Capítulo 5
El resto del domingo, Yunho y Jaejoong permanecieron
encerrados en sus propias habitaciones, sin hablarse. Yunho decidió que era
mejor dejar solo al pelinegro y evitar cualquier posible encuentro dentro del
departamento, eligiendo ahogarse en sus recuerdos y pensamientos, en vez de
tratar de hablar con él de nuevo.
La vida era demasiado cruel con él, pero lo que era peor
era la debilidad que no podía quitarse de encima. Si él no tuviera tanto miedo
de hacer frente a las consecuencias, seguramente sería más feliz ahora.
El lunes, Yunho despertó y reuniendo todo su coraje,
se dirigió a la habitación de huéspedes para tratar de romper el hielo con su
ex. Tocó ligeramente en la puerta, y ya que no obtuvo respuesta, decidió abrirla,
descubriendo que Jaejoong no estaba allí. Puesto que sus pertenencias estaban
todavía en el armario, infirió que el pelinegro sólo se había ido a trabajar
temprano, pero no quería relajarse hasta que estuviera seguro de eso. Se alistó
rápidamente y se dirigió a la empresa, una vez allí, fue recibido por las
miradas perforantes de Tiffany mientras él se acercaba a su escritorio.
—Está Jaejoong… —dijo, incómodo por la seria expresión
de ella—. ¿Ya llegó Jaejoong?
—Sí. Esta mañana me pidió que le diera un aventón —le
contestó, indiferente.
—Oh, está bien. Grandioso. —Yunho respiró, aliviado—.
Por favor... dime si él necesita algo.
Antes de que su secretaria pudiera decir algo en
respuesta, se dio la vuelta y caminó hacia su oficina.
—Viniendo de ti, dudo que él lo necesite —ella murmuró,
centrándose de nuevo en su trabajo.
✲ ✲ ✲
Jaejoong desapareció completamente por el resto del
día. Yunho trató de llamarlo para el almuerzo, pero Tiffany le dijo que su jefe
había salido a toda prisa unos minutos antes y no le dijo a dónde iba. La
noticia le preocupó, pero su apretada agenda vespertina le impidió averiguar lo
que pasó. Él estaba deseando ir a ver a Jaejoong, pero no lograba encontrar un
momento para hacerlo.
Cuando lo tuvo, era casi hora de irse, pero se sorprendió
al encontrar que ni él ni Tiffany estaban allí. Con la esperanza de que el pelinegro
estuviera en su departamento, no tardo en volver a este, aunque para su
decepción él no estaba tampoco allí. Si tuviera su número de teléfono ya
estaría llamándolo sin parar, algo estaba pasando y tenía averiguar el qué.
Mientras estaba inmerso en su mente preguntándose qué podía hacer, escuchó el timbre
y sin duda fue a abrir la puerta.
—¿Tiffany? —Se sorprendió al ver a la secretaria de
pie, sosteniendo una maleta grande en una de sus manos.
—Hola Yunho-ssi —lo saludó, removiéndose torpemente—.
Hmm... vine a buscar algo de ropa para Jaejoong.
—¿Por qué? —Yunho frunció el entrecejo, confundido.
—Él se va a quedar en mi casa por el momento —afirmó,
pasando junto a él para entrar en el departamento—. ¿Dónde está su habitación?
—¿Tiffany, está bien eso para ti? Tus padres...
—Está bien, no te preocupes.
Yunho cerró la puerta y se le acercó, nervioso.
—¿Puedo hablar con él? —le preguntó, pasándose una
mano por el cabello.
—No creo que sea bueno por ahora... —Se calló.
Para evitar cualquier otro cuestionamiento, Tiffany
caminó hacia el pasillo y abrió la primera puerta a la izquierda, al instante reconoció
algunas de las pertenencias de su jefe y se adentró en ella. Yunho la siguió, vigilando
desde el marco de la puerta mientras ella recogía un poco de la ropa del
armario y la colocaba cuidadosamente en el interior de la maleta.
