Capítulo Seis
Junsu se dejó caer sobre su
espalda, sólo para darse la vuelta menos de un minuto después para mirar el
reloj. El tiempo parecía haberse estacionado después de la medianoche. Cada vez
que revisaba el reloj pensando que había pasado una hora, las luces de color
rojo brillante indicaban que sólo transcurrieron cinco minutos.
Suspiró golpeando su
almohada y doblándola debajo de su cabeza. Eran ya las tres y media y todavía
no había oído llegar a Yoochun. Se dijo a sí mismo que en realidad no lo estaba
esperando, pero era demasiado tarde y estaba preocupado. Si habían ido a beber
y Yoochun decidió conducir borracho a casa, Junsu iba a matarlo. «Si es que no
se mata él mismo en las estrechas carreteras antes de llegar aquí».
Suspirando de nuevo, Junsu
apartó las sábanas y se levantó de la cama, caminando hasta el baño para ir por
un vaso de agua. «Tal vez ya llegó a casa, y no lo escuché. No creo que me haya
quedado dormido, pero podría haber estado adormilado. Él podría estar con Jaejoong
sano y salvo mientras yo estoy preocupado de que ande por las carreteras tan
tarde».
En silencio, abrió la
puerta de la otra habitación. En la oscuridad no podía tener certeza de si era una
persona o dos lo que componía el bulto en medio de la cama. Yendo de puntillas
al lado de la cama, levantó cuidadosamente la orilla de la manta.
—¿Qué estás haciendo? —gritó
Jaejoong, sentándose con las sábanas cayendo a su cintura—. Me asustaste.
Junsu se disculpó, sentándose
en el borde de la cama. —Lo siento. Estaba revisando si Yoochun-ah había
llegado a casa.
Jaejoong se frotó los ojos.
—¿Qué hora es?
—Más de las tres.
—Es tarde. ¿Por qué iba a
estar aquí? No ha dormido conmigo desde el día después de que llegaste.
Los ojos de Junsu se
estrecharon. —¿Qué quieres decir? No ha dormido conmigo ni una vez.
—Eso es raro —dijo
Jaejoong, luciendo perplejo—. ¿Por qué iba a mentirme?
—¿Te dijo exactamente que
estaba durmiendo conmigo?
—No, creo que no. Se ponía la
pijama, me daba un beso de buenas noches e iba al baño. Yo supuse que iba
contigo. Me pregunto dónde ha estado durmiendo. No hay otras habitaciones.
La luz de unos faros se
extendió por todo el cuarto, seguido por el azote de la puerta de un coche. —Vamos
a preguntarle —sugirió Junsu, poniéndose de pie con una expresión determinada
en su rostro. Jaejoong lo siguió.
*****
Yoochun abrió la puerta lo
más silenciosamente que pudo, sin prender las luces mientras caminaba a la sala.
Colocando su chaqueta de cuero sobre el respaldo de una silla, bostezó y se
desperezó. Iseul le había estado trayendo una almohada y mantas cada noche, poco
después de que todos se fueran a la cama. Y esta noche ahí estaban apiladas en
un extremo del sofá... justo al lado de un enojado Junsu y un confundido Jaejoong.
«Maldición. Bueno, ya no hay nada que se pudiera hacer».
Yoochun comenzó a
desabrocharse la camisa. —No tenían que esperarme despiertos.
Junsu se puso de pie. Dando
un paso adelante, quedando casi nariz contra nariz y empujándole el pecho con su
dedo. —En serio no crees que vas a escaparte de esta, ¿verdad? —preguntó en un
susurro forzado.
—Aparentemente no —respondió
Yoochun—. ¿Por qué no vamos a la habitación para no despertar a los niños?
Junsu lo miró, pero se
dirigió al pasillo. Habrían sonado sus pisotones de no ser porque iba descalzo.
Jae se puso de pie, tomando la mano de Yoochun y entrelazando sus dedos. —No
estoy enojado contigo, pero mañana vamos a hablar acerca de por qué has estado durmiendo
en el sillón. ¿Al menos te divertiste esta noche?
Yoochun jaló su mano, juntando
sus frentes. —Sí.
—Lo imaginé... —dijo
Jaejoong, rozando con sus dedos el chupetón que surgió a la vista cuando Yoochun
giró la cabeza.
