Melodia sin letra: Capítulo 10


Capítulo Diez

—Partamos desde el cambio de ritmo y veamos si podemos conseguir la última secuencia —dijo Yunho, haciendo los arreglos de la música en el estudio de Changmin. Una tormenta invernal, o lo que quedaba de este, había azotado vertiendo varios centímetros de nieve, y los ensayos oficiales habían sido suspendidos hasta que dejara de nevar. Hasta ese momento, se estaba acumulando más rápido de lo que podían retirarla de las carreteras.


Los cinco hombres se alinearon y comenzaron con los pasos de la nueva coreografía, moviéndose entre sí en perfecta sincronía. Junsu inició la canción y la voz de Jaejoong se mezcló en ella en la segunda línea. Todos traían micrófonos, aunque no estaban encendidos. Eran de utilería y su tamaño y peso tenía que tomarse en cuenta. Era increíble la cantidad de fuerza que tenían que aplicar para sostener un micrófono carca de la boca por varias horas seguidas.

Una ráfaga de viento sopló, enfriándoles la piel húmeda por el sudor. Iseul rápidamente cerró la puerta y esperó a que terminaran. Cuando la canción acabó, sonrió. —El almuerzo está listo por si alguno tiene hambre.

Changmin la abrazó, alzándola. —Me muero de hambre.

—En realidad no estaba hablando contigo. Sabía que tú tendrías hambre. —Se rio ella.

—Yo también —soltó Jaejoong, agarrando su sudadera con capucha—. Dime que hiciste sopa y te besaré los pies.

—Ah no, ella es mía —bromeó Changmin, ocultando a Iseul detrás de él.

—Hice sopa —dijo ella con voz amortiguada y divertida por detrás de Changmin. Todos se rieron.

Las temperaturas habían descendido y estaban casi por debajo de cero. Eran sólo quince metros para llegar a la puerta de la cocina, pero uno realmente podía sentir el frío cuando se estaba acalorado por el baile. Yunho se puso su chaqueta, pero no se molestó en subir la cremallera. Atrayendo a Jaejoong, le puso la capucha afelpada de su chaqueta de piel y le robó un beso. Luego Junsu lo escuchó susurrar ‘prefiero comerte a ti’, antes de envolver su brazo en el hombro de Jae y caminar hacia la puerta.

Junsu no se sorprendió cuando Jaejoong sugirió un descanso después del almuerzo para tomar una siesta. Iba a tomar su propia chaqueta cuando se dio cuenta de que Yoochun se había ido en dirección a las pesas. —Regresó en un rato —le dijo a los demás. Y cuando la puerta se cerró, se unió a Yoochun—. ¿No tienes hambre? —preguntó, apoyando la espalda contra la pared espejada.

—Supongo que no. —Yoochun estaba usando la colchoneta que estaba entre las máquinas y los racks de pesas—. Mis músculos ya no están acostumbrados a este tipo de fatiga, así que pensé que debería de enfriarlos un poco antes de almorzar.

—Probablemente sea una buena idea. ¿Puedo acompañarte? —Junsu se colocó en la colchoneta frente a Yoochun y estiró sus manos. Uno podía estirarse mejor con un compañero, y ellos habían calentado y enfriado las suficientes veces que ya tenían una rutina improvisada. Sintió una ola de calor por la insinuación de sus propios pensamientos al recordar otros tiempos, y formas, de calentamiento. Estirarse asumía otro significado en el contexto de sus pensamientos errantes, y eso no hizo nada para curar su creciente acaloramiento.

Yoochun tiró de él y Junsu se relajó en el estiramiento, confiándole a Yoochun el ejercer la presión adecuada. Adentrándose en la familiar rutina, su mente vagó, tirando hacia atrás y cambiando de posición cuando era necesario. Juntos habían tenido docenas de estos pequeños rituales, cosas que hacían que entre ellos no fuera necesario hablarse. Volteando hacia arriba, lo atrapó mirándolo, esta vez no halló esa expresión defensiva que había estado poniendo desde hace unas semanas. Su aliento quedó atrapado en su garganta, y Yoochun rápidamente miró hacia otro lado.

La primera reacción de Junsu fue derribarlo en la colchoneta y besarlo apasionadamente, pero había hecho una promesa. Quería otra oportunidad con Yoochun, pero que no sabía cómo expresarlo sin lucir como si estuviera celoso de Kwan Ho y reaccionar como un niño mimado que había perdido su juguete favorito.

«Estás celoso de Kwan Ho.

»Está bien. Estoy celoso de Kwan Ho, pero ese no es el porqué quiero a Yoochun».

—Probablemente ya es suficiente —anunció Yoochun, poniéndose de pie—. No debemos seguir haciendo esperar a Iseul.

Junsu lo vio tomar su sudadera, poniéndosela por encima de su cabeza y colocándose la capucha antes de que se dirigiera a la puerta. Sabía que él estaba huyendo porque dejó que sus paredes se derribaran. Y le había permitido entrar y ver lo mucho que aún lo quería.