—¿Está bien? —Yunho preguntó con preocupación—. ¿Qué
pasó esta tarde?
—No sé si deba decírtelo... —ella le dijo, incómoda.
Ambos se mantuvieron en silencio durante unos
segundos.
—¿Pero él está bien? Estoy… realmente preocupado.
Yunho sonaba casi desesperado, y su tono estaba
haciendo que Tiffany se sintiera triste por él. Tal vez no era tan malo si
revelaba lo sucedido, tarde o temprano se enteraría de todos modos.
—Richard lo llamó esta tarde —le soltó, por lo que
Yunho suspiró—. Ellos almorzaron y hablaron.
Sintiéndose como que había sido apuñalado, Yunho se
congeló en su lugar. No esperaba que Richard volviera.
—Le dijo que cometió un error, que no debería de haberlo
dejado ir... —ella continuó suspirando.
—¿Qué… qué le dijo Jaejoong? —Yunho se las arregló
para decir, todavía digiriendo la noticia.
—Que lo pensaría, y eso es lo que está haciendo en
estos momentos. —Tiffany terminó de empacar y cerró la maleta, volviéndose para
mirar a Yunho, hallándolo con una expresión de sorpresa y reflexiva—. ¿Estás
bien?
—Sí, sí. —Yunho sonrió débilmente.
Ella lo observó por unos segundos, pensando en lo
que debía decir a continuación.
—Richard hizo lo que deberías de haber hecho hace
años, ¿no es así Yunho-ssi? —le dijo, colocando una mano sobre su propia
mejilla—. Él me dijo lo que pasó entre ustedes el sábado; te dije que no jugaras
con sus sentimientos.
—Yo no… no estaba jugando con nada. —Sacudió la cabeza
negativamente.
—Entonces, ¿por qué le estabas dando falsas
esperanzas para después rechazarlo?
—No le estaba dando falsas expectativas. Sólo estaba
cuidando de él ya que fue herido. —Yunho frunció el ceño—. No podría y no me
aprovecharía de su estado.
Decidida a averiguar lo que estaba pasando dentro de
la cabeza de Yunho, Tiffany continuó su interrogatorio.
—Entonces, si hubieras tenido una oportunidad en una
situación diferente, ¿habrías vuelto con él?
Analizándolo, Yunho bajó la cabeza.
—No.
—¿Por qué no? Él se te declaró.
—Él está confundido acerca de todo. Su declaración fue
sólo el resultado de eso.
—¿Estás seguro? —Ella levantó la ceja, incrédula.
—Sí. Además... no quiero hacerle daño otra vez.
—¿Y qué te hace pensar que lo lastimarías de nuevo?
—No soy lo suficientemente fuerte para él. Él
necesita a alguien fuerte.
Tiffany sólo lo miró, perdida en sus propios
pensamientos.
—¿Es eso lo que realmente quieres, Yunho-ssi? ¿Que él
encuentre a alguien más?
—Quiero que sea feliz. Eso es todo.
—¿Todavía lo amas? —soltó, y la cuestión lo
arrinconó.
—No creo ser lo suficientemente bueno para él.
—Sólo tienes que responder, Yunho.
Tomando una respiración profunda, Yunho vio hacia el
suelo.
—Sí. Todavía lo amo. Creo… creo que nunca deje de
hacerlo. He tratado de ignorar mis sentimientos, pero al encontramos de nuevo...
volvieron golpeando duro en mi pecho —Yunho declaró nerviosamente—. Pero... no
creo que debamos estar juntos.
Asintiendo al entenderlo, ella agarró la maleta de
la cama.
—Debo irme, me está esperando.
—Deja que te ayude, esto debe ser pesado —ofreció.
—Está bien. —Ella sacudió la cabeza negativamente.
