Ex-novio: Capítulo 2

Capítulo 2

La próxima vez que todo el personal se reunió para beber después del trabajo, Jaejoong anunció que su prometido finalmente conocería a todos los presentes, dado que el pelinegro no lo había presentado apropiadamente con sus compañeros. Mientras todos lo alababan, Yunho sólo pasó el nudo en su garganta, con repentinas ganas de vomitar. Tal vez debería de marcharse a casa, ir allá sería demasiado incómodo.

—No puedo esperar a presentártelo. —Jaejoong se le acercó con su habitual tono de burla.

—No sé si me vaya a ir. Tengo cosas que hacer —Yunho murmuró lo último, evidenciando su incomodidad.

—¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? —Jaejoong levantó una ceja con sorpresa, alegrándose.

—No, no lo tengo. —Yunho mantuvo la calma.

—Entonces, vamos. Realmente necesito ver tu cara cuando lo conozcas.

—Por si no recuerdas, he conocido a tus ex novios antes.

—Eso fue cuando éramos novios. —Jaejoong hizo muecas—. Ahora es diferente, tú estarás en esa posición.

Suspirando profundamente, Yunho intercambió una mirada con Jaejoong, quien esperaba con expectación su respuesta.

—Bueno, está bien entonces. Iré. Sólo para poder borrar ese rostro petulante tuyo, cuando vea que él es insignificante.

—Vas sorprenderte. —Jaejoong sonrió en señal de victoria.

Sin prolongar la conversación, Jaejoong halló a Changmin no muy lejos de ellos y se le acercó, dejando atrás a Yunho. Seguramente iba a ser una noche interesante.

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Una vez que llegaron al bar al que solían acudir, Jaejoong se separó del grupo para esperar la llegada de su prometido. Ellos fueron a sentarse en una gran mesa en la parte posterior, hablando y riendo a carcajadas. Yunho se sentó junto a Junsu y Changmin, por desgracia dándose cuenta demasiado tarde de que Tiffany estaba justo al otro lado de él, por lo que estaría mirándolo intensamente toda la noche.

Cuando notó que Jaejoong volvía con alguien, Yunho inhaló profundamente y trató de calmarse. ¿Después de todo, por qué se sentía tan nervioso?

—Chicos, este es Richard, mi novio. —Jaejoong lo presentó tan pronto como llegaron a la mesa.

Mientras todos lo saludaban, Yunho se tomó su tiempo para analizar al hombre. En realidad tenía el aspecto de una estrella de cine, una mezcla entre Brad Pitt y el protagonista de la película Thor, de quien nunca recordaba el nombre. Además de ser obviamente guapo, era elegante y con estilo. Pronto se sentaron al otro lado de la mesa, por suerte no muy cerca de Yunho.

Por el resto de la noche, Richard se convirtió en la atención de todos. Al parecer, sabía hablar mil idiomas y practicaba un montón de deportes, por lo que todos estaban muy curiosos respecto a él. Yunho se quedó quieto en su lugar, bebiendo de su cerveza con el ceño fruncido en su rostro. Tiffany, después de algunos minutos, se percató del desinterés de Yunho por el recién llegado, encontrando esto bastante curioso.

—¿No te cae bien, Yunho? —ella le preguntó, inclinándose sobre la mesa para estar más cerca.

—¿Richard? Oh, parece agradable —Yunho respondió, tratando de lucir indiferente.

—¿Entonces por qué esa cara larga?

—No me siento muy bien.

—Hm. Es curioso como todo lo relacionado con Jaejoong oppa puede hacerte cambiar de estado de ánimo —ella se burló, ganándose una mirada de sorpresa por parte de Yunho.

—¿Qué quieres decir?

—Te he estado observando desde que me rechazaste. Me di cuenta de la forma en que lo miras, y cómo ustedes dos se burlan mutuamente por temas tan íntimos como sentimientos y partes del cuerpo... ¿Hay algo acerca de ustedes que nosotros no sepamos?

Yunho se rio entre dientes, tratando de disimular el hecho de que sus manos estaban casi temblando.

—Tienes una mente muy creativa, Tiffany-ssi. Pero no, sólo éramos amigos cercanos en la universidad.

—¿De verdad? —ella presionó—. Porque un día que estaba hablando con él acerca de hombres, él mencionó un antiguo novio. Sus características eran tan parecidas a ti, incluso las bromas que ustedes se hacen pueden ser relacionadas con su historia...

—Eso es sólo una coincidencia.

—Hm, podría ser. Aunque, todavía es curioso...