*****

Después de la comida Yoochun se puso a jugar con los niños mientras que Changmin e Iseul se acurrucaban en el sofá, riéndose de sus travesuras. Hanuel se había ido por cuenta propia a tomar su siesta cuando Jaejoong le informó que Yunho y él también tomarían una. Junsu estaba aguardando por el momento propicio para hablar con Yoochun, pero los niños lo escudaban eficazmente. Después Yunho y Jaejoong regresaron de su ‘siesta’ y sugirieron continuar con el ensayo antes de que él tuviera la oportunidad de quedarse a solas con Yoochun.

Tomando una botella de agua, Junsu se dirigió al estudio a través de la nieve que seguía cayendo, Jaejoong iba dos pasos detrás de él. Luego de comer, Changmin había retirado con una pala la nieve que cubría el camino, pero esta ya estaba de nuevo a la altura de sus tobillos. Al ver que Yunho y los otros no los habían seguido, jaló a Jaejoong hacia los taburetes contra la pared. —Quiero hablar contigo sobre Yoochun.

Jaejoong rodó los ojos. —Debieras tratar de hablar con Yoochun en vez de hablar conmigo de él.

—Quiero hablar con Yoochun, pero no sé qué decir. Le prometí que no volvería a presionarlo, que respetaría su decisión de tener una relación con Kwan Ho.

—No hay ninguna relación con Kwan Ho —respondió Jaejoong. Él era el alma de la discreción cuando quería serlo, pero a veces compartía cosas basado en su definición del ‘bien común’.

Junsu tuvo que reconocer que cuando se trataba de ‘guardar un secreto en extremo’, Jaejoong casi siempre estaba en lo correcto en sacar cualquier problema que se estuviera generando para darle solución. Eso no lo hacía menos molesto, pero en retrospectiva, tenía que admitir a regañadientes que su amigo tenía un don, él sabía cuándo contar un secreto y cuando no hacerlo. Sin embargo, sabía indudablemente que Yoochun no habría querido que esta revelación en particular, fuera compartida. —¿Te vas a explicar mejor, o eso es todo lo que voy a conseguir?

—¿No es suficiente? Estabas preocupado por interferir en la relación de Yoochun con Kwan Ho. Te dije que no hay tal. Ya no hay problema.

Los ojos de Junsu se entornaron mientras miraba al techo y rezaba por paciencia. —Obvio, pero se supone que yo no sé esto, así que realmente no estoy mejor que antes.

—Yo diría que sí. No estarías deseando tener una conversación que rompe tu promesa si no hubieras decidido algo importante acerca de cómo te sientes por Yoochun. El darte cuenta de que estás enamorado de alguien siempre te hace estar mejor. —Jaejoong se cruzó de brazos y se apoyó contra la pared con una sonrisa de suficiencia.

—Odio cuando haces eso. —Junsu lo miró—. ¡¿No crees que tal vez Yoochun-ah debería ser el primero en saber que lo amo?!

—¡Guau! ¿En serio? ¡Eso es genial! —Yunho sonrió desde la puerta.

—¡Maldición! —Junsu alzó las manos y caminó hacia el otro lado de la habitación—. Tal vez debería poner un anuncio en el periódico.

—No seas ridículo. —Jaejoong sonrió—. Lo que realmente deberías hacer es averiguar que siente él por ti antes de anunciarlo al mundo.

Los ojos de Junsu se estrecharon mientras lo veía. —Esto no es una broma.

Yunho se acercó y se sentó en el taburete junto a Jaejoong, picoteándole el costado a este. —Tranquilo —reprendió—. Él está muy molesto.

—Debería de estarlo. —La mirada de Jaejoong se cruzó con la de Junsu—. En verdad lastimó a Yoochun. Hasta anoche, no me había dado cuenta de cuánto. Si Yoochun no estuviera locamente enamorado de él, yo no estaría ayudándolo en absoluto.

Extrañamente, la expresión de Jaejoong se parecía a la que Yoochun tenía cuando Junsu le suplicó por Yunho. Quizás utilizar el mismo argumento podría funcionar. —¿Estás más interesado en castigarme por tratarlo mal o en que él sea feliz?

La expresión de Jaejoong se suavizó. —Sabes que quiero que él sea feliz.

—Entonces ayúdame —declaró Junsu.

—¿Ayudarte en qué? —preguntó Changmin cuando junto con Yoochun, entraba por la puerta.

—Piensa que ‘Xiahtic’ necesita algo —respondió Yunho sin la más mínima vacilación.

Changmin se quitó la chaqueta. —¿En serio? Me pareció que estaba muy bien.

—Bueno, no hará daño el revisarla un par de veces. —Yunho se movió hacia la caja de resonancia.

Junsu trató de mantener una cara seria cuando Yoochun le lanzó una mirada de sospecha. «Genial. Justo lo que necesitaba, pasar las próximas dos horas pegado a Yoochun y con público presente.