Yunho, entonces, la encaminó hacia la puerta
principal, ambos estaban un poco incómodos. Justo después de que se dijeran adiós
y Yunho cerrara la puerta, ella volvió a tocar, por lo que le abrió
inmediatamente.
—¿Sí? —le preguntó, expectante.
—Lo único que veo entre ustedes es amor —le dijo,
antes de marcharse—. Creo que deberías de pensarlo, Yunho. Deja a un lado el
pasado y piénsalo con cuidado.
✲ ✲ ✲
Al día siguiente, Yunho llegó a la empresa y fue directamente
a la oficina de Jaejoong. Había pasado la noche pensando, llegando a la
conclusión de que lo que necesitaba era saber cómo se sentía él por toda esta
situación. Intercambiando sólo una mirada con Tiffany, entró, hallando al pelinegro
centrado en la lectura de algunos documentos.
—¿Yunho? —Jaejoong se levantó rápidamente de su
silla—. ¿Qué estás haciendo aquí?
—Tenemos que hablar. —Cerró la puerta tras de sí antes
de caminar hacia el escritorio.
—Bueno... entonces... siéntate —Jaejoong le indicó,
un poco incómodo, regresando a su silla.
Yunho se sentó y pensó en cómo comenzar. Estar aquí
cara a cara con su ex hizo que las palabras desaparecieran de su mente, estaba pasando
un mal rato tratando de arreglar su cabeza.
—No deberías haberte ido de mi departamento —le dijo
lentamente.
—Es mejor así.
—Tiffany me dijo que Richard te llamó. ¿Estás bien?
—¿Por qué te importa?
—Dije que quería cuidar de ti, ¿no es así? Sólo
estoy haciendo lo que prometí.
—Puedes dejar de hacerlo ahora. No necesito nada más
de tu amabilidad por sentirte arrepentido —Jaejoong exclamó con dureza—. ¿O hay
alguna otra razón por la que estás siendo amable conmigo?
Ambos cayeron en un silencio incómodo.
—¿Qué te dijo?
—¿Por qué no me contestas primero? —Jaejoong frunció
el ceño y Yunho bajó la cabeza. Al ver que realmente no iba a responder,
Jaejoong continuó—: Me dijo que pensó en mis expectativas para nuestra relación
y que esta vez quería casarse conmigo de verdad. Dijo que soy más importante que
cualquier cosa en su vida, y que se dio cuenta de ello después de que me dejó.
—¿Ya le contestaste?
—No. Él estará aquí por dos días, y quiere que
regrese a París con él. Es una gran decisión, ¿sabes?
Pasando saliva, Yunho mordió su labio inferior,
inseguro acerca de lo que debía decirle. De repente, el deseo de detenerlo invadió
su mente, ¿pero de que se trataba ese sentimiento? Él no tenía derecho de
impedirle a Jaejoong el que eligiera lo que quería hacer.
—Debes seguir a tu corazón, Jae —se las ingenió para
decir, y Jaejoong se inmutó.
—¿Qué hay de ti?
—¿Yo qué?
«¿Quieres que me quede?», Jaejoong estuvo a punto de soltar la esa pregunta,
pero de repente se detuvo. Si Yunho realmente quería que se quedara, él mismo
se lo habría pedido. —¿Estás de acuerdo con esto?
Anonadado, Yunho tardó unos segundos para contestar.
—Debes ser feliz.
—Quiero saber lo que sientes, Yunho. Dime.
—No hay nada que pueda decir, Jaejoong —Yunho murmuró,
bajando la mirada.
Jaejoong se le quedó viendo, sobresaltándolo, sus
ojos empezaron a ponerse vidriosos.
—Siempre estás buscando la manera más fácil para
zafarte —Jaejoong musitó en voz baja—. Sigues siendo el mismo egoísta.
—Eso no es...