Yoochun miró hacia otro
lado para ocultar el rubor de sus mejillas, pero no pudo evitar la sonrisa. —Lo
siento, volví muy tarde. El tiempo se me pasó volando. Cuando me di cuenta ya eran
más de las dos, pensé en llamar pero creí que todos estarían durmiendo.
—A mí no me habría importado,
y creo que Junsu en verdad estaba preocupado.
—Tienes toda la razón,
estaba preocupado. Son casi las cuatro de la mañana —dijo Junsu en cuanto entraron
en la habitación de Jaejoong.
Jaejoong se arrastró de
vuelta a la cama para calentarse los pies bajo las sábanas. Yoochun comenzó a quitarse
el resto de la ropa. Dado que ya estaban todos despiertos, pensó que bien
podría ponerse su pijama.
—¿Y bien? —preguntó Junsu.
Yoochun se tomó su tiempo para
ponerse el pantalón de pijama y pensar su respuesta antes de volverse hacia
Junsu. —Lo siento si te preocupé. Debí haber llamado, pero la última vez que revisé
mi licencia de manejo, vi que había más que pasado la mayoría de edad. —Sus
ojos se endurecieron. No le gustaba en absoluto la sensación de que Junsu no lo
quisiera, pero tampoco el que quisiera que no estuviera con alguien—. Estaba divirtiéndome...
desestresándome un poco, y espero volver a hacerlo.
Junsu lució aturdido, y los
ojos de Jaejoong se mantenían entre uno y otro, como si estuviera observando un
partido de ping pong. Yoochun suspiró y resistió el impulso de disculparse por
su arrebato. Caminando hacia la cama, se inclinó y besó a Jaejoong. —Buenas noches.
Justo antes de que salir por
la puerta, Miró a Junsu. —En verdad lo siento, por no llamar. Lo haré la
próxima vez. —Eso era todo por lo que se iba a disculpar.
Caminando por el pasillo,
Yoochun se sintió muy orgulloso de sí mismo. Había encontrado a alguien realmente
inteligente, divertido y sexy que parecía estar interesado en él, y él estaba
pensando en hacer algo al respecto. Incluso se sentía bien por enfrentar a
Junsu. Aún sufría por la pérdida de lo que podría haber sido su relación, pero
todo el mundo decía que uno nunca olvida a su primer amor. A él sólo le había
tomado más tiempo que a la mayoría el siquiera intentarlo.
Recogiendo la almohada y arrojándola
hacia el lado opuesto del sofá para que el sol no le diera en los ojos con los primeros
rayos, sonrió. Iseul lo cuidaba muy bien. Estaba temblando sobre las mantas
cuando Jae apareció en la puerta. —En verdad no piensas que vas a salirte de
esta al dormirte aquí, ¿verdad?
Yoochun sonrió y negó con
la cabeza. Recogiendo la almohada, siguió Jaejoong de regreso a la habitación,
no estaba del todo frustrado porque lo hubieran descubierto ya que dormiría en
una cama por el resto de la noche.
*****
Yoochun prácticamente entró
corriendo a la cocina a la mañana siguiente, estaba bien despierto aun sin tomar
café. Jaló una silla de la cocina, volteándola con su mano y sentándose en ella
con el respaldo al frente. —Se me ocurrió una idea.
—Tenía que suceder en algún
momento —lanzó Changmin por encima de su hombro, desde la esquina donde estaba
rellenando su taza de café.
—¿Alguien vio algún cerdo
volando? —Jaejoong miró hacia el cielo a través de la ventana.
Yoochun esperó
pacientemente a que todos terminaran, con una larga expresión de sufrimiento
pero a la vez divertida. Las burlas como grupo eran una parte de volver juntos,
y la había extrañado junto con todo lo demás. —¿Terminaron? —preguntó cuando la
habitación finalmente se quedó en silencio.
—Probablemente podríamos
seguir durante más tiempo, pero tengo hambre. —Changmin metió un panqueque en
su boca.
—¿Cuál es esa idea? —preguntó
Yunho, atrayendo de nuevo a Yoochun la emoción que sintió cuando tuvo la ocurrencia
en la ducha.
—Creo que tenemos que
añadir unas cuatro o cinco canciones nuevas para el show. Algo de cada uno de
nosotros, tanto para celebrar lo que nos hemos convertido como nuestro punto de
partida.
