Junsu dirigió su mirada
hacia él.
—Si tú lo dices está bien, solo quiero que sepas que si
tienes algo de qué hablar estoy ahí para ti.
—Lo sé y te lo agradezco, lo mismo va para ti.
—Bien… te dejo porque tengo algunas citas que atender —Yoochun
dio media vuelta, al llegar a la puerta y girar la perilla, se volteo hacia
Junsu—. Te veo mañana en el cóctel.
—Sí, nos vemos ahí.
Le dio una sonrisa, cuando finalmente Yoochun salió de la
oficina y cerró la puerta, soltó un suspiro de alivio, era genial por primera
vez ser el que provoca aunque sea un poco de angustia y no al revés. Siempre
que Park salía con alguien, Junsu se sentía afligido por no saber con quién lo
hacía, ya era justo que por lo menos una vez él se sintiera de la misma forma.
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Cuando Yoochun llego a su oficina se dejo caer en su silla,
se aflojo un poco la corbata y pidió por el interfono a su secretaria que le
llevara un té.
—¿Qué sucede contigo Su? Tú siempre compartes todo conmigo,
no me guardas secretos.
Sintió una ligera punzada en su pecho, una angustia estaba
naciendo ahí y la sensación no le era grata.
Yoochun era un hombre enfocado a su trabajo, familia y
amigos cuando estaba en su estado normal, en otro estado, se enfocaba a su
trabajo y a las fiestas, era alguien que podría considerarse de doble
personalidad, llevaba a un hombre parrandero dormido en su interior que no
despertaba muy seguido pero cuando lo hacía era muy difícil volver a dormirlo.
Cuando el fiestero se apoderaba de sus sentidos, Yoochun
frecuentaba bares, fiestas y todo tipo de lugar que implicara caricias y
alcohol, no importaba si era hombre o mujer el que le brindara lo primero y
muchas veces ni siquiera importaba el estado civil de estos, lo que le valió
dos hospitalizaciones y varios moretones por meterse con personas no
exactamente solteras.
Pero a pesar de eso, era un hombre muy inteligente y audaz
para los negocios, que daría cualquier cosa por alguna de las personas que ama,
entre ellas Junsu y Jaejoong.
Yoochun también era uno de los ejecutivos de A&D Kim
solo que en el área de planeación, aunque su padre tenía la influencia
suficiente para hacer que él entrara ahí a trabajar, Yoochun se gano su cargo
en base a un proyecto que presento. Quería ganarse el respeto de los demás por
su esfuerzo y no impuesto por su apellido.
Desde que él había conocido a Junsu supo que sería parte
importante de su vida, al principio sintió una leve atracción por él, pero se
encontró con el dilema de tener una relación amorosa tal vez pasajera o una
amistad por el resto de su vida, obviamente opto por lo segundo, así que ignoro
su libido interno hasta que este se distrajo con otra y otra persona
sucesivamente.
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Eran casi las 7 de la noche y Jaejoong se encontraba dándole
los últimos toques a su diseño del redecorado para el lobby del Lotte Hotel Seoul, resulto ser todo un
reto ya que tuvo que presentar cinco veces el prototipo para el dueño, puesto
que este era una persona de altos estándares y difícil de satisfacer, pero
parecía que esta vez por fin lo había logrado, solo era cuestión de cambiar
detalles mínimos y listo.
El timbre de su teléfono sonó y presiono el botón del
altavoz.
—Dime Sunhee-ssi.
—Junsu-ssi está por la línea dos.
—Ok gracias —Jaejoong quito el altavoz y presiono el botón
para acceder a la llamada de Junsu—. ¿Ya vas de salida?
—Sí, quiero que vengas conmigo a mi casa, necesito ultimar
unos detalles contigo sobre lo de mañana, pensé que sería mejor que conozcas
hoy a Yunho y así los tres idearemos el plan maestro —La voz de Junsu sonaba un
poco sobreexcitada.
—Pero todavía no termino mi diseño y necesito tenerlo listo
para mañana, recuerdas que el Sr….
—Pero Jae~ de verdad necesito que vengas conmigo~ tú serás
mi coartada —Junsu interrumpió a Jaejoong utilizando el tono más dulce que
tenia—. Además que tal si Yunho en realidad si es algún tipo de criminal ex
convicto y me ataca, dime ¿quién llamara a la policía? o ¿es qué quieres
encontrar a mi cuerpo sin vida tres días después flotando en el río Han? —Junsu
intentó convencer por el lado paranoico de Jaejoong.