—¿Por qué estás aquí ahora? —Jaejoong siseó,
perdiendo los estribos—. ¿Por qué te preocupas por mí? ¡Me dejaste, Yunho, no
me amas! ¡Deja de confundirme y déjame vivir mi vida!
Súbitamente Yunho se levantó de la silla.
—Tienes razón, lo siento. Voy a dejarte en paz. —Caminó
hacia la puerta.
—Sí, vete, huye de mí —Jaejoong dijo, antes de que Yunho
cerrara la puerta y lo dejara solo—. Estúpido Yunho.
✲ ✲ ✲
Esa noche, Yunho regresó solo a su departamento. Maldiciéndose
por todo, Jaejoong y Tiffany estaban en lo cierto, todo lo que había estado
haciendo era confundir la mente de Jaejoong. Y, tal vez, confundiéndose también
a él mismo.
No debería ser así. Ni siquiera merecía estar junto
a Jaejoong nunca más.
Media hora más tarde, sonó el timbre. Yunho fue tranquilamente
a abrir la puerta, y se topó con Jaejoong del otro lado.
—Vine a recoger mis cosas —le dijo fríamente, pasándolo
y chocando con dureza contra sus hombros en el camino.
Yunho cerró la puerta y lo siguió a la habitación de
huéspedes, deteniéndose en el marco para verlo empacar.
—Richard vendrá por mí, voy a quedarme con él en su
hotel hasta que nos vayamos.
—Entonces... —Yunho se aclaró la garganta.
—Sí, regresaré con él —Jaejoong soltó.
Sintiéndose mareado repentinamente, Yunho alzó la
mano para apoyarse en el umbral.
—¿Lo amas? —murmuró.
—Ya preguntaste eso. —Jaejoong se volteó hacia él.
—Lo sé. Sólo quiero estar seguro.
Asintiendo, Jaejoong regresó la atención a sus cosas.
—Él es un buen hombre.
Yunho se quedó en silencio, pensativo.
—Me alegro de que hayas decidido seguir a tu corazón
—le dijo, con más claridad esta vez.
Riéndose, Jaejoong optó por hacer caso omiso de su
declaración.
—Gracias por dejarme quedar aquí. —Jaejoong cambió
el tema.
—De nada —Es todo lo que Yunho pudo decir.
Tan sólo lo observó en silencio mientras Jaejoong sacaba
las cosas que quedaban en el armario y revisaba las cajas en busca de cualquier
objeto que pudiera necesitar. Pronto encontró dentro de uno de ellas, el
elefante de peluche que Yunho le dio, se ruborizó, así que rápidamente lo puso
dentro de una de sus maletas antes de cerrarla.
—Así que... supongo que todo está listo. —Jaejoong
echó un vistazo a su equipaje—. Voy a dejar unas cajas con cosas que ya no
quiero, después puedes donarlas.
—Está bien.
En seguida, el teléfono de Jaejoong empezó a sonar,
y el mensaje de texto provocó una sonrisa forzada en sus labios.
—Está abajo. Debo irme ahora.
Jaejoong agarró sus maletas y caminó pasando a
Yunho.
—Entonces... es un hasta luego, ¿verdad?
—Sí. —Yunho asintió, sintiéndose demasiado débil
para levantar la mirada del suelo y hacerle frente.
Al darse cuenta del nerviosismo de Yunho, Jaejoong mordió
su labio inferior. Su expresión de tristeza estaba lastimándolo, a pesar de que
no debería ni siquiera preocuparse por él.
—¿No vas a decir nada? —Jaejoong preguntó, tratando
de mantener su tono normal.
Yunho finalmente levantó la cabeza, encarando al más
bajo, quien lucía expectante. Una vez que sus ojos se encontraron, una calidez
llenó su cuerpo. Este era el par de ojos que él querría ver por el resto de su
vida, pero no podía seguir deseándolo. Al fin de cuentas, su oportunidad se
había ido.
—Sé feliz —Yunho murmuró.