Antes de que pudiera añadir algo más, Jaejoong los interrumpió, colocando su mano sobre el hombro de Yunho.

—Ven y siéntate junto a nosotros. Quiero presentarte apropiadamente a Richard —Jaejoong le dijo con tono de suficiencia.

—Estoy hablando con Tiffany-ssi —exclamó Yunho.

—Ah, puedes ir Yunho oppa. Después terminamos lo que estábamos hablando. —Ella movió su mano en el aire, haciendo mención de que se fuera.

—¿Ves? Vamos. —Jaejoong lo tomó del brazo y lo jaló de la silla.

Yunho siguió a regañadientes a Jaejoong, sentándose frente a él y Richard, tratando de controlar el ritmo de sus latidos.

—Cariño, quiero que conozcas a mi viejo amigo, Yunho —Jaejoong dijo, entrelazando su brazo con el suyo.

—Hola. Encantado de conocerte. —Richard le tendió la mano, la cual Yunho aceptó vacilantemente.

—Igualmente. Jaejoong habla mucho de ti —Yunho mencionó, tratando de mantener su voz calmada.

—Lo sé. —Richard rio, y su tono sonó un poco arrogante para los oídos de Yunho—. Entonces, ¿cuánto tiempo tienen de conocerse?

—Desde la universidad, cariño, te lo dije antes —Jaejoong habló, poniendo suavemente una mala cara—. ¿No recuerdas quién es? te hablé…

—Hablas tanto que me sería imposible recordarlo todo, cariño. —Richard le sonrío, interrumpiéndolo.

—Sí. Él realmente habla mucho —Yunho concordó, ganándose una mirada airada de Jaejoong.

De repente, el teléfono de Richard empezó a sonar, y rápidamente lo sacó de su bolsillo para leer un mensaje de texto. A continuación vio a Jaejoong y le susurró algo en francés, inmediatamente poniéndose de pie.

—Me tengo que ir. Fue un placer conocerte, Yunho. —Richard se inclinó ligeramente.

—Pero dijiste...— Jaejoong agarró su brazo, tratando de detenerlo.

—Discutiremos esto después —Richard le susurró, y luego volteó hacia los demás en la mesa—. Adiós, fue un placer conocerlos a todos.

Richard se fue un poco tiempo después con Jaejoong a su lado, susurrándose el uno al otro. Yunho se percató de que Jaejoong tenía una expresión decepcionada y triste, así que no pudo evitar el preocuparse por él. Su primera impresión sobre Richard no fue muy buena, y de alguna manera le molestaba mucho que Jaejoong estuviera saliendo con alguien así.

Ya no siendo capaz de controlar sus acciones, se excusó y fue tras ellos. Él sólo quería asegurarse de que Jaejoong estuviera bien.

Los encontró en el exterior, en el estacionamiento del bar, y se fue a esconder detrás de un árbol para escuchar su conversación.

—Pero prometiste…

—Oye, hice lo que prometí. Los conocí, ¿no es así? —Richard groseramente lo interrumpió.

—Son mis colegas. Quiero que llegues a conocerlos, que hablen contigo...

—Mira Jae, sabes que no tengo paciencia con estas presentaciones. ¿Quieres que me quede allí tratando de entender cosas para que hablemos? Por favor —bufó Richard, jalando la puerta de su coche para abrirla—. Voy a estar en casa. No te tardes.

—Me quedaré aquí hasta que todos se vayan —Jaejoong afirmó, enojado.

—Bien, entonces. Si llegas después de medianoche, no voy a abrirte la puerta.

Con eso, Richard entró en el auto y condujo a toda prisa, dejando a Jaejoong congelado en su lugar.

—Veo lo increíble que es, guau. Estoy sorprendido —Yunho bromeó, saliendo detrás del árbol, haciendo saltar a Jaejoong por lo inesperado.

—¿No sabes que es de mala educación escuchar las conversaciones de otras personas? —Jaejoong se volvió hacia él con seriedad.

—Déjà vu —Yunho sonrío, deteniéndose a unos pasos del pelinegro—. Parece que es un idiota.

—No lo es, sólo está cansado. Ha estado muy ocupado últimamente.

—Me di cuenta, ya que ustedes dos apenas y se vieron. —Yunho puso las manos dentro de los bolsillos de su pantalón—. Bueno, aun así él encuentra tiempo para jugar contigo, ¿verdad?

—Él no está jugando conmigo.