El entusiasmo de Yoochun fue
contagioso y la habitación inmediatamente estalló en una charla. —Esperen.
Esperen un segundo. —Yunho levantó la mano y calmó los ánimos—. Creo que es una
gran idea, pero no creo que Yoochun haya terminado.
Yoochun sonrió. De una
manera sutil, Yunho estaba asumiendo el papel de líder, una vez más, no es que alguno
de ellos tuviera inconveniente en ello, pero era interesante ver cómo lo manejaba
ahora que era mayor. —Bueno, tengo algunas ideas para compartir, sólo
sugerencias porque quiero que las piezas realmente sean parte de cada uno de
nosotros, y podría estar equivocado.
—Lo dudo —susurró Jae a su
lado, sonriendo cuando Yoochun se volvió para mirarlo.
Deliberadamente mirando primero
a Junsu, para demostrarle que quería que las cosas entre ellos estuvieran bien,
sugirió: —Puedes tomar una de tus piezas favoritas de un espectáculo que hayas
hecho.
Por un segundo Junsu
pareció olvidarse del hecho de estar molesto, y Yoochun supuso que él estaba recorriendo
en su mente el repertorio musical que había cantado en los últimos años. —Me
gustaría utilizar una de Mozart! Ahí
fue donde todo comenzó.
—Pensé que podríamos hacer
uno de nuestros dúos —le dijo Yoochun a Jaejoong, este asintió con aceptación.
No tenía mucho chiste. Sólo tenían que elegir uno de sus favoritos.
Yoochun tomó una
respiración profunda. Había empezado por lo más fácil y lo más obvio. De los
otros dos no estaba tan seguro. Miró a Changmin, quien estaba apoyado en el
mostrador con los tobillos cruzados y sosteniendo su taza de café. —Creí que te
gustaría hacer algo para, o incluso con, tus hijos. Pensé en lo divertido que fue
cantar y tocar el piano con ellos.
Changmin regresó a la mesa,
tomando un sorbo de su café antes de contestar. —En realidad preferiría cantar
una canción que escribí para Iseul cuando nos enamoramos. —Sus ojos se
encontraron con los de su esposa, quien al oírlo, dejó de limpiar los dedos
pegajosos de Haneul—. Tengo la letra, pero nunca fui capaz de ponerle música. Necesito
tu ayuda —le dijo a Yoochun. El aire de la habitación de repente se llenó de
emoción. Iseul compartió una sonrisa privada con Changmin antes de levantar a Hanuel
y salir de allí.
—Hecho —prometió Yoochun con
voz tensa. Nunca tuvo problemas de envidia, pero el evidente amor que Changmin
tenía con Iseul era algo que deseaba para sí mismo con desesperación. Quería
escribir canciones de amor para alguien específico, en lugar de alguien
imaginario.
—Siempre y cuando él no tenga
que cantar —lanzó Junsu—. Nunca lograría acabarla sin llorar.
—No estoy seguro si yo no lo
haré —admitió Changmin con una sonrisa tímida—. Pero no me importa.
—La gente te comerá vivo. —Yunho
miró a Yoochun—. Entonces, ¿tienes una idea para mí?
—Sí. —Yoochun se apoyó en sus
codos, emocionado por cómo sus ideas iban siendo aceptadas. Incluso Junsu
parecía menos molesto con él—. Estaba pensando en un número de baile a gran
escala. Realmente darle vida a la música y poner una serie de efectos. Sería la
presentación del concierto. Podrías hacer coros, o nosotros podríamos hacerlos
a un lado tuyo y tú sólo bailarías. Tendríamos que contratar a un poco más de bailarines
para aumentar los once que tenemos... o... —Se detuvo. No estaba seguro de cómo
Yunho tomaría su siguiente sugerencia. El tema no había surgido, y creyó que pudiera
ser que él deseara mantenerlo en privado—. Pensé que podría ser una gran
oportunidad para algunos de tus chicos.
Yunho le sostuvo la mirada.
Changmin lució intrigado. Junsu y Jaejoong compartieron una mirada la cual claramente
mostraba que estaban perdidos. «¿Chicos?» Después de varios momentos de consideración,
Yunho se recostó en su silla, cruzando las manos sobre su estómago. —Es un muy
arriesgado traer principiantes a una producción como esta.