»No es como si no hubiera sucedido antes… ». Junsu maldijo en silencio a la voz en su cabeza. ¿No se suponía que la conciencia debía de ser útil? La suya pasaba demasiado tiempo siendo sarcástica.

Repasar ‘Xiahtic’ les tomó más de un par de veces. Junsu se mantuvo continuamente cruzando su mirada con la de Yoochun y, o bien olvidaba la rutina del baile o tropezaba con sus propios pies. En el momento en que por fin llegaron al rap de Yoochun, Junsu estuvo a punto de gritar... «o atacarlo», admitió entrecortadamente. Los movimientos sensuales... la voz profunda... todo acerca del rapero interno de Yoochun, lo excitaba.

Dándole la espalda, Junsu utilizó la parte instrumental para ordenar sus emociones. Se las arregló para hacer las siguientes líneas con sólo un paso en falso, no valía la pena tener que rehacer todo. Percibiendo a Yoochun un paso detrás de él, tomó una respiración profunda. Si soportaba el resto de la maldita canción, se prometió que hablaría con él. Iba a tener que hacerlo o su concierto de rencuentro iba a ser un desastre.

Se giró para enfrentarse a Yoochun justo en su entrada, y cuando este pronunció a la perfección su primera línea, Junsu contempló la forma en que sus labios se movían a sólo unos centímetros de distancia, y cada palabra de la canción que había escrito y cantado más de mil veces, voló fuera de su memoria.

Yoochun se detuvo, inclinando la cabeza. —¿Junnie? —La música continuó sonando.

—Oye, Yunho… —Yoochun se viró hacia la caja de resonancia, siendo seguido por los ojos de Junsu—. ¿Qué carajos?

Todos se habían ido. En silencio, Junsu admiró el sigilo de Yunho y Jaejoong. Asumió que Changmin ahora conocía el ‘secreto’. Dando un paso adelante, tan cerca que sus muslos se rozaron, puso su mano sobre el pecho de Yoochun.

Yoochun lo miró, tropezándose al dar un paso atrás. La mirada en sus ojos era casi de pánico. —Acordamos que esto... —hizo un gesto entre ellos—, no estaba funcionando, ¿recuerdas?

Junsu deslizó sus dedos en el cinturón de Yoochun para evitar que se retirara. —Pero, ¿qué tal si no estaba funcionando porque necesitaba más y no menos? —preguntó, dando un paso hacia el espacio personal de Yoochun y presionando sus cuerpos juntos, poniéndose duro al oler el almizcle del sudor de Yoochun—. Chunnie, baila conmigo.

Yoochun hizo un gesto impotente hacia la caja de resonancia. —La música ya terminó.

—La tararearé para ti. —Junsu sonrió, la visibilidad del pulso de Yoochun en el hueco de la base de su cuello, le concedió valor—. Baila conmigo —repitió, tirando de él aún más y comenzando a cantar. Sus pies y caderas se movieron y Yoochun le siguió el ritmo, ya sea por elección o por hábito.

Los ojos de Yoochun se cerraron mientras su voz se unía a la de Junsu. Estaban yendo uno frente al otro en lugar de en la misma dirección, pero no había ninguna diferencia ya que sus cuerpos se movían juntos sin problemas. El aliento de Junsu se contuvo cuando la cadera de Yoochun rozó la parte delantera de sus pantalones, y se sintió obligado a mirar hacia abajo para ver si este estaba tan afectado por el baile como él. Sus entrañas se derritieron a una rápida velocidad al notar el apenas contenido bulto bajo el pantalón de Yoochun, y su corazón se sacudió cuando volvió a mirar hacia arriba, encontrándose con unos ojos abiertos y ardiendo en deseo por él. Alzando la mano, la curvó alrededor de la nuca de Yoochun y lo acercó lo suficiente como para unir sus labios.

Apenas a unos centímetros de distancia, Yoochun se resistió. —¿Qué quieres de mí? —Su voz fue áspera y ronca.


—Bésame y te lo diré —prometió Junsu, con los ojos fijos en los suyos—. Un beso, Chun-ah. He extrañado tanto tu sabor. —Entonces contuvo la respiración mientras esperaba a que Yoochun contestara.

7 comentarios:

  1. Definitivamente el YunJaeMin es el mejor...
    Junsu haz que el ratón Caiga a tus pies

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  2. Waaa con ese baile cualquiera cae ante sus pies
    YooChun dejate llevar!!!

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  3. definitiva mente junsu quiere todo con tigo XD ha ha fuera de broma si si quiere todo de el empezando por su cuerpecito :)

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  4. asdhdsj vamos Junsu al ataque!!! atrapa a ese ratón XD

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  5. besalo Chunnie!! Besalo!!! No creo que se resista pero quien sabe.....
    jajajaja parece que todos saben el secreto de Junsu menos quien deberia de saberlo....¬¬

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  6. Bien Junsu, seducelo y amalo hasta que enloquesca, declararé que tu amor no es un juego.

    Gracias!!!

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