—Parece como si lo estuviera, aparentemente únicamente quiere tu cuerpo desnudo en su cama esta noche y no le importa nada más —estipuló—. ¿Ya conoció a tu familia?

—No, no todavía —Jaejoong murmuró, bajando la cabeza.

—¿No? ¿Pero no van a casarse? —Yunho le preguntó en un tono más enojado de lo que esperaba.

—Mira, tienes una impresión equivocada. Él no es así. —Jaejoong lo interrumpió.

—Está bien, lo siento. No debería estar hablando de esto contigo. Pero si de verdad te deja fuera esta noche, entonces es un idiota —Yunho afirmó, y después de eso, inhaló profundamente para calmarse un poco—. Por cierto, los dos viven juntos, ¿cierto?

—Sí. Algo así. En realidad es sólo el departamento donde se queda cuando llega a Seúl, su verdadero casa está en París. Así que vivir allí es casi lo mismo que vivir solo.

—Ya veo. —Yunho asintió—. Bueno, realmente espero que yo tenga una mala impresión de él.

Jaejoong no respondió nada, mordiéndose el labio inferior y luciendo frustrado. Yunho sólo lo observó durante unos segundos, inseguro de lo que debería decir.

—¿Quieres volver a entrar? —sugirió.

—Estoy pensando en una excusa para decirle a todos acerca de por qué se fue tan pronto. He hecho tanto alboroto acerca de que lo conocerían esta noche y él se quedó apenas media hora. —Se rio débilmente, mirando a cualquier parte—. Fue muy difícil convencerlo de que viniera.

—Entonces... ¿quieres ir a otro lado? Me aseguraré de que regreses a casa antes de la medianoche.

Sorprendido por la repentina invitación, Jaejoong se enfrentó al moreno.

—No tienes que ser amable, estoy bien. —Jaejoong se rio, sonrojándose.

—Oye, simplemente estoy invitándote a ir a otro lugar, así no tendrías que enfrentarte a todos. —Yunho levantó sus manos en defensa—. ¿Qué quieres hacer?

Pensando durante unos segundos, Jaejoong volvió a mirar a Yunho, lanzándole una sonrisa.

—¿A dónde me llevarás?

Y al último lugar que estaba esperando ser llevado era un parque de diversiones. Todavía vestían sus trajes, que no coincida totalmente con el nuevo entorno. De todos modos, Yunho prometió que se divertirían y así lo hicieron, formándose en cada una de las filas, desde la montaña rusa hasta el carrusel. Jaejoong estaba avergonzado al principio, ya que la mayoría de la gente que había allí eran adolescentes y niños, pero pronto ignoró eso y disfrutó de ello.

—Quiero el elefante de peluche de allá. —Jaejoong señaló, al detenerse en un juego de tiro al blanco.

—¿El verde? —Yunho le preguntó, deteniéndose a su lado y levantando una ceja al ver el juguete—. Es extraño....

—Pero yo lo quiero. ¿Me lo vas a conseguir o no? —Jaejoong hizo un puchero, frunciendo el ceño.

—Veremos. No voy a gastar más de cinco dólares intentándolo.

Después de algunos ensayos fallidos, Yunho finalmente logró dar en el blanco y ganó el elefante tan deseado. Jaejoong empezó a caminar abrazándolo cerca de su pecho, y esa imagen hizo sonreír a Yunho. Lucía como un niño feliz.

—¿A dónde iremos ahora? —Jaejoong preguntó, después de caminar más allá de los juegos de feria.

Echando un vistazo alrededor, Yunho vio la rueda de la fortuna, no deteniendo la gran sonrisa que apareció en su rostro.

—¡A eso! —Yunho agarró al pelinegro del brazo y lo arrastró hacia allá.

Tan pronto como él se dio cuenta de a donde Yunho lo estaba llevando, Jaejoong se detuvo sobre sus pasos.

—¡Yah! ¡No! —Intentó liberarse de su agarre, pero Yunho se las arregló para seguir arrastrándolo hacia la fila—. Sabes que odio las alturas.

—Te subiste a la montaña rusa y no te desmayaste, puedes sobrevivir a esto. —Yunho sonrió, manteniendo a Jaejoong junto a él hasta el final de la cola.

—La montaña rusa es rápida, esto es súper lento. —Jaejoong suspiró—. Si me desmayo, tendrás que cargarme.

—Está bien, puedo hacerlo. De todos modos no es como si hubieras aumentado de peso de cuando salíamos —Yunho se burló, contemplando la figura de Jaejoong—. De hecho, ahora luces como un esqueleto.