—¡No digas eso ni de broma!.. mira hagamos esto… ve a tu
casa… te encierras… y esperas por mí para ponerte en contacto con ese tal
Yunho… yo estaré ahí en dos horas a más tardar ¿te parece?
—Me parece per…fec…to, te veo en dos horas, te amo~ —Junsu
colgó el teléfono sin esperar mas.
—Agh no sé ni siquiera por qué estoy de acuerdo con todo
esto… en realidad no se siquiera si lo estoy.
Jaejoong recargo su brazo derecho sobre su codo en el
escritorio y cubrió su frente con la palma de la mano, inhalando y exhalando
dos veces decidió volver a su trabajo para terminar lo más pronto posible, no
fuera que lo que de broma dijo su primo se convirtiera en realidad.
---
Dos horas y media más tarde, un hombre alto se encontraba
arrastrando dos maletas grandes, pateado una caja de cartón con varios tubos de
papel dentro de ella, en su espalda llevaba una mochila desbordada con más
tubos de papel y reglas de dibujo, debajo de su brazo izquierdo llevaba una
carpeta enorme y debajo del otro un pequeño estuche, como podía se las
ingeniaba para caminar sin tirar nada en su trayecto al ascensor del edificio
en el que a partir de ahora viviría.
Enfrente del elevador se encontraba alguien, por lo que
pensó que afortunadamente no tendría que dejar alguna de las cosas en el suelo
para presionar el botón, le había costado mucho trabajo acomodarlas como las
traía gracias a la ayuda del conductor del taxi donde venia.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron ambos hombres
ingresaron, por supuesto uno más lento que el otro. Una vez que las puertas se
cerraron, Jaejoong presiono el botón para llegar al piso 7mo. El otro hombre
observo sus propias manos y brazos por lo que decidió pedir el favor.
—Oye linda ¿podrías oprimir el 9 por mi?
—¿Linda?.. acaso no es bastante obvio que no soy una chica
sino un hombre —Jaejoong mostro una expresión de indignación total por lo dicho
por el otro tipo—. ¿Acaso estas ciego o retrasado?
—Oh yo… lo siento es que… debe ser que últimamente no he
dormido bien… te pido disculpas, pero podrías por favor presionar el botón.
Jaejoong a regañadientes lo hizo, una vez que llego al piso
donde se encontraba el departamento de Junsu bajo sin mirar atrás al hombre que
le hablaba.
—¡De verdad lo siento!.. de verdad creía que era una chica…
él tiene la culpa, para que se pone la capucha cuando tiene ese tipo de cara,
si al menos le hubiera visto el cabello tal vez no me hubiera confundido —Continuó
hablando por lo bajo hasta que el timbre sonó avisando la llegada a su piso,
salió pateando su caja y así siguió hasta llegar a la puerta de su
departamento, dejo todas las cosas en el suelo y saco la llave para abrir la
puerta que se encontraba en uno de los bolsillos de su pantalón.
Una vez que fue abierta metió las maletas y después regreso
por lo que había dejado afuera, una vez con todas sus cosas adentro cerró la
puerta encendiendo las luces para observar el lugar.
—No está mal… bueno ahora solo falta conseguir trabajo para
mantenerme.
Tomo sus maletas dirigiéndose hacia la única habitación del
lugar, porque aunque este era muy amplio, contaba solo con un cuarto,
afortunadamente el departamento era amueblado por lo que solo tendría que
preocuparse por conseguir comida, ya que por lo menos por un mes tendría
asegurada la renta.
—Te voy a demostrar que si puedo vivir por mi mismo.
Empezó a desempacar acomodando sus cosas en el amplio closet
en la esquina de la habitación.
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Jaejoong se encontraba en el baño de Junsu mojándose el
rostro con agua fría, realmente que ese tipo le dijera ‘linda’ lo había hecho
enojar y ahora necesitaba bajarse el calor que de pronto sintió.
En cuanto Junsu abrió la puerta para su primo, este pasó
como Pedro por su casa aventando su sudadera a uno de los sillones en la sala y
después fue directamente a encerrarse en el baño. Junsu se quedo inmóvil solo
viendo la espalda de Jaejoong desaparecer casi instantáneamente.
Cuando Jaejoong se sintió lo suficientemente calmado, salió
y se sentó a un lado de Junsu en el comedor.
—¿Te sientes mejor? —Le pregunto precavidamente, conocía muy
bien a su primo y sabía cómo debía comportarse cuando él presentaba esa mirada
en sus ojos.
—No del todo, pero creo que si.
—¿Quieres hablar de ello?