Yoochun se encogió de
hombros. —Oye, estoy bien con ello. Sugerí que utilizáramos a los niños de
Changmin. ¿Cuán difícil podría ser?
—Mucho. —Resopló Yunho—. Preferiría
trabajar con niños de cuatro años que con unos de catorce, al menos ellos
obedecen.
—Ellos tienen el talento —dijo
Yoochun con total naturalidad—. Los vi el año pasado en una presentación cuando
estaba en Seúl. —Jaejoong lo pateó por debajo de la mesa. No le gustaba no estar
al tanto, y le reclamaría el no haberle dicho lo que sabía, especialmente cuando
se trataba de Yunho.
Yunho asintió. —Hay un par
de buenos líderes entre ellos. Tendríamos que involucrarnos todos, pero podría
funcionar. La logística de viajar con ellos será una pesadilla. Tendremos que
seleccionarlos a base de permisos, padres y el talento que tengan.
—Pero podría lograrse —dijo
Yoochun—. Y le añadiría mucha energía al show.
La paciencia de Jaejoong se
terminó. —¿Que chicos?
Yoochun se rió y se echó
hacia atrás. Luciendo completamente arrepentido, le dejó a Yunho el responder. —Tengo
un grupo de adolescentes con los que trabajo en canto y baile.
Changmin no iba a dejar que
Yunho se conformara con esa descripción. —Sí, y los chinos pusieron una pequeña
cerca para mantener lejos a los mongoles. Yunho creó una fundación para chicos que
tienen problemas en la escuela, encontronazos con la policía, y problemas en sus
casas. Tiene tres centros donde les enseñan baile, canto y otras artes
escénicas.
Yunho se removió con timidez,
mirando a Changmin. Este se encogió de hombros. —Oye, si no quieres que la
gente sepa que tiene un buen corazón, entonces no deberías de haberlo hecho.
Yoochun se rio. Complacido
por ver la profunda y evidente amistad entre Yunho y Changmin. Siempre se había
sentido culpable por tener a Junsu y Jaejoong y haber dejado a Yunho con
Minnie, pero era obvio que no había sido algo malo.
Jaejoong se lanzó sobre el
regazo de Yunho, causando que este se agarrara de la mesa para evitar que la
silla se fuera para atrás. Envolviendo sus brazos alrededor del cuello de
Yunho, Jaejoong le llovió a besos su mejilla y cuello. —Eres increíble. —Yunho
se sonrojó, pero lo rodeó con sus brazos, enroscándose entre sí de una manera
que quedaron aislados de los demás. Acariciándole la mejilla, lo besó hasta que
se disipó la energía estática.
Con una sonrisa de
satisfacción, Jae recargó su cabeza en el hombro de Yunho, y los dos se volvieron
hacia el grupo. —Parece que encontramos la mejor manera para utilizar nuestras
ganancias, Yoochun-ah —dijo Jaejoong.
Asombrado por el efecto del
beso de Yunho, Yoochun sonrió. —Tienes razón, y el dinero extra podría ayudarnos
con algunas emergencias del viaje. —Yunho enarcó una ceja cuestionando, pero
Yoochun agitó su mano—. Luego hablaremos de eso. Todos tenemos trabajo que
hacer. Minnie ve a buscar tus canciones, nos vemos en el piano.
*****
La hora de la cena se había
convertido en un tiempo para la familia ampliada donde cada uno de los integrantes
de DBSK se turnaba las diversas partes de la preparación. Yunho y Changmin
estaban ocupados en la mesa de la cocina trabajando en el diseño básico del
escenario, Jaejoong le estaba ayudando a Iseul a cortar las verduras, y Junsu
se había ofrecido a poner la mesa. Así que recogió una pila de platos del
mostrador y los llevó al comedor, pero entonces asomó la cabeza en la cocina y
pidió otro más.
—No es necesario que pongas
un lugar para Yoochun. No cenara con nosotros —dijo Iseul, levantando la vista
de la olla humeante que estaba removiendo.
Jaejoong dejó de cortar. —¿Por
qué no?
Repentinamente, Iseul se encontró
siendo el centro de atención. Luciendo un poco incómoda porque todos la miraban,
sonrió y se encogió de hombros. —Recibió una llamada hace unas dos horas y fue a
la ciudad para cenar con alguien. Oí el nombre del restaurante. Es un lugar muy
agradable... muy caro, pero privado —añadió con complicidad. Impacientando a su
audiencia, continuó—: Yoochun se comportó tan lindo al teléfono. Se puso todo
nervioso y se sonrojó cuando se dio cuenta de que podía oírlo. Incluso después de
bañarse vino a preguntarme cual camisa debía usar. Se veía muy bien cuando se
fue.
—¿Qué camiseta eligió? —Jaejoong
no pudo resistirse en cuestionar, un tanto resentido porque no le había
preguntado a él. Dos horas antes, había estado besándose con Yunho en la casa
de huéspedes y no habría estado muy contento de ser interrumpido.
—Una negra con partes
transparentes y el estampado parecía ser de terciopelo. Se la puso encima de
una camiseta negra y uso un largo abrigo negro de cuero. Estoy segura de que su
cita quedará impactada —respondió Iseul.
Junsu tomó un puñado de
cucharas, dejando caer dos al suelo con un estruendo. —A ver. Deja que te ayude
—ofreció Yunho, poniéndose de pie y recogiendo dos tazones, siguiéndolo al
comedor. Jaejoong tomó el resto de utensilios y servilletas y los siguió.
Changmin se acercó a su
esposa, envolviendo sus brazos alrededor de ella y mirando sobre su hombro a la
olla del guiso. —Estás interfiriendo —susurró contra su cuello.
Iseul suspiró, inclinando
la cabeza para darle más acceso a la piel sensible a lo largo de la línea de su
cabello. Esa era la razón por la que llevaba el pelo recogido. —Un poco —admitió—.
No me gusta verlo en el sofá como si no encajara.
—¿Sabes que todos piensan
que eres tan tranquila e inocente que nunca sospecharían de que harías algo así
de calculador? —Las manos de Changmin le rozaron las curvas de las caderas.
Iseul le sonrió a su
marido. Le encantaba que su estatura la hiciera sentir pequeña... querida...
protegida. —Pero tú me conoces mejor.
—Sí, y me excita como no
tienes idea el saber lo poderosa que eres en realidad. —Changmin la volvió en
sus brazos y la besó profundamente hasta que ella se sonrojó por algo más que no
fuera el vapor y el calor de la estufa—. ¿No crees que la cena pueda esperar
mientras te llevo al dormitorio, verdad?
Iseul inclinó la cabeza y le
sonrió con suficiencia. —No, pero los niños podrían irse temprano a la cama
inmediatamente después de cenar, si están cansados lo suficiente.
Changmin se separó de su
mujer y llamó a Yunho. —Yunho, ven a ayudarme a llevar a los niños a jugar afuera
antes de la cena.
Jeééejejjejejjejjej a Min en verdad que le urge quw sus hijos se duerman temprano...
ResponderBorrarHay Junsu... si no te pones las pilas Yoochun se fijara en otro
Hahahaha changmin qiefe darle a su esposa
ResponderBorrarJunsu obviamente esta q muere d curiosidad y celos
Jaejoong y yunho bn felicez y yendo lento; -;
awww que linda pareja forman Changmin y su esposa
ResponderBorrarel regreso de los 5 será por todo lo alto y cada uno mostrará su gran trabajo..
me gusta mucho como va este fic n.n
gracias por compartirlo!!!! *-*
y para no perder la costumbre min hambriento pero ahora de su mujer yunho y jae siguen degustando se todavía y yoochun divirtiéndose mientras junsu muere de celos y angustia oh es el único que sigue sufriendo
ResponderBorraraigoo!! alguien esta muy celoso...orale Changmin a como sigas asi haras que tu esposa tenga mas bebés XD
ResponderBorrarjajajaja quien lo diria resulto no ser tan inocente como se veia! ja! Buena esposa!
ResponderBorrarMMM pobre Junsu, pero bueno el se lo busco no?, no queria solo amigos con derecho? Estoy feliz por Chunnie que lo haga sufrir un poco....el ha sufrido bastante...aunque claro tiene que terminar junto a su delfin ^_~
Ohh el Yunjae va perfecto pero cuando pasaran a la siguiente etapa? Quiero mi lemon!
Yoochun deberias saber escuchar a Junsu, solo lo haces sufrir.
ResponderBorrarGracias!!!