—¿Eso es todo?
—¿Qué quieres que diga?
—Quiero que digas lo que desees. —Jaejoong inclinó
la cabeza.
—Entonces ya lo he dicho.
Con un suspiro de decepción, Jaejoong asintió.
—Bueno, entonces, adiós.
—Adiós.
Jaejoong fue a la puerta y la abrió. Antes de irse,
miró de nuevo a Yunho, quien estaba de pie en medio de la sala, mirándolo con
una expresión perdida y resoplando. Sin decir nada, dejó sus maletas en el
suelo y caminó hacia el más alto, sorprendiéndolo con una bofetada en la cara.
—¿Por qué tienes que actuar así? —Jaejoong murmuró,
girando sobre sus talones.
Yunho sólo jadeó por el shock y con cuidado tocó el
área que fue golpeada, sabía que se lo merecía. Con eso, Jaejoong tomó sus
maletas y salió del departamento, cerrando la puerta con fuerza, dejándolo solo.
✲ ✲ ✲
Fue doloroso cuando en aquel entonces dejó a
Jaejoong, pero la certeza de que estaba haciendo lo correcto facilitó las cosas
de alguna manera. Ahora no tenía nada de ello.
Jaejoong se iba a París. Nunca volvería a verlo.
Tal vez lo que lo consoló durante todos estos años
fue el saber que Jaejoong seguía allí, en Seúl, aun había una posibilidad de verse
una vez más.
Quizá por eso se mudó para buscar un nuevo trabajo.
Trató de fingir, creyendo que iba allí sólo por las oportunidades de empleo; deseando
reencontrarse con Jaejoong era sólo un pequeño y ridículo deseo oculto en su
mente. Pero el destino se lo concedió y le dio la oportunidad que quería, sin
embargo, ahora él estaba dejando que las cosas terminaran así.
Pero ¿qué podía hacer de todos modos? Jaejoong tenía
a alguien más. Tenía otra vida ahora, una vida en la que no necesitaba a Yunho.
Después de una noche incapaz de dormir, débilmente
fue a la empresa al día siguiente, hallando a Junsu ayudando a Tiffany a empacar
sus cosas. Se detuvo sobre sus pasos un momento para entender lo que estaba sucediendo,
¿por qué se iba Tiffany?
—¿A dónde vas, Tiffany? —le preguntó, con curiosidad.
—Dado que Jaejoong se fue, perdí mi trabajo. —Ella
suspiró.
—¿Él ya renunció?
—Sí, hoy se va —le dijo, como si nada—. Él debe estar
ahora mismo en el aeropuerto.
—¿Ahora mismo? —Yunho declaró, sorprendido—. Guau,
eso fue... eso fue rápido.
—Sí. La compañía dijo que me llamaría en cuanto encontraran
a alguien para reemplazarlo, pero hasta entonces estoy desempleada.
Sin palabras, Yunho se quedó congelado en su lugar.
—¿Has hablado con él? —Yunho inquirió, inseguro.
—Sí, hablamos esta mañana... ¿por qué? —Tiffany dejó
de empacar y lo miró, expectante.
—Por… por nada. —Yunho negó con la cabeza,
avergonzado.
Suspirando suavemente, Tiffany reanudó el embalaje.
—Estaba llorando y maldiciéndote incesablemente,
pero me dijo que él estaría bien.
—Él…
—Estaba enojado porque le dijiste que fuera feliz
cuando la única persona que puede lograr que él lo sea, eres tú. Pero él estaba
más enojado consigo mismo por ser tan estúpido como para seguir amándote.
—¿Qué? —Junsu preguntó, mirando a Yunho.
Conmocionado, Yunho se pasó una mano por el pelo.
—Chicos... ¿qué está pasando? —Junsu volvió a preguntar,
totalmente despistado.
—Tiffany.... —Yunho dijo, poniéndose muy ansioso—. ¿Crees
que aún lo merezco, después de todo lo que le hice?