—Y tú te pusiste rechoncho —Jaejoong soltó.

—¿Qué? —Yunho lo miró perplejo—. ¡Por supuesto que no!

—Ah vamos, ¿no tienes un espejo? —Jaejoong sonrió—. Solías estar en forma, ahora luces perezoso y… gordito.

—Ya no tengo tiempo para hacer ejercicio como solía tenerlo. Pero no estoy gordito.

—Sólo un poco —declaró Jaejoong, ocultando su risa detrás de su mano—. No te preocupes, te ves lindo.

Tratando de no ruborizarse, Yunho dirigió su mirada hacia el frente. Estar aquí con su ex-novio era totalmente extraño, realmente no sabía lo que se le había metido para hacerle esa repentina invitación. Al menos las cosas iban bien. Jaejoong era más feliz y no estaban peleando todo el tiempo. Tal vez después de todo, esto fue una buena decisión.

Pronto llegó su turno para subir en la rueda de la fortuna por lo que cuidadosamente, Jaejoong entró en la cabina, seguido por Yunho. Se sentaron uno frente al otro en un cómodo silencio, Jaejoong todavía sostenía el peluche con fuerza mientras miraba por la ventana.

—¿Quieres sentarte aquí? —Yunho le mostró el espacio vacío a su lado.

—No puedo. Pondríamos demasiado peso en ese lado de la cabina y se caerá —Jaejoong dijo, con una expresión de preocupación.

—Eso no va a suceder. Estoy más preocupado por ti sufriendo un infarto.

—Estoy bien. —Jaejoong se encogió de hombros.

Sin embargo, tan pronto como la rueda de la fortuna comenzó a moverse, Jaejoong cerró los ojos, respirando pesadamente. Sus latidos se aceleraron y el obligarse a mantener la calma, no ayudaba mucho.

—¿Estás realmente bien? —Yunho lo examinó, preocupado.

—Estoy bien —Jaejoong respondió rápidamente.

Reuniendo un poco de coraje, decidió echar un vistazo por la ventana. La cabina estaba aproximándose a la parte superior, y al percatarse de ello, Jaejoong volvió su vista rápidamente hacia el suelo, respirando profundamente.

—No estás bien —Yunho dijo, levantándose para ir a sentarse al lado de Jaejoong.

—¡Quédate ahí! ¡Haremos que esto se desequilibre y moriremos! —gritó Jaejoong, agarrando la barra lateral.

—Olvidé cuanto miedo le tienes a las alturas. —Yunho se rio, ignorando las protestas y sentándose a su lado—. Vamos, dame la mano.

—Sostener tu mano no me impedirá morir. —Jaejoong continuó sosteniendo la barra, sus nudillos ya se estaban poniendo blancos.

—Si esta cabina cae, moriremos juntos. ¿No es romántico?

—Muy romántico. Omitiendo el hecho de que no eres mi novio, eres mi ex y de que debería de querer que estuvieras muerto ahora mismo.

—No deberías desear eso en este momento, ya que probablemente morirías conmigo.

Con el paso del tiempo, Jaejoong lentamente aflojó el agarre de la barra y regresó a su lugar, relajándose. Todavía se sentía inquieto por lo desequilibrio, pero la cabina ni siquiera se había movido después de que los dos estuvieron en el mismo lado.

—Creo que al final, esto es seguro. —Jaejoong comprendió, exhalando el aire que ni siquiera sabía que estaba reteniendo.

—¿Todavía no quieres sostenerme la mano? —ofreció Yunho.

Antes de que Jaejoong pudiera rechazarlo, la rueda de la fortuna hizo una parada repentina, y él desesperadamente saltó sobre Yunho, abrazándolo con fuerza.

—Cálmate... —Yunho rio—. La gente está empezando a bajar. Esto casi se acabó.

—Pensé que era un problema mecánico. —Jaejoong lentamente retiró sus manos de Yunho, avergonzado.

Sin preguntar otra vez, Yunho simplemente lo agarró de la mano y entrelazó sus dedos, haciendo que un escalofrío recorriera su cuerpo.

—¿Por qué me haces esto? —Jaejoong murmuró en voz baja.

—¿Qué? —Yunho lo miró con curiosidad.

—Nada. —Jaejoong frunció el ceño, encogiéndose de hombros.

Pronto se relajaron y sólo esperaron a que el juego llegara a su fin, ambos pensando en esta situación en silencio. Jaejoong dejó que su mente viajara a través del tiempo, y los recuerdos de ellos juntos lo pusieron nostálgico. Si tan sólo hubieran terminado de manera diferente, tal vez ahora no estarían tan apartados.