—Un vecino idiota tuyo me dijo linda —El solo recordarlo
hizo que maldijera al hombre.
—Bueno en realidad lo eres… —Junsu vio la mirada de muerte
que Jaejoong puso sobre él— quiero decir eres lindo… bueno eres guapo… mejor
dicho masculinamente atractivo.
—No quiero seguir hablando de esto, mejor de una vez vayamos
a ver a tu supuesto novio para ya irme a mi casa a dormir —Jaejoong se levanto
de la silla y comenzó a caminar hacia la puerta.
—Es…Esta bien —Junsu prefirió solo limitarse a seguirlo.
Ambos hombres subieron al elevador y cuando Junsu presiono
el número 9, Jaejoong tuvo un mal presentimiento.
Junsu se detuvo frente al departamento 903 para tocar el
timbre. Un minuto después, el mismo hombre alto que hace unos minutos había
compartido el elevador con Jaejoong, apareció detrás de la puerta con una
sonrisa que al instante se borro de su rostro.
Junsu sintió un aura negra a su alrededor, por lo que
decidió romper el tan incomodo momento de tensión.
—Yunho… ¿podemos pasar?
—S…Si por supuesto —Yunho se aparto de la puerta y despejo
el camino para que ambos hombres entraran.
Jaejoong decidió que no haría lo que en este momento tenía
en su mente, se controlaría porque Junsu estaba primero que cualquier
frustración repentina que él pudiera sentir. Si algo había que odiara más que
nada en el mundo, era el ser confundido por una mujer, durante toda su vida le
había sucedido esto, y era más que desesperante para él. En su mente venían
escenas y escenas de él golpeando de una y mil formas a Yunho en cada ángulo que
pudiera existir, en cámara lenta y rápida, pero por milésima vez ese día
decidió solo suspirar y concentrase en el plan maestro como lo había nombrado
Junsu, ya que el tener un novio falso con múltiples heridas en su cuerpo no
sería una gran imagen que provocara celos en Yoochun, más bien le provocaría
lastima.
Después de sentarse los tres, comenzaron a discutir los
detalles del plan de mañana, y no fue hasta hora y media después cuando Junsu
se despidió de Yunho y tanto él como Jaejoong salieron de su ahora
departamento. Jaejoong le dijo buenas noches a Junsu decidiendo que era hora de
regresar a su casa, un largo día le esperaba mañana y necesitaba agarrar
fuerzas para enfrentarlo.
---
Yoochun se encontraba en su habitación recostado sobre su
cama, era la 4ta vez que encendía la lámpara en su mesita de noche a un lado de
su cama, no podía dormir, pensaba en quien podría ser ese que acompañaría a
Junsu y más aun quería saber a qué se refería con eso de la ‘aprobación’.
—¡Maldición! Ya son las 2:25 am —Vio el reloj colgado en la
pared de enfrente—. ¡Agh! —Se levanto de su cama decidido en leer un libro de
geología que no sabía porque tenía entre su colección de libros—. Espero que
con esto me dé sueño o por lo menos aprenderé más sobre el planeta.
Semi recostado en su cama se recargo en la cabecera de esta
y fijo sus ojos en una de las líneas de una página al azar.
Una hora después y 20 páginas leídas, más no comprendidas,
Yoochun había caído bajo la influencia de Morfeo. En sus facciones reflejaba
una pequeña sonrisa producto de su sueño en el que golpeaba a un hombre sin
rostro hasta que este caía tendido en el suelo.
y el hombre sin rostro por supuesto debería de ser yunho pobre yunho todos lo quieren golpear el no tiene la culpa de ser tan guapo
ResponderBorrarholaaaa.....hoy por fin empezare a leer tus fics...lo voy a empezar a qui para que así yo pueda dejar mi comentario (ose desahogarme...jijijij) cada ves que un capitulo me ponga de nervios, como este.
ResponderBorrardios en que esta pensando Junsu, eso de dar celos luego se vuelve un relajo, y luego de resolver las cosas la terminamos por enredar...espero que el tenga mucha suerte en su plan maestroo.
yunho y jae ya empezaron con el pie izquierdo y esto por lo que veo se va a poner muy bueno.
gracias por este primer capitulo..
Creo que chun si que debe tener muchas dudas eh...
ResponderBorrarJS lo dijo todo tan misterioso..
Jae y Yunho se conocieron no gratamente :/
Después de años lo estoy leyendo...
ResponderBorrarJajaja, Jae y Yoochun te quieren golpear Yunho y tú ni encuenta.
ResponderBorrarEspero que el plan de Junsu salga como el quiere.
Gracias!!!