Tomando una respiración profunda, Tiffany lo pensó
durante unos segundos.
—¿Por qué me preguntas eso? ¿Por qué no te lo preguntas
tú?
—Ya lo hice. Y la respuesta es no. —Yunho suspiró—. Pero
de alguna manera me siento como si de nuevo estuviera tomando una decisión
equivocada.
—En mi humilde opinión, yo también creo que no, pero
eso no depende de mí. Su corazón te eligió a ti. Y creo que tu corazón lo
eligió a él, ¿no es así Yunho-ssi?
Sintiendo un dolor en el pecho, Yunho respiró
profundamente.
—Aún tienes tiempo para perdonarte a ti mismo, ¿sabes?
—ella murmuró—. Tal vez no perdonarte por completo porque al parecer nunca serás
capaz de hacerlo, pero al menos sí de cambiar las cosas.
Después de escuchar eso, Yunho salió a toda prisa.
✲ ✲ ✲
Yunho miró a su alrededor, pasándose una mano por el
pelo y corriendo, su empapado pantalón de vestir le hacía ir más lento de lo
que quisiera. El aeropuerto internacional de Seúl era enorme, existían un
montón de terminales y cientos de personas iban y venían a cada rato. Tan
pronto como encontró un panel donde se mostraban todos los vuelos, escuchó el llamado
para uno a París, por lo que se apresuró hacia su puerta. Al llegar allí, vio una
pequeña fila, pero Jaejoong no estaba a la vista. Se acercó a la entrada,
tratando de obtener una mejor visión del interior, y sus ojos se posaron en él,
quien estaba a punto de pasar por los rayos equis. Richard estaba a su lado, con
una mano protectora sobre sus hombros, charlando y riendo entre sí. Parecían
una feliz pareja, lo que hizo que Yunho retrocediera, mordiéndose el labio.
Estaba loco, ¿qué era lo que estaba pensando? No podía destruir eso. No podía
destruir la felicidad de Jaejoong una vez más.
Pensando en lo que debía hacer, agarró el anillo de
diamantes que él locamente había rescatado de la fuente antes de salir de la
empresa, y lo examinó minuciosamente. Probablemente Richard lo escogió pensando
en Jaejoong, ya que era tan hermoso como él. Por mucho que quisiera conservarlo
para recordar al otro, este pertenecía a Jaejoong y representaba su relación
con Richard, así que no podía quedarse con el. Juntando valor, dio un paso
adelante y trató de hablarle.
—¡Jaejoong! —gritó, pero la única atención que obtuvo
fue la de las personas a su alrededor, quienes le lanzaban miradas de
curiosidad. Sin darse por vencido, intentó una vez más, esta vez más alto—. ¡Jaejoong!
Entonces, este por fin se dio la vuelta, jadeando por
la sorpresa de verlo allí. Se disculpó con su novio y corrió a la puerta,
deteniéndose frente a él.
—Yunho... ¿por qué estás aquí? —le preguntó, impactado—.
Tu pantalón está empapado.
—Se te olvidó algo —Yunho dijo, sujetando la mano
izquierda de Jaejoong.
Entonces lentamente le puso el anillo en el dedo anular,
haciendo que el corazón de Jaejoong se acelerara. Después de colocarlo, apretó
suavemente su mano.
—¿Me prometes que vas a ser feliz? —Yunho le
preguntó en voz baja, dejando de retener sus lágrimas.
—Yunho...
Inmediatamente, Yunho lo atrajo en un fuerte abrazo,
y una vez que se separaron, besó la frente del pelinegro.
—Ahora vete —le dijo, dando un paso atrás.
Sin palabras, Jaejoong se le quedó mirando, atónito.
Luego Richard lo llamó, diciéndole que se diera prisa puesto que era su turno
para pasar por los rayos equis. Confundido, Jaejoong continuó mirando a Yunho,
expectante.