—Fuiste el mejor novio que he tenido —de repente soltó en un susurro.

Sorprendido por la repentina declaración, Yunho se aclaró la garganta, sonrojándose.

—¿Qué? —Jaejoong cuestionó, al notar la incomodidad de Yunho—. No es como si no lo supieras.

—Yo... —Yunho tomó una respiración profunda, mirando por la ventana—. Deberías odiarme, no pensar en mí de esa manera.

Jaejoong sólo se rio.

—Sí te odio —Jaejoong reveló, volviendo la cabeza para mirar al más alto—. Pero tengo que admitir que a veces todavía te extraño, aunque obviamente, no debería.

Después de algunos segundos de silencio, Yunho decidió añadir algo.

—Nosotros en verdad... estábamos bien juntos.

—No te fuerces, sé que no me querías tanto como yo a ti. —Jaejoong suspiró—. Así es la vida, así pasa.

Sobresaltado, Yunho se enfrentó a Jaejoong.

—Eso no es cierto —precisó.

—Si me hubieras amado, no me habrías dejado tan fácilmente.

—No fue fácil. —Yunho bajó la mirada al piso de la cabina—. Definitivamente no lo fue.

Jaejoong se quedó en silencio un momento, eligiendo sus siguientes palabras.

—Sólo deseo que nunca te hubieras ido. —Jaejoong se cubrió la boca con el dorso de la mano, tratando de controlar sus emociones—. Desapareciste por completo después de romper conmigo. Fue como si te murieras, ¿sabes? Fue demasiado repentino y no había nada que pudiera hacer al respecto.

—Yo... —Yunho se calló, sintiéndose mal.

—Realmente te odio por ello. En serio. Me heriste profundamente. La única cosa que aprendí de eso, fue que nunca me dedicaría a alguien así de nuevo. Eso me hizo más fuerte, de alguna manera.

—No podía... —Recuperando la compostura, Yunho continuó—: No podía impedir tus sueños, Jaejoong. Soñabas con una vida que nunca podría darte.

—Pudimos haber solucionado las cosas juntos.

—No, no podíamos. Era imposible.

—Nada es imposible. —Jaejoong se mordió el labio inferior—. Si sólo me hubieras hablado acerca de tu situación, seguramente lo habría entendido todo, lo único que quería era estar a tu lado. Pero te rendiste a nosotros sin siquiera intentarlo.

—Como dije, no podía hacerte renunciar a tus sueños. Te merecías a otra persona, alguien que los compartiera contigo.

—Tal vez estábamos soñando el mismo sueño, pero yo era el único que realmente deseaba que se hiciera realidad —Jaejoong expuso—. Pero, cómo iba a saberlo, si nunca me dijiste nada de eso.

Después de algunos segundos de silencio, Yunho abrió la boca de nuevo para preguntar algo que le molestaba.

—¿Amas a Richard?

—Sí —Jaejoong respondió sin vacilar—. No tanto como lo hacía contigo, pero sí, lo amo. Él me hace feliz.

—Eso es bueno. —Yunho asintió.

Pronto el paseo llegó a su fin. Estaba a punto de ser medianoche, así que Jaejoong sugirió que deberían irse. Ellos regresaron en silencio, con Jaejoong únicamente instruyéndolo sobre el camino hacia su departamento. Una vez que Yunho se estacionó junto a la acera, Jaejoong lentamente desabrochó su cinturón.

—Nos vemos mañana, Yunho. —Jaejoong vio a Yunho, levantando la mano para abrir la puerta.

—Espera, Jae. —Yunho lo tomó del brazo, deteniéndolo.

—¿Qué pasa? —Jaejoong se dio la vuelta, curioso.

Ambos se miraron el uno al otro durante unos segundos.

—Te... te deseo lo mejor con Richard. En verdad —le dijo, para sorpresa de Jaejoong—. Estoy feliz de que hayas encontrado alguien con quien compartir tus sueños.

—Gracias. —Jaejoong inclinó ligeramente la cabeza, procediendo a abrir la puerta—. Adiós.

—Adiós.

Yunho se quedó viéndolo mientras entraba en el edificio, todo el camino mirando hacia atrás al coche, en tanto sostenía el elefante de peluche. Cuando desapareció dentro de este, Yunho se dio cuenta de que perdió su oportunidad. La perdió hace mucho tiempo, cuando lo dejó, y no había nada que pudiera hacer ahora mismo.