Ex-novio: Interludio

Interludio

Desde que sus ojos se posaron en su compañero de clase en el primer día en la universidad, empezó a sentir algo raro. Tal vez fue cuando intercambiaron miradas, o el tímido apretón de manos que compartieron, no estaba seguro. Lo único que sabía era que esta era la primera vez que se enamoraba a primera vista.

Cuando él y Yoochun decidieron invitarlo a compartir el mismo departamento-dormitorio y él aceptó sin dudarlo, su corazón dio un vuelco. Tal vez el destino estaba haciéndolo todo más fácil para ellos.

Cada vez que hablaban o simplemente se saludaban, Jaejoong sentía mariposas por todo su estómago. Yunho era gentil, dulce, encantador, perfecto, había tantos adjetivos para él, que le tomaría horas el describirlo apropiadamente. ¿Tal vez él era el que estaba buscando? ¿Cómo podía saberlo, si lo único que tenía eran sus deseos ocultos y todos aquellos sueños de que ellos estuvieran juntos?

Romper con Yoochun no fue difícil, en realidad, fue muy tranquilo y agradable. No estaban saliendo en serio, sino más bien tenían una relación abierta o eran amigos con derechos, así que no tuvieron ningún problema luego de terminar. Yoochun ya sabía que Jaejoong sentía algo por Yunho —ya que nunca fue alguien bueno en ocultar cosas— y sólo le exigió que le declarara sus sentimientos tan pronto como fuera posible.

Cuando Jaejoong le preguntó si también a él le gustaba Yunho, Yoochun únicamente sonrió ampliamente antes de responderle con un sospechoso: «Tal vez». Eso fue lo que impulsó a Jaejoong lo necesario para que tomara medidas al respecto, por lo que después de esa conversación, salió de los dormitorios para encontrar a Yunho.

Esa fue la primera vez que realmente entraba en una relación porque él amaba verdaderamente a la persona. Y esa fue la primera vez que sus sentimientos eran mutuos.

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Siendo siempre el nerd y tímido estudiante debido a la presión constante de sus padres, Yunho nunca pensó en el amor ni en el estar con alguien. Sus estudios eran lo único que llenaba su mente, y todo lo demás no era importante.

Eso duró sólo hasta que conoció a Jaejoong, su divertido y atractivo compañero de clase. Para él era extraño tener de repente a alguien invadiendo su mente e impidiéndole el ser capaz de concentrarse en otra cosa, sin mencionar los constantes temblores y estremecimientos en su interior. Nunca se había sentido atraído por alguien, y tener a su primer amor con un hombre, lo asustó bastante, sobre todo porque nunca se imaginó que batearía para ese lado.

Además de todos los sentimientos que estallaban dentro de sí, Yunho se dijo a sí mismo que nunca haría nada al respecto. Después de todo, Jaejoong estaba saliendo con Yoochun, no existía ninguna posibilidad de estar juntos. En realidad, era mucho mejor y más fácil tener ese sentimiento platónico; él sólo seguiría así. Con la presencia de Jaejoong tenía suficientemente.

Su hermana una vez le dijo que él sabría quién era el amor de su vida si escuchaba el repique de campanas dentro de su cabeza cuando se besaran por primera vez. En aquel entonces, él sólo pensaba que era algo estúpido que podría haber leído en Internet y ni siquiera se molestó en ello. Cuando Jaejoong de repente se reunió con él esa tarde, cuando caminaban de regreso a los dormitorios, y sin ninguna explicación preliminar saltó sobre su cuello y lo besó profundamente, permaneció sin reaccionar durante unos segundos, tratando de averiguar si se trataba de la vida real o sólo estaba soñando. Justo cuando el shock pasó y por fin levantó los brazos para colocarlos suavemente alrededor de la pequeña cintura, se dio cuenta de que era real, y las campanas se volvieron claras en su mente.

Fue entonces cuando entendió lo que se estaba perdiendo al mantener sus sentimientos para sí mismo.

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A pesar de que obviamente se amaban, les tomó algunos meses para decirlo por primera vez. Tal vez ellos ya lo sabían, así que no había necesidad de apresurarse en decirlo.

Un año más tarde, Jaejoong dijo que quería tener un Golden Retriever cuando se mudaran juntos. Yunho sólo se rio por la sorpresa, pero pronto declaró que prefería un Husky y comenzaron a discutir acerca de las diferentes razas de perros. Esa vez, Yunho no le dio mucha importancia, ni siquiera una hora más tarde, cuando Jaejoong dijo que quería que tuvieran una casa cerca de un lago, para que así ellos pudieran correr juntos cada mañana. Y tampoco cuando le dijo que su primer hijo podría llamarse Yoonjae.

Yunho vio las expectativas de Jaejoong como el mejor tipo de sueño, esos que parecían tan reales que a veces te confundían.

Sin embargo, cerca de dos años después, fue traído de vuelta a la realidad. En sus vacaciones, cuando regresó a su casa, su padre le recordó que él sería el sucesor de su empresa, y dado que su graduación estaba a sólo dos años, debía comenzar a tomar cursos y a estudiar mucho para estar preparado para ello. Siempre supo que ese era su futuro, pero de alguna manera se había desvanecido escuchando los planes de Jaejoong.

Fue entonces cuando se comenzó a traer los planes de Jaejoong a la realidad y vio que no eran posibles en su mundo.

Le gustaba el futuro que su novio veía para ellos. Pero eso era sólo un sueño, como él siempre los veía.