—Ve, Jae —Yunho mencionó—. Él está esperándote.
A regañadientes, Jaejoong empezó a caminar hacia
atrás, aun haciéndole frente. Antes de dar la vuelta, suspiró suavemente.
—Sólo tenías que decir lo adecuado para que me
quedara, Yunnie. Pero no lo hiciste —Jaejoong susurró amargamente—. Lo siento.
Entonces, Jaejoong se giró y volvió al lado de
Richard. Congelado en su lugar, Yunho los observó mientras pasaban por seguridad
para ir a la sala de espera, ni una sola vez Jaejoong volteó para verlo.
—Este realmente es nuestro final —Yunho susurró, tan
pronto como él desapareció de su vista.
Su corazón le dolía tanto que sentía que estaba
perdiendo una parte de el. Tal vez era su turno de sufrir, ya que Jaejoong lo sintió
la última vez que se separaron. Pensó en regresar a casa, volver a su vida, y ya
nada parecía bueno. Ya nada tenía sentido.
Sintiendo su último golpe de coraje, comenzó a
correr de nuevo, ahora hacia la administración del aeropuerto. Realmente esperaba
que su traje lo ayudara en esta tarea. Por suerte, la seguridad estaba ausente
cuando llegó allí, así que no tuvo problemas para conseguir entrar. Tan pronto
como dio con el cuarto donde anunciaban los vuelos, Yunho trotó hacia allí,
abriendo la puerta y asustando a los empleados.
—¿Quién es usted? —una de las mujeres le preguntó,
preocupada.
—Lo siento, realmente necesitó hacer esto —le dijo,
antes de aproximarse y agarrar uno de los micrófonos del mostrador.
—¿Está loco? —El hombre se puso de pie, tratando de
detenerlo—. ¡Que alguien llame a la seguridad!
Sin darse por vencido, Yunho lo encendió.
—Jaejoong, ¿estás escuchando esto?
Jaejoong estaba sentado en la sala de espera junto a
Richard, y tan pronto lo oyó, se puso de pie a toda prisa.
—Jae... lo siento. Lo siento mucho —tartamudeó,
ahora llorando—. Pero tengo que decirte, antes de que te vayas, que eres el
amor de mi vida. Te amo como nunca he amado a nadie, y la peor decisión que he
tomado fue el dejarte ir. Nunca me lo perdonaré. Lo siento mucho.
En ese momento, la seguridad llegó al lugar, en
dirección a Yunho.
—Todo lo que quiero es que seas feliz. Te amo —dijo,
antes de que los guardias le quitaran el micrófono.
Estupefacto, Jaejoong escuchó las disculpas por la
repentina intromisión.
—Jaejoong, ¿estás bien? —Richard se levantó y le acaricio
la espalda, preocupado.
—Richard... —Jaejoong se viró hacia él, con lágrimas
rodando por sus mejillas—. Perdón.
Eso fue todo lo que dijo antes de correr.
✲ ✲ ✲
Yunho fue llevado a la estación de policía en el
aeropuerto y fue interrogado muchas veces. No tenía la fuerza para responder a
las preguntas que le estaban haciendo, pero trató de mantener la calma porque
cualquier cosa podía mandarlo a la cárcel.
Fue entonces cuando de repente, un policía entró en
la habitación y le retiró las esposas.
—Puede irse. —el oficial mencionó con indiferencia—.
Alguien vino por usted.
—Oh... —Yunho soltó, sorprendido.
Con calma salió y una vez fuera, miró a su alrededor
para encontrarse con Jaejoong, de pie no muy lejos de la entrada.
—Jaejoong... —Yunho lo encaró, nervioso—. ¿Qué estás
haces aquí? Vas a perder tu vuelo.
—Estúpido —le contestó, caminando hacia él para abrazarlo
con fuerza.
Yunho se fundió en el abrazo, sosteniendo al más
bajo con la misma intensidad. No existían palabras para describir lo mucho que
extrañaba eso.
—No hagas esto, Jae —le dijo al oído.
—Sé que soy estúpido y esto es una locura, pero aún
te amo —Jaejoong habló, firmemente—. Eres el amor de mi vida, Yunho. Tú lo sabes.
—Te mereces a alguien mejor que yo.
—Deja de ser tan inseguro. Eres justo lo que
necesito y siempre lo has sido —declaró, agarrando su camisa.
—He perdido mi oportunidad, Jae. Te rompí el corazón.
—Te voy a dar otra oportunidad. ¿Qué vas a hacer al
respecto?
Yunho se apartó un poco para poder hacer frente a
Jaejoong, cavilando por unos instantes. ¿Sería capaz de hacer feliz a Jaejoong?
No podía imaginarse a sí mismo viviendo su vida con alguien que no fuera el
hombre que tenía delante de sí. ¿Iba a ser lo suficientemente fuerte para
soportar todo?
La vida era demasiado corta para pasársela dudando.
Pensando en eso, lo besó profundamente.
—Quédate conmigo, Jaejoong —le dijo finalmente—. Voy
a dar lo mejor de mí. En serio.
Sonriendo, Jaejoong se inclinó hacia adelante y le
regresó el besó.
—Confío en ti… —murmuró—. Por favor no me lastimes
de nuevo.
—No, te prometo que no lo haré.
Las cosas no iban a ser fáciles; Yunho probablemente
tendría que soportar un montón de cosas ahora. Pero, de alguna manera, ya nada
de eso le preocupaba.
Mientras que lo tuviera a su lado, las cosas
estarían bien. Todas las dificultades valdrían la pena.
Nunca volvería a cometer el
mismo error.
continuara? la parte en como le declara todo por el alta voz del aeropuerto y jae oye todo y se va corriendo asia su yunho me hizo llorar, mi mente reprodujo esa escena y me conmovio, que lindo fue, lo ame :)
ResponderBorrarTTOTT YunHo tonto!!!
ResponderBorrarcasi vuelve a perderlo x su inseguridad
me hiciste llorar con lo del aeropuerto T.T
TwT oww llore este yunho testarudl y tonto q no escuxhaba asu corazon al menos anuncio en ese microfono q lo ama awwwww TwT
ResponderBorrarque romántico el yunnie con su jaeboo que manera de decirle que lo ama y se quede con el lógico que el amor de la vida de jj era yunho y nomas con el podía ser feliz si se iba con el tal Richard no iba a ser feliz solo ellos dos son la felicidad del uno para el otro
ResponderBorrarT.T ...estoy llorando como niñita...fue tan lindo!!!...ese Yunho babbo ..casi pierdes a Jae...gracias por el fic!!!
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarYunho aunque todo me llena de emoción de todos modos eres un tonto, Jae sigue tomando las decisiones por tu inseguridad, reacciona porque el se va a quedar toda la vida contigo.
ResponderBorrarPerdón po lo de arriba pero no se que apreté. Gracias
este capítulo me formo un nudo en la garganta y me hizo llorar TT.TT
ResponderBorrarPero a la final se quedo, se quedo junto a su hombre lleno de dudas :3, pero se que serán felices ^^
Oh Dios! Este fue el capítulo mas desesperante que he leido! Cada de que creía que Yunho hiba pelear por Jae, solo daños con un "Lo siento" o "Se feliz Jae" puff! Con ganas de meterme dentro darle una bofetada y decirle no seas estúpido el te ama y quiere que dejes de ser cobarde y que pelees por el! Lo bueno que Jae lo ama demasiado por que si no ......Bueno, al final si hizo algo, pero donde lo vuelva a lastimar. ....
ResponderBorrarEspero y sean felices.. ..Mil gracias a leer el epílogo.. .