Nunca se imaginó declarándose gay ante su familia, la idea era tan imposible que nunca pasó por su mente. Su familia era muy estricta y conservadora, nunca lo aceptaría. En realidad, sólo algunos amigos íntimos de la universidad sabían de su relación, nunca permitió que la noticia se propagara. Jaejoong era simplemente tan libre y abierto que, al parecer, ni siquiera le importaba que ambos fueran chicos, ni nada por el estilo, sólo se preocupaba porque ellos estuvieran juntos porque se amaban.

Y luego Yunho finalmente se dio cuenta de que todo lo que Jaejoong planeaba para ellos, eran en realidad sus deseos. Realmente quería todo, vivir juntos, tener hijos, formar una familia. Fue entonces cuando decidió dejar lentamente de alimentar ese sueño.

Puesto que inevitablemente ellos se separarían después de la graduación, Yunho trató de disfrutar el tiempo que les quedaba. Pero se volvió más ocupado tomando una gran cantidad de cursos adicionales sobre administración de empresas, por lo que su tiempo juntos, se redujo casi a ser sólo el tiempo que pasaban en los dormitorios. Fue duro, pero tal vez el distanciamiento que crecía entre ellos iba a ser útil más adelante.

Decidió mantener a Jaejoong inconsciente sobre su verdadero futuro. Tal vez le dolería menos de esa manera.

Jaejoong... él mantendría sus sueños. Sólo que Yunho no sería una parte de ellos.

Era mejor así.

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5 años más tarde

Jaejoong iba a toda prisa. Acababa de salir de la peluquería; había teñido su pelo de un color marrón rojizo, y todavía tenía que ir al dormitorio para cambiarse antes de la reunión de despedida. La ceremonia de graduación había sido el día anterior, y esta era la última oportunidad de ver reunidos a todos sus compañeros y amigos.

Una vez que llegó a su dormitorio, echó un vistazo alrededor de la sala, hallando a Yoochun perezosamente recostado en el sofá, viendo la televisión.

—¡Yoochun! —gritó enfadado, captando la atención del menor—. ¿No vas a arreglarte?

—Oh... —Yoochun pronunció indiferentemente—. ¿Dime otra vez, a qué hora va a empezar esa cosa?

—No puedes estar hablando en serio... —Jaejoong bufó, caminando hacia su habitación.

Esperaba encontrar a su novio ya de vuelta, dado que se había ido por algún motivo antes de que él despertara. Una vez que abrió la puerta, se sorprendió al encontrar el cuarto vacío, todavía sin señales de que Yunho hubiera regresado.

—¡Chun-ah! —gritó, volviendo a la sala—. ¿Dónde está Yunnie?

—No lo sé, no lo he visto hoy —contestó.

—Yo tampoco. Cuando me desperté no estaba en la cama. —Jaejoong suspiró profundamente—. Ha estado actuando extraño últimamente.

—Sí, me he dado cuenta. Pero bueno, él no es mi novio, así que no es mi problema. —Yoochun apagó el televisor y se levantó—. Voy a bañarme.

Haciendo puchero, Jaejoong regresó a su habitación para cambiarse. Tardó bastante tiempo tratando de encontrar una buena camisa, hasta que decidió echar un vistazo en el armario de su novio para tomar una prestada. Una vez que abrió la puerta, casi se va de espalda por la sorpresa: el clóset estaba completamente vacío.

—Yunnie... —Jaejoong murmuró, con la desesperación creciendo en su interior.

Entonces, sacó el teléfono del bolsillo de atrás de su pantalón y se desplazó en el a toda prisa, buscando el número de Yunho. Le llamó hasta que fue enviado al correo de voz, desconectándolo.

—Jae, ¿tienes una toalla que me prestes? —Yoochun apareció en la puerta, sobresaltándose por los ojos de su amigo al borde del llanto—. Dios, ¿qué pasó?

—Su armario... está vacío. —Jaejoong señaló, tratando de calmarse—. ¿Qué está pasando, Chun?

—No… no lo sé.

—¿No lo viste salir hoy? ¿Cómo es posible que pudiera salir con sus cosas sin que nos diéramos cuenta? —Jaejoong no podía controlarse más y empezó a llorar.

—Cálmate, esto debe ser un malentendido. —Yoochun se preocupó.

—No contesta su teléfono. —Jaejoong se pasó una mano por el pelo—. ¿No te ha dicho nada?

—Dios, no. —Yoochun se llevó la mano a la cara, pensando—. Sabes que él nunca habla de nada.

Luego, ambos oyeron golpes en la puerta principal.

—Voy a ir a ver quién es —Yoochun dijo antes de salir rápidamente.

En la puerta principal estaban Heechul y Kangin llamándoles para ir a la reunión juntos. Jaejoong escuchaba mientras Yoochun les preguntaba acerca de Yunho, y su corazón dolió por la respuesta negativa. Entonces, empezó a recordar todo lo que sucedió en los últimos días, tratando de encontrar una respuesta o al menos una pista sobre esto.

Retrocediendo en el tiempo en sus pensamientos, cayó en la noche anterior. No había tomado mucho cuidado en las palabras de Yunho mientras se abrazaban antes de dormir, él sólo creyó que su novio estaba siendo dulce, dado que se echaban de menos mutuamente debido a sus múltiples ocupaciones.

«Nos vemos en los sueños».

Tal vez eso tenía un significado extra que Jaejoong no entendía muy bien todavía.

Despertó de sus pensamientos al sentir a su teléfono vibrar en el bolsillo de su pantalón de mezclilla. Rápidamente lo agarró y desbloqueó la pantalla para leer un mensaje de texto. Era de parte de Yunho.

«Lo siento».

Después de eso, nunca se volvieron